Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener.


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XSS-Shikon

Capítulo 1

Año 251 después de la revolución tecnonuclear.

Tierra, Tokio, Pub "Gunsen".

La tripulación del "XSS-Shikon" y otros invitados más, estaban despidiendo después de 35 años de servicio, al que había sido el Jefe de navegación. Entre brindis y anécdotas disfrutaban de la celebración, pero en una esquina apartada, el capitán de dicha flota, un hombre de piel bronceada, cabello corto negro y ojos grises, escuchaba las nuevas noticias que le tenía Fuji Myoga, vicealmirante de las fuerzas espaciales oriéntales. Y nada de lo que escuchaba le gustaba.

― ¡Higurashi, ven acá!― llamó Myoga, él era un hombre regordete de casi 60 años, su cabello ya todo blanco y semblante amigable.

De inmediato una mujer de unos 25 años, cabellos azabaches y mechones azules se levantó de la mesa donde estaba. Portaba el uniforme de la academia, una recién egresada.

― No pongas esa cara.― dijo Myoga al ver la cara de fastidio que tenía el hombre de ojos dorados.― Es una chica muy lista, la primera en su clase y debemos reemplazar a Hujang.

― No puedo trabajar con una mujer y menos, vivir con ella prácticamente tres meses.

― No te opusiste a Sango, Pink y a Kimyan.

― Kimyan, es Dwingelooriana no hay compatibilidad con los humanos, Pink es lesbiana y Sango está casada con Miroku, ambos van en la tripulación.

― Todo esto es por Kikyou.― dijo al captar que la preocupación del capitán era la mujer que tenía por esposa.― No te preocupes no se enterará, lo prometo, es una misión súper secreta. Solo estará contigo en esto por su prueba, luego se va a otra tripulación, además, Higurashi está casada desde hace dos semanas.

― ¿Con quién?― que estuviera casada cambiaba las cosas ¿Cierto?

― Akitoki Hojo, no lo conoces.

― Señor.― saludo de modo militar la azabache.

― Te presento a Taisho Inuyasha, él será tu supervisor, jefe y capitán durante estos tres meses.

― Un placer señor, no lo defraudaré.

― Eso veremos, no quiero a gente incompetente en mi nave.― fue lo único que dijo Inuyasha al levantarse y hacerle ver su imponente figura.

― ¿Hice algo malo?― preguntó la chica al quedar a solas con el vicealmirante.

― Nada, no le prestes atención a eso. Vamos a presentarte al resto de la tripulación.― dijo al guiarla donde parte la tripulación bebía.

― Vicealmirante, gusto en verlo.― saludó un joven de ojos morados y peinado con una pequeña coleta.

― Vengo a presentarles a la nueva timonel, la Subteniente Higurashi.

― Un gusto, soy el comandante Hoshi Miroku y primer oficial.

― Teniente Soun Sango, jefa de operaciones tácticas.― se presentó una mujer de largo cabello y ojos marrones.

― Un gusto, soy el Cabo Fox Shippo, asistente en el cuarto de máquinas.― saludo un joven de ojos verdes y largo cabello cobrizo amarrado en una coleta alta.

Kagome le observó, percatándose de inmediato que ese joven, poseía orejas puntiagudas y ojos esmeraldas. Todas sus facciones le recordaban a un zorro, causándole gracia al hacer la unión con su apellido.

― Okami Kouga: Teniente, segundo oficial al mando y jefe de seguridad.― fue el turno de un joven moreno y de atrapantes ojos azules.

― Un placer, me siento honrada de trabajar con la mejor flota.

― Se hace lo que se puede.― contestó Kouga con una sonrisa.

― Entonces puedo quedarme tranquilo de saber que la cuidaran.― dijo Myoga.

― ¿Por qué tanto interés?― preguntó Sango.

― Emm... Su capitán está un poco hostil.

― Que se joda, ven aquí con nosotros.― invitó Sango a Kagome a sentarse entre ella y Shippou.― Te daré algunos consejos para sobrevivir a él.

