Disclaimer: Soul Eater, así como todos sus elementos relacionados no me pertenecen.

Strike 1: Los nuevos del Shibusen

Hacía un día bastante caluroso en el Shibusen. Las clases, aparte de que eran aburridas eran extremadamente sofocantes por la cantidad de alumnos que se concentraban en los salones del centro de estudios. Extrañamente no había casi nadie en el patio. Una persona conocida salió a respirar un poco al patio. Maka Albarn, técnico de guadaña, luego de haber estudiado gran parte de la mañana y dejando a Soul Eater, demonio guadaña, enfrascado en unos complicados libros que ella sabía no entendería a última hora, se sentía un poco más liberada con respecto a sus obligaciones. Desde siempre había sido una persona muy responsable. Sin embargo, su meta aún estaba lejana. Luego del fiasco de Soul Eater al comerse el alma de Blair, apenas habían juntado unas 43 almas humanas convertidas en huevos de demonio. Soul era el más fastidiado con este contexto, pues él creyó que jamás cometería ese error.

Justo en ese momento, dos jóvenes de la edad de Soul y Maka se presentaron ante Shinigami-sama.

Técnico de Guadaña Daisuke Kobak.- dijo uno de los jóvenes. Moreno, de ojos café y bastante bien parecido, vestía jeans y un polo cubiertos por algo parecido a un abrigo negro con bordes blancos.

Demonio Guadaña Rin Fiorella Goodeling- dijo la joven que lo acompañaba, rubia, y peinaba su largo pelo en dos coletas que le llegaban hasta los muslos, ojos marrones, vestida con un conjunto de ropas blancas, un pantalón apretado en la cintura y suelto en las piernas, y una blusa apretada en el pecho y suelto en las mangas.

Ah, ¡Daisuke-kun y Fiorella-chan! Hace tanto que nos los veía. ¿A que se debe su visita?

Pues…-comenzó Daisuke.

¿Qué?- preguntó Shinigami-sama.

Como sabrá, aún no conseguimos una sola alma desde aquel incidente.

¿Ni una sola?-preguntó Shinigami-sama.

Je jeje…- rió Fiorella.

Pero es una pena Daisuke-kun… siendo tan fuerte como eres. ¿Tanto te chocó eso?

No sabe cuánto.

Entonces, ¿a que han venido?

Le ruego que nos permita entrar de nuevo al Shibusen como estudiantes.

Vaya, vaya, ¿Daisuke-kun, no te estás rebajando a ti mismo?

¡Por favor, Shinigami-sama!

Está bien, está bien. Me encargaré de todo. Si quieren pueden ir ahora mismo.

Gracias, Shinigami-sama.

Daisuke y Rin Fiorella salieron de la Death Room, mientras en una esquina oscura, el actual Death Scythe lo miraba suspicaz.

- ¿Estás seguro de dejarlo volver?

- Pues claro.

- Recuerda que ellos dos fueron los únicos que lograron derrotar a Stein totalmente durante esa clase extra.

- Creo que es por eso que es bueno dejarlos volver. Daisuke aún no asimila el enorme poder que tiene. Me parece sensato que quiera ser capaz de controlarlo.

- Su compañera, ¿eh?

- Sí. La legendaria "Sakura Killer". No entiendo como pudieron fallar tantas veces en su intento de convertirla en Death Scythe.

- Es por que Daisuke aún tiene ese miedo. Debe ser capaz de controlarlo.- le dijo Death Scythe.

- Pues sí. Esa guadaña es tan poderosa que el compañero de tu hija no le llega ni a los talones.

- Era de esperarse de ese mediocre. Por que si uno no es mediocre como va a decir que mi Maka-chan es plana y bla bla bla….¡ARGHHHH!

De repente Death Scythe cayó al suelo inconsciente, por el fuerte golpe propinado por Shinigami-sama.

Mientras tanto, Daisuke y Rin Fiorella se aproximaban poco a poco a las puertas del Shibusen.

- Daisuke, ¿estás seguro de esto?

- Sí, Rin. Quiero deshacerme de este miedo de una vez por todas.

- Pero tú sabes que no tuviste la culpa.

- Aunque no fuese mi culpa, tengo miedo de no ser lo suficientemente fuerte como para controlarme y dejar que ocurra de nuevo.

- Pero yo también me vuelvo fuerte. Entre los dos podremos dominarlo, ya lo verás.

- Eso espero.

Entraron a la academia sin ningún problema, y pasaron al vestíbulo principal a buscar en que salón les había tocado.

Vaya que Shinigami-sama es realmente rápido. Mira, Rin, estamos en el aula 33-B.

Es extraño volver, ¿eh?- le dijo Rin, con las dos manos unidas detrás de su espalda.

Pues lo hacemos por nuestro bien y el de los demás.

Sabía que dirías eso.

Avanzaron a paso común por los pasillos, siendo observados con curiosidad por los alumnos y profesores que encontraban en su camino al aula.

