Don't Forget To Remember Me

Autora: Namida no YukaKyo

Serie: FullMetal Alchemist Y pertenece a su respectiva autora.

Pareja: Roy x Ed

Categoría: AU. Drama, Romance, Angst... Yaoi (Chico x Chico) así que ya lo leíste, si te desagrada la idea, abstente de seguir leyendo y largo de aquí ¬¬

Beta-Reading: Elen-Sess

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Don't Forget To Remember Me..

1.- Búsqueda

Los blancos copos de nieve caían con suma lentitud del cielo, apilándose descuidadamente en la húmeda y negruzca tierra que tranquila les recibía. No había mas sonido que el de la suave brisa helada y de vez en cuando el leve crujir de las ramas y copas de los árboles. Mas la tranquilidad de aquel paraje solitario fue interrumpida por los fuertes rechinidos de las llantas deteniéndose con violencia y al mismo tiempo maniobrando para no derrapar sobre la resbaladiza superficie.

Botas oscuras y lustradas cayeron por par en la blanca superficie de la nieve, plasmando su huella al bajar de la camioneta que transportaba a aquella comitiva de militares. Algunos de ellos se conocían entre si, aunque la mayoría ignoraba quienes eran los integrantes de la misma. Pero lo único que importaba era la misión que tenían encomendada.

Encontrar al Fullmetal...

Hubo varios murmullos, antes de que aquel grupo de uniformados, abriera el paso, dejando un libre camino para que entre ellos, pasara el jefe de alto mando que ahora encabezaba aquella misión, esa misma, con el único objetivo de encontrar a su subordinado. Cubierto con un grueso y largo abrigo negro apareció, el General de Brigada, Roy Mustang.

La gorra militar ocultaba un poco el semblante de su rostro, pero la mueca de enfado no pasaba desapercibida para aquellos que se empeñaran en verle. Intimidaba y los militares ahí presentes, no dudarían en seguir alguna de sus ordenes. Ni siquiera el helado viento y la gélida nieve, les impediría cumplir con su mandato. Sus ojos oscuros recorrieron a cada uno de los soltados a su mando.

.-Alphonse Elric.- Llamo con fuerza, haciendo temblar inconscientemente a varios de los soldados, mas con rapidez un joven de cortos cabellos rubios se acerco a él.

.-General.- Evito el saludo marcial, mirándolo con decisión en sus orbes grises.

.-Ubicación.- Pidió el pelinegro, haciendo dudar un segundo al rubio recién llegado.

Mas las palabras fluyeron de sus labios con rapidez y claridad, recordando los mapas que minutos antes en el camión observaba junto a la Teniente Coronel Riza Hawkeye. La llamada que habían recibido era dudosa, pero al menos era toda la información mas clara que habían recibido durante esos cinco días sobre el desconocido paradero de su hermano.

Mustang asintió, antes de girarse a la comitiva de militares, dividirlos en varios grupos y dispersarlos en la zona, buscando a mas de doscientos metros por equipo, conformado no por mas de tres personas. Breda y Flury acompañaron a Al. Mientras que a él, Havoc y Hawkeye.

Hacia el norte, hacia ahí se dirigió el reducido grupo de la flama, siendo guiados por el general, seguido varios pasos a tras por ambos rubios, armados y preparados para un sorpresivo ataque. El cual Mustang por un segundo pensó, estaría de mas. La nieve que pisaba estaba mas que fresca y las botas negras se hundían con facilidad, empapando las ropas azules de militar que vestía, al igual que el largo abrigo que le brindaba algo de protección de crudo frió.

Oyó a Havoc quejarse, al parecer había caído a la nieve, resbalando con la misma, con el rabillo del ojo pudo ver como Riza le socorría y sin intención de retrasarse en la búsqueda, siguió su camino, empezando a subir por una poco pronunciada cuesta.

