Bienvenido (a) a la primera "entrega" de Por Alguna Razón. Con motivos conmemorativos (Dos años de publicado) los capítulos están siendo reemplazados por sus correcciones. A veces se van pequeños errores que para una como escritora son así como "¡NO PUEDE SER!". Ustedes como buenos lectores *tos* que dejan reviews *tos*… ¡Se merecen una historia clara y entendible!

ACTUALIZACIÓN: Fanfiction sigue cortándome frases por más que las edite, disculpen eso.

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=POR ALGUNA RAZÓN=

CAPÍTULO UNO:

Ya era una oscura tarde, un enorme barco pirata navegaba lentamente por las aguas del Gran Mar.

Mientras la capitana de aquel barco, observaba tranquilamente como tantos bellos colores mostraban la despedida del sol.

El chico se acercaba lentamente y en silencio, como si su plan fuera sorprenderla.

-Hola- murmuró Link cerca de aquella chica.

Tetra lo vio. -Hola- contestó y siguió viendo hacia arriba -Es un lindo atardecer, ¿no crees?-

Link sonrió tímidamente, y volteó a ver al cielo. Tenía tantos colores y se podía apreciar que el sol se ocultaba en algún lugar del mar. Se miraba ya, como algunas estrellas adornaban el cielo, y una pequeña luna creciente observaba la caída de la oscuridad en el océano.

-Sí…es muy hermoso- Dijo el chico.

Tetra sacó unos binoculares y después dijo –Hacia allá es a donde vamos- señalando un punto distante y luego bajó aquel artefacto y miró al chico -…Hacia tu isla-.

El chico suspiró –Si, ya veo- dijo -¿Cuándo llegaremos?-

-Mm… más o menos mañana al mediodía- le respondió la chica viéndolo.

-¡Genial!- comentó Link sonriendo.

La chica vio el cielo y luego volteó hacia el chico.

-¿Has visto a alguno de los chicos?- Preguntó.

-Sí. Están abajo arreglando un pequeño detalle en la con seguridad señalando hacia la izquierda y con un brazo recargado en la orilla del barco.

-O_O Están tocando la madera del barco- Preguntó Tetra sorprendida. Él afirmó con la cabeza. Ella se levantó el copete y le dijo…

-¿Podrías asegurarte de que no provoquen que nos hundamos?-

-Pff… ¡Tetra! ¬¬. ¡No van a hacer nada!- Respondió con flojera de volver por donde había venido.

Ella emitió una corta risa. –Pareciera que no los conoces…- Respondió viéndolo de reojo cruzada de brazos.

-u.ú ¡Osh!...Está bien capitana, bajo en seguida- dijo Link

-Así me gusta- dijo guiñando un ojo mientras el chico se iba de ahí.

Después de esa platica, la joven se quedó en la superficie hasta que dieron las ocho. Todos los chicos de la embarcación se encargaban de la mínima reparación del barco, a excepción del encargado del timón.

Ella, recargada de espaldas en la orilla de la popa, pensaba:

-(¡Increíble! La embarcación de mi madre aún se encuentra en buen estado…ella estaría orgullosa)- Suspiró triunfante – (He sido una buena capitana)- y sonrió.

Pero, el comenzar a pensar en su madre le hacía surgir muchas dudas…Recordaba como, en aquel palacio, el Rey de los Leones Rojos le contaba que el collar que, le habían encargado resguardara con su vida, era el mismo que la hacía ser parte de una antigua leyenda. Ya seria, miró hacia abajo, le sorprendía como es que su propia madre nunca le comentó el pequeñísimo detalle de que ella era descendiente de una familia real…

Y que eso la convertía en alguien más…en la Princesa Zelda.

Suspiró…cerró los ojos y negó con su cabeza…

Evitaba pensar en eso, la hacía sentir algo nostálgica y ella tenía en claro que normalmente no era así.

Abrió los ojos y miró hacia el frente. Alcanzaba a ver un enorme barco acercándose. Sacó sus binoculares y notó que aquel barco, durante todos sus años en el mar, jamás lo había visto.

Se acercaba más y más. Venía en la dirección a la que se dirigía la proa del barco de la chica.

El otro pirata en la superficie, se encargó de avisarle a la capitana de aquel acercamiento.

-Si, de eso me percataba- gritó Tetra – ¡Tú concéntrate en el timón que no quiero chocar!-

-Si, Señorita Tetra- Dijo el pirata al otro lado del barco.

Aquel extraño barco, se acercó sigilosamente a lado de la embarcación de Tetra, quien ya había ido a lo alto para observar la situación.

-Me encargaré de las velas, pararé el barco para ver qué quieren estos extraños- gritó Tetra al pirata al timón. Resultaba inusual que la capitana se encargara de las velas, pero el punto era que estaba casi sola, y no había tiempo que perder llamando a los demás.

-Este mar es nuestro- concluyó retadoramente.

-Como usted diga Señorita Tetra- dijo el pirata un poco espantado.

Tenemos claro que Tetra podía tener todo el valor para enfrentar al que quisiera…Pero también que ella no miraba las consecuencias…

La embarcación extraña estaba ya lo suficientemente cerca como para evitar el encuentro.

Se habían detenido ya, lado a lado.

Tetra se encontraba bajando para llegar a la superficie de su barco. Enseguida caminó hacia el visitante lentamente para llegar a la orilla y cruzarse de brazos para esperar que alguien diera la cara…