Sólo mejores amigos… ¿siempre?
CAPITULO I
Sakura Kinomoto y Syaoran Li
El día empezaba y una chica de cabellos cortos y claros, ojos verdes y hermosos y cuerpo espectacular se veía fuera de una escuela.
Su nombre: Sakura Kinomoto.
Iba a empezar una nueva etapa en su vida dentro Universidad LUZAC, que era un reconocido colegio¿el problema? era tipo orfanato, aunque después de un tiempo y de unas calificaciones aceptables los estudiantes podían decidir seguir viviendo dentro del instituto o en unos departamentos fuera de él.
Sakura había pasado todo el verano disfrutando de su libertad, le decía a su padre y hermano que era lo mejor puesto que después iba a estar en una cárcel, para lo cual, su padre solo le daba su hermosa sonrisa como respuesta.
La chica iba a entrar a 1º semestre y se sentía muy nerviosa. En cuando entro, junto con su hermano Touya y su padre Fujitaka, todas las miradas se posaron en ella, realmente era hermosa.
Un grupo de chicas cerca de ahí la miraban y luego hablaban un poco, en realidad si las miradas pudieran matar... o comer, ella ya estaría dentro del estomago de esas chicas.
No lejos de ahí encontró a su mejor amiga, Tomoyo Daidouji, también había entrado a ese colegio. Pero en cambio de ella, Tomoyo no debería de cumplir con tareas extra-escolares para conseguir una beca.
Tomoyo tenía mucho dinero.
- Hola Sakura – Se escuchó la voz melodiosa de su amiga.
- Hola Tomoyo – respondió Sakura unos segundos antes de que los brazos de Tomoyo le dieran un fuerte abrazo.
- ¿Qué te parece el lugar? – pregunto la chica amatista señalando con sus manos el amplio jardín.
- ¡Grandísimo! – respondió mientras se sentía nerviosa –. No sé porque estoy segura de que me perderé.
- Sakurita, Sakurita – dijo Tomoyo entre risas –. Por esa razón yo estaré contigo – dijo guiñando un ojo y provocando un sonrojo en Sakura.
Tomoyo siempre tenía ese efecto en ella, es que en verdad era hermosa, con sus enormes ojos color azulados, su cabello negro y largo que aparentaba, en ocasiones, ser del mismo color de su mirada, su piel blanca y hermosa, digna de una princesa.
No es que se sintiera fea, no… pero si relegada, un poco, por la belleza de su mejor amiga.
Caminaron un poco mientras su padre y hermano pedían indicaciones, las dos chicas observan el lugar y vaya que si era grande: hermosos jardines, muchos edificios, era el lugar mas grande que jamás había visto, parecía una ciudad, y no era para más... Existía lo normal de una escuela dirección, biblioteca, aulas, cafeterías, canchas de fútbol, basketball, vaya hasta de tenis había, salas de computo, laboratorios... en fin.
Un poco más atrás de la escuela, estaban los departamentos para los alumnos, además de tiendas de comida rápida y tiendas de ropa.
En realidad le parecía divisar a lo lejos un mall.
- Sí es muy grande – dijo Tomoyo un tanto preocupada –. Yo también creo perderme.
Y eso que Tomoyo era la persona con mejor orientación que creía haber conocido.
-¿Y ya fuiste a inscribirte? – preguntó Sakura intentando olvidar el hecho de que tendría que buscar algún tipo de radar para que la encontrarán.
- Así es – sonrió.
- ¿Qué te dijeron? – preguntó algo curiosa, la verdad es que no sabía mucho sobre esa escuela.
- Que las clases empezarán en una semana – dijo mientras veía la dirección, ya frente a ellos –. Esto es debido a los nuevos alumnos. – Suspiró – Y es que al parecer algunos llegaron desde principio de vacaciones.
- Supongo que deben de saber donde esta cada cosa… mínimo – sonrió nerviosa.
- Eso creo – acompaño a Sakura con su risa.
- ¿Y ya te dieron habitación? - dijo mientras cruzaba sus dedos, como le gustaría que ella fuera su compañera de cuarto.
- Así es.
- ¿Y ya fuiste a verla? – preguntó emocionada.
- No – dijo tranquilamente – En realidad sólo deje mis cosas y vine a buscarte – sonrío. - Tomoyo – dijo nerviosa.
De la dirección salia un joven muy apuesto de cabellos oscuros y despeinados, de ojos cafés muy hermosos y una sonrisa encantadora, junto a él, un chico de cabellos azules, lentes y unos ojos hermosos.
Al pasar junto a ellas, el chico de lentes les dirigió una sonrisa que correspondió Tomoyo, y el joven de cabellos oscuros miró a Sakura. Al mirarla a los ojos no pudo evitar sonreír... esa mirada, esos ojos verdes..., Sakura sólo le respondió la sonrisa un poco nerviosa.
En cuanto se alejaron los chicos Tomoyo volteo a ver a Sakura.
- Creo que le gustaste a ese chico Sakura – dijo dando un pequeño salto.