Debía tener cuidado, a pesar de que no estuviese a gran altura, la resbaladiza y húmeda tierra le podía hacer caer, con suma facilidad noto, al resbalársele un pie, logrando sostenerse encajando una de sus manos en la tierra. Su guante blanco se mancho de ocre, mas no importo, después de todo había logrado subir hasta la cima. Desapareciendo de la vista de sus camaradas.

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Riza lo noto, mas tampoco podía apresurarse, la caída de Havoc, no solo le había tumbado sino también al parecer, había lastimado uno de sus tobillos, impidiéndole caminar con facilidad. Y ahora estaba ahí, ayudándole a caminar, sujetándolo de la cintura, después de haber pasado uno de sus brazos por sus hombros. Tardarían un poco en llegar hasta el General de Brigada, eso si este no apresuraba el paso, desesperándose como siempre lo hacia.

.-¿Crees que siga vivo?.-

Riza dejo de mirar hacia el frente para posar sus castaños ojos sobre los azules de Jean. Bajo la vista un segundo, ella misma se había hecho esa pregunta varias veces. Pero la esperanza que el pequeño de los Elrics tenia muchas veces la había hecho responder afirmativamente a esa pregunta.

Incluso mas ahora que el General de Brigada Roy Mustang, había organizado esa búsqueda, cuando todos en el cuartel general ya habían dado por muerto al mayor de los Elrics.

.-Claro que si, Edward-kun, sigue con vida y este día seguro lo encontraremos.-Siseo con firmeza, apretando un poco mas la cintura de Havoc, advirtiéndole que se preparara para aumentar el paso, debían alcanzar a su general.

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Aquellos pasos que continuaba dando, estaban de mas, lo sabia. El limite que él había auto impuesto hacia varios metros que había quedado detrás. Y si seguía caminando solo lograría perder segundos en la búsqueda realizada. Se detuvo entonces aun mirando hacia el frente donde varios árboles frondosos cubrían el blanco paraje desabitado de aquel bosque.

Además...

Podría darse la posibilidad de que Alphonse ya lo hubiera encontrado...

Después de todo ambos hermanos de una forma u otra siempre sabían en donde estaban...

Soltó una bocanada de aire caliente que despidió una blanquecina nube de tibio vapor proveniente de sus pulmones y se arropo contra el abrigo negro y es que hasta ahora que se daba por vencido sentía el crudo frío al que había estado expuesto por mas de veinte minutos de infructífera búsqueda.

Pero algo a lo lejos lo detuvo de terminar de girarse para continuar su marcha regresando las pisadas que había dado hasta llegar aquel lugar.

Busco con sus ojos en los alrededores, aquel quejido no volvió a escucharse, pero estaba seguro de haberlo escuchado proveniente del grupo de viejos árboles alejado algunos metros frente a él. No estaba de mas caminar unos cuantos pasos mas. Aunque al principio aquello le había resultado inadecuado, necesitaba estar seguro de que aquel sonido hubiese sido una jugarreta del viento o de algún animal.

Y no que lo hubiese imaginado...

Porque justo ahora, detestaba estar tan preocupado por el Fullmetal...

La nieve que hasta aquellos momentos había caído como una suave lluvia sobre él, ahora lo hacia con brusquedad, aumentando el frío y los golpes helados de aquel violento viento invernal que lograba estrujar sus ropas y tuvo que llevar su mano a la gorra que portaba, evitando que esta cayera. Los frondosos árboles lograban cubrirle escasamente de la inclemencia del tiempo que parecía, querer evitarle que siguiera con su recorrido.

Mas aun así... no se detuvo... había visto algo...

Mas bien a alguien...

Escucho la voz de Hawkeye llamándole a lo lejos, pero no le prestaba atención, el grueso abrigo negro se abrió, agitando las largas solapas con violencia y su gorra se alejo de su cabeza, perdiéndose en la blanca cortina de nieve que pisaban sus pies. Sus cabellos se movían con el viento, despeinándole. Mas no importaba.

Frente a él, se encontraba el tan buscado fullmetal...

