Konnichi wa! ¿Me extrañaron?

Ahm… bueno, como ya se habrán dado cuenta, es un IkeZelda. Lose, esta pareja no es muy común ,pero como no hay regla o ley que prohíba subir de ellos…. Heme aquí.

Había recibido un comentario en mi fic pasado (La Tormenta de nieve) de que a alguien por ahí le gustaba el IkeZelda así que… ¡Disfruta el fic lolita n_n!

DISCLAIMER: Creo que por lógica y por obviedad los personajes no me pertenecen, por desgracia, le pertenecen al gran Miyamoto-sensei y/o a sus respectivos creadores.

Creo que es todo lo que tengo que decir… por ahora

¡A leer!


Mientes


No…

Esto no puede estar pasando…

Simplemente no puedo y no quiero creerlo….

Estaba sentada en la cama de mi habitación de la ya conocida gran mansión, llorando… abrazando mis piernas. Estaba sumamente devastada... triste… enojada… frustrada… impotente y muchos sinónimos más que ahorita no se me ocurren. Era un sentimiento tan… horrible… que jamás había sentido y que jamás quería volver a sentir en mi vida. Quería morirme en ese mismo instante. En solo pensar en él me causaba un gran dolor en el pecho, como si me estuvieran apuñalando una y otra vez, solo quería sacármelo de la cabeza de una buena vez y darle fin a todo esto.

Mi cuarto era un verdadero asco, a pesar de que yo soy muy limpia. Tenía una cajita… no… 2 cajitas de pañuelos desechables a mi lado, una vacía y otra ya a la mitad, la mayoría de los pañuelos estaban regados en el suelo y otros en la cama. Estaba casi todo en penumbras, debido a las altas horas de la noche; si no tenía mi lámpara de noche encendida en uno de los buros podría jurar que pasaban de las 11.

Todo es mi maldita culpa. Por creerle todas y cada una de sus mentiras, por haberle creído la primera vez que se me declaró… sus palabras eran tan… sinceras… y tan solo de verlo a los ojos no pude resistirme y acepte ser su novia. Fui una total estúpida... pero por las diosas:

¿Quién puede resistírsele?

Sus ojos tan azules como el mismísimo mar, su tez blanca y perfecta, su cabello rubio con un ligero toque despeinado que le hacía verse bastante atractivo, no podía faltar su gorrito verde que le daba un aspecto más aniñado pero a la vez sexy y su cuerpo de todo un hombre totalmente torneado y bien formado debido a los entrenamientos que hacia día tras día.

Solo quería borrar ese recuerdo tan horrible de mi mente….

Era un día tranquilo en la muy… "tranquila" mansión. Eran como las 6 de la tarde. Me dirigía a entrenar con mis mejores amigos, Ike y Marth. Lose, mis mejores amigos eran hombres, no digo que no me lleve bien con Samus y Peach. Sin embargo, últimamente Samus está muy ocupada entrenando con Fox y Falco con el tema de las armas y todo eso, y Peach…. podría decirse que estaba ocupada haciendo quien-sabe-qué cosas. Entonces Ike y Marth llegaron y nos hicimos amigos rápidamente. Ike, a pesar de ser mi amigo, siempre se la fastidiándonos a mí y a Marth, aunque solía ser buen amigo. Marth si es buen amigo, los 2 nos entendíamos perfectamente, no es que quiera sonar arrogante pero, como somos de la realeza, sabemos de toda la presión que tiene un heredero.

En fin, me dirigí al salón donde estaban los teletransportadores y, como ya lo sabía, ahí se encontraban Marth y Ike esperándome sentados en uno de los sillones.

Lamento mucho el retraso —me disculpe haciendo una pequeña reverencia.

Ahí Zelda, siempre llegando tarde— dijo Ike poniéndose de pie, a cada rato me recordaba lo impuntual que soy.

No le hagas caso, princesa, acabamos de llegar— me dijo Marth con su formalidad de siempre al mismo tiempo que se levantaba del sillón. —¿Empezamos a entrenar ya? —

Está bien— asentí mientras los 3 nos acercábamos a la pantalla donde se mostraban muchos mundos diferentes. — ¿A quién le toca elegir esta vez?—

Me parece que a ti, Zelda— me dijo Marth con una de sus ya muy conocidas sonrisas.

