Con este fantasmal fic he procurado reavivar el espíritu de una idea sin que provocara en mis lectores malestar consigo mismos, con los otros, con la temporada ni conmigo. Ojala encante sus hogares y nadie sienta deseos de verle desaparecer

Su fiel amiga y servidora. Ana-List.
Diciembre de 2014


EL FANTASMA DE HOTCHNER

Hotchner estaba muerto. Eso para empezar. Los médicos, su abogado y sus dos hijos podían atestiguarlo. El cáncer se lo había llevado hacía décadas. No había ninguna duda: Thomas Hotchner estaba muerto. Es preciso recordarlo, de otra manera, no habría nada prodigioso en esta historia.

Aaron Hotchner se encontraba en su despacho trabajando incesantemente. Siempre serio, siempre estoico. Desde la muerte de su esposa, la sonrisa había desaparecido del rostro de Hotch. Había intentado rehacer su vida, desde luego que lo había intentado, pero sin Haley ya nada era lo mismo. La echaba de menos, especialmente en Navidad. A Haley le encantaba esa época del año: su carácter jovial era pegadizo, se emocionaba ante las tradiciones, le encantaba decorar el abeto y hacer galletas. Unas galletas horribles, pero que además de masa poco cocida y demasiada canela, rebosaban espíritu navideño.

Era algo que se había perdido en su casa. Jessica le preguntaba porque no ponía el árbol o hacía galletas con su hijo Jack.

-La Navidad es una tontería. -¿Feliz Navidad? ¿Qué derecho tenía él a ser feliz después de lo de Foyet?

Los casos se amontonaban en esa época y tenían que acabar el papeleo. Sus compañeros hacían lo propio al otro lado del ventanal. Por culpa del papeleo extra y los últimos casos que habían llegado, ni siquiera Morgan y Reid habían podido viajar a sus ciudades natales con sus familias.

Dave entró en su despacho.

-Ya es hora de irse, Aaron.

-Yo me quedaré un rato. –Su amigo puso expresión de disgusto.

-Pero esta noche es Noche Buena. –"Como si no me lo recordarais todos constantemente" pensó cansado.

-Tengo demasiado trabajo.

-Ya lo acabarás en otro momento. Mañana montaré una comida en casa, ya que Morgan y Reid se tienen que quedar en la ciudad prefiero que no estén solos. García también se vendrá y JJ intentará pasarse con Will y Henry. ¿Te apuntas? Puedes venir con Jack…

-Ya veremos.

-¡Oh vamos, Aaron! ¡Vive un poco! –Exclamó el mayor.

-He dicho que lo pensaré. –Le cortó tajante. Dave sabía perfectamente que no le gustaba la Navidad.

-Está bien. –Dijo alzando las manos derrotado. –No tardes en irte. Que tengas una Feliz Navidad. –Se despidió con una sonrisa triste. Hotch simplemente asintió.

La oficina se había quedado completamente vacía salvo por él. Le dolía la cabeza, llevaba demasiado tiempo sin dormir y estaba agotado. Tenía la vista cansada y los párpados le pesaban. Se recostó en el sofá para descansar un momento pensando en que quizás debería volver a casa, pero no se sentía con fuerzas para conducir. Tras unos minutos el silencio lo rompió un golpe en su puerta. Hotch miró extrañado en dirección al golpe "Ha sido mi imaginación". Tres toques volvieron a sonar, haciendo que se incorporara.

-Adelante. –Nada pasó. Hotch frunció el ceño, confuso, y se apresuró a abrir la puerta.

Ahí estaba, parado frente a él, con su toga de abogado, sus gafas y su pelo moreno, peinado hacia atrás. Su rostro no había cambiado desde la última vez que le vio. Tendría su misma edad, prácticamente era como ver un reflejo. "Pero no puede ser…"

Cualquier color que hubiera en la cara de Hotch hasta ese momento desapareció. Dio un paso hacia atrás nervioso.

-¿Quién eres tú? –El otro hombre sonrió con arrogancia entrando al despacho.

-Pregunta mejor quien fui. -"Tocapelotas"

-Voy a picar. –Dijo frotándose el puente de la nariz. -¿Quién fuiste?
-En otra vida fui tu padre, Thomas Hotchner. –Hotch miró fuera de su despacho.

-¿Esto es cosa de Dave? -"Como me entere quien está detrás de esto le encerraré con Strauss en la misma habitación para que sepa lo que es el sufrimiento…"

-Ah, no. –Dijo con un gesto de la mano para restarle importancia. –Dave no tiene nada que ver. ¿Cómo te trata la vida?

-¿Entonces insinúas que eres un espíritu? –Preguntó con recelo.

-No lo insinúo, lo aseguro. –"Es él o la broma mejor elaborada de la historia" Hotch intentó agarrarle pero al hacerlo su mano le atravesó.

-¿Pero qué coj…?

-¡Aaron! ¡Cuida tus palabras! – Hotch le miró boquiabierto "Mierda, que es él"

-Perdón. –Trató de calmarse hasta que una idea se le vino a la cabeza. -¡Ya está! Seguro que he confundido mi café con el de García… –Dijo mirándose las manos.

-¿Piensas que estas drogado? Creí que no habías vuelto a tomar drogas desde que te pillé fumando porros a los 17. –Hotch abrió la boca perplejo. ¿Cómo sabía eso? El castigo había sido horrible: escuchar durante cuatro horas seguidas la canción en bucle de emDisco Duck/em de Rick Dees. Hotch pensó en lo cerca que había estado de sufrir una embolia. Una hora más y posiblemente habría colapsado o se habría suicidado tragándose un calcetín.

-Entonces dime, padre. ¿Qué haces aquí? -Preguntó con cautela.

-Vengo a anunciarte que esta noche se te aparecerán tres fantasmas.

-¿Contándote a ti?

-¿Acaso yo he sido anunciado? –"Eso hubiese sido propio de ti"

-¿Y para qué van a visitarme tres fantasmas?

-Sin esas visitas, no tendrás esperanza de evitar un destino como el mío. Ya es hora de que me vaya, el primer fantasma no tardará en venir.

-¿Y por qué no me visitan los tres juntos? Así acabaríamos antes con todo esto… -Preguntó atravesando una y otra vez con su mano la espalda del que decía ser su padre. "La droga de García es muy buena… Seguro que la ha sacado de antivicio…"

El fantasma se giró y vio lo que estaba haciendo. Hotch trató de disimular sin éxito.

-¿Te gustaría a ti que te atravesara una y otra vez? –Empezó a atravesarle la cabeza y el estómago reiteradamente. Era una sensación extraña, Hotch no sabía si reírse o salir corriendo.

-Perdón.

-Bueno, Aaron. Pórtate bien.

-Dime una cosa. –El fantasma le miró de nuevo. -¿Qué tal está mamá?

-Oh créeme, el cielo se hace pequeño con esa mujer pululando por ahí… –Espero tardar mucho en volver a verte.

Hotch vio como el fantasma atravesaba la ventana.

-Esto es una completa locura…