Una vez que llegaron, encontraron la puerta cerrada, lo que no era raro, ya que las clases debían haber empezado hace diez minutos. Daisuke aproximó su oído a la puerta y escuchó como un murmullo la cátedra del profesor. En ese momento una enorme gota de sudor le salió detrás de la cabeza.

Rin… no me lo vas a creer.

¿Qué cosa?

Nuestro maestro es Franken Stein.

¿Qué?

Pues sí. No sé como voy a hacer para verle la cara. Va a querer experimentar conmigo. Peor aún si sabe de lo que pasó.

No te preocupes Daisuke, yo también estaré ahí.

¡Eso es lo que más me preocupa! No sé que pueda querer hacerte.

Y justo en ese momento la puerta se abrió de improviso y Daisuke cayó de bruces al piso, a los pies del profesor Stein. Inmediatamente se puso de pie diciendo: Gomenasai, gomenasai…

Los estudiantes dentro del aula quedaron con una mueca de sorpresa al ver la cara que Stein ponía al reconocer a Daisuke.

¡Tú!

¿Yo?- preguntó Daisuke, extremadamente asustado.

¡Qué haces aquí!- dijo Stein cogiéndolo por las solapas del cuello del abrigo.

¡Déjenlo en paz Stein- sensei!

Rin Fiorella Goodeling…- dijo Stein mirándola de pies a cabeza.

Así es, sensei. Me gusta que me haya recordado. Ahora, por favor suelte a mi técnico.

Ante la sorpresa de todos, Stein soltó a Daisuke.

Vayan a sus lugares- terminó.

Unos asientos poco más arriba, Soul y Maka habían seguido con mucho interés la extraña discusión entre Stein y Daisuke.

Maka, ¿puedes ver el alma de ese chico y la de su compañera?

Claro que sí, Soul. Y por lo que veo no son nada especial.

Me alegro, no creo que sea tan cool como yo ¿verdad, Black Star?- le preguntó al chico que se sentaba a su costado.

Tengo algo de mala espina respecto de él…- contestó.

¿Por qué?- preguntó Soul muy extrañado.

Ese tío tiene la pinta de querer robarme el protagonismo.

Bueno si sólo es eso, no creo que tenga ningún problema con él.

Daisuke y Rin subieron a sus lugares, que estaban sobre Maka y Soul. Fue una tortura hacer eso, ya que todos los ojos alrededor del aula estaban pendientes de ellos como si fuesen unos fenómenos de circo o algo parecido. Se sentaron un poco cohibidos y esperaron a que Stein continuara su clase. Éste no se hizo esperar y continuó su cátedra, la que siguió normalmente por dos horas hasta que sonó el timbre del aula.

Daisuke y Rin salieron rápidamente del aula deseosos de alejarse de aquella atmósfera y de la terrorífica mirada que les brindaba Stein, pero en su prisa Rin se chocó contra Maka, y justo antes de que ambas cayeran al suelo fueron sostenidas por Daisuke y Soul, respectivamente.

¿Estás bien?- preguntaron al mismo tiempo, bajo la sorprendida mirada de ambas.

Sí, Daisuke, no te preocupes- contestó Rin a su técnico, dedicándole una hermosa sonrisa.

Me alegro- contestó él. Y también le sonrió. Pero en ese momento un pequeño destello salió de sus dientes, lo que llamó la atención de muchas estudiantes femeninas, y para el desagrado de muchos de los varones.

Lo siento mucho- le dijo Rin a Maka.

No hay problema- dijo ella- A propósito, no me he presentado, mi nombre es Maka Albarn.

Y yo Soul Evans- dijo a su vez Soul.

Daisuke Kobak- dijo el técnico de Rin.

Y mi nombre ya lo saben, lo dijo Stein, en voz no muy baja.

Los cuatro salieron juntos al pasillo, Maka y Soul normalmente, pero Daisuke y Rin algo intimidados, por tanta gente que los veía de nuevo.

¿Por qué narices nos ven así?- preguntó Daisuke, ya harto de la situación.

Muy sencillo- le contestó Soul- sino te has dado cuenta tu compañera es extremadamente hermosa, tu no eres nada mal parecido y además pusieron a Stein-sensei de una manera que nadie habría creído posible.

Daisuke- preguntó Rin- ¿seguirá enfadado por lo que le dije?

Es seguro, no creo que aún lo haya asimilado.

Pero ya ha pasado tanto…

¿Conocen a Stein-sensei de antes?

Sí claro- contestó Daisuke- fue nuestro tutor en una clase extra el año pasado.

¡Qué coincidencia! Así lo conocimos nosotros, ¿verdad, Soul?

Es verdad. Pero que pasó para que los viese así.

Pues que simplemente usamos el caza-brujas en él y lo dejamos desmayado por alrededor de 10 horas.- contestó Rin.

