Esta es la historia de quienes pelearon furiosamente por defender sus ideologías en la que fue el mayor conflicto de la historia de la humanidad, una guerra en la que no solamente pelearon grandes naciones con todos los discursos que disponían, sino también el mundo sobrenatural quienes eran los que orquestaban el conflicto bajo las sombras (trabajo en conjunto con Shinjiesbostero)

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1 de septiembre de 1939 – Corredor de Pomerania

-Está empezando…-

Fue lo que escapo de la boca de uno de los soldados presentes en los puestos de centinela de la fortaleza de Westerplatte, situado a orillas del mar Báltico al norte del país Polaco al ver con sus propios ojos como a lo lejos, lo peor había ocurrido

Era evidente tras estar al tanto de los discursos de un Megalomano desquiciado ultra nacionalista como pretendía ser Adolf Hitler que este pretendía empezar una nueva serie de conflictos, no solo lo había dejado demostrado al anexar arbitrariamente los territorios de Checoslovaquia y Austria demandando el cumplimiento de un objetivo tan ambiguo y demagogo como lo era su famosa "Lebensraum (1)" sino que también se había comenzado a ver inmediatamente tras sus sucias jugadas políticas

Ese era el pensar conjunto de los 400 integrantes del pequeñocontingente que se había impostado en ese sitio, posicionado estratégicamente a distancia prudencial de la zona de peligro puesto que ciñéndose al modelo expansionista alemán, era obvio que uno de sus blancos principales seria ese punto polaco que había aislado parte del territorio Germánico en el momento en el que a Polonia se le otorgo ese trozo de tierra con el fin de darle un acceso al mar. El deber de los batallones más especializados y mejor preparados era cubrir la frontera con Alemania protegiendo a las industrias, los sistemas de comunicación y los grandes cascos urbanos de la zona, tal estrategia podía dejar descubierta la retaguardia de los hombres que protegerían al país, por esa razón esta posición de retaguardia se le dejo a cuerpos militares montados principalmente por milicianos equipados con el armamento del que pudiesen disponer

-vamos hermano ¿no estás muy tenso?...- pregunto uno de los milicianos al compañero a su lado -…supongo que la falta de experiencia en combate te está alterando Vilko…-

El mencionado era un joven con sus dieciocho años de edad recién cumplidos de cabello corto pulido hacia atrás castaño claro; ojos café claro; tez pálida adornada en su rostro por una serie de pecas dispersas en su cutis; cuya complexión era delgada pero barnizada por una vida laborosa de campo

-¿bromeas verdad?...- contestaba el mencionado socarrón sacándola una risilla burlona a su compañero -…no es como si fuese a pasar la gran cosa en este lugar, digo, son alemanes, Hittler puede estar todo lo loco que quiera y llevar tres años en el poder, pero aún está lejos de ser una amenaza militar de consideración…-

Por su puesto aquella respuesta le arranco una mueca de desagrado a quien lo estaba escuchando

-¿eres idiota o te haces?...¿no has escuchado lo que ha dicho el capitán? la tecnología con la que están contando esos sujetos es algo que nunca antes habíamos visto… aun si es inteligencia reunida por espionaje, debemos tomar en cuenta que estos tipos son realmente peligrosos, ¿Por qué crees que contrataron a un grupo de basura como nosotros?...-

La discusión de ambos personajes recién entrados en la adultez llamo la atención de su superior al mando, quien en medio de su patrullaje se acercó a ambos, llamando la atención de sus dos subalternos

-niños tenían que ser…- bufo este con desagrado, mirando por encima de su hombro tanto a Vilko como a su compañero quienes no demoraron en sentirse intimidados ante la presencia del veterano de guerra, un hombre de expresión endurecida y rostro ancianado reflejando mayor edad de la que tenía, su complexión robusta hacia que una enorme sombra se ciñese sobre él -…Soldado ¿Cuál es su nombre?...-

El castaño trago saliva pesadamente

-Vilko…Vilko Luksic…-

Evidentemente intimidado ante la presencia de un sujeto que ya tenía un amplio recorrido de vida militar y que había participado en la gran guerra, Vilko no noto como el prepotente militar arqueaba una ceja escudriñándolo con la mirada, estudiándolo a fondo con cierto interés

-ya veo…- diciendo eso ahora volteaba a mirar a su otro compañero -…¿y tú quién eres mocoso?...-

La otra persona por su parte se trataba de alguien más delgado y más bajo que Vilko, su cabello por su parte era negro cubierto en buena parte por la boina que llevaba puesta, su complexión facial era más delicada casi al punto de hacerlo parecer más bien una mujer

Sin embargo a diferencia del castaño, este mostraba mayor determinación y hostilidad en su forma de mirar a su superior

-¡mi nombre es Seweryn Anielewicz, Señor!...- contestaba el chico de cabellos negros con intensidad, cosa que por supuesto llamo la atención de veterano militar, haciendo que este no notase cuando la mirada de Vilko se estrechaba en descontento

"ya está haciendo eso otra vez"

Pensó con cierta amargura

-me gusta esa energía soldado…- contesto el ancianado sujeto estrechando su mirada posándola nuevamente sobre Vilko -… en cuanto a ti mi estimado saco de mierda, no entiendo por qué tengo que repetir cosas que ya deberías saber, pero lo hare solo para refrescarte las ideas ¿sabes que Checoslovaquia está bajo el dominio Nazi no es así?...-

Más molesto que intimidado, el castaño asentía

-perfecto ¿sabes qué significa eso?...-

La pregunta molestaba sobremanera al polaco quien inmediatamente adopto una posición hostil contra su propio superior militar, alzando su cuello para encarar de más cerca a este

-que el oeste del país está comprometido…- contestaba Vilko con tono altanero -…básicamente toda nuestra frontera oriental está limitada con territorio controlado por los Nazis…-

