Hola de nuevo, espero y les guste esta nueva historia que tengo el gusto de presentarles.

Quise escribir esta historia debido a que hace poco tuve un accidente y aunque me estoy recuperando las personas no paran de preguntarme porque siempre tengo la misma sonrisa por la que soy conocida o no me siento deprimida, también he visto los recientes desastres naturales que han ocurrido en el mundo y/o accidentes desafortunados, así que es como una forma de enviar el mensaje de que siempre se puede seguir adelante cuando tienes el apoyo y cariño de las personas que te aman.

Bueno no los aburro más. Se aceptan reviews de todo tipo: si les gusto o no. :)

P.S: Versión Editada (CREO)


THE HOPE IN HER EYES.

Podía sentir su respiración, su calor en mi piel desnuda, escuchaba los gemidos en combinación a las palabras de amor mientras me penetraba fuertemente, estaba a punto de llegar a ese lugar al que siempre me transportada cada que hacíamos el amor, lo mire a los ojos cuando escuche su voz.

- Bella - el tono de su voz se me hizo algo raro, no era la misma dulzura que había cada que estábamos íntimamente.

- Bella, despierta - esa voz se me hacía parecida más a la de mi madre que a la de él. - ¡Isabella Swan, más vale que despierte en este mismo momento!

Ese grito sí que hizo que terminara por despertar y enfocar mi mirada a donde provenía la voz.

- ¿Mama? ¿Qué pasa? - pregunte aún somnolienta y algo frustrada por la interrupción de mi sueño.

- Recuerda que hoy tienes cita con el doctor Cullen - menciono mientras se ocupaba de abrir las cortinas de mí habitación.

Con todo el dolor de mi alma tuve que terminar de despertar de mi sueño, ella vino a ayudarme a llegar al closet para elegir mi ropa. Una vez estuve lista, me guio hasta la cocina para poder desayunar antes de salir hacia el hospital.

Tal vez ella no lo notaba, pero yo podía ver su nerviosismo, algo que ocurría cada que tenía que ir al hospital, algo que ocurría desde hace seis meses.

****** Flash Back ******

Había nacido y crecido en un pequeño pueblo en donde los trabajos más solicitados eran las fábricas de textiles y algodón. Mi padre había conseguido un trabajo a media hora de casa, en el pueblo vecino, mi madre trabajaba en una fábrica de algodón a diez minutos de distancia, podía decir que nos iba muy bien, ni a mí ni a mi hermano menor Emmett nos faltaba nada.

Después de graduarme de la preparatoria decidí empezar a trabajar para ayudar con los gastos y poder juntar para ir a la universidad o para irme a recorrer el mundo, como era mi sueño, así que decidí empezar en una fábrica cerca de casa.

Un día mientras conducía hacia el trabajo un automóvil se atravesó en el camino ocasionando un choque en cadena cuando otro auto lo quiso evitar, eso fue todo lo que recuerdo.

Desperté en el hospital, escuchando el llanto de mi madre, lo reconocería en cualquier lado.

- Lamento decirles que fragmentos de vidrio entraron en su ojo derecho, en estos momentos estamos preparando todo para ingresarla a cirugía - pude escuchar una voz suave a pesar de estar dando malas noticias.

Escuche el llanto de mis padres, admito que en los minutos siguientes llore también en silencio mientras el doctor se acercaba a mí para examinarme.

- Hola Isabella, mi nombre es Carlisle Cullen, ¿Podrías decirme que te sucedió? - pregunto mientras examinaba mi ojo derecho.

- Iba rumbo a mi trabajo cuando un auto intento pasar por delante de los que estaban enfrente mío, uno de ellos trato de evitarlo cuando quiso entrar en su carril, pero creo que lo golpeo - explique mientras revisaba mi pulso y asintió.

- Fue un golpe muy fuerte y gracias a que portabas el cinturón de seguridad no fue peor, pero fragmentos de vidrio volaron en el momento del impacto incrustándose en tu ojo derecho, en este momento estamos preparando todo para una cirugía - me explico seriamente pero su voz aún era suave igual a cuando lo escuche que hablaba con mis padres - Dejare que tus padres entren por un momento - agrego antes de retirarse.

Recuerdo a ver visto a mi padre contener el llanto mientras mi madre tenía lágrimas en los ojos y debía admitir que eso era algo que odiaba. Tuve una cirugía esa misma noche, pero el daño que había sufrido era mucho, el doctor Cullen hablo con nosotros a cerca del proceso que llevaría, necesitaría más cirugías para poder reparar todo.

