DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a la jefa JK y blablablá
Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de las Casas 2016-17" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Personaje: Andromeda Black (ida a Hogwarts)
Elecciones
Andromeda estaba sentada en el suelo del vagón del tren la espalda apoyada en Ted y los ojos cerrados, se estaba quedando dormida mientras le acariciaba. El compartimiento estaba al final del tren y era el más viejo y abandonado de todos. Además, le habían encantado las ventanas para que pareciese vacío y sin sillones; ella siempre le instaba a que fuera muy precavido.
Aquella vez, en cambio, ninguno de los dos tenía demasiado miedo a ser descubiertos. El verano había sido una agonía, sin cartas ni menajes de ningún tipo, y el volver a verse había calmado unas ansias que casi ni sabían que tenían.
—Dromeda. —Ella se incorporó un poco al escuchar la seriedad en su voz y miró sus dulces ojos castaños— ¿Y si te descubren? ¿Y su tu familia te…? Tal vez nosotros deberíamos… —Calló y frunció las cejas, con enfado y miedo.
Andromeda se le revolvió el estómago y los ojos se le humedecían solo de pensar en lo que estaba sugiriendo Ted. Le agarró fuertemente la cara y le obligó a mirarle:
—No lo digas Ted, ni se te ocurra decirlo —Casi no se dio ni cuenta de que estaba gritando— no vamos a dejarlo. —Él parecía impresionado por los gritos y la intensidad, ella nunca solía alzar la voz. Pero después de esos meses en los que sencillamente solo quería tumbarse y llorar cada vez que hablaba con su familia, en los que la ausencia de Ted le hacía tan infeliz y desdichada que no conseguía encontrar un solo motivo para sonreír. No quería imaginar el mundo sin él, ya no.
Ted sonrió para tranquilizarla, le acarició el pelo y le beso en la frente, pero no cambió de tema con voz temblorosa y los ojos marrones llenos de dudas le susurro:
—Yo solo… no quiero que… bueno… tengas que elegir. —Apartó la vista—. Son tu familia—pronunció esa palabra con ese tono que ella solía usar. Él antes no entendía lo que significaba para ella su apellido, su honor y la responsabilidad que eso llevaba. Pero eso parecía haber perdido el sentido esos meses y ahora antes de besarle dijo la frase que antaño había parecido imposible:
—Tú eres mi familia Edward Tonks.