No pudo mas que desviar la mirada dolido un segundo antes de continuar su camino, acercándose a uno de los árboles en especifico, uno que tenia una abertura, estrecha, pero lo suficientemente amplia para cubrir con ella el cuerpo inconsciente de una persona. Alguien que encogido en si mismo, trataba de cubrirse con sus brazos, tratando de evitar que el frío viento le tocara.

Se dejo caer de rodillas frente a él.

Paseo sus ojos por el cuerpo del joven, negándose a creer lo que sus ojos veían. Mas bien negándose a querer aceptarlo. Tenia varias heridas en el cuerpo, golpes, contusiones y alguno que otro moretón, pero esa postura, la forma en que se protegía con sus brazos, la había visto demasiadas veces antes. Cuando le tocaba resolver aquellos casos en que la policía no podía hacer absolutamente nada.

Quiso negárselo...

Pero las pruebas eran mas que claras, habían abusado de él.

No había ninguna duda.

Se quito con rapidez el abrigo negro, cubriéndolo con el mismo. Inconscientemente había llevado una de sus manos a la mejilla pálida del rubio. Percibiendo la baja temperatura en su cuerpo. Aunque si lo que deseaba era salvarle lo mejor era llevárselo inmediatamente de ahí, sacarlo de la intemperie y trasladarlo con rapidez a un hospital.

Dejo de lado todas las dudas que en ese instante carcomían su cerebro, limitándose a sujetar entre sus brazos el delgado cuerpo del rubio, que si pensaba era ligero, resulto todo lo contrario, aunque inmediatamente la respuesta vino a su mente, el sobre peso era causa del automail.

Al girarse se encontró con sus dos compañeros. Mas no dijo absolutamente nada. No respondió al llamado de su secretaria, así como tampoco a la sonrisa alegre y jovial que el rubio del cigarro le brindaba. Guío sus pasos cuesta abajo, sin esperar a que los otros dos le siguieran.

Mas Riza y Jean al mirar la expresión comprendieron ahí al instante que no era motivo de felicidad lo que ahí pasaba.

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.-¡Hermano!.- Roy ya lo veía venir, corriendo a todo lo que sus cortas piernas le permitían hasta llegar a su lado, cerca de la camilla medica en la que era atendido y la que justo ahora, era subida con suavidad a la ambulancia.

Pero Ed seguía inconsciente, envuelto en su abrigo negro y siendo tratado por paramédicos que le estabilizaban, vendaba y curaban algunas de las heridas superficiales tratando de ayudarle un poco antes de llegar al hospital. Por un momento noto al más joven de los Elrics desecho, apunto de desmayarse al notar el estado de su hermano. Pero el firme agarre de sus manos evitando que cayera le hizo recobrar fuerzas.

.-Te necesita.- susurro quedo solo para que el rubio de cotos cabellos le escuchara y asintiera antes de treparse en la ambulancia que al cerrar con fuerza las puertas de la misma arranco, haciendo sonar su conocida sirena.

La nieve seguía cayendo, pero esta vez, con calma y el viento llegaba a ser moderado, apenas y moviendo sus cortos cabellos negros. A medio cuerpo girado, Roy Mustang vio alejarse la ambulancia, hasta perderse en la lejanía. Escucho como Riza le llamaba y solo así dejo de ver el horizonte lejano y vació. La misión había sido cumplida y era hora de volver a casa.

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Dos días en cuidados intensivos y en observación, en los cuales, el mayor de los Elrics, no había mas que recobrado la conciencia dos o tres veces, siempre en presencia de los doctores y por contados y escasos minutos. Alphonse no había salido en ninguno de esos días del hospital, esperando que los doctores le dijeran lo que sucedía con su hermano.

Pero ninguno lo hacia, ni siquiera la atenta y amable enfermera que en esos momentos cambiaba el suero y comprobaba el perfecto funcionamiento del pequeño catete que Ed llevaba incrustado en su delgada mano. Una sonrisa amable se dibujo en los labios de la mujer de castaña cabellera. Intentando tranquilizar al joven de cabellera rubia, que sentado en una silla al lado de la cama donde se encontraba descansando su hermano fijamente le miraba.

