Hola a todos!

Esta historia me vino a la mente hace ya varias semanas pero por mi lazyness no habia comenzado a escribirla. Sin embargo aqui esta. No soy una escritoria muy buena y aun estoy practicando pero espero que sea de su agrado.

Por favor, lean y envienmen sus reviews. Gracias!

Without wax,

Laura.

Ps: Disculpen los posibles HORRORES ortograficos.


Niles no podía mas. Era demasiado dolor y su corazón no podía soportarlo mas. De tan solo pensar en lo ocurrido sentía que una parte de el moría.

Mientras hacia su maleta recordó lo sucedido hace apenas unos minutos.

CC camino lentamente frente a el mirando hacia el suelo y con un tono burlón dijo: "Yo, casarme contigo? Por favor, tu no eres mas que una excusa patética de un hombre."

"Lo mismo te digo!" Contesto Niles con un tono fuerte y también burlón. Luego, mirándola directamente a los ojos bajó un poco el tono diciendo: "Pero al menos sé cuándo es hora de seguir adelante. Tu vas a pasar el resto de su vida suspirando por un hombre que no te ama, y que está casado con una mujer que tiene la mitad de tu edad."

Fran se acerco a el y exclamó con un movimiento de sus brazos un poco dramático: "Oh Niles, por favor no te vayas!"

Niles ignorando a Fran continuó su discurso apuntando hacia Maxwell y Fran pero apartando lo menos posible su mirada del rostro de CC. "Mira a tu alrededor. Están casados y están empezando una familia. ¿Dónde vas a estar dentro de diez ... veinte años? Vas a estar diciéndole 'Feliz Navidad' a tus amigos en rehabilitación, y preguntándote lo que podría haber sido."

Al terminar de hablar espero por unos momentos a ver si CC tenia algo que decir pero ella no dijo nada, solo se quedó quieta mirando a la nada.

"Me iré a primera hora de la mañana, señor." Fue lo ultimo que dijo antes de subir las escaleras hacia su habitación.

Sus ojos se llenaron de lagrimas nuevamente. Sintió como otro pedazo de su corazón se rompía. El la amaba, la amaba mas de lo que nunca había amado. Todas las mañanas abría los ojos por la sola esperanza de poder verla. Buscaba cualquier excusa barata para pasar por la oficina por la simple razón de hacerle una broma o lanzarle un insulto. Vivía por esos raros momentos en los que ambos disfrutaban de la compañía del otro, olvidándose de sus diferencias, como cuando bailaban en alguna ceremonia o algún banquete.

Pero ahora lo había echado todo a perder. Bueno, en realidad no era su culpa que ella fuera bruja orgullosa y fría. El hizo todo lo posible por llamar su atención, ser de su agrado y merecedor de su amor. Incluso produjo su primera obra en Broadway simplemente para ganársela. Pero ella nunca podría ver mas allá de su oficio y estatus/clase social. Para ella el siempre seria un pobre mayordomo y el no podía seguir viviendo así. No podía vivir mas en la misma casa que ella frecuentaba todos los días. No podía soportar tener que verla día a día sabiendo que nunca la podría tener. Sobre todo no podía seguir viviendo con esa humillación.

Si al principio no estaba seguro que su decisión de irse era lo mejor, ahora su mente estaba completamente decidida. No tenia opción alguna, debía irse de la mansión. Por mas que le doliera tener que despedirse de los Sheffield y por mas que los fuera a extrañar nada se comparaba con el sufrimiento que de seguro sentiría si se quedaba allí.

Terminó de empacar su maleta con solo lo necesario para unos días a lo que llegaba a su destino. A donde iría? Aun no lo sabia. Podría regresar con sus padres a Inglaterra, podría ir a visitar alguno de sus familiares en Francia o… no sabia. Solo quería irse lo mas lejos posible. Si el pudiera desaparecería de la faz de la tierra.

Antes de acostarse a dormir decidió escribirle una carta a CC, su amor, ya que aunque estaba profundamente herido no podía negar que la amaba mas que a su vida. Le dejaría saber todo el sufrimiento que le había causado por medio de esa carta y se la daría a Maxwell para que se la entregara mas tarde a CC.

Al terminar de escribir la carta exclamó en voz alta: "Supongo que este es el adiós. Nunca podré olvidarte Babs, te amo." Y rozó suavemente sus labios a el sobre donde había guardado la carta como dándole un beso de despedida. Y con esto se acostó a dormir para ser perseguido en sus pesadillas por la risa burlona de esa rubia de ojos azul claro que el tanto amaba.