-perfecto, veo que no eres un completo imbécil…- vociferaba el capitán burlesco -… me alegro que sepas eso, porque sabiendo eso lo más lógico es saber que en cualquier momento ese mal nacido hijo de perra enviara a todas sus tropas a cercanos para ir por Varsovia o por este lugar para recuperar su territorio perdido, ¡lo que quiere decir que no escatimara esfuerzos o recursos en barrer con todo este lugar y con nosotros incluidos…!- el tono elevado que iba ganando poco a poco llamo la atención de los otros militantes que pasaban por el lugar, intrigados por la reprimenda que estaba recibiendo uno de los miembros más jóvenes de su triste grupo -…¡por lo que agradeceré que pongas tu culo al aire cuando el primer sujeto vestido de gris pase el cerco que está a cuarenta kilómetros de aquí para ver si su tecnología es eficiente o no!¡¿esta entendido soldado Vilko?...-

Por supuesto aquella ofensa no la podía dejar pasar el castaño, quien preparado para responder como merecía el anciano de mierda no demoro en dar un paso antes de que este fuese cortado por su compañero

-¡él lo entendió perfectamente Capitán!...- contesto este con tono firme, marcando distancia entre ambas partes en conflicto, un tenso silencio se armó en el lugar mientras todos esperaban que iba a ocurrir después

-eso espero…- contesto el ancianado sujeto dándose la vuelta, comenzando a retirarse ignorando la mirada de todos sus subalternos

"ese par, definitivamente tienen que ser portadores de SacredGears… al menos el mocoso de mierda lo es…"

Con ese pensamiento en mente, aquel veterano de guerra dejo llegar el problema hasta ahí, si se hubiese tratado de algún otro imbécil, le hubiese puesto a patrullar el resto de la guerra aun cuando esta no empezaba, pero tratándose de su situación actual, necesitaba tener a su disposición todo el poder militar en toda su capacidad a su disposición

"además esa mocosa no me engaña"

En el borde de los muros perimetrales a un lado de los nidos de ametralladoras establecidos a modo de defensa, ambos sujetos guardaban silencio tras lo acontecido

-por eso digo que deberías aprender a cerrar la boca "Vilko"…- bufo suspirando Seweryn rascándose la nuca -…siempre nos casas una cantidad de problemas estúpidos e innecesarios…-

El castaño por su parte si estaba fastidiado ya con el regaño de su superior, la reprimenda del otro le hizo dar un tic nervioso en su ceja

-y tu deberías abandonar el ejército "Seweryn"…- contraponía Vilko haciendo hincapié en el nombre de su compañero, primero de forma despectiva antes de mirarlo con seriedad y aprehensión -…no deberías utilizar el nombre de mi padre, esto nos puede acarrear problemas si nos descubren…-

-vamos, tu sabes que eso no pasara…- contestaba el peli negro con confianza, afianzando su rifle a su hombro -…estamos algo lejos de casa y sabes por qué he venido hasta aquí, soy lo único que puede ayudarte…-

-no me importa, sigo creyendo que este no es lugar para una…-

Antes de continuar hablando, la mirada severa del peli negro le hizo detener su voz

-vayamos a la parte de atrás del batallón si quieres hablar en detalle ¿vale?...-

Era clara la intensión de su compañero, lógicamente ambos estaban guardando sus debidos secretos y siendo que eran amigos de la infancia se entendían mejor que cualquier otra persona, por lo que asintiendo, tanto Vilko como Seweryn comenzaron a ir en dirección contraria a la de los barracones, de momento no era su turno de hacer vigía

Fuera de las mismas trincheras armadas improvisadamente en torno al fortín de manera que su construcción aún se estaba realizando incluso en plena noche, anclado en la bahía, se podía apreciar a lo lejos las figuras de la pequeña flotilla alemana a las afueras del puerto en una supuesta visita de cortesía que no engañaba a nadie, el batallón que defendía la fortaleza trabajaba en las fortificaciones a contrarreloj con el abrigo de la noche como su único aliado, aunque escasos de recursos, las preparaciones estaban casi listas y lo mejor establecidas a lo que sus capacidades organizativas les permitían, dándole por primera vez en varios días a sus defensores la oportunidad de descansar apropiadamente, al menos hasta que el inminente ataque alemán se cerniese sobre ellos.

En los muelles exteriores, donde las aguas del báltico golpeaban con una tranquilidad disonante la rambla de hormigón reforzado bajo sus pies, ambos adultos se detenían hasta quedar de frente, mirándose desafiantes, los ojos castaños de Vilko se estrechaban mirando inquisidoramente a su compañero mientras que los ojos de este miraban con cierto temor y timidez a quien era veinte centímetros mayor que él

-fuera de que deteste que hayas utilizado el nombre de mi padre… me da miedo que estés aquí Alezka…- sincero él mirando ya más condescendiente a su compañero quien suspirando agachaba la cabeza

-sabes que no podía dejar la oportunidad de enlistarme en combate, mucho menos de dejarte solo, aun eres un imbécil demasiado entusiasta para cuidarse a sí mismo…-Pese a sus palabras hostiles, el tono del peli negro era triste y preocupado, cambiando claramente el matiz rudo con el que estaba hablando anteriormente así como aligerando su tono de voz hasta que este se hacía más suave y agudo -…además, sabes que tengo habilidades que nadie más tiene…-

-se que las tienes, aun así eso no es razón para que deje que te arriesgues a venir hasta aquí…este sitio es peligroso-

-¡¿crees que no lo sé?!...- exclamo este moviendo su ser con tal fuerza que su boina caía al suelo, dejando ver una especie de red que sostenía su cabello -… ¡por eso mismo vine aquí! ¡Recuerda que sin mi esa cicatriz encima de tu ojo pudo terminar siendo algo mucho peor!-

-¡Y tu recuerda que las cosas pudieron haberse puesto mucho peor luego de que estallaras de tal forma después del incendio en…!

Antes de seguir hablando Vilko apretaba sus labios fuertemente evitando irse de la lengua, Alezka en silencio esperaba que el terminase la frase que había empezado, aunque no era necesario, después de todos ambos sabían de que iba el tema y el reproche de su compañero era claro

En silencio Vilko asentía para sí mismo, recordaba con sumo detalle ese momento en el que descubrió que Alezka Anielewicz no era una persona normal, era alguien quien tenía una especie de poder divino más allá de la comprensión humana, razón por la cual aquella chica tímida de campo, ahora portaba un viejo uniforme militar que disfrazaba todo rastro de su género, siendo traicionado su disfraz por lo sutil de su belleza y lo delicado de sus rasgos faciales.