― Yo también puedo, hace dos años no me quería abordo y no me ha echado.― dijo divertido Shippou y una sonrisa traviesa.

― Se las dejo, debo ir a alistar las últimas cosas de su viaje.― dijo en despedida Myoga.

― Perdón que pregunte, pero ¿Eres un kitsune?― interrogó Kagome al más joven de ellos.

― Sí que lo soy.― dijo con orgullo.― Kouga es un Laican.

― Ya decía yo que tenías unos rasgos muy lobunos.

― Me alagas.

Kagome estaba feliz de ya tener algunos amigos, en su primer día no se sentiría tan sola.


Puerto espacial de las fuerzas espaciales orientales. Hangar MJ-46.

El capitán Taisho estaba frente a su tripulación, dando unas palabras antes de abordar la nave e iniciar con la misión, que los mantendría ocupados por tres meses.

― Escúchenme bien. La misión es ir a Káak, hacer una exploración y detectar los peligros que expone ese planeta ahora que cinco de sus volcanes se activaron. Si existe manera de dormirlos de nuevo, lo haremos, si no, llamamos a una nave de recate. De todos depende el éxito de la misión.― explicaba mientras veía a cada uno.― Al terminar, nos darán las indicaciones para nuestra última tarea. Pasando a otra cosa, como saben, tristemente nuestro timonel se retiró, ahora la subteniente Higurashi cumplirá esa tarea.― agregó al señalar a la azabache que estaba en uno de los últimos lugares, provocando que todas las miradas se posaran en ella.― Tienes un gran lugar que llenar, da lo mejor de ti, niña.

Kagome se sintió ofendida y dolida, hasta ahora no tenía la aceptación de su capitán, pero ella le enseñaría que podía ser tan buena como el timonel anterior.

― Ahora que todo está dicho, vayan a sus puestos, partimos en 15 minutos.

Inuyasha se fue a la cabina y un joven de ojos morados, fue tras él. Debía hablar con su capitán y mejor amigo antes que los demás llegarán al puente de mando.

― ¿Qué quieres Miroku?

― No seas tan duro con ella.

― No lo soy.

― Claro que lo eres, dale una oportunidad, la señorita no tiene la culpa de tus problemas maritales.

― ¿Quién te dice que tengo problemas maritales?

― Es tan obvio. Trata bien a la nueva, recuerda que somos una familia y...

― A sus puestos.― cortó Inuyasha al ver llegar a su equipo.― Higurashi fija el curso, a mi señal despegas.

― A la orden.

― Cuarto de máquinas, operaciones, transportación ¿Listos?― preguntó por medio del intercomunicador.― Higurashi, sácanos de aquí.― Kagome asintió e inició con la orden de su capitán.

El "XSS-Shikon" despegó y de esa manera, iniciaba el viaje que duraría tres meses y podía cambiar la vida de sus tripulantes.


Día 15 de la misión. Órbita del planeta Vega. Puente de mando.

La vida no lo quería, habían llegado a su primera parada que era el planeta Vega, donde les suministrarían provisiones, pero eso no sería posible sin su intérprete, que en esos momentos se encontraba convaleciente en una camilla del área médica. No entendía cómo era que Pryanka había ingerido algo en mal estado.

― Tranquilo capitán.― habló Suikotsu, el médico en jefe.― Los Neptunianos no comen peces y fue un accidente que los ingiriera.

― ¿Cuánto más tardará en estar bien?

― Hasta mañana a medio día y aun así no estará en condiciones de bajar de la nave.

― ¿Cuándo podrá bajar?

― Tres días.

Eso era mucho tiempo, tenía un itinerario que seguir, no se podían dar el lujo de atrasarse y no poder desalojar Káak.

― ¿Cuáles son las ordenes?― preguntó Kouga al ver que Inuyasha se había quedado pensando demasiado.

― Iré sin Pryanka.