Ehm…Ok— Miré la pantalla para elegir donde pelearíamos, a veces no me gustaba elegir porque, para ser sincera, soy muy indecisa. —Ahm… ¿Les parece bien si escojo el ¨Campo de batalla¨? – pregunté un poco insegura.

Suena bien— dijo Marth. — ¿Verdad, Ike?—

Pues ya que— dijo el mercenario y acto seguido Marth le dio un codazo haciendo que Ike haga un mueca de dolor. Suspire aliviada, les había agrado mi idea, bueno al menos a uno. Toqué la pantalla para elegir el ¨Campo de batalla¨, la pantalla era táctil. Así, nos dirigimos a los teletransportadores que solo contaban con una base de metal pegaba al piso y otra flotando arriba. Los 3 subimos a 3 de los 4 teletransportadores y de inmediato una luz azul brillo haciéndonos desaparecer de ahí.

Habían pasado 2 largas horas desde que empezamos a entrenar dando las 8 de la noche. Marth, Ike y yo nos reaparecimos en el salón que anteriormente nos encontrábamos, los 3 estábamos sumamente cansados, apenas habíamos cambiado el tiempo de nuestro entrenamiento de 1 hora a 2 horas, sin ningún tipo de descanso. Los más afectados éramos Marth y yo, ya que Ike era más fuerte que nosotros, en cuanto a resistencia física se refiere.

Has….mejorado mucho— El príncipe me alagó, con algo de cansancio en su voz.

Pues tu no te quedas atrás— le respondí de la misma manera.

Por favor— intervino Ike— aun les falta mucho para mejorar, aunque admito que esta vez no se dejaron vencer tan fácilmente— dijo el mercenario. —Oigan… ¿No tienen hambre?

Claro, estoy hambriento— dijo Marth.

Ya somos tres— comenté

¿Qué les parece si nos vamos a duchar y nos vemos en el comedor para cenar… claro a menos que Zelda…— hay no…sabía perfectamente lo que iban a decir…sus rostros lo decían todo y mas el de Ike, lo sabía porque siempre hacían lo mismo.

—… quiera pasar la noche con Link — dijeron los 2 al unisonó con miradas y sonrisas pervertidas. Por las diosas, solo decía que tenía cosas que hacer con Link y pensaban "cosas indebidas". Me sonroje mucho y mire hacia otro lado.

Ahm…n-no…no tengo nad-da que hacer con el, pervertidos – tartamudee. —Estos últimos días ha estado muy ocupado que no hemos podido pasar tiempos juntos—argumenté algo afligida agachando mi cabeza, cosa que hizo que Marth cambiara su expresión a preocupada, se me acerco y me puso su mano en mi hombro.

No te preocupes…de seguro debe tener una buena razón para estar ocupado— me dijo Marth con una sonrisa tratando de que me alegrara un poco.

Bueno será mejor que nos vayamos, no quiero llegar tarde a la cena— dijo el mercenario empezando a caminar y al instante Marth y yo lo seguimos. Ellos siempre me acompañaban a mi habitación después de algún entrenamiento porque, según Marth, era descortés si no lo hacían, al menos eso pensaba Marth.

Salimos por las nuevas puertas que había instalado Master Hand, estas eran de metal y se abrían solas al "sentir" cuando alguien iba a pasar, en pocas palabras eran automáticas, se abrían de izquierda a derecha. Master Hand nos había comentado que quería modernizar más la mansión, o algo así. Subimos las escaleras que conducían a los pasillos donde se encontraban las habitaciones. Los 3 no habíamos dicho palabra alguna desde que salimos de los dormitorios, solo cuando nos cruzábamos con algún otro compañero y lo saludábamos. Por fin habíamos llegado a mi habitación, ya eran pasadas de las 8 y no quería llegar tarde a la cena que se servía a las 9 en punto. Siempre tenemos que llegar puntuales para cualquier comida, ya que la comida siempre se acaba muy rápido.

Te estaremos esperando en el comedor para guardarte un asiento— dijo amablemente el príncipe.