Un suspiro de resignado escapó de sus labios mientras tomaba la boina de su amiga antes de quitarle el polvo y volverla a acomodar con delicadeza sobre su cabeza.

–Ya ha pasado mucho tiempo de eso Alezka… Aún así, sé que lo que pasó en casa y los responsables de ello no deben quedar impunes… Al fin y al cabo fui yo el que te dio su palabra de que te acompañaría hasta el fin del mundo si llegara a hacer el caso, estar aquí es simplemente el mejor medio que se me ocurrió para lograrlo.

Observando hacia el Báltico todavía era posible ver una pequeña franja celesta por sobre la línea del horizonte como un último rezago de luz de sol, la noche apenas había comenzado y aún quedaban largas horas por delante, el muchacho no pudo evitar sujetar la correa que sujetaba el arma en su espalda con más fuerza de la necesaria, las cosas se habían complicado mucho más de lo que ambos esperaban.

–Tengo miedo Alezka, esa es la verdad, ni tú ni yo somos soldados, no sé si nuestros conocimientos siquiera son suficientes como para hacernos pasar por reservistas o voluntarios… Espero no habernos metido a ambos en un lio demasiado grande para nosotros.

–A estas alturas tampoco hay mucho que podamos hacer para remediarlo… Ese rostro preocupado la verdad es que no te sienta bien ¿O acaso el muchacho altanero de la escuela y la universidad no es más que pura fanfarronería?

–Jeh… Ya quisieras…

–Entonces quita la cara de mocoso recién destetado y demuestra algo de hombría, si te quedas en ese plan vas a resultarme más un lastre que una ayuda, así que espabilando.

– ¿Sabes? Creo que estas tomándote esto del papel de hombre demasiado lejos.

Ambos no pudieron evitar dejar salir unas risas relajadas por el rumbo absurdo que había tomado la conversación, ya sea por un intento desesperado por sobrellevar la tensión o por la necesidad de una cercanía a la que ambos se habían acostumbrado tanto al punto de la dependencia, por un instante las decenas de cientos de kilómetros que los separaban de casa, aunque solo sea por unos momentos, no resultaban tan grandes desde su perspectiva.

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– ¡VILKO! ¡VILKO!

– ¿Eh?

– ¡CON UN DEMONIO VILKO, DESPIERTA DE UNA VEZ!

–No molestes Alez…

Aún presa del sueño, el joven muchacho apenas pudo darse cuenta de la metida de pata que estaba a punto de dar, antes de siquiera poder corregirse el incesante retumbar de los cañones por todo el complejo le hizo despertarse de un salto.

– ¿Qué pasa?

– ¡¿Qué va a pasar idiota?! Ese buque escuela alemán de la bahía nos está bombardeando, lo peor de todo es que nos advirtieron que estuviéramos atentos ¡Y a ti no se te ocurre mejor idea que dormir!

Incluso vociferando como marinero borracho la delicada voz de su compañera de encubierto apenas si destacaba en medio del atronador sonido del impacto de la artillería naval.

Corriendo en medio del caos en el interior, sus manos tomaron casi por instinto el arma que le había sido asignada para el combate.

–El comandante debe de odiarme.

Aunque el desempeño de las escopetas Winchester modelo 1912 se podría clasificar de impecable en combates cerrados, ante las armas de precisión estándar alemanas perdía muchas de sus ventajas y obligaba al usuario a arriesgarse más de lo necesario en combate abierto.

–Tanto esfuerzo para conseguirla a los americanos de contrabando para que luego lo usen de castigo en alguien como tú me parece un desperdicio.

–Por eso te digo que el viejo ese es un imbécil.

– ¡Cállate! Suficiente tengo con tener que protegerte de los alemanes como para que vayas y la cagues haciéndote matar por insubordinación.

–Tsk, ni que estuviésemos entre los rusos como para eso.

La estructura de acero y hormigón se remecía a cada nuevo impacto de artillería haciendo que ambos chicos más de una vez recorriesen los pasillos dando tumbos y algún que otro buen golpe contra las paredes.

Al encontrarse en la superficie para alivio de ambos la imagen no resulto tan catastrófica como el incesante bombardeo daba a entender, desafiante, la batería del fuerte abatía a cuanto nido de ametralladora alemán osara cruzarse en su punto de mira, mientras que la buena posición de los defensores permitía una respuesta rápida y con una aparente seguridad producto de las defensas y el lento avance germano.

Con los alambres de púas cortándoles el paso y la incesante descarga de mortero sobre sus posiciones de avanzada lo alemanes maldecían y devolvían el fuego embargados por la frustración de verse superados por un enemigo inferior en cuanto a número y tecnología.

Eso no quitaba el hecho de que la situación fuese desesperada y que su supervivencia se decidía constantemente en lapso de unos cuantos segundos, sin embargo, entusiasmados por la valía de sus camaradas, ambos jóvenes se apostaron en sus posiciones de tiro comenzando a descargar concienzudamente sus balas sobre el inmovilizado enemigo.

Claro que mucho de ese sentimiento se debía al hecho de desconocer el estado de las defensas de la ciudad libre de Danzing apenas a un par de kilómetros tierra adentro del fuerte y la única fuente capaz de ofrecerle algún refuerzo que fuese a valer la pena.

Aunque bravos en su resistencia, los de la ciudad se encontraban en exactamente sus mismas condiciones, el comandante dejó salir un pesado suspiro en tanto colgaba el teléfono con una impasibilidad que lo sorprendió incluso a si mismo teniendo en cuenta su personalidad fácilmente irascible.

El desenlace, incluso en horas tan tempranas del conflicto, estaba más que claro, la única verdadera incógnita que quedaba pendiente en realidad, era que tanto soportarían sus espíritus antes de ser incapaces de luchar y verse aplastados bajo las botas de los nazis.