― Sin él no podrás comunicarte adecuadamente y corres el riesgo de ofenderlos.

― Capitán, señor...― habló Kagome al ver que Inuyasha se alistaba para marcharse.― ¡Capitán escúcheme!

― ¿Ahora qué Higurashi?― preguntó con fastidio.

― Yo me puedo comunicar, con ellos.

― ¿Hablas Lyriano?― estaba realmente sorprendido, en el archivo de ella no estaba esa información.

― Sí señor, mi padre me enseñó cuando niña.

― Bien, ve por tu chamarra, hace frío en Vega, te espero en la puerta sur.

Kagome no espero más y fue a su camarote, no desperdiciaría esa oportunidad y no defraudaría a su capitán.

...

Recinto de Ix'chel, Regente de Vega.

Inuyasha y Kagome estaban frente a una vegana de apariencia era humanoide, su piel era blanca y brillaba como si finos cristales estuvieran adheridos a ella, en la frente una gema azul resaltaba, vestía una túnica verde y en vez de cabello, su cráneo formaba finas curvas en tonos cálidos.

Kagome estaba más que complacida de poder demostrar que ella podía aportar más a la misión. Traducía cada cosa que se hablaba, hasta ahora Ix'chel, les había proporcionado combustible, suministros médicos y alimento. Pero al saber su misión a Káak y la ruta que debían seguir, su semblante cambió a uno preocupado.

― ¿Qué dijo?― preguntó Inuyasha al notar el cambio.

― Que tengamos cuidado, que por ningún motivo nos detengamos en el planeta de los Sextanianos, en esta época no son muy amables.

― ¿Por qué?

― Época de apareamiento.

― Lo que nos faltaba.― refunfuñó el chico.

― Señor, dicen que la ruta más segura es por el cuadrante OmegaXi.

― Eso nos atrasará una semana, pero si es la mejor opción, tomaremos esa ruta.― no iba a arriesgar a su tripulación, ya después encontraría la manera de recuperar el tiempo.

Inuyasha estaba por despedirse, cuando se percató que Ix'chel volvía a hablar y Kagome tenían una expresión de quien no comprende nada. Eso le inquietó y de no ser porque se vio cubierto por polvos de colores, hubiese preguntado qué decía su anfitriona.

― ¡¿Ahora qué hacen?!― ahora tenía más colores que una caja de pinturas, gracias a varias jovencitas y en sus manos un extraño amuleto entregado por la regente.

― Un ritual de protección y...

― Que se den prisa, debemos irnos.― interrumpió de mala gana, al menos pudieron advertirle.

Kagome agradeció ser interrumpida justo en el momento que se dio cuenta para que eran los amuletos que recibían. Iba a sacarlos de su error, pero decidió dejarlo pasar, ya que su capitán jamás se enteraría.


Día 21. Sala de entretenimiento del "XSS-Shikon".

La tripulación presente en la sala de entretenimiento habían dejado de ver la película proyectada, porque la nueva discusión entre su capitán y la timonel, era más entretenida. Y todo por una diferencia deportiva.

― ¿Qué dijo?― preguntó indignada Kagome.

― Que los Yomiuri Giants, son los mejores.― contestó con arrogancia.

― No, son los Hanshin Tigers.

― Giants.

― Tigers.

― Los Giants han ganado más campeonatos.

― Pues los Tigers han mejorado mucho en los últimos años, pueden ganar este año y solo están a cuatro campeonatos de alcanzar a tus amados Giants.

― Lo dudo Higurashi, los Giants están invictos, es su mejor año.

― Muy entretenida su charla, pero es hora de cenar.― interrumpió Miroku al ver que era hora de la cena.

― Antes que ella se retracte.

― No lo haré.

― Si lo harás.

― Sigue soñando.

― ¡Ya basta!― gritó Sango, ese tipo de peleas entre esos dos, ya era muy normal, y si no tuviera hambre, podría seguir observando.― Kagome, tú vienes conmigo y Miroku, llévate a Inuyasha.

