Summary: UA.Después de que su planeta fuera purgado y conquistado, Bulma fue capturada y llevada a la base principal de Freezer, quien decidió que ella era el regalo ideal para los monos y sin saber que ella seria quien los ayudaría en sus planes para destruirlo.
Disclaimer: Los personajes de Dragón Ball Z no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama
Nota: Estoy de nuevo por estos lares trayéndoles mi segunda historia de DBZ, esta vez un universo alterno, espero que le den la oportunidad y la lean, se los agradecería mucho.
Casi todos los lugares y personajes son del anime, me tome la molestia de buscar nombres y personajes para adaptarlos a la historia porque quería que la historia fuera un poco más realista al tener personajes que en verdad fueron creados para DBZ, excepto Fasha (personaje que conocerán más adelante) que aunque su nombre pertenece a una de las aliadas de Bardock, mi personaje no tiene nada que ver con ella, simplemente tome su nombre prestado, si desean pueden buscar los nombres en internet para hacerse una mejor idea de la historia.
Bueno, eso es todo, espero que les guste, las dejo con la historia.
INEVITABLE DESTINO
By. Yurika Cullen
Capitulo Uno
-.-
Estaba siendo atendida por un extraño hombre verde con cabeza de cocodrilo y aliento asqueroso, me estaba peinando el cabello y curando algunas pocas heridas en mi rostro y brazos, mientras escogía un vestido adecuado para mí entre decenas y decenas que tenía guardado en un gigante armario. No era la única mujer de la sala, habían muchas más, pero solo una era de mi misma especie, las demás eran mujeres de otros planetas y otras razas que no conocía, aunque todas estábamos en la misma situación. Todas éramos esclavas.
Mi hogar al igual que el de ellas había sido destruido por las elites de Freezer, todos nuestros planetas de nacimiento habían sido purgados y explotados o en algunos casos vendidos a quien sabe que demente comprador. El punto era que de la Tierra, mi planeta natal, solo quedábamos dos sobrevivientes, solo dos, de millones y millones de habitantes, solo habíamos quedado Milk y yo. Los hombres habían sido aniquilados en su totalidad cuando habían invadido la Tierra y las pocas mujeres que habíamos sobrevivido habíamos sido capturadas en una nave espacial desconociendo completamente el rumbo y nuestro futuro destino.
Durante el viaje que tardo unos cuantos días la mayoría tampoco habían sobrevivido, algunas habían muerto a causa de sus heridas mal atendidas y a otras las habían asesinado, pero casi a todas las habían violado, Milk y yo habíamos tenido suerte hasta ahora y habíamos podido llegar a nuestro fatal destino con apenas algunos rasguños, toda una hazaña si nos comparábamos con las demás. Pero no duraría demasiado pues en estos momentos ambas estábamos siendo preparadas para ser presentadas ante el "gran" Freezer y servirle a él y a sus hombres como rameras.
Cuando al parecer mi apariencia ya estaba aceptable el hombre verde me había hecho levantar de mi asiento y me había enviado al salón contiguo junto a las que ya estaban listas para el sufrimiento. De inmediato busque a Milk pues ambas habíamos hecho algo parecido a una amistad durante el viaje, tal vez se debía a que éramos las últimas de nuestra especie o al hecho de compartir esta calamidad, pero la chica me caía demasiado bien, y al parecer la simpatía era mutua.