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IV Ejercito Alemán, División Blindada – Camino al Corredor de Pomerania

Incluso con el motor de los Panzer avanzando a toda máquina, un aire a silencio se respiraba en el lugar, acompañando a las tropas de avanzada de la Wermatch como apoyo, un grupo de Panzerkampfwagen (2) se movía presuroso por los llanos cercanos a la frontera polaca, más allá de la prisa que conllevaba una operación tan importante como esa, la tranquilidad era palpable en el rostro de los soldados alemanes.

–Está comenzando.

Sentada al estilo de montura de las mujeres de clase alta en el chasis de uno de los panzer, una muchacha de aspecto frágil observaba como a lo lejos en el cielo unas luces comenzaban a bajar a gran velocidad hacia el suelo.

–Mayor ¿No cree que es un poco peligroso que este aquí cuando estamos en movimiento?

Desde la torreta la voz del comandante de tanque llevaba un cierto deje de temor, no por el inicio de tan atrevida campaña, sino por el hecho de tener en su vehículo a uno de esos fanáticos de Hitler de las Waffen SS (3), más aún, teniendo en cuenta que ese fanático en cuestión era una muchacha que probablemente apenas si tenía edad suficiente para ser aceptada en el ejercito.

–Comandante, buenas noches, agradezco su preocupación, pero esta es la mejor posición para entrar al combate lo más rápido posible, esa es la esencia de la Blitzkrieg (4), aun así, preferiría que esta clase de situaciones no se repitan, recuerde que las SS somos independientes de ustedes los oficiales de la Wermatch, usted no tendría que siquiera dirigirme la palabra.

A pesar de llevar consigo el tono y los ademanes propios de toda una vida de educación en etiqueta, la voz fría con que la muchacha habló fue suficiente para que el comandante ni siquiera intente disculparse antes de asentir con un saludo militar y cerrar la escotilla de su torreta.

Apenas faltaban un par de kilómetros para llegar al límite fronterizo entre Alemania y el corredor de Pomerania, uno de los tantos puentes que cruzan el río Vistula(5) ya era visible a sus ojos, cuando las luces en el cielo parecían llegar casi al nivel del suelo, la joven oficial no pudo evitar contener la respiración al ver como con una precisión casi quirúrgica una seguidilla de explosiones se sucedían a lo largo de la orilla del lado polaco mientras que las luces remontaban de nuevo hacia el cielo y regresaban en dirección hacia donde ella estaba.

Cables explosivos deshabilitados, luz verde para el avance, repito, luz verde para el avance.

–Stukas (6), siempre tan eficientes.

Fue el comentario de la sonriente joven al ver pasar las luces por sobre su cabeza, con aquellas palabras por la radio como una especie aliento, el rugir de los panzer acrecentó su fuerza mientras el puente comenzaba a hacerse cada vez más cercano a sus ojos.

Poniéndose de pie, con su cuerpo ignorando por completo la inestabilidad que generaba el vaivén del tanque en movimiento, la joven estiraba su mano derecha observando con suficiencia los guantes negros y el saco gris que lo enfundaban antes de ser cubiertos por completo por un brillante guantelete metálico de color blanco y con una gema zafiro en el centro.

–Meine Ehre heißt Treue (7)… Vaya tontería.

De repente, una enorme sonrisa adornaba el agraciado rostro de la joven mientras su largo cabello rubio se movía al capricho del viento, observando con seguridad y altanería los prados polacos que se mostraban ante ella al cruzar aquel puente.

– ¿Lealtad? ¿Honor? Yo he venido aquí por mí misma… Polonia será el lugar donde el mundo verá de lo que es capaz la nueva WeiberDrachenkaiser.

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–Tsk.

Era frustrante, pero no había otra opción, con las humeantes ruinas del puente a sus espaldas, Dianne daba caza a los zapadores polacos que habían podido reparar las cargas que el bombardeo que los stukas habían desactivado para luego detonar el puente cortando el avance alemán los suficiente para que las demás fuerzas pudiesen retroceder y plantar una línea defensiva más firme.

Incluso con el apoyo de los pocos panzer que habían podido cruzar el río antes de que el puente se viniese abajo, aquellos hombres eran capaces de escabullirse en la rivera ocultándose de los cañones alemanes.

–Suficiente, continúen hacia Danzing, todavía debemos eliminar el fuerte de Wasterplatte no vale la pena perder tiempo en esto.

Aún sin perder su porte, la joven se mantenía sentada pulcramente en el tanque que simplemente volteaba su torreta y continuaba río abajo, pronto sus ojos azules divisaron a la que en ese momento era conocida como la Ciudad Libre de Danzing, el eco de los cañones del Schleswig-Holstein sonaban sin piedad cayendo con fuerza sobre la fortaleza emplazada en la bahía de Wasterplatte.

La primera parte del plan había comenzado, según sus superiores un buque escuela estaría atracado en el puerto en una "visita de cortesía" una vez lanzado el ultimátum una fuerza de doscientos veinticinco infantes de marina junto con una escuadra de zapadores escondidos dentro del buque irrumpirían en el puerto y atacarían las fortificaciones por sorpresa, con apenas ochenta y ocho defensores polacos, en teoría la operación sería bastante simple.

Sin embargo, un presentimiento le decía que esto estaba lejos de ser algo simple, aún con la enorme ventaja de la que contaban, un indescriptible cosquilleo corría a través de su espina, no pudo evitar morder su labio inferior al presenciar cómo bajo el cielo nocturno que poco a poco iba dando paso al amanecer, la ciudad sufría de las cruentas descargas de artillería naval desde la bahía.

¿Asustada por tu primera batalla?

La voz profunda del dragón en su guantelete hacia tiempo había dejado de serle extraña, aunque ninguno de los dos era muy dado a conversar, se podía decir que las personalidades de ambos se ajustaban bastante bien entre sí en una convivencia armoniosa.