- No lo creo Tomoyo – dijo mientras sus mejillas comenzaban a tomar un color rojizo.
- ¡Claro que sí! – La tomo por los hombros – Eres hermosa, es normal.
- N-no – tartamudeo –. Debo ir a la dirección – dijo intentando alejarse.
Sakura camino hacia su padre y su hermano y entro a la dirección en espera de indicaciones.
Pero... no podía apartar esa mirada de su mente.
- o -
La dirección, realmente no le gustaba ir, en ocasiones en escuelas pasadas lo llamaban siempre para que ayudara en algo o participara en algún evento en el que no quería ni asistir.
Lo bueno es que no iría solo, a su mejor amigo Eriol también lo habían llamado¿la razón? Aún no la sabían.
- Vaya mi querido Li – dijo Eriol sonriendo –. De nuevo te quieren para algún evento¿eh?
A Eriol le gustaba mucho burlarse de la desgracia de su amigo.
Eriol Hiraguisawa era un chico popular, tanto o más que Syaoran, la diferencia entre los dos, aparte del contraste físico, era que Eriol le sonreía a todo el mundo y Syaoran… no.
- Pues si Eriol – suspiró desesperanzado –. Los de la preparatoria debieron informarles que era bueno en algo. – Frunció el ceño mientras una sonrisa sarcástica aparecía en su rostro - ¿Por qué tendrían que quedarse callados?
Eriol movió su cabeza en señal de no tener la menor idea.
- Pero no entiendo tu burla. – Se detuvo mirando a su amigo – Tu tendrás que participar en el coro.
- Bueno, si – sonrió –. Pero a mí no me molesta como a ti.
- En eso tienes razón – gruñó un poco.
Y de pronto, sin saber porque, se soltaron riendo. Algunos recuerdos "tontos" venían a su mente, sobre todo cuando Syaoran intentaba alejarse del club de fans que tenia en la preparatoria, aunque Eriol no se quedaba atrás.
Syaoran Li, era un joven de 18 años muy apuesto, tenia unos ojos cafés muy expresivos, cabello oscuro un tanto alborotado, un físico envidiable y una sonrisa encantadora... aunque tenia un defecto, parecían no importarle las chicas y a veces los chicos los tachaban de homosexual, cosa que a él no le importaba en lo mas mínimo.
Eriol Hiraguisawa, era un chico especial, sus lentes y su mirada seria y madura no hacían que aparentara la edad de 18 años. Tenía ojos azules y el cabello azulado, era muy educado y a diferencia de su amigo, si se le conocía una novia a la que decían había amado mucho.
Se conocieron en la secundaria, al principio eran rivales puesto que Eriol lo veía con malos ojos, pero terminaron siendo mejores amigos, quien lo diría¿no?
De pronto se encontraron con dos chicas, una de ojos azules y cabellos largos, y la otra de ojos verdes y cabellos cortos que iban platicando rumbo a la dirección. Supusieron que eran de nuevo ingreso, al igual que ellos, aunque ellos habían llegado en cuanto empezaron las vacaciones... y por ahí ya se estaba formando un club fans de Syaoran.
Al pasar junto a ellas no pudieron evitar sonreírles de la misma manera de que ellas les respondieron.
- Que lindas chicas – dijo Eriol mientras las veía alejarse.
- Si, eso parece. – Siguió caminando tranquilamente – Aunque no las había visto.
- Supongo que acaban de llegar.
- Sí… eso creo.
- ¡Le sonreíste a la chica de ojos verdes! – dijo en un tono meloso -. ¿Acaso te gusta?
- ¡P-pero que cosas dices! – Respondió un Syaoran notablemente nervioso – Sabes bien a que a cualquiera le podría llamar la atención esa chica.
- Si, eso parece – dijo como calculando las posibilidades –. El problema, mi querido lobito, es que te llamó la atención a ti.
- Llamar la atención no es lo mismo que encariñarme – dijo mientras un sonrojo aparecía en su varonil rostro –. Son dos cosas distintas.
Eriol suspiró, su amigo era toda una cajita de sorpresas.
- Sabes que el amor es lo que menos me importa a mí – dijo con toda la intención de terminar el tema –. No creo en él – susurró. Y eso era verdad, para nuestro querido Syaoran no era importante el amor, la amistad si... tenía amigas, pero ¿amar a una chica? no... eso no era parte de él.
¡Hola!
Aquí traigo éste fic que ya había subido completo a la página pero con formato script y con demasiados errores (horrores) que me decidí a corregir.Por ahí aún debo de tener, pero defitivamente puedo notar el cambio y hasta me gusta más de ésta forma. También cambiaré algunas otras cosas, como juntar capítulos en uno sólo (como éste) o cambiar algunos detalles en las conversaciones, lugares y dar a entender mejor algunas cosas que quedaron flotando la vez padasa.
Procuraré ser constante con el fic, sólo le realizo cambios y eso me da más rapidez.
Nos vemos.