.-Tranquilo, él se encuentra mucho mejor.-

Al hubiese asentido enérgico, si el tono en las palabras de la mujer no hubiese sido tan cariñosos y dulce, disfrazando con bonitas y ensayadas palabras lo que una y otra vez, médicos y enfermeras repetían, mas aun cuando el paciente en efecto realmente estaba mas que mal.

Se encontró así mismo mirando fijamente el perfil tranquilo de su hermano. Y torpemente contesto la despedida que la enfermera de rosado traje médico le dedicaba antes de cerrar la blanca puerta tras de ella. Una mueca de frustración se dibujo en sus calmadas facciones, su hermano, su querido hermano.

Si alguien le dijera lo que sucedía...

Un médico, alguna enfermera o el mismo Ed...

Pero nadie lo hacia...

No pudo evitar derramar algunas lágrimas, dejándose caer medio cuerpo contra la cama donde Ed dormía, sosteniendo con suavidad una de sus manos, como desde el principio lo había hecho. Él tenia la culpa. Eso era lo único claro. O al menos así le parecía. Su hermano solamente se metía en problemas cuando tenia algo que ver él. Cuando su integridad estaba de por medio.

Edward continuamente se sacrificaba por él...

Si tan solo de vez en cuando dejara de jugarse la vida de esa manera...

Apretó inconscientemente la mano entre las suyas, con demasiada fuerza, aun sollozando y ajeno a aquellos ojos dorados que con templanza se abrían, girándose hacia donde aquel suave llanto provenía. Al sintió el suave movimiento que su hermano hacia y con una de sus manos rápidamente limpio sus lágrimas. Levantando con suma parsimonia su rostro.

Los ojos de Ed le miraron, curiosos, antes de dibujar en su rostro una leve señal de duda. Una sonrisa cálida se dibujo en los labios de Alphonse. Y sin poder evitar el jubilo del momento le llamo.

.-Hermano.-

La dorada mirada de Edward perdió su cálido brillo y la mano que hasta ese entonces había estado entrelazada con la de Alphonse violentamente se aparto de la misma. Al lo miro extrañado, pero la profunda mirada atemorizada y la mueca de terror en el rostro de Ed, le dejo en blanco.

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Los largos dedos enguantados tamborileaban sobre el escritorio del médico encargado del fullmetal, Roy llevaba mas de veinte minutos enfrascado en la plática y a la vez explicación del estado del fullmetal. Cosas de rutina le había dicho el galeno, pero toda aquella información la sabia desde el primer día que el Elric había llegado ahí. Era innecesario que cada vez que pedía el informe del estado del rubio, volvieran a decirle exactamente la misma cantaleta.

Pero si esperaba pacientemente era porque aquel hombre mayor, de grandes anteojos y cabellera blanca, al final de su exposición, sacaba a relucir algún nuevo examen médico practicado en le chico o bien, las mejoras en el cuerpo del mismo. Al menos el grave estado de desnutrición que había sufrido, estaba controlado y el desgarre interno que le habían producido al ser ultrajado, estaba mejorando. Dejo de golpetear sus dedos contra la madera caoba.

Aquellas dos palabras siempre eran las que día a día ansiaba escuchar.

.-Pero hoy...-

El médico se había levantado de la amplia silla en la que estaba sentado, Roy sintió las ganas de chasquear sus dedos, siempre aquel viejo hacia lo mismo, desesperarle hasta el grado de casi pedirle amablemente que dijera lo que sucediera, pero su paciencia estaba llegando al límite. Muy al límite.

Riza al lado suyo noto sus planes y posando una de sus manos en el hombro de este, intento tranquilizarlo, suspiro satisfecha la verle bajar la mano que había alzado, dispuesto a agredir con su fuego al doctor.

.-En la mañana cuando fuimos a revisarle, ocurrió algo que nunca pensamos, mas bien creímos fuese posible.- El hombre se detuvo frente a la ventana.