–Tonterías, nuestro deber como soldados es entrar en combate, y mi deber como WeiberDrachenKaiser es imponer mi dominio allí donde haya conflicto, por orden natural, no hay situación más cómoda para mí que la guerra.

¿Emocionada tal vez?

–Probablemente eso se ajuste mejor.

Respondió la muchacha con una sonrisa de suficiencia mientras el tanque donde estaba acortaba los últimos metros antes de entrar en la sitiada ciudad de Danzing.

No pudo evitar observar con mal disimulada repulsión a sus compañeros de las SS en acción, aquellos no eran soldados, sino simples fanáticos hitlerianos cuyo entrenamiento les hacía creer que solo bastaba con seguir el estandarte de la esvástica y saber disparar sus rifles para que Europa cayera a sus pies.

Como descendiente de una familia inmersa en la más absoluta aristocracia militar, aquel hecho era cuanto menos vergonzoso, y lo peor de todo, incluso tratándose en su mayoría de simples campesinos o proletarios clase media, los soldados de la Wehrmacht estaban infinitamente mejor capacitados que la supuesta elite del nazismo, no le extrañaría si Polonia entera caía antes que aquella arenosa bahía.

Una vez inmersa en las calles, sin siquiera esperar a que se detuviese, la muchacha bajo de un salto de aquel carro de combate con una gracia indigna de alguien ataviado con pertrechos militares, deteniéndose en seco, el rugido de los motores pareció tranquilizarse cuando el comandante de tanque apareció por la escotilla observando con incredulidad a la joven oficial.

–Disculpe Mayor ¿Está segura de seguir a pie? Los edificios aún no han sido asegurados como para garantizar la seguridad de alguien de su rango.

Dianne no pudo evitar sonreír ante ese hecho preguntándose qué tanto habrá asustado al pobre oficial de tanque para que midiese tanto sus palabras, dando media vuelta, presento los pertinentes respetos a modo de saludo antes de responder relajadamente.

–Agradezco su preocupación, pero puedo apañármelas sola desde aquí, de cualquier forma, ha sido un placer el paseo, es relajante poder moverme con velocidad sin la necesidad de un caballo, su tripulación está al mando de un muy noble vehículo, asegúrense de tratarlo como es debido.

Algo sorprendido, el oficial respondió el saludo sintiéndose un tanto descolocado por las palabras de su tan extraña pasajera.

–Así lo haremos mayor… Buena suerte.

Cerrando la escotilla, el panzer volvió a la marcha de inmediato arrancando el polvo de las calles de Danzing en dirección a su posición mientras que una sonriente Dianne tomaba su rifle Kar 98k atada a la espalda, incluso con su menuda figura, no parecía tener problemas para manipular un arma que fácilmente medía más de la mitad de su propia estatura.

Normalmente, es imposible empuñar un rifle semejante sin utilizar las dos manos, sin embargo, sin siquiera la necesidad de voltearse a ver, la muchacha apuntó utilizando solo su mano izquierda hacia el ventanal de una casa de dos pisos a casi tres manzanas de distancia.

Detrás de aquel mismo ventanal, un francotirador polaco arqueaba las cejas confundido al ver a través de su mira a aquella niña alemana que ni siquiera sabía utilizar su rifle apropiadamente, suspiro algo fastidiado de tener que cegar una vida tan joven e inexperta.

–Niños en el campo de batalla… Condenados nazis enfermos...

Hubiese despachado aún más insultos mientras llevaba su dedo al gatillo sino hubiese sido por la bala que acababa de ingresar por la ventana abriéndole un agujero de precisión casi quirúrgica en el cráneo antes de que su cuerpo se desplomase exánime en el suelo alfombrado de aquella casa que empezaba a llenarse de su sangre.

Satisfecha, Dianne giraba con teatralidad el aún humeante rifle en su mano antes de devolverlo al lugar en su espalda, dando un bufido, la muchacha comenzó a andar calle abajo en dirección al puerto sin mucha prisa.

– ¿Suerte? Mejor guárdesela para usted oficial… Probablemente la necesite más que yo.

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–Se me está metiendo la arena en los calzones.

–Vilko idiota, eso es algo que no quisiera oír antes de morirme.

Disparando incesantemente, ambos chicos trataban de sobrellevar de la mejor manera posible el tiroteo sobre sus cabezas, apostados en una trinchera sobre las arenosas playas, participaban de la línea de fuego en un sentimiento de disciplina inesperada para una fuerza tan pequeña bajo un ataque de semejante calibre.

–Hubiese preferido estar en la trinchera del bosque.

–Neh, creo que a pesar de la arena la vista al mar tiene su encanto… Solo espero que no se me irrite ahí abajo.

– ¡¿Podrías dejar de hablar de tus calzones por un segundo?!

Inevitablemente la discusión entre ambos amigos despertó las risas de la soldadesca incluso en medio de una situación como esta.

Rodeados de los zumbidos de las balas y el retumbar de la artillería naval aún así las risas se oían lo suficiente como para que los oficiales se viesen obligados a reprender a sus subordinados, incluso cuando estos internamente agradecían poder ocupar sus mentes en eso y no en el hecho de que todos estaban a una corrección de puntería de morir horriblemente.

El sol ya era visible en el cielo y aquella era la segunda o tercera oleada alemana rechazada, aunque con cautela, el conjunto de fuerzas polacas y voluntarios se permitía tener un leve atisbo de optimismo en el pecho, si las cosas continuaban así, no habría demasiadas complicaciones en resistir lo suficiente hasta que la ayuda llegase.

Con el pasar de las horas, el mismo proceso se repitió una y otra vez alternándose entre las trincheras de la playa y el bosque, las fuerzas emplazadas tierra adentro fueron las que más bajas sufrieron viéndose obligadas a retroceder hacia los fortines exteriores donde resistían a base de fuego de ametralladora.

La refriega se había torcido en un constante rechazo de oleadas por parte de los defensores, aunque el equipo a cargo del cañón de campaña hacía esfuerzos heroicos por sofocar los nidos de ametralladora alemanes, en realidad no se podía hacer más que actuar con orden y paciencia esperando a que los observadores den la orden de disparo al aproximarse el enemigo y tratar de mantener la calma en el tiempo muerto entre los ataques alemanes y el subsecuente bombardeo desde el acorazado.

