Una Vida de Venganza
"En sus venganzas, los hombres atienden, más que a la magnitud del mal pasado, a la magnitud del bien que esperan."
Thomas Hobbes.
Capítulo I
--La Revelación--
Ash estaba mirando la ventana de su habitación con una mirada llena de rencor… Parecía increíble que hace unas cuantas horas, sus sueños de convertirse en el campeón de la Liga Añil se hubieran visto despedazados por varios factores que él no pudo ver llegar.
Primero aquellos payasos de Jesse, James y Meowth lo secuestran y lo alejan del estadio principal con el fin de hacerlo perder su lugar en las eliminatorias. Aunque se las había arreglado para escapar en 3 ocasiones seguidas, cada una afectando a sus pokémon, en esas 3 ocasiones el nefasto trío lo quiso sacar de la competencia a toda costa, en venganza por las continuas derrotas causadas por él y sus tres amigos.
Pero eso no es lo peor que le pasó. Solo era una parte…
Aunque consiguió llegar al estadio por poco a enfrentarse con su amigo Richie y casi lograba vencerle; por culpa de su terco Charizard, Ash perdió aquella crucial batalla y con ello, la Liga…
"¡Charizard obedece!".- El entrenador le gritaba a su Charizard, que se encontraba recostado en el suelo y mostrando una sonrisa burlona ante las ordenes de su amo.
"¡Charizard no me hagas esto ahora! ¡Levántate de una buena vez!".- Ash se empezaba a mostrar cada vez más desesperado. "¿Porqué tiene que pasar esto ahora?" pensaba. "¿Porqué estando tan cerca?"
El arbitro, con una mezcla de lástima y desesperación ante tan patético espectáculo, finalmente levantó la bandera roja que llevaba en su mano derecha y gritó:
"¡Charizard se niega a luchar! ¡El ganador de esta batalla es Richie Hiroshi!"
Ash no lo podía creer. Había perdido la batalla y por una estupidez como la de que su pokémon no quiso pelear con uno más pequeño que él. Completamente devastado por ese hecho, Ash regresó su Charizard a la pokébola amargamente.
Apenas podía mirar a Richie a los ojos cuando él se le acerco preguntándole si estaba bien. Él solamente se limito a contestar con un seco "Estoy bien. Felicidades". Pero simplemente no podía disimular su furia.
Viendo que Richie no se creyó ninguna de sus palabras, Ash abandonó el estadio rápidamente y regresó a su cabaña donde le esperaban su madre y el Profesor Oak. Ni siquiera se detuvo al oír los gritos de Misty, de Brock o de Pikachu… Solo se fue corriendo. Quería alejarse de ahí lo más rápido posible y refugiarse en su propia vergüenza…
Ash volvió a abrir los ojos y regresó a la habitación de la cabaña. Era de noche y en la ciudad se veían hermosas luces provenientes tanto de los faros que había en el parque de allá afuera como de los Chinchou que había en las orillas de la laguna. Pero el rencor era tal, que él ni siquiera veía esa belleza de allá afuera… Solo veía sombras.
Él nunca en su vida había sentido tanta rabia como ahora. Apenas y conocía ese sentimiento gracias a los buenos ratos que pasaba con sus amigos. Pero ahora ni siquiera eso calmaba el dolor, la ira y el deseo de venganza.
Venganza… La idea le empezaba a dar vueltas en la cabeza como una revelación. Su mente clamaba venganza, su corazón exigía venganza, todo su interior lo gritaba con una fuerza incontenible: Venganza.
"No… No quiero hacerlo. No es correcto" Pensaba Ash recordando todas las enseñanzas de su madre cada vez que Gary le hacía una travesura y llegaba a casa llorando y gritando que un día Gary se la pagaría caro.
"¡Ashton Satoshi Ketchum! ¡No te atrevas a decir eso en mi presencia de nuevo!" Le reprendía su madre cuando decía eso. "¡La venganza nunca le trae nada bueno a nadie! ¡Piensa en tu padre! ¡Por querer vengarse de un entrenador que le debía dinero, él acabo en la cárcel! ¿¡Quieres acabar igual que él!?"
Pero algo en su mente, su subconsciente por así decirlo, le decía: "Pensé que querías ser un Maestro Pokémon más que nada en el mundo".
"Pero no por medios tan deshonestos" Ash se lo decía pensando en lo que le pasó a su padre.
"Pero no necesariamente tienes que acabar como tu padre"
"Un buen entrenador siempre juega limpio"
"Y mira lo que te pasó por querer jugar limpio… Perdiste la Liga Añil por haber utilizado a un pokémon mal entrenado"
"Yo tenía Fe en Charizard, él era mi única salida"
"La Fe no sirve de nada en un Maestro Pokémon. Solo la habilidad. No funciona si eres todo el tiempo un Boy-Scout"
"¿Y el Equipo Rocket?" Ash estaba determinado a no permitirse caer en medios tan bajos.
"Como te lo dije… se requiere habilidad. Y esos imbéciles no tienen habilidad, ni siquiera han sido capaces de llevarse a tu Pikachu."
"¿Venganza? ¿Y mis amigos? ¿Mi madre?" Ash se lo estaba imaginando. Practicamente oía a su madre y al Profesor Oak decirle cosas como: "Será para el próximo año" o "Debiste esforzarte más". Peor aún… Podía oír los regaños de Misty: "¡Deja de comportarte como un bebé! ¡Lloriqueando no vas a ganar nada!".
"Si ellos no pueden entenderlo entonces debes de seguir tu solo"
"Seguir yo solo"… Aquella idea le cayó como un balde de agua fría al igual que todo lo que estuvo pensando. Tanta fe, tanta confianza en sus pokémon, tantos ratos con sus amigos… Todo fue un desperdicio.
Las batallas pokémon no se ganaban con mera "confianza" en los pokémon. Se ganaban producto del esfuerzo, tanto físico como mental, del entrenador. ¿Cómo era posible que sus pokémon no hayan evolucionado a estas alturas? ¿Por Fe en sus habilidades? ¡Es ridículo! ¡Prácticamente patético!
Todos sus pensamientos le estaban revelando el verdadero camino que debía de tomar. Esta ya muy claro. No es Fe, lo que necesita. Es trabajo y una extrema dedicación a mejorar tanto a sus pokémon como a él mismo. Tenía que deshacerse de muchas cosas que han resultado ser no más que un inútil lastre en su carrera. No más amigos, no más mami o consejos del Profesor Oak, no más confianza en sus pokémon… No más Ash Ketchum, el niño inocente.
"No más Ash Ketchum" se dijo.
A partir de mañana empezaba una nueva vida para el nuevo Ash. Primero se desharía de la principal causa de su fracaso: Charizard. Solo deshaciéndose del orgulloso animalejo se probaría a sí mismo que estaba listo para tomar un nuevo camino, una nueva vida…
Una Vida de Venganza.