Y procura no tardarte—dijo Ike en tono de reproche haciendo énfasis en esas palabras, como siempre lo hacía —Bueno, los veo en la cena— dicho esto, Ike se dirigió a su habitación. Marth aun estaba ahí, creo yo que estaba esperando a que Ike se fuera

Ahm…perdón que lo pregunte pero… ¿No te sentaras con Link para cenar?— dijo Marth. Esa pregunta me hizo dudar un poco, la verdad es que ni yo lo sabía, la última vez que me senté al lado de Link para cenar fue hace aproximadamente un mes, porque, o se la pasaba platicando con Pit o Roy; o a veces no se presentaba a cenar.

Pues la verdad no se…— el tono de tristeza era evidente en mi voz— no nos hemos hablado tan seguido.

Bueno de todos modos, te sientes o no te sientes con Link, te estaremos guardando un lugar ¿De acuerdo?— me dijo Marth sonriéndome.

Te lo agradezco.

Ya me tengo que retirar, Hasta pronto Zelda— dijo Marth con una pequeña reverencia y se fue. Su habitación no estaba tan lejos de la mía, lo gracioso es que los tres dormíamos en el mismo pasillo. En la primera habitación dormía Marth, luego el segundo era Ike, la tercera era Samus y la ultima era yo, a veces pienso que estábamos destinados a ser amigos.

Me dispuse a entrar a mi alcoba, las puertas eran las mismas, de metal y automáticas, la única diferencia es que cada smasher tenía un código de su propia invención para que la puerta se pudiera abrir. Entre a mi habitación y me fui directamente al baño porque de verdad me hacía falta uno. Cuando salí mire mi reloj de mi mesa de noche que marcaban las 8:35 p.m.; me seque rápido y me puse crema en todo el cuerpo, como decía mi madre: "Una piel hidratada es una piel feliz". Después, me dirigí a mi closet para ponerme algo cómodo, unos pantalones de mezclilla, una blusa con manga a mitad del brazo color morada, estábamos a mitad de diciembre pero de todos modos había calefacción en la mansión, y mis clásicas botas de combate, lo que me gustaba de esta mansión era que Máster Hand nos dio permiso de que, cuando no estábamos combatiendo, podíamos ponernos lo que queramos, pero eso sí, cuando eran días de competencia, entrenamiento o cualquier otra cosa nos teníamos que poner nuestros típicos ¨trajes de combate¨. Total, me vestí y me peine, ya eran las 8:58. Salí rápido de mi habitación caminando un poco rápido casi trotando, baje las escaleras y al fin llegué al comedor.

El comedor era grande, consistía de una gran mesa larga de color café chocolate oscuro. Las sillas eran del mismo color pero el respaldo estaba ligeramente arqueado y con asiento de color blanco perla y había un enorme candil de oro colgando del techo. Ahí se encontraban ya todos apenas tomando asiento, busque con mi mirada a mi novio Link y lo encontré, estaba vestido con un pantalón de mezclilla, una camisa verde y su queridos converse, le encantaban esos tenis, de verdad que se veía tan guapo, estaba sentándose en la 5° silla de una de las orillas y me di cuenta que había un asiento vacío a su lado derecho. Tenía planeado ir a sentarme a su lado hasta que llego y se sentó… ¿Peach? ¿Qué demo… digo… ¿Qué hacia Peach sentada al lado de Link? Era rarísimo que Peach se sentara al lado de Link, me di cuenta de que cuando se sentó Link le dedicó una sonrisa la cual fue correspondía por la rubia.

Me trate de tranquilizar, solo fue una simple sonrisa, solía llegar a ser un poco celosa… de vez en cuando.

En eso volteé y vi a Ike y Marth sentados casi hasta el otro extremo de la mesa. Marth me saludaba con la mano en alto indicándome que me sentara aun lado de él. Me dirigí hacia Marth, estaba vestido con un pantalón de mezclilla y unas botas como el de su traje de príncipe, su diadema y una camisa manga larga de color azul. Nos sentamos en el otro extremo del otro lado de la mesa, las únicas sillas que estaban vacías eran la de las cabeceras ya que solo eran usadas por Crazy Hand y Máster Hand cuando se les daba la gana presentarse. Y así, todos se sentaron y comenzaron a degustar la cena.