Para el atardecer las cosas estaban tranquilas en una especie de cese al fuego no acordado formalmente pero necesario para ambas partes.

Aliviados por no haber corrido el mismo destino que las tropas del otro lado del fuerte, Vilko y una disfrazada Alezka se permitían relajarse con la vista de la puesta de sol sobre el Báltico, para la chica esa postal hubiese sido un bonito viaje a la niñez de ambos si no fuese por el desagradable humo que provenía desde la cabeza de su amigo.

–No entiendo cómo le pudiste agarrar gusto a esa porquería.

–Ni yo, papá me mataría si me viese haciéndolo.

Respondió el muchacho con cierta ironía antes de darle una profunda calada a su cigarrillo.

A pesar de que apenas llevaban unos cuantos meses en la compañía de voluntarios, era innegable que el chico ya se había vuelto todo un adicto a la nicotina del cigarrillo, prueba de eso era su dentadura, otrora blanca como las perlas, ahora teñida de un sucio tono amarillento que arruinaba un poco su apariencia.

Alezka no podía evitar bufar molesta ante ese hecho, era una lástima que el apuesto rostro del que probablemente sea el sujeto más decente y confiable de su pueblo se viese arruinado por los incipientes dientes dignos de un cuarentón con problemas nerviosos, claro que su timidez y las consecuentes burlas del chico jamás la permitirían decirle algo como eso a su amigo.

–El chocolate es más rico de todas formas.

Dijo antes de darle una dentellada descarada a la pequeña poción de barra entre sus manos.

–Eso es porque todavía sigues siendo un niño Seweryn.

El golpe en el hombro del muchacho no se hizo esperar aunque solo se carcajeo ante ese hecho, claro que no paso mucho tiempo antes de que se sobase adolorido con su brazo libre.

Por un momento ambos se quedaron en silencio observando lo que quedaba del atardecer, simplemente cada uno hundido en sus propios pensamientos.

–Seweryn… ¿Hicimos bien en venir aquí?

Un suspiro escapó de sus delicados labios, su mirada no se despegaba del sol expectante en cada centímetro de este que se ocultaba bajo el horizonte, al cabo de unos segundos, parecía por fin haber elegido sus palabras.

–Ambos somos buenos chicos que no toleran que les digan que hacer… Sí, es irónico que estemos aquí, escuchando los gritos de un viejo impotente y rezando para que una bala perdida no nos agujeree el cerebro... Pero al menos el capitán nos jode para que matemos nazis, prefiero tenerlo gritando a él antes que a esos hijos de puta de los Ustachas(4)…

Inconscientemente Vilko se llevó la mano hacia la cicatriz en su rostro, Alezka notó aquello, el solo recuerdo le hizo fruncir el ceño y agregarle veneno a aquella voz grave que era parte de su disfraz.

–Es cuestión de tiempo para que los nazis también estén en Yugoslavia y esos malnacidos vuelvan a dar por culo, si no es aquí, nos hubiésemos sumado al combate cuando eso pasase, si lo ves de esa forma, simplemente nos adelantamos a los hechos, y sinceramente no creo que haya nada de malo en ello.

Una risa seca fue la respuesta del muchacho quien observaba atento los últimos rayos del sol antes de ocultarse por completo bajo el Báltico.

–Adoro esa capacidad tuya de siempre encontrar la forma de tener razón…

Dijo antes de darle la última calada a su cigarrillo y arrojar la colilla humeante al suelo.

–Oye, en un rato, si ves a un solo tipo acercándose a la trinchera, por favor no dispares.

–Vilko ¿Qué pendejada vas a hacer?

–Tú solo déjalo en mis manos… Si sale bien, quizás esta noche tengas regalo de cumpleaños anticipado.

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–Un día, un día entero desde que está operación dio comienzo ¿Se puede saber por qué todavía la bandera del Reich no ondea en el asta de esa fortaleza?

Aún tratándose de una reprimenda militar, el tono de Dianne apenas si había subido un tanto, cruzada de piernas y bebiendo una humeante taza de café dentro de una de las cafeterías de la ciudad que aún se mantenía en pie, sus ojos azules carecían de interés ante la vista de dos pobres diablos de las SS que había tenido la desgracia de quedar bajo su comando.

–Dudo que el fuhrer se sienta satisfecho cuando se entere que sus fuerzas de elite no pueden tomar un montón de arena en una península olvidada por Dios mientras los irreverentes de las Wehrmacht conquistan toda Polonia en cuestión de horas.

–Mayor, nosotros…

–No recuerdo haberle dado permiso para hablar, soldado…

Dejando su taza a un lado en la mesa, la joven comenzaba a inspeccionar su pistola luger abstraída al punto de ignorar por completo a quienes tenía delante, aquellos pobres jóvenes apenas si podían contener las ganas de orinarse en los pantalones allí mismo, aunque a simple vista no parecía más que una niña rica jugando a ser soldado, la crueldad y severidad de la mayor Seldte eran bien conocidas en todo el ejército alemán y bastante bien tomadas por parte de los altos cargos.

–Yo no soy general para decirles como cumplir con su deber, mi único trabajo aquí es asegurarme de que lo cumplan, así que cualquier escusa que quieran darme está de más, vayan, hagan lo que tengan que hacer y ni se les ocurra descansar hasta que lo hayan conseguido… De lo contrario.

El repiqueteo de su arma al quitar el seguro fue suficiente para dejar claro el mensaje, con el saludo militar correspondiente, ambos muchachos dejaron el lugar con una extraña mezcla de terror por la amenaza y alivio por alejarse de aquella chica incluso si eso significaba volver a estar bajo el fuego enemigo.

Por su parte, una vez a solas, Dianne se tomó el tiempo de poder degustar su café a placer mientras el eco de la maquinaría de guerra alemana llegaba incesante hasta sus oídos.