—¡Bulma!— me llamo ella desde una esquina, claramente se notaba lo nerviosa que estaba, temblaba desconsolada —Tengo mucho miedo— dijo abrazándome, yo respondí el abrazo
—Tranquila Milk, debes tranquilizarte, no debes demostrarles tu temor o disfrutaran mas— ella me miro con esos inocentes ojos negros —¿Prométeme que sin importar lo que te hagan, no vas a llorar ni a suplicar?— ella asintió
En el transcurso del viaje había podido comprobar que a estos malditos asesinos lo que más les gustaba era ver a sus víctimas sufrir, mientras más lloraran, gritaran y suplicaran por su vida o su muerte, mas les alargaban el sufrimiento, cuando las violaban, las golpeaban una y otra vez para escucharlas gemir por piedad, pero siempre se les era negada, así que le había dicho a Milk que disimulara un poco frente a ellos, simplemente ignorarlos y no prestarles tanta atención, tratar de aparentar que no la intimidaban demasiado y entonces ellos no disfrutarían con su muerte o por lo menos haciéndola sufrir antes de morir. No era necesario que se viera arrogante, pero por lo menos que no la vieran consumiéndose en sus lágrimas.
Aunque era difícil, yo misma me estaba muriendo de miedo, estaba completamente aterrorizada, nunca había podido imaginar que existieran seres tan despreciables y malvados, nunca había visto tanta crueldad, mi propia familia y mis amigos habían sido asesinados ante mis ojos, aniquilados y hechos polvo sin esfuerzo y sin piedad, pero intentaba disimular un poco ante Milk pues no quería ponerla más nerviosa de lo que estaba. La pobre chica estaba llena de terror ante la idea de ser prostituida a sus dieciséis años y más aun siendo virgen, ella había sido criada en el campo y era bastante inocente para su edad y tenía una idea muy conservadora sobre las relaciones sexuales. Por mi parte a mis dieciocho años tampoco tenía experiencia, había intentado estar dos veces con mi ex novio Yamcha y al final me había acobardado y había salido huyendo, luego me había enterado que me engañaba así que termine con él, y después de que terminamos no había querido estar con nadie más, así que los últimos dos años había estado dedicándome plenamente a mis estudios y a las investigaciones de mi padre, y me arrepentía de ello, de no haber intentado tener otra relación, pues ahora ya no podría tener la oportunidad de estar con una persona que en verdad me valore y me ame, ahora ya no podría tener una vida nunca más.
Después de media hora el hombre verde apareció y nos ordeno guardar silencio y formar una fila pues el tal Freezer estaba por llegar, Milk tomo mi mano y la apretó con fuerza buscando consuelo, yo correspondí su acción y cuando la puerta por fin se abrió nos soltamos. Un extraño ser de color rosa y purpura con grandes cuernos apareció flotando en una especie de mini nave, a sus lados habían dos criaturas mas, un asqueroso gordo de color rosa y otro más parecido a un humano pero de un color verde claro, sus acompañantes caminaban con actitud de matones y con toda la clara intención de intimidarnos, el que debía ser Freezer por su parte estaba tan serio e inexpresivo como una lagartija.
Freezer se acerco al hombre verde y hablaron sobre nuestras razas, capacidades y todo tipo de información sobre nosotras, después de que recibió un resumen del lugar donde proveníamos todas, Freezer empezó a evaluarnos una por una y a designar que labor haríamos. Algunas chicas suspiraron aliviadas al ver que gracias a su fuerza o apariencia eran enviadas a realizar diversas labores y no a los prostíbulos, Milk tembló a mi lado y pude deducir que estaba rezando porque la enviaran a hacer cualquier cosa antes que prostituirse, pero se enderezo rápidamente pues después de enviar a las chicas que estaban a mi derecha a labores de cocina llego nuestro turno de ser evaluadas.