.-Puede mirar el diagnóstico en el escritorio.- Roy así lo hizo, viendo rápidamente las anotaciones, esas mismas que constantemente aquel hombre le repetía, pero subrayado con tinta roja, se encontraba algo que solo una vez había mencionado aquel médico.

Alzo la ceja aun sin comprenderlo, alejando su vista del papel amarillo del block de anotaciones médicas, para posar su mirada sobre el doctor que sonreía tranquilo, aunque a la vez preocupado por lo que pasaba. Hawkeye se inclino hacia el general, mirando por sobre su hombro lo que Mustang había visto, haciendo sus propias conjeturas, aunque sin atreverse a decirlo, al menos no antes de que el doctor lo dijera.

.-¿Qué significa?.- Pregunto rudo el general, arrojando el informe en el escritorio, sacándole con eso una mueca de desagrado del hombre canoso.

.-Edward Elric sufrió un fuerte golpe en la cabeza y al parecer eso le ha producido...-

Un inesperado grito llamo la atención de los tres. Cortando de golpe las palabras del hombre de anteojos, y sobresaltándolos. Era una voz desesperada, temerosa, afligida. Roy se levanto de la silla en la que se encontraba sentado. Aquella voz la reconocía. Era imposible de no saber de quien se trataba.

.-¡General!.-

Le llamo Riza con fuerza, al verlo salir corriendo de la habitación del médico. La rubia giro le rostro viendo al mismo que solo junto los hombros y negó con la cabeza, antes de salir tras de su superior.

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.-¡Aléjate!.- volvió a pedirle entre sollozos, abrazando sus piernas y echándose mas contra la cabecera de la cama en un intento de alejarse de Al.

.-¿Qué te sucede hermano? Soy yo Alphonse.- musito el rubio en casi un susurro tratando de acercarse a él.

.-¡NO TE ACERQUES!.- le grito Ed, mirándolo con terror en sus facciones.

.-Ed.- suplico Al, casi la borde de volver a llorar ¿por qué su hermano lo rechazaba de aquella manera?

.-¡ALEJATE¡ ALEJATE!.-

Volvió a gritar el mayor, con demasiada fuerza, casi desgarrándose la garganta y tosiendo al instante de haberlo hecho. Las frescas heridas de su cuerpo volvieron a sangrar, manchando los vendajes que hasta momentos antes habían estado blancos e impecables de un brillante tono rojizo. Su sangre.

.-Alphonse ¿Qué sucede?.- le llamo y pregunto una fuerte y autoritaria voz a su espalda. El rubio giro los ojos encontrando la puerta abierta y entrando por ella al General de Brigada Roy Mustang.

¿Qué demonios debía responderle?...

Ni el mismo sabia lo que sucedía...

Le vio acercarse hasta su hermano y mas aun odio que este dejara que lo hiciera. Trato de hacer lo mismo, pero vio como Ed le rehuía, acercándose al pelinegro, escondiéndose entre sus brazos, como si buscara la protección de estos.

No le importo aquello, siguió acercándose, fijándose en la mirada confundida que el flame alchemist le brindaba al fullmetal oculto en su torso, pero que al escuchar al otro acercarse, levanto la vista horrorizado.

.-NO DEJES QUE SE ME ACERQUE... HAZ QUE SE VAYA... haz que se vaya.-pidió desesperado Ed, aferrándose con fuerza a la cintura de Roy, enterrando sus dedos entre las opas del mismo y comenzando a temblar y sollozar suavemente.

Roy sintió un profundo y doloroso nudo en la garganta. Jamás pensó ver al fullmetal en ese estado. Levanto la vista del pequeño entre sus brazos para posarla sobre el otro rubio que les miraba confundido y preocupado.

.-Por favor Alphonse retírate.- murmuro quedamente la petición, tratando de que sus palabras fuesen suaves y tranquilas. Aun en sus oídos resonaban los fuertes gritos desesperados y aterrorizados de Ed y en agarre en sus ropas y el temblor de su cuerpo aumentaba al escuchar hablar a su hermano.

