Disclaimer: Soy Hajime Isayama y quiero confesar que esto va a ocurrir en una historia de reencarnación... (?) No, pero ojalá XD


Advertencias: OoC (DX), AU.


Dedicado a MikaOnlyFuckYUU
Nota:
Espero que te guste linda :') Sino, me lo dices, ¿vale? n.n ¡Con mucho cariño~! ¡Gracias por todo! :''D


Sinceridad infantil

Los niños tienden a ser muy sinceros, por eso Carla se encontraba ahora con los ojos abiertos como platos por la vergüenza, y el shock.

Mientras que Levi de quince años estaba pasmado en su lugar, rojo cual tomate con el té a medio beber, la taza aún en sus manos a mitad de camino de sus labios.

Eren, su pequeño niño de ocho años, sonreía con inocencia pero con un toque de malicia en sus ojos.

—…¿Qué dijiste Eren?—preguntó con un hilo de voz Levi, tal vez pensando que ese pequeño mocoso había dicho otra cosa y él solo había entendido mal…

—Que tu trasero es lindo, Levi-san—volvió a repetir con total seguridad.

Levi apretó la taza que sostenía en su mano. Su paciencia se había acabado. Se giró hacia Eren lentamente, tratando de intimarlo, pero el pequeño ni se inmutó.

Eren lo miró de arriba hacia abajo con intensidad, bajo la atenta mirada de varios pares de ojos.

—Ahora que lo pienso mejor, todo en usted es caliente, Levi-san.

A Levi le dio un tic en una de sus finas cejas.

—Ahora verás mocoso—y comenzó a corretearlo por toda la casa con la escoba que había tomado de por allí cerca, gritándole algunas groserías al niño.

Mientras, en la cocina, una pelinegra se reía entre dientes, al tiempo que su amiga castaña se moría de la vergüenza por el comportamiento de su hijo.

—…Pobre de mi Levi cuando Eren sea grande. Supongo que debemos preparar la boda desde ahora...—sonrió Krushel, bebiendo de su té.

—Eso no lo dudes—aseguró Carla abanicándose con una mano.

La castaña rió cuando se le pasó la vergüenza, escuchando los insultos ariscos de Levi de fondo y las réplicas de su hijo no hacían más que avivar las llamas del problema… En especial ese; ''¡Pero Levi-san, usted será mi linda esposa!", seguido de un rugido por parte de su ahijado; ''¡Soy hombre subnormal!''… Definitivamente la pareja perfecta para su pequeño.

—¿Crees que a mi Levi le siente bien un vestido con bordados…?

—Y con un delicado velo cayéndole sobre la cara…

—¡Qué soy hombre, por Zeus!—se escuchó el grito de protesta de Levi provenir de la sala.

—¡Yo pienso que te verías hermoso!

—¡Tú cállate mocoso pervertido! ¡A ti nadie te pidió tu opinión! ¡Ahora muere!

Carla y Krushel solo rieron y sonrieron cómplices… La pelinegra ya tenía la idea del vestido, y la castaña el lugar y la decoración de la boda.

Ahora solo faltaba que pasaran los años.

FIN


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