Algo cambio en la menor de los Tendo a su regreso de Jusenkyo, estaba muy segura de lo que quería en la vida.
"Con temor e incertidumbre iba aceptando los cambios en ella misma, las mismas acciones acostumbradas de su
prometido la harían pensar en otro rumbo en su vida".
*Akane después del desastre de la boda, estaba decidida….
Ranma ½…Despues...
Capítulo 1.- sigue…
El intenso sol en una mañana de verano era lo que menos preocupaba a la bella jovencita que lanzaba implacables patadas, puños una y otra vez con fuerza poco a poco adquiriendo velocidad en los movimientos sin cesar sobre el muñeco de entrenamiento.
La amable Srta. Tendo observaba detenidamente los movimiento de su hermana pequeña absorta en la mecánica de los ejercicios, Kasumi Tendo veía como la velocidad aumentaba en los movimientos de Akane, subidamente un destello intenso hizo chispas frente a ella que la dejo asombrada parpadeo varias veces temiendo lo peor al mirar a su hermana menor.
Akane sentada sobre sus caderas con los brazos extendidos hacia atrás en césped de la casa, sus cabellos se levantaban unos tras otros volando a su alrededor con electricidad con el rostro lleno de sorpresa intentaba comprender; había sido lanzada 3 metros atrás por el destello del sitio que antes practicaba….
-Akane ¿Estás bien?.-Kasumi rápidamente la asistió levantándola.-¡Qué fue eso!
-maldición.-la joven exclamo consternada sin tomar en cuenta que su hermana se encontraba a su lado.-Acababa de comprarlo.-con desanimo espreso mirando el destruido muñeco.
-Akane.-la voz de Kasumi sonó demandante al notar que su hermanita se comportaba de forma extraña y siguió la mirada de la pequeña de los Tendo, el muñeco que soportaba un sin fin de golpes todos los días lucia todo esparcido en el jardín de la casa.-No te lastimaste.
-Kasumi.-la dulce voz y a la ver energica de su hermana a su lado la sobresalto se volvió para observar la mirada preocupada.-Estoy bien hermana.-sonrió sin mucho animo para convencerla.
-Kasumi que fue ese ruido tan fuerte.-La enérgica voz del señor de la casa se escuchó del interior de la casa.-Tan temprano vienen a visitar a Ranma.
-Cómo es posible.-Nabiki se asomó por su ventana somnolienta.-Que ni un fin de semana podamos descansar.
Ranma salto frente a ellas, se veía que se había despertado por el ruido y sin cambiarse estaba frente a ellas en bóxer con su clásica playera de dormir.
-Ranma ¿Qué haces muchacho?.-el tío Gema grito, por lo cual hizo callar la pregunta del muchacho que estaba por hacer a las hermanas Tendo.
-No fui yo papá.-grito el joven irritado al percibir que todos en la casa lo creía culpable.
-Querido.-se escuchó la voz de su madre.-nuestro hijo no se levanta temprano los domingos
Ranma miro el material con que estaba hecho el muñeco de entrenamiento regado por el patio de la casa Tendo, enarco las cejas pensando que había pasado. Había escuchado una leve exposición que lo despertó, como era tanto su sueño al principio se quedó sentado en su furtón y algunos minutos después lanzarse de su ventana hacia el lugar de donde escuchó el estruendo.
-¿Qué fue lo que paso aquí?.-pregunto el joven aún mirando a su alrededor.-completamente arruinado.-se quedó pensativo para abrir los ojos más y rápidamente miro hacia las chicas.-¿Quien fue?.
-Fue un accidente.-la chica de cabellos azulados decía mientras empezaba a recolectar los pedazos grandes del muñeco.
-Akane, tendrás que comprar otro.-expreso Kasumi con suave sonrisa en los labios.
-No me vas a decir, quien te ataco.-el joven se sintió ignorado, molesto siguió.-Aunque tengas la fuerza de mil hombres.-con su clásica sonrisa burlona.-Te falta mucho para hacer algo así.
La actitud del muchacho la irrito, intento no alterarse antes de contestar.-Según tú, porque no podría hacerlo.-sabía que no tenía qué preguntar al idiota de Ranma…..
El muchacho estaba jugando con su prometida, no se dio cuenta de la mirada de advertencia que Kasumi le hacía, se volvió pensativo mientras alzaba sus brazos para colocar sus manos entrelazadas detrás de su cabeza extirandose mientras miraba el sitio donde el muñeco destruido se encontraba antes.
-Las técnicas que usas solo son de fuerza.-el chico con diversión y burla prosiguió.-1) Careces de concentración. 2) -Y eres…tor….
-No te cansas.-apesadumbrada y alterada la chica expreso.-de recriminar mis defectos, las capacidades y cualidades que no tengo.
-He.-el joven dejo caer sus brazos a un lado y la sonrisa de su rostro desapareció asustado se volvió pensando que Akane lo golpearía hasta morir.-espera eso no fue lo que quise decir.-agitó sus brazos para disculparse como siempre.
-No, Ranma.-conteniendo su enojo expreso con cierta ironía la menor de los Tendo.-nunca es tu intensión.
Ranma y Akane se miraron de frente, ella estaba furiosa con el joven y él estaba sorprendido por la actitud de la chica.
-Tal vez, me dedique a estudiar.-dijo sin emoción la bella chica.-¡No te perece!- siguió con ironía la joven Tendo mientras lo miraba con gran molestia.-Se me da bien, que quedar al frente de un Dojo.-dicho lo último le dio la espalda para retirarse, dejando al joven de la trenza con la mirada baja y cabizbajo y a su hermana sorprendida.