—Vaya, vaya, mira nada más que tenemos aquí— dijo Freezer mirándonos atentamente, un escalofrió me recorrió el cuerpo cuando su fría mirada se poso sobre mí, por un momento me quede paralizada al ver cuánto terror infundía su sola presencia, Milk por su parte pareció olvidar lo que me prometió pues empezó a temblar aterrada —estas dos son muy parecidas a nuestro grupo de monos preferido— sus guardias empezaron a reír —creo que serian un muy buen regalo—
—¿Piensa enviárselas a Vegeta, gran Freezer?— pregunto el gordo
—Tal vez— dijo sonriendo, de nuevo sentí la piel ponérseme de gallina con solo ver sus afilados dientes
—¿No cree que está siendo demasiado generoso?— ahora fue el turno del hombre verde, Freezer se quedo pensando unos segundos mientras continuaba examinándonos, al final volvió a hablar
—Por supuesto que lo estoy siendo Zarbon— volvió a sonreír —quiero que hagas exactamente eso Malaka— le dijo al hombre verde —llévaselas a los monos y dile a Vegeta que debe tenerlas con ellos hasta tiempo indefinido— el tal Zarbon frunció el ceño
—Disculpe que pregunte gran Freezer, pero ¿Por qué esta ordenando algo así?— Freezer de nuevo sonrió
—Solo estoy molestando al pequeño principito, últimamente he estado aburrido y sabes tan bien como yo lo mucho que le molestan las mujeres a Vegeta, y lo mucho que Raditz y Nappa las adoran, un poco de emoción les vendrá bien, tal vez terminen matándose entre ellos y me ahorren la molestia de hacerlo yo mismo, además de paso me dan algo de diversión— ambos guardias rieron —¡¿Qué esperas Malaka? ¡Hazlo!— dijo ahora molesto
—Muy bien señor Freezer de inmediato las enviare con Vegeta— contesto Malaka temblando de terror, hizo una señal a dos guardias más que estaban en la puerta y les dio la orden de enviarnos con los monos, Freezer por su parte continuo evaluando a las demás mujeres
Milk y yo estábamos siendo conducidas por los largos pasillos de la base de Freezer, ambas íbamos tomadas de las manos y en completo silencio a la espera de nuestro próximo paradero, me aterraba pensar en quienes eran los seres con los que íbamos para que los llamaran "monos" ¿Tendrían en verdad apariencia de primates? ¡Dios las cosas se iba a poner horribles de ser así!
Los hombres que nos escoltaban se detuvieron frente a una puerta blanca y después de marcar un código en el panel que estaba en la pared la puerta se abrió, con poca delicadeza fuimos empujadas dentro. En la habitación había un grupo de cuatro hombres con apariencia muy similar a la nuestra, no parecían primates para nada, eso por lo menos seria un alivio, sus ojos de inmediato se fijaron en nosotras y nos detallaron de arriba abajo, al parecer estaban sorprendidos con nuestra similitud, uno de ellos se levanto de su asiento y se cruzo de brazos con expresión molesta.
—¿Me pueden explicar para qué demonios nos reunieron aquí?— pregunto el más bajito de todos con un tono autoritario, no debía tener más de veinte años, en realidad todos se veían jóvenes, el que mayor edad aparentaba podía calcularle unos veintisiete o veintiocho años
—El gran Freezer les envía a estas dos mujeres como regalo— empezó uno de los guardias —además dejo claro que deben quedarse aquí tiempo indefinido—
—¡¿Aquí?— exclamo el que parecía más joven de todos
—Si señor Kakarotto, deben quedarse aquí con ustedes—
—¡Deben estar bromeando!— se volvió a quejar el bajito
—Por supuesto que no señor Vegeta, y deben estar muy contentos con la gran muestra de generosidad del gran Freezer, las mujeres además de ser similares en apariencia a ustedes, son vírgenes, Malaka ya les hizo los estudios correspondientes para dejar claro que están sanas— hablo el otro guardia, los cuatro hombres guardaron silencio —así que si nos permite señor Vegeta nos retiramos— ambos guardias hicieron una reverencia y se marcharon dejándonos solas
—¡No puedo creer la suerte tan grande que tenemos!— grito emocionado uno de cabello largo cuando los guardias se fueron, nos miro de arriba abajo y se relamió los labios mientras nos devorada con la mirada, instintivamente Milk se escondió en mi espalda, en cualquier momento la chica se largaría a llorar
—¡Pido ser el primero en usarlas!— exclamó el más grande de todos —soy el mayor así que tengo prioridad—
—No seas imbécil Nappa— le respondió el peli largo —que seas el mayor no importa para nada, lo echaremos a la suerte y después veremos quién se las queda primero, además…—
—¡Silencio!— exclamo el bajito, de inmediato los dos hombres guardaron silencio, al parecer era el que daba las órdenes —nadie va a ser el primero en nada, pues nadie va a usarlas— yo lo mire sorprendida y algo esperanzada ¿Sería verdad? ¿No nos violarían?