Sango se llevó a rastras a Kagome e Inuyasha se quedó forcejeando con Miorku y Koga, que lo retenían para que no continuara su discusión en el comedor.


Día 29. Comedor del "XSS-Shikon", hora del almuerzo.

Kagome estaba en la barra de comida, en la lista del menú, aparecía Ramen y al pedir un tazón de esos sabrosos fideos, le dijeron que ya no había.

― Waaa, ¿Por qué no hay?― preguntó sorprendida, no había muchos comiendo y ninguno de ellos tenía tazones.

― El capitán nos cambia nuestra porción por puntos galácticos.― contestó un cabo que estaba cerca de ella.

― ¡¿Qué?! No puede hacer eso.― volteó a verlo y allí estaba, sentado en una mesa al fondo con varios tazones.

― Es un trato justo.― contestó otro compañero.― Pronto nacerá mi hijo y necesitaré esos puntos.

― Yo quería Ramen.

― Hubieras llegado antes.― contestó Inuyasha al terminar su penúltimo tazón.― Se estaba cansando de tantas quejas.

― No se habla con la boca llena.

― Come pollo, está muy bueno.― intervino Sango.― Tiene salsa de cacahuate y patatas.

― Soy alérgica al cacahuate.

― No puedes comer solo ensalada, debe haber otra cosa.― dijo la castaña al ver la barra.― Puedes comer empanadas de pescado.

De mala gana Kagome se sirvió una gran variedad de vegetales y frutas, el capitán ya la estaba hartando.

...

Llevaba una bandeja y caminaba a toda prisa por el corredor a las cabinas de la tripulación. Resopló molesto, odiaba esa parte amable que tenía. Él no sabía que esa mujer era alérgica al cacahuate.

― Tonta, abre, es una orden.

― ¿Ahora que quiere?― dijo una malhumorada Kagome.

― Ten.― Inuyasha le entregó la bandeja que llevaba.― Le pedí al cocinero que lo hiciera.

― Pierna ahumada y espagueti, mi platillo favorito.― dijo sorprendida al ver la comida.

― ¿Cómo supo?

― No lo sabía, pero hace días vi que lo comías con mucho gusto y me pareció buena idea.

Mientras Inuyasha se explicaba apenado, Kagome sentía que su corazón latía como loco, ni siquiera Hoyo sabía que eso era su comida favorita.

― Muchas gracias.

― Tienes media hora más de descanso, aprovéchalo.

Kagome asintió y vio marchar a su capitán, tal vez ella lo estaba juzgando mal y en realidad era una persona muy amable.


Día 39. Segundo día en Káak.

La situación en Káak, todavía no era critica, podían controlar tres volcanes y mandar a su población a un lugar seguro dentro del planeta, mientras los otros dos hacían erupción.

Pero en ese momento Inuyasha y Kagome estaban corriendo lejos de una leve erupción, habían ido a monitorear uno de los volcanes y se vieron atrapados.

― Esto si funciona.― dijo Inuyasha al eludir las rocas calientes y ver el amuleto que colgaba de su cuello, aquel que les fue entregado por Ix'chel y creía que era para la protección.― ¿Qué pasa?― preguntó al ver que Kagome se había quedado pensativa, seguramente tenía miedo por no volver.

― Nada, todo bien.― contestó la chica.

Por un momento se quedó contemplando a su capitán, en situaciones de riesgos se veía tan esplendoroso. Todo lleno de lodo, mojado por el sudor y su actitud siempre alerta, le sorprendieron enormemente, hasta ahora no lo había notado, pero poseía unos hermosos ojos grises.

― Tranquila, regresaremos y veras a tu esposo de nuevo.― dijo al suponer que eso le preocupaba a ella.

― ¿Cómo?

― Que veras a tu esposo de nuevo, debes extrañarlo.