En las siguientes semanas empecé a notar el nerviosismo y miedo en mi familia con cada diagnostico que daban. El doctor Cullen era mi doctor principal al ser cirujano de córnea, debía agregar que era muy simpático y lograba sacarme sonrisas, también había conocido a su esposa Esme, quien lo visito un día antes de mi cita y nos presentó.

Una mujer muy bella, sonriente y dulce, corto cabello acaramelado, ojos color miel, entendía porque el doctor se había enamorado de ella y llevaban más de treinta años juntos, también conocí a su hija menor Rosalie, quien tenía la misma edad que mi hermano, se podía decir que era la copia miniatura de Esme, pero con los ojos pardos y largo cabello rubio, y como si fuera algo de la vida, Emmett y ella acudían a la misma escuela.

Pero quien me robo el corazón desde que lo conocí fue su hijo Edward, alto, cabello bronceado y hermosos ojos color esmeralda al igual que su padre. Él también era cirujano oftalmológico, él había estado presente en algunas de mis consultas ya que le había interesado mucho mi caso. Cada que lo veía tenía una expresión seria, estudiaba cada palabra que decía su padre y daba sus opiniones, según algunos comentarios de su padre tuvo una relación muy mala con su novia con quien termino recientemente.

****** Flash Back End ******

Desde el día de mi accidente, necesitaba alguna ayuda para caminar sin chocar con las cosas de mi lado derecho y también para hacer algunas cosas. Carlisle nos había comentado que no perdí la vista, pero dado el daño en mí cornea estaba temporalmente ciega de mi lado derecho.

- Hoy no podré llevarte al hospital, pero ya llamé un taxi - comento mi madre mientras me sacaba de mis recuerdos.

- No te preocupes - respondí mientras terminaba de tomar mi jugo de uva - ¿Llevaras a Emmett con la abuela? – pregunté.

- Si, Kate tiene cita con sus hijos así que no podía cubrirme hoy - respondió mientras me ayudaba a salir de la casa - Bueno te vas con cuidado - agrego mientras subía al taxi.

- Si mama. Adiós. - me despedí desde la ventana.

El hospital estaba a veinte minutos de casa, por lo que decidí escuchar música y dormir un poco.

Aún no podía creer los sueños que he tenido con Edward desde que lo conocí, y es que él siempre fue muy profesional, solo daba sus opiniones en consulta y cuando su padre terminaba salía rápido.

Una vez llegamos el amable taxista me ayudo a llegar hasta le recepción, dado que desde hace seis meses tengo que venir dos o tres veces al mes, las recepcionistas ya me conocían.

- Hola Bella, ¿Hoy vienes sola? - Me pregunto Alice, una chica bajita y su llamativo cabello negro la hacía muy graciosa cuando estaba detrás de ese mostrador, su novio Jasper es enfermero en el área pediatra. Me dijo todo eso un día que mi hermano me acompaño y pasamos a comer a la cafetería donde ellos estaban.

- Si, si mis padres no podían salir hoy y mi hermano tiene un examen - Comente mientras me apoyaba en el mostrador para mandarle a mi madre un mensaje.

- ¿Quieres que te lleve hasta donde está el consultorio del doctor Cullen? - me pregunta algo preocupada pues sabia del accidente y mi mala visión en el ojo.

- No, me sé el camino y si me guio por la pared, solo espero no chocar con nadie - respondí dándole una sonrisa antes de empezar mi largo y complicado camino.

Me sabía muy bien el camino hacia el consultorio, pero nunca lo había hecho yo sola, y al tener que irme guiando por las paredes era un poco complicado, ya casi llegaba cuando en una esquina choqué con alguien y gracias a sus reflejos no caí al suelo, pero los papeles que llevaba cayeron al suelo.

- ¿Esta bien? - me preguntó la misma voz de mis sueños.

- Si, gracias - murmure aún algo asustada por el choque - Lo siento doctor Cullen

- Oh, señorita Swan - dijo con reconocimiento mientras recogía los papeles que estaban en el suelo - ¿Se dirige a la consulta con mi padre? - me pregunto una vez de pie - ¿Hoy viene sola? - agrego al verme sola.

- Si, mis padres no pudieron estar presente hoy - conteste tratando de sonar normal al contrario de lo nerviosa que me sentía por dentro.

- Entonces la acompaño ya que ambos nos dirigimos para allá - dijo mientras me ofrecía su brazo para empezar a caminar.

En todo el camino no dijimos ni una palabra hasta llegar a donde estaba la secretaria de Carlisle, quien al verme con Edward me dio una mirada venenosa.