—¡Debes estar loco Vegeta! ¿Por qué demonios no lo haríamos? Hace muchos años que no veía una especie tan similar a la nuestra, no podemos desaprovechar la oportunidad— se volvió a quejar el peli largo
—Primero que todo Raditz, porque yo te lo estoy ordenando, segundo porque de ninguna manera pretendo caer en los juegos de Freezer, algo debe estar tramando para portarse tan "generoso" con nosotros, todos sabemos bien que nos odia, así que deja de pensar con la entre pierna y usa un poco la cabeza, aunque dudo que haya algún cerebro ahí adentro— gruño
—Creo que exageras Vegeta, ¿Qué puede pretender hacer Freezer con dos rameras? No veo porque no podamos disfrutarlas un poco— dijo el tal Nappa y se acerco hacia nosotras, tome fuertemente la mano de Milk y retrocedí un paso, pero antes de que pudiera si quiera tocarnos el más joven de todos y quien había permanecido todo el tiempo en silencio se interpuso
—Basta Nappa— dijo en tono molesto
—¿Y ahora qué demonios te pasa Kakarotto, no me digas que piensas como Vegeta?— él asintió
—Vegeta tiene razón, Freezer nos odia, nunca se había tomado una gentileza así, además de ninguna manera pienso permitir que violen a estas chicas— yo de nuevo me sentí esperanzada, Raditz soltó una carcajada
—Son prostitutas hermano, para eso las enviaron—
—Las obligaron Raditz, son prisioneras— aclaro Kakarotto —y podre haberme convertido en un asesino, pero de ningún modo me convertiré en violador y mucho menos si son niñas inocentes— Raditz volvió a reír
—¡Es absurdo!—
—¡Basta!— grito Vegeta —¡Me importa una mierda si ustedes dos pedazos de imbéciles no pueden dejar de pensar con el miembro! He dicho que no las vamos a tocar y así será—
—¿Y qué pretendes hacer Vegeta, regresárselas a Freezer?—
—Por supuesto que no Nappa, si lo hiciera estaría rechazando su amabilidad y definitivamente no quiero otra estúpida misión como castigo o quizá algo peor, se quedaran aquí pero nadie va a tocarlas—
—¡¿Van a estar quien sabe cuánto tiempo aquí y no puedo divertirme un poco con ellas?— se volvió a quejar el mayor
—Si quieres Vegeta pueden quedarse en mi…— empezó Raditz
—No— lo corto Vegeta —no confió en ustedes, una de ellas se quedara con Kakarotto y la otra conmigo y si me llego a enterar que alguno me desobedece lo hare pedazos— amenazo, el pelado y el peli largo asintieron de mala gana
—¡Como quieras! Pero no pretendo quedarme aquí viendo mujeres que no podre usar, me voy al sector R—
—Voy contigo Nappa, ¡Todo esto es absurdo! Me divertiré un rato antes de marcharme— ahora que recordaba el sector R era el prostíbulo de la base, a estas alturas estarían ahí la mayoría de chicas que viajaron con nosotras, sentí una inmensa pena por ellas, estos dos estúpidos quitarían toda su frustración con ellas
Cuando ambos pasaron por nuestro lado nos dieron una mirada de odio total, Milk de nuevo tembló y apretó mi mano intentando controlarse, cuando la puerta estuvo cerrada ambas nos giramos a los dos individuos que todavía quedaban en la habitación. El más bajito se acerco a nosotras con el ceño fruncido, aunque por alguna extraña razón ninguno de los dos que quedaban me daba tanto miedo como los que se fueron.