― Sí, lo hago.― dijo decaída, en verdad no lo extrañaba.― ¿Esto ya es normal en su relación? Digo, irse por un largo tiempo, no verse.

― No nos quejamos, Kikyou es médico y pasa más tiempo en el hospital que en casa.

― ¿Por qué no se alistó en la tripulación?― preguntó al saber que sería muy fácil y pasarían tiempo juntos.

― No le gusta convivir mucho con otras...― meditó por un momento, debía encontrar las palabras adecuadas.― No es buena congeniando con quienes no sean humanos. No los odia, es solo que... No ha tenido experiencias muy agradables con ellos.

― No entiendo.― eso le extrañó, ella tenía muy buenos amigos de otras razas.

― Cuando niña, un hanyou atacó a su familia, su pequeña hermana casi muere.

― ¿Un hanyou?

― Ya sabes, los que son de dos o más razas. No se controlan en ocasiones y pierden el control. ¿Por qué esa cara?― preguntó al ver que ella le observaba fijamente.

― Yo pienso que son como todos, los hay buenos y los hay malos.

Por un breve momento, ambos se quedaron viendo, era la primera vez que tenían una conversación larga y no peleaban.

― Démonos prisa, la nave no está lejos.― dijo Inuyasha al notar que las rocas habían parado, estar junto a Kagome le estaba resultando terriblemente reconfortante.


Día 46. Sala de observación del XSS-Shikon.

Kagome estaba sentada junto al ventanal observando la fantástica vista que tenía del espacio. No podía dormir y fue a distraerse y pensar un poco. Desde su visita a Káak, no dejaba de pensar en su capitán, su cabeza era un lío. El sonido de la puerta abrirse la alerto, era Inuyasha quien había entrado.

― Es impresionante, nunca deja de serlo.― dijo a modo de saludo él.

― Sí que lo es.

― ¿Qué haces aquí? Deberías estar dormida.― jamás espero encontrarla en ese sitio, debía estar dormida.

― Lo mismo le digo.

― No podía dormir.― contestó al tomar asiento junto a ella.

― Igual yo.

― ¿Puedo saber la razón?

― Hojo.

Inuyasha frunció el ceño y aprovechando el tema, confesó algo que había hecho hace días.

― Me tomé la libertad de buscarlo en el sistema, espero no te ofendas, solo quería conocer mejor los antecedentes de mi tripulación. Te confieso algo, no tengo idea del porque le elegiste.

― Siempre ha sido amable, atento, alegre, vela por mí y nos conocemos desde la adolescencia. ¿Por qué Kikyou?― le devolvió la pregunta, no la conocía pero imaginaba que era una mujer hermosa.

― No lo sé, creí saberlo.― Kagome no se esperaba esa respuesta, dejándola completamente sorprendida.― Pero ahora no lo sé... Siempre pensé que era porque en verdad la amaba, pero ahora...

― ¿Qué pasa?― en ese momento se preocupó por el hombre, su mirada estaba cabizbaja, triste y angustiada.

― Yo... Es solo que... Jamás me sentí nervioso, ansioso o idiota a su lado, ya sabes todas esas cosas que dicen que sientes cuando te enamoras de alguien.

― Yo tampoco.― concordó, hasta ahora creía que era a la única que le pasaba.

― Pero si las siento cuando estoy cont...

"Capitán, se le solicita con urgencia en el cuarto de comunicaciones. Tiene una llamada de la base en la tierra."

La voz de la asistente de comunicaciones les interrumpió. Inuyasha suspiró un poco aliviado, estuvo por confesarse a Kagome y cometer un gran error.

― Ya voy, ve a descansar, te necesito mañana al 100%.

― A la orden capitán.


Hasta aquí el primer capítulo.

Esta historia comenzó con Inuyasha de piloto y una Kagome intérprete, ambos de las fuerzas armadas, pero en un giro inesperado, la trama se volvió futurista y SciFi. En verdad deseo que esto les guste. Pronto son leemos en la segunda parte.

31/01/2016