Este Fic participa en el intercambio navideño "Bajo el árbol de Navidad" del foro El triángulo donde tres están unidos
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de JK.
Este fic va dedicado para mi AI del foro: Lezz VeggMair. Espero que te guste y que se parezca a a lo que querías. También deseo que tengas una feliz Navidad y que el próximo año este lleno de dichas.
Este es el primer capítulo, en un rato más subiré los que faltan.
Nos leemos en los comentarios :D
I.- La Transformación
Draco Malfoy corría por el corredor del Séptimo piso con el corazón acelerado, sabía que no le quedaba mucho tiempo, pues de reojo miraba a través de las ventanas y observaba como el Sol poco a poco moría en el horizonte y calculaba que le quedaban menos de cinco minutos.
Corría con todas sus fuerzas y por fin pudo vislumbrar el tapiz de Bárrabas el Chiflado, sus piernas aceleraron el paso y llegó a su destino justo cuando el último rayo de luz se esfumaba dejándole su lugar a la noche. Draco con una desesperación que no había sentido nunca, obligó a su mente a pensar en lo quería en ese momento y después de lo que le pareció una eternidad, la Sala Multipropósito se materializó delante de sus ojos.
En menos de un segundo se metió y cerró la puerta, echo un vistazo rápido a su alrededor y dio gracias a Merlín porque su deseo se había cumplido y estaba en un lugar cálido y tranquilo, sin ventanas, lleno de almohadas, vendas y pociones especiales para curar heridas.
Tristemente no pudo disfrutar mucho de la acogedora habitación, ya que cuando su mente se sintió a salvo, su cuerpo fue consciente del inmenso dolor que traía consigo la transformación en Hombre Lobo, un dolor al que nunca se acostumbraría y que ni siquiera la poción Matalobos que el profesor Snape le preparaba, podía calmar. Primero escucho que su espalda vertebral crujía y después sintió cómo su columna se doblaba y se rompía debido al estiramiento brusco de los huesos; después sintió que sus manos le crecían sin control y vio como en cuestión de segundos su dedos desaparecían y se convertían en una garras enormes y deformes, su boca se alargó y se transformó en un gran hocico, sus dientes blancos y perfectos, se convirtieron en enormes y afilados colmillos; sus característicos ojos grises se volvieron de un amarillo intenso y cada parte de su cuerpo se cubrió de una extensa capa de pelo grisáceo.
Pero lo peor para Draco no era ver como su humanidad desaparecía de golpe, no, lo peor era el dolor tan intenso que sentía en cada parte de su cuerpo y que hacía gritar hasta la última célula de su cuerpo, ese que nacía desde su espalda y que no tenía fin, ese que hacía que tuviera que arrastrarse, que hacía que deseara la muerte y que lo forzaba a caminar en cuatro patas, como las bestias y como los seres a los que su familia por años trató y clasificó como inferiores.
Oh, si sus padres lo hubieran visto en ese momento convertido en una de esas criaturas que tanto despreciaban, convertido en un monstruo con apetito insaciable y con los sentidos súper desarrollados que gracias a una poción podía conservar algunos vestigios de su mente humana y gracias a la cual podía controlar su debilidad por la carne humana y no ser una amenaza para nadie.