De quererlo, ella sola hubiese bastado para hacer rendir a la ciudad antes del mediodía, de hecho, podía apostar que si se presionaba lo suficiente un día le bastaría para dejar Varsovia presa de las llamas y conseguir la capitulación de Polonia para antes de la hora de la cena.

Claro que estaba el pequeño detalle de que incluso a sabiendas de sus capacidades, el alto mando le había prohibido estrictamente tomar partido en cualquiera de las acciones bélicas del teatro polaco, o por lo menos a lo que se refiere a acciones significativas.

Incluso con un arma que si bien por sí sola no garantizaba la conquista completa de Europa, ciertamente daba la seguridad de si poder subyugar una gran pate de esta, en primera instancia, aquel era el campo de pruebas para toda la preparación que el estado mayor había estado orquestando desde hacía varios años, y en segunda, estaba la realidad de que lo sobrenatural no tenía cabida en este conflicto, pero que así todo, ella no era el único ente de gran poder quien había tomado parte en algún bando dentro de esta guerra que apenas iniciaba.

La suya era una guerra que debía lucharse bajo las sombras y contra enemigos dignos de sus capacidades, y lo que acontecía en aquel lugar no era nada de eso.

En cambio, en ese momento, Dianne simplemente tenía un asiento de primera fila donde presenciar el inicio del mayor espectáculo en la historia de la humanidad, el clímax del potencial del hombre para el caos en todo su esplendor.

Y ella lo estaba disfrutando con cada fibra de su ser.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

– ¿Hmmmm?

El eco de disparos aislados llegaba a sus oídos, en parte no podía evitar agradecerlos, se había quedado dormida dentro de la trinchera, si algún superior llegara a verla la cosa se pondría bastante fea, mucho más si por la reprimenda llegasen a darse cuenta de su condición de mujer.

Dejando salir un profundo bostezo comenzó a caminar en dirección a ellos, parecía ser que alguien estaba teniendo problemas para acertar a algún alemán que trataba de conseguir información, o al parecer algún pelmazo disfrutaba gastando balas porque sí, el hecho de que el rostro de cierto amigo suyo cruzase por su mente al pensar esto último fue suficiente para que ella apretara el paso.

– ¡¿Idiota acaso quieres matarme?!

–Yo… No…

– ¡Vilko!

Casi como si echase fuego por los ojos, el castaño tenía tomado de las solapasde su uniformea un joven soldado que a simple vista parecía incluso menor que ambos muchachos,zamarreándolo de un lado a otro haciendo que incluso su boina saliese volando, por el olor a pólvora en el lugar Alezka no tuvo que pensarlo mucho para saber lo que había pasado.

–Vi una silueta acercándose hasta aquí ¡¿Qué se supone que pensabas que iba a hacer?!

–Él tiene razón Vilko, no puedes salirte de la trinchera sin permiso y volver en medio de la noche pretendiendo que cosas como esta no sucedan… Suéltalo, si haces un escándalo y los superiores se enteran ahora en serio van a dejar tu culo como regalo de bienvenida para los alemanes.

–Tsk… Tienes suerte de que el buen Sewerynsea la voz de la razón.

Dijo en tono irónico mientras empujaba con fastidio al muchacho contra una de las paredes de la trinchera antes de salir dando fuertes zancadas en dirección contraria, por su parte, con un suspiro de por medio, Alezka iba tras él a paso tranquilo no sin antes alcanzarle su boina al soldado junto con una leve inclinación de su cabeza a modo de silenciosa disculpa en nombre del castaño.

–Vilko… Vilko…

Decía mientras el muchacho seguía caminando con la mirada clavado en el suelo ignorándola por completo, aunque fastidiada, Alezka no quería perder los estribos, lo último que deseaba era perjudicar a su amigo por una simple rabieta.

Al cabo de unos minutos ambos llegaban a una de las puntas del sistema de trincheras, a pesar de que uno que otro soldado montaba guardia, ninguno presto particular atención al dúo, después de semejante día sus mentes más enfocadas en descansar y tratar de no caer rendidos por el sueño que en lo que ambos hicieran.

– ¿Terminaste?

Pregunto la chica sin perder su papel de soldado una vez tuvo acorralado a un Vilko cada vez más ofuscado.

–Tsk.

–Sinceramente no entiendo a que viene este berrinche, sé que no eres idiota, tú sabías que algo así podía pasar, incluso tú me pediste que no disparara a sabiendas de eso, siendo así, que reacciones de esta manera no tiene sentido.

–Él lo hizo a propósito.

–Por supuesto, creyó que eras un nazi y matarlos es su trabajo… Y el nuestro también.

–Ya que lo pones así…

Extendiendo sus brazos, Vilko mostraba a su amiga un rifle Kar98 alemán prácticamente nuevo, con una pequeña pero importante modificación, una mira telescópica de una precisión que solo la ingeniera germana era capaz de lograr.

–No pude conseguir muchas balas, pero esos tipejos tienen de estas a montones, no pasará mucho tiempo antes de que puedas conseguir más.

Dijo mientras le entregaba tres cartuchos de entre sus bolsillos.

–Vilko…

– ¿No te lo había dicho? Tómalo como regalo de cumpleaños adelantado, este será el primero que pases lejos de casa, y siendo que estamos hablando de un loco de la precisión como tú, supuse que esto sería perfecto en cuanto lo vi tirado en la playa…

Pasándoselo, Vilko observaba con una sonrisa en el rostro como las delicadas manos de Alezka recorrían el arma con una atención y dedicación más propias de un coleccionista que de un soldado.

–Además, estoy seguro que nadie en toda Europa podría darle un mejor uso a algo como esto que tú.

Como si fuese una niña pequeña a la que le acababan de dar juguete nuevo, Alezka abrasaba con genuino aprecio el rifle en sus manos, y no era para menos, con algo así en su posesión el proteger a su amigo, la razón por la que ella estaba en ese lugar olvidado por la mano de Dios, era algo que no parecía tan difícil ahora.

–Así que supongo que eso explica mi molestia, luego de haber ido a buscar esta cosa para ti, que tú saltes en defensa de aquel pelmazo me molesto un poco más de lo que debería de haberlo hecho.