Todos estaban riendo y comiendo a excepción mía, solo charlaba un poco con Marth y me la pasaba mirando a Link y a Peach, no es que tuviera algo de malo en que conversaran, era solo que esos 2 no se habían quitado los ojos de encima en TODA la cena. Peach lucia muy bonita, traía una falda negra de cuadros muy pero muy corta que dejaba poco a la imaginación, unas mallas o calzas también de color negro, unas botas de peluche color kaki y una blusa de manga larga rosa claro con un estampado de su famoso ¨honguito¨ que dejaba ver un poco el abdomen. Era típico de Peach que se vistiera a la moda y a veces un poco descarada, a sabiendas de que somos pocas las mujeres en esta mansión y la mayoría eran hombres.

Zelda— me llamó Marth con un tono bajo pero audible para mi… aunque no le respondí porque pensaba en otras cosas. — ¿Zelda? — me llamó interrogativo Marth por segunda vez pero yo estaba concentrada observando que hacían esos 2. — Zelda— me llamó por tercera vez pero ahora me toco por el hombro y me movió delicadamente.

¿Eh?

Te hable más de tres veces y no contestabas— Aclaró, haciéndome sentir algo avergonzada.

Ah…Lo siento… estaba…— "estaba vigilando a Peach y a Link porque soy una celosa compulsiva y maniática"—…distraída— dije tristemente jugando con mi comida con el tenedor, estábamos cenando pollo con arroz.

Casi no has tocado tu comida— hizo notar Marth, señalando mi plato.

No seas idiota Marth, ¿Acaso no te das cuenta de lo que le está pasando a Zelda?— intervino mi amigo el mercenario, estaba vestido de pantalón de mezclilla, camisa de vestir roja, zapatos negros y su muy conocida cinta azul marino amarrada en la frente.

¿A qué te refieres con eso, Ike?—preguntó el príncipe, al parecer Marth no se había dando cuenta de nada aún, no digo que Marth no sea inteligente, es solo que él es muy inocente.

Hay Marth, tan ingenuo como siempre— dijo el mercenario cruzado de brazos moviendo la cabeza en forma negativa. —Es obvio que Zelda está así porque al parecer cierta rubia esta platicando animadamente con cierta persona de ropajes verdes—Ike hizo un movimiento con su cabeza señalando a Link y a Peach. Marth lo siguió con la mirada y observaba como esos dos estaban conversando felizmente.

Ya veo— analizó— Pero Zelda— volteó a verme— Solo es una alegre charla, no creo que estén planeando nada malo.

Agradecía las intenciones de Marth por tratar de subirme el ánimo, pero aun seguí triste. Hasta se me habían quitado las ganas de comer. Lo único que quería en esos momentos era irme de una buena vez a dormir, ya era tarde, eran como las 10 de la noche. La mayoría ya se había ido, los únicos que quedaban eran Wario, Kirby y Yoshi, los que… gustaban de comer algunas cantidades fuera de lo normal.

Link se había levantado de su asiento para ayudar a Peach moviendo su silla hacia atrá…

¿Qué?

Apreté muy fuerte el tenedor. Al hablar de caballerosidad, Link no era un experto que digamos. A mí nunca me había sacado la silla para que yo me pudiera levantar.

Lose, lo admito, si me dan celos. Aunque esa no es la peor parte. Algo me decía que no habían notado mi presencia en el transcurso de la cena, ya ni porque Link era mi novio y Peach una de mis mejores amigas. Ok, esto ya me estaba dando una mala espina y estaba dispuesta a averiguar qué diablos estaba pasando entre esos dos.

Me retiro— dije secamente mientras me levanta de la mesa, recogía mi plato y lo llevaba a la cocina.

Te acompaño— Se levantó Marth de igual manera recogiendo su plato siguiéndome. Ike hizo lo mismo.

Los tres fuimos a la cocina y dejamos nuestros platos en el fregadero, bueno al menos yo no, yo fui a la alacena y saque papel aluminio para en volver mi cena y meterla al refrigerador. Salimos del comedor y nos dirigimos a las escaleras, yo iba con la cabeza gacha y sin ánimos, en medio de Ike y de Marth, casi como si trataran de protegerme. Aun faltaba un buen tramo para llegar a nuestro pasillo donde nosotros dormíamos.