¡¿Le dieron con el ?!- preguntaron al mismo tiempo Maka y Soul totalmente sorprendidos.

Sí, estoy segura de que están sorprendidos. No sé como lo hicimos, pero fue la primera vez que usamos la resonancia de almas. No sé muy bien que pasó, y Daisuke no quiere contarme nada, pero no creo que sea para tanto.

Entonces tú si sabes que pasó, ¿verdad?- le preguntó Maka a Daisuke.

Está bien si no quieres responder.- le sonrió Maka. Sin embargo, Soul permaneció intrigado.

Vamos a tomar algo, ¿sí?- le dijo Rin a Daisuke, jalándolo de la mano y llevándolo hacia fuera.

¡Choto Matte!- les dijo Maka y los siguió.

El día transcurrió normalmente, las clases, los murmullos alrededor de los nuevos estudiantes, Daisuke cuidando a Rin, casi sobreprotegiéndola y Soul cada vez más intrigado por la extraña pareja. Black Star, en su nube, andaba un poco fastidiado por la creciente popularidad de Daisuke en el Shibusen, y se llevó aparte a Soul en el almuerzo.

Ne, Soul, ¿No te parece extraño el chico nuevo?

Un poco, ¿Por qué?

¿No te parece extraño que Stein lo vea así, y que ande pendiente de su compañera todo el tiempo?

¿Y qué hay de raro? Quizá está enamorado de ella.

Aún se me hace demasiado extraño. Déjame comprobar algo.

¿Qué vas a hacer, Black Star?

Nada extraño, te lo prometo. ¡Tsubaki!- la llamó.

¿Qué pasa?- le contestó la aludida.

Mira, quiero que hagas esto…

Mientras tanto, Daisuke y Rin estaban sentados en una banca del patio, Rin bebiendo una Death-Cola (Coca-cola a lo Soul Eater XD!) y Daisuke mirándola con ternura. Y en ese momento…

¡Oye, tú! ¡El nuevo!

Daisuke se levantó inmediatamente, entrecerrando los ojos y buscando a quién había dicho eso. Un grupo de muchachos, todos de su edad estaban parados en medio del patio, mirándolo con rencor.

¿Qué pasa?, ¿Quiénes son ustedes?

Somos tu peor pesadilla… je jeje…

En ese momento, varios muchachos del grupo se transformaron en armas y fueron empuñadas por el resto, que empezaron a ver con malicia como Daisuke se iba quedando solo en el patio.

En ese momento los muchachos se lanzaron contra él. Un fulgurante destello rosado cubrió todo el patio, mientras una hermosa guadaña que tenía dientes en ves de estar afilada, con un mango de color marrón y un símbolo especial en el nacimiento de la hoja, aparecía en la mano de Daisuke. Sin embargo, esto no era lo más resaltante, ya que una especia de cinta de color rosa enorme, que parecía viva, se enrolaba alrededor del brazo de Daisuke bailando al son del viento. Los muchachos atacantes por un momento parecieron sorprendidos, pero confiaron en su mayoría numérica y se lanzaron. Uno de ellos, con una espada como arma la levantó contra Daisuke, que lo bloqueó con el mango de la guadaña, y usó su impulso para lanzarlo lejos, al mismo que esquivaba el ataque de otro, se agachaba y daba una patada en los pies de su atacante haciéndolo tropezar, y levantando las manos bloqueó un tercer ataque, y dándose impulso con sus piernas saltó alto, dando un giro en el aire, golpeando con la hoja a su tercer atacante, y cayendo en el centro del círculo que habían formado sus atacantes, giró con la guadaña, listo para liberar su técnica. En ese momento la cinta rosa se desprendió en miles de pequeñas hojas de flor de cerezo por todo el patio del Shibusen, y en ese momento, Daisuke tomó la guadaña y golpeó el mango en el suelo con lo que todas las pequeñas hojas se lanzaron contra los atacantes creando una explosión que extendió su humo por todo el patio.

Maka y Soul habían observado todo esto, atónitos, y cuando el humo se disipó se logró ver a Daisuke espalda con espalda con Rin, mientras los 8 muchachos que los habían atacado yacían en el suelo, varios de ellos, con muchísimas heridas cortantes en sus cuerpos.

Pero entonces se reveló algo muy importante: Cuando Maka volvió a verlos detenidamente, se dio cuenta de que las almas de Daisuke y Rin eran tan o más grandes que la de Stein-sensei, y también se dio cuenta de la extraordinaria conexión que había entre ambas almas. Pero no pudo contestar su pregunta más importante: ¿Qué hacía un técnico con tan enorme poder, tomando clases en el Shibusen?....

¿Review?

Bueno, gracias a todos por leer este primer capítulo, de mi primer fic de Soul Eater. Recién me he vuelto fan hace poco, así que perdonad las faltas de coherencia. Espero que les haya gustado y por favor háganme llegar sus sugerencias para así poder continuar con esta historia. Muchas gracias.