N/A: Un drabble sobre un momento familiar con Minato, casi no escribo sobre él, :( Universo alterno.
Los personajes son de Kishimoto.
—Lindos cocos—
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Minato llegó del trabajo y al ver la sala vacía imaginó que Naruto otra vez estaba tratando de construir el bote, ese donde según él iba a sacar a pasear a Sakura Haruno y pedirle que fuese su novia. Se asomó por una ventana y echo un vistazo al patio, pero no estaba ahí, sólo el bote a medias.
"¿Habrá salido?", pensó preocupado, Kushina llevaba varios días fuera de la ciudad por motivos de trabajo, y le había encargado que cuidara de Naruto. Los chicos de quince años suelen ser muy creativos y Naruto siempre estaba inventando algo.
—¡Naruto!, ¡ya llegue!
Minato había traído dos raciones de ramen para compartir con su hijo, llegó a la habitación del adolecente, se escuchaban risas, la puerta estaba abierta así que se detuvo bajo el marco de la puerta.
Lo que vio lo hizo ruborizarse, su hijo no estaba solo, estaba en la cama con Sakura, haciendo algo que ya le había advertido que no debía hacer, al menos no hasta que la pelirosa ya fuese parte de la familia.
Los dos jóvenes al ver a Minato allí se asustaron, pero no hicieron nada, era demasiado tarde, ya habían sido pillados en el acto.
—¿Hijo, en que habíamos quedado?. —se quejó Minato ruborizado y con voz seria.
—Jeje —rió nervioso, —es que Sakura-chan y yo tenemos mucha confianza. —se excusó Naruto.
—Sí, eso se nota. —respondió Minato muy incomodo, era el alcalde de la ciudad, debía mostrarse como alguien de autoridad, después de esto, sería difícil hacerlo delante de ella.
—Sakura-chan quería conocer más de mí, no me pude negar. —insistió el rubio menor tratando de defenderse.
Sakura quien hasta hace poco había reído como loca, trato de ponerse seria, vio al padre de Naruto y dijo —Minato-san, no se enfade, es una simple foto, cualquiera ha tenido un momento bochornoso.
Cerró el álbum de fotografías y estiró el brazo para entregárselo al padre de su compañero de clases.
Avergonzado Minato agarró el álbum y lo metió bajo su brazo, —traje ramen, hay suficiente para los tres. —comentó tratando de desviar la conversación.
—¡Genial!. —se alegró Naruto, vio a la pelirosa y le dijo, —vas a ver que el ramen es la mejor comida del mundo.
Haruno miró al alcalde y dijo muy educadamente —Gracias por la invitación Minato-san.
Minato asintió con la cabeza y salió, no se había alejado mucho cuando la escucho decir, "lindos cocos" y luego un par de carcajadas, esos dos eran unos condenados burlones.
Minato se ruborizó más, si no fuese porque Kushina se lo había prohibido, ya hubiera quemado esa foto que le tomaron en Hawái, en un momento en que estaba demasiado ebrio como para ponerse un sostén de cocos.
Su mujer le había tomado la foto. Ser padre a veces era complicado, pero ser esposo de Kushina Uzumaki lo era todavía más.