No tienes que estar tan triste Zelda, ya verás que todo se arreglara— me animaba Marth —Cuando tengas tiempo habla con Link, estoy seguro de que él te escuchara— dijo animosamente.

¡Esperen!— susurró alarmado Ike poniéndonos una brazo enfrente de nosotros impiendo el paso y pegándonos en la pared. —No hablen muy fuerte

¿Qué está pasando?— le susurre a Ike tocando su brazo y juraría, a pesar de que estábamos un poco a oscuras, que al hacer eso Ike se sonrojo.

!Ssshhhh!— dijo un sonrojado Ike empezándose a asomar hacia pasillo que yo conocía bastante bien, era el pasillo donde estaba la habitación de Link. —Ahí mierda…— susurro Ike.

¿Qué sucede? — pregunto Marth quitando el brazo de Ike agachándose para poder mirar, y yo no me quede atrás, también hice lo mismo. Cuando asome la mitad de mi cara no lo podía creer…

Me quede en shock.

Estaban Link y Peach abrazados… besándose.

En ese momento sentí que todas mis fuerzas me abandonaban. Juraría que me estaba hiperventilando. Quería salir corriendo de ahí, pero mi cuerpo no respondía. Era como si quisiera seguir mirando. Esos 2 parecían que se estaban comiendo y creo que hasta vi como se pasaban las lenguas. En eso empezaron a hablar en voz baja. No fue una dificultad para mí el oír, como soy una hylian mis orejas pueden oír lo triple de una oreja normal. Entonces se preguntaran ¿Cómo es que Link también es un hylian y no nos había oído? Sencillo: a pesar de ser el dichoso "Héroe del tiempo", era muy distraído.

"Sería mejor que entráramos a mi habitación… "

—"Pero ¿Y si alguien no escucha?... ¿Qué tal si llega Zelda? "

Vaya, que desgraciada, estaba con mi novio sabiendo que Link esta… bueno, estaba conmigo.

—"No te preocupes…ella no sospecha de nada…Es muy ingenua. Ahora entremos ¿O quieres que también Mario descubra que estás conmigo?"

—"No, claro que no. Tienes razón"

Después de eso, sus sombras iban perdiendo magnitud, al observar como entraban a la habitación de Link.

No…

Ahora lo comprendía todo. El porque ya no me hablaba. El porque me evadía. Link me estaba siendo infiel, y para colmo con mí supuesta ¨amiga¨ Peach. Las palabras de Link me habían herido mucho. Sin embargo, no solté ni una lágrima, pero sabía que no tardaría mucho en romper el llanto.

Me levante muy rápido y me pegue contra la pared. Estaba con la cabeza gacha y a punto de que se me aguaran los ojos, como lo predije. No obstante, tenía que ser fuerte. No podía dejar que me vieran llorar.

Zelda… — sentí como Marth me tomaba de los hombros —Lo… lo siento mucho… — podía percibir tristeza en su voz.

Esto no puede estar pasando…

Zelda… ¿Te encuentras bien? —preguntó el mercenario, mas no les respondí a ninguno de los 2.

Me separé rápidamente de ellos. Ninguno de nosotros dijo absolutamente nada, Marth e Ike estaban sorprendidos.

Podía sentirlo.

Y entonces use el Viento de Faroe y desparecí de ahí.

Simplemente no puedo y no quiero creerlo…

.

.

.

.

.

.


Bien, esta versión está editada. Muchas cosas las deje, y otras las cambie.

¿Por qué?

En primera, ahora que estoy de vacaciones de diciembre, quise aprovechar para leer mis fics y editarlos… radicalmente.

Segunda, antes no escribía tan bien. Claro, sigo sin escribir bien…, pero a lo que me refiero es que ya sé cómo escribir con algo más de coherencia y con algo más de vocabulario.

Tercera, cuando releí este capítulo…

La verdad es que me dio pena ajena. Tenía, no errores, HORRORES de ortografía. Además, unas cosas las escribí a lo idiota y otras no sé ni porque rayos estaban ahí.

Total, creo que editando los capítulos se le hará más fácil entender la trama del fic, y en parte a mí para poder ver como continuar la historia.

Rezo por seguir teniendo lectores…

Que pasen bonito día, tarde o noche.

Su servidora: Zeldi-chan de hyuuga n_n