Rayos.-últimamente todo estaba mal.-pensó el joven mientras la veía entrar a la casa Tendo.- Akane se comportaba y actuaba diferente a lo acostumbrado, en otras situaciones parecidas hubiera sido golpeado por herir el orgullo de su prometida.
Cuatro meses había pasado desde aquel intento de boda que resulto un desastre, nada había cambiado entorno al joven de la trenza. Ukyo, Sampoo, Kodachi seguían con los mismos planes de conquistarlo, se aparecían en cualquier momento en el Instituto, en la casa Tendo en el desayuno, en la comida y en las noches se llegaban a quedar tarde aprovechando todo el tiempo que pudieran pasar con el artista marcial.
Akane lo tenía claro Ranma no se interesaba en ella y aunque al verlas acosándolo no podía evitar que su aura se elevara con los celos, estos disminuían al recordar las palabras "Si no, quiero" dichas por su prometido ese lamentable día aplacando toda la ira de sus sentimientos haciéndola sentir estúpida y terminaba por abandonar al muchacho a lado de esas chicas que siempre él había destacado frente a ella que eran lindas, muy buenas cocineras, se desvivían por atenderlo y eran mejor en las artes de marciales que ella.
Ranma creyó que Akane no salió afectada ese día desastroso, al otro día al irse al colegio Akane le sonrió y se había ido como siempre al Instituto, conforme pasaron los días las cosas no fueron fáciles entre ellos. Se presentó un enfrentamiento familiar entre Akane y Nabiki, tan fuerte que la menor de los Tendo no cruzaba palabra aún con su hermana. Cuando la vio perder el control y enfrentarse a la familia sin respeto pensó que Akane se había vuelto loca, él se había puesto de parte de los demás, aquello causo que ella lo evadiera por varios días, la menor de la familia bajaba a las horas de desayuno, de la comida y de la cena, pero no emitía palabra alguna a nadie de la familia, los mayores la reprendía por su rebeldía, ella solo bajaba la cabeza y los escuchaba en silencio. Cuando todo acababa solo emitía.
-Gracias Kasumi. retirándose a su habitación.
Una semana después mientras todos dormían, escucho ruidos, salió averiguar y se encontró a Akane bajando las escaleras con dirección al Dojo, vestida en pijama llevaba en cada mano un cojín. Se introdujo en el Dojo en la obscuridad. Al principio escucho leves quejidos preguntándose que eran y conforme el sonido se hizo más claro se quedó congelado al escucharla llorar, quiso entrar pero Akane corrió el cerrojo de la sala de entrenamiento. Frustración sintió ese día al escucharla quebrarse completamente, cuando el llanto se hizo más fuerte de pronto aminoro, entendió el motivo que llevara los cojines, ahogaba su llanto con ellos para no ser escuchada.
Ranma medito mucho para concluir que Akane esta vez tenía razón, como se iban hacer cargo de una enorme deuda que los mayores habían causado. Ni siquiera estaban casados y ya estaban endrogados de por vida. Al otro día alzo la voz refutando lo dicho por los mayores y apoyarla, Akane por primera desde aquel día de la discusión alzo su vista para verlo con sus ojos llenos de incertidumbre y sin previo aviso salió aprisa del comedor encerrándose en su habitación.
Más tarde Ranma acudió a la habitación de la chica, Akane estuvo a nada de ceder, le afecto que él se hubiera puesto de parte de su familia y los problemas que causo con su decisión, se preguntaba si en verdad estaba haciendo lo correcto o solo era una terquedad suya por escapar de la manipulación de su familia.
-toc toc.
-Pasa.- dijo la joven sentada sobre la cama mirado hacia el suelo.
Ranma entro por la ventana de la habitación de la joven, hace una semana que no podía hablar con ella.
-Lo siento… Akane.-dijo nervioso el artista marcial.-Debí consultarte antes de firmar ese estúpido documento.-el silencio invadió la habitación.-los que causaron el desastre, todo ellos me persiguen y yo…..
-No es tu culpa.-expreso la chica quedamente.-No debes sentirte responsable por lo que nuestros padres o tus enemigos o amigos hacen. Mi hermana es la principal responsable de vender invitaciones a los locos que nos acosan.- rio tímidamente.
-Pero.- el joven se rascaba su cabeza con timidez buscando las palabras….
-Nuestra familia piensa que pueden hacer con nosotros lo que ellos quieran, por ello insisten tanto en casarnos.-expreso melancólicamente la joven.-al quedar al frente del Dojo tendremos que absorber todos los deudas que se han acumulado en años y las que seguirán….
-Esa fue la razón, que tu dijiste…-los nervios volvieron a invadir al muchacho.-que…
-Que.-la chica recordó que hizo referencia a no casarse nunca con Ranma, si los miembros de la esta casa no se comportaban como una familia normal y responsable, un sonrojo invadió su mejillas.-Lo siento…..que dejen de pensar en sí mismos.
-Jajajaja.- Ranma rio con fuerza al recordar como lo tomo la familia, la menor tenía razón nunca escaparían del yugo de ellos, si no se les ponían un alto. Akane se contagió de su sonrisa, reía sin parar de forma adorable, después de una semana deplorable Ranma aligero la carga. Ranma miro a Akane extasiado, no solo era fuerte y valiente, era decidida. El joven pensó que jamás había visto algo tan hermoso en su vida, si solo no fuera tan "cobarde", ese día le hubiera gustado tomarla entre sus brazos para reconfortarla y decirle que la apoyaría siempre.
-Gracias, Ranma.-menciono la joven con dulzura.-No sabes lo feliz que me siento.
-Buenas noche Ranma.-el joven comprendió que era hora de abandonar la habitación de la chica.
-Buenas Noches Akane.-se despidió el joven saliendo por la ventana.