.-Pero... mi hermano.-dijo Al acercándose y al mismo tiempo haciendo que Ed buscara alejarse más de él, echándose para atrás aun sujetando el general con sus brazos. Al trato de acercarse, mas la desesperada mirada del general le detuvo.

.-SOLO RETIRATE.- termino gritándole al rubio, haciéndole dar algunos pasos hacia atrás asustado, antes de correr hacia la puerta, saliendo por ella no sin antes azotarla con fuerza.

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.-Alphonse-kun.- Lo llamo una suave voz femenina.

Al abrió los ojos que hasta ese momento había tenido cerrados, no supo por cuanto tiempo había corrido por los amplios corredores del hospital, hasta quedar exhausto y dejarse caer contra la pared.

Arrodillada a su lado, se encontraba Riza Hawkeye, mirándolo preocupada y a la vez decidida para hacerle sentir mejor. Pero Al lo sabia, por mas que aquella mujer lo intentara no lo conseguiría.

Riza también lo suponía, incluso la suposición a la que había llegado con el diagnóstico del médico no justificaba el rechazo que Alphonse había recibido por parte de Ed...

Aun así ella debía estar allí para apoyarlo...

Coloco una de sus manos en uno de sus hombros tratando de reconfortarlo. Pero ella fue la sorprendida al ser atrapada por un fuerte abrazo del pequeño rubio, paso sus brazos por la espalda acariciándola con cuidado.

Dejándolo que llorara sobre su hombro...

Dejándolo que se desahogara...

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.-Tranquilo... ya paso.- susurro quedo Roy, acariciando inconscientemente los cabellos rubios sueltos de Ed. Sus dedos se enredaban en las suaves hebras doradas, tranquilizando al pequeño entre sus brazos.

Por un momento llego a sentirse extraño, haciendo aquello, pero se dio cuenta que de esa manera, el joven alquimista de acero, lograba tranquilizarse, puesto sus sollozos disminuían y el fuerte agarre sobre sus ropas se suavizaba.

Frunció el cejo contrariado por la reacción de Ed al mirar a Al cerca, mas aun estaba extrañado por que permitiese que fuera él, exactamente él que lo consolara de aquella manera. Y aunque al principio llego a incomodarle, ahora le reconfortaba.

Detuvo el movimiento de sus dedos sobre el suave cabello del rubio y este, lentamente fue alejándose un poco de él. Pero aun así continuaba quedando aun demasiado cerca del mismo. Los ojos dorados de Ed se posaron sobre los suyos de forma agradecida y sus labios se iluminaron con una cálida y linda sonrisa.

.-Gracias.- murmuro quedo el rubio, un poco divertido por la cara confusa del mayor, que continuaba sentado sobre su cama.

Decidió alejarse un poco de él, dándole espacio suficiente para sentarse cómodamente sobre la cama y no sobre la incomoda orilla de la misma, justo donde estaba ahora. Paseo sus ojos por la habitación sin encontrar algo que llamara su atención. Para después volver a mirar al pelinegro que aun le contemplaba con duda.

Pero quien hasta esos momentos tenia más dudas era él mismo.

Se giro despacio una vez mas, encarando al de traje azul. Se acerco un poco al hombre, estudiando su rostro, la ropa que llevaba puesta, la azulada tela, las estrellas en sus hombros, las insignias clavadas en el pecho, los extraños guantes que cubrían sus manos y minutos antes le habían acariciado los cabellos con los mismos. Mas no encontró nada familiar en él.

Absolutamente nada...

Soltó un suspiro desilusionado antes de abrir levemente los labios y susurrar una sencilla palabras que hizo abrir desmesuradamente los ojos del hombre a su lado.

.-¿Quién eres?.-

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N de la A: Holap! xD

No hay mucho que explicar xD, solo que como dije al principio, esto es un AU y no habrá mucha coherencia o uniones entre el anime y manga y viceversa xD. Espero que les haya gustado el primer capitulo de esta historia.

Agradezco a Kannon quien me hizo el favor de subirla a mi cuenta . Gracias Hermanito! xD

Gracias por leer!

Namida no YukaKyo