- Tengo cita con el doctor Cullen - le dije una vez que estuve frente a ella

- El doctor Cullen está ocupado por favor espere - respondió con voz enojada, mientras su mirada se dirigía hacia Edward y le daba una sonrisa coqueta - Puede pasar doctor Edward - estábamos a punto de dar la vuelta hacia la sala de espera cuando salió Carlisle

- Jessica, cuando llegue... Oh, maravilloso, estaba esperando por ustedes, pasen - sonrió nada más al verme del brazo de su hijo, esperaba que no lo mal interpretara.

- Bueno, el escáner mostró que se presenta desprendimiento de retina, así que la opción más preferible seria la cirugía para corregirlo en el mismo momento del trasplanté de córnea - me explicaba Carlisle con su voz neutra, yo por otro lado cerré los ojos para evitar llorar - Tu caso es un poco complicado por el daño que se sufrió en el accidente pero esperamos que con la cirugía se repare todo, ¿Quieres que hablemos de esto la próxima vez que estén tus padres presentes?

- No, yo hablare con ellos - respondí con la voz calmada.

- Muy bien, programare la cirugía y te llamare para darte los detalles y la fecha – agrego antes de que Edward se despidiera y saliera del consultorio - Bueno, Esme me estará esperando para comer - me dio la sonrisa que yo había visto únicamente cada que hablábamos de su amada esposa - ¿Quieres acompañarnos? - me pregunto mientras se ponía su saco.

- No, gracias, le diré a Alice que llame un taxi por mí - respondí mientras tomaba su brazo que me ofrecía para ayudarme a llegar a la recepción - Saluda a Esme por mí - agregué con una sonrisa

- Con gusto, Alice, ¿Podrías pedir un taxi para Bella? - dijo una vez que llegamos a la recepción y saludaba a Alice - Ahora si me disculpas me voy.

- Claro, tío - acepto mientras nos despedíamos de él. Y si, Alice es hija de la hermana de Carlisle.

Estuvimos hablando por unos minutos mientras esperábamos el taxi, Alice se había ofreció a llevarme a casa durante su almuerzo, pero sabía que no podría regresar a tiempo.

- ¡Hola mi amor! - exclamo Alice mientras salía de su puesto y corría hacia el joven alto y de cabello rubio llamado Jasper con quien estaba comprometida, quien la recibió sonriendo con una mirada llena de amor que hasta pena me dio y si tengo que admitir, que hasta sentí un poco de envidia. Aparte la mirada solo para toparme con los bellos ojos de Edward, quien veía la escena como si fuera algo normal - Hola primo.

- Hola Alice, señorita Swan - saludo dando una sonrisa que me quito el aliento.

- ¿Nos vamos a comer? - le pregunto a Jasper después que se separaron de su largo beso.

- No voy a poder ir, Seth tiene una cita en el dentista y me pidió cambiarle - respondió con voz apenada - Saldré dentro de una hora y media máximo -

- Bueno, entonces le diré a Leah que tome su descansó y salimos juntos - respondió Alice mientras sonreía.

- ¿Segura? - pregunto el

- Claro - Alice le estaba mirando con tanto amor al igual que él, que me preguntaba si algún día alguien me miraría así.

- Bueno, lamento interrumpir, pero yo si me voy a comer - interrumpió a Edward - ¿Y usted señorita Swan? - me pregunto

- Oh, yo estoy esperando el taxi que me pidió Alice hace un momento - respondí algo apenada.

- Oye primo, ¿Porque no invitas a comer a Bella y la puedes llevar su casa? Total, hoy ya acabaste con tus consultas - dijo Alice dándole una mirada llena de inocencia que estuve a punto de creer.

- ¡¿Que?! - exclame mientras mi vista se dirigía hacia ambos - No, ya pedimos el taxi Alice.

- Pero llevamos rato esperando puede ser peligroso en tu condición si llega más tarde - dijo Alice mientras sonreía - Tú como su doctor deberías de saber – agrego.

- Claro, pero para tu información yo no soy su doctor, lo es mi padre, pero si, la invito a comer y después la llevo a su casa, ¿Qué opina, señorita Swan? - pregunto - Además, yo también vivo rumbo hacia su casa. - comento ofreciéndome su brazo.

- Mmmmmm... De acuerdo - al final acepte mientras tomaba su brazo y le daba a Alice una mirada mortal, pero gracias a las gafas oscuras que usaba desde el accidente, ni cuenta se dio.

Y así fue como acabe por aceptar ir a comer con el doctor Edward Cullen.


¿Qué les pareció?