–Siempre lo he dicho, no eres más que un tonto entusiasta… Gracias, Vilko.

–Es un placer, Seweryn.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

La tarde comenzaba a caer, el cielo se estaba tiñendo de rojo sobre la costa iluminando un territorio devastado, el estridente sonido de las explosiones y los disparos se habían detenido y ahora solo la humareda quedaba a lo largo y ancho de toda la península.

Mas sin embargo la lucha no había terminado

-Seis días…- susurraba Dianne con cierto desgano, su taza yacía vacía hacía ya un tiempo mientras ella de manera sutilmente impasible se mantenía en su asiento mirando el desolado paisaje -…no puedo creer que nuestras tropas no hayan terminado de tomar este triste lugar en más de seis días…-

Revisando el informe que varios de sus subalternos habían preparado ojeo con sumo detenimiento aquel punto que estaba causando más problemas, un grupo atrincherado de no más de ciento cincuenta efectivos en su gran parte milicia que habían tomado unas edificaciones industriales desgatadas en ese punto y las habían condicionado para resistir el embate alemán

-un terreno demasiado irregular para el manejo adecuado de los tanques por bosque y un complejo campo de minas por playa protegido por los tiradores en ese lugar. También está demasiado cerca de la línea ferroviaria por lo que un ataque aéreo sería contraproducente si queremos hacernos con ella… pueden ser milicia, pero su organización es impresionante…-

Ella genuinamente alababa tal esfuerzo, estaban hablando de un puñado de soldados armados buenamente como podían contra bombarderos y fuerzas militares especializadas

Y por eso una sonrisa llena de malicia se esbozaba en su rostro conforme sus ojos se estrechaban

-puede ser que en este lugar me vaya a divertir un poco…-

-de hecho, esa parece ser la situación mayor…-

El leve sosiego que sentía la chica de cabello pálido se ensombreció levemente al escuchar la voz que acababa de hablarle, no necesitaba girarse si quiera a mirar para ver que la enigmática figura acababa de aparecer atrás de ella sin ninguna clase de aviso, probablemente cosa de un círculo mágico

-Lord Valtiel… ¿considera prudente aparecerse así como así en el campo de batalla?...- preguntaba Dianne con desinterés, obteniendo como primera respuesta que el mencionado sujeto se acercase a su mesa para proceder a servirse a sí mismo y a su anfitriona una taza de te

-no tienes que preocuparte por eso…- contestaba este en un tono bajo y señorial pese a su voz considerablemente suave para su apariencia -… la sociedad de Thule (8) ordeno que viniese a controlar la situación en este frente, después de todo han pasado siete días desde que empezó la Blitzkrieg…- señalaba este vistiendo así como su compañera un pulcro uniforme de las SS siendo el rasgo más prominente de su apariencia su largo cabello negro atado en una cola de caballo que caía por su nuca así como un par de enormes alas de plumas negras -…ambos sabemos que acontece eso…-

-es cierto…- concedía Dianne dándole un trago a su bebida mirando de reojo al ser sobrenatural -…sin embargo no me siento cómoda teniendo que eliminar a más de mis subalternos por sus apariciones espontaneas, así que agradeceré la discreción…-

-lo lamento tanto…- contestaba Valtiel con falso arrepentimiento -…lo de la última vez fue un grave error mio, la muerte de jóvenes promesas Alemanas no es algo que me llene precisamente-

Tras el intercambio de palabras ambos personajes se limitaban a degustar de sus respectivas bebidas en silencio.

-si usted está aquí significa que tengo carta abierta para actuar libremente ¿no es verdad?...- preguntaba Dianne con interés ya habiendo digerido el mal trago de la presencia del ángel caído en ese campo de batalla

-efectivamente…- respondía divertido el ángel caído con una sonrisa socarrona -…ambos estaremos de acuerdo en que las condiciones militares de este procedimiento están lo suficientemente balanceadas a nuestro favor para haber tomado el puesto de las fortificaciones fronterizas de Westterplate y sin embargo, aquí estamos, siete días de asedio… podemos decir que haya seres "excepcionales" entre la milicia asentada en esa zona, probablemente haya miembros de sons of liberty infiltrados en esa operación…-

Un leve silencio generaba cierta tensión entre ambos, siendo la primera en retomar la palabra la joven usuaria de SacredGear

-necesitare una tapadera para acabar con la resistencia de Westterplate…- señalaba ella con tono tajante

-no te preocupes, se ordeno que atacases esta noche y tienes carta abierta para usar los medios que creas necesarios…- anunciaba Valtiel pasándole un folio a su subalterna -…acotaremos la destrucción inminente del lugar a un bombardeo indiscriminado de la Lutfwaffe, la resistencia impuesta en la zona fue demasiado grande como para priorizar la seguridad de las industrias que se pensaban tomar de la zona…-

Con la cuartada ya establecida no había cabida a excusa alguna, Dianne entendía lo que su superior le había querido decir

-¿debo tomar prisioneros?...- pregunto está terminando de confirmar las implicaciones de su misión personal

-…si puedes captura a los usuarios de Sacred Gear que puedas encontrar, el doctor Zola en neueordnung estará agradecido de que le lleves sujetos de prueba y recursos para sus experimentos, el dominio de las Sacred Gear va a ser clave en esta guerra…-

-entendido…- finiquitaba Dianne dejando su tasa en su mesa -…ordenare a mi comando atacar al frente que hay en el bosque, yo iré por el otro costado para evitar la menor cantidad de escape de información…-

Habiendo dicho eso el ángel caído se levantaba de su asiento haciendo una respetuosa avenía a la chica

-…estoy segura que Lord Freiherr se encontrara satisfecho con el resultado de su actual operación mayor…-

Sin decir mucho más el ser sobrenatural desaparecía en medio de un círculo mágico dejando a la chica en la soledad de su pequeño campamento, esta tras suspirar se limitó a escudriñar con su mirada su equipamiento el cual descansaba a su costado, este tratándose de una pistola Luger p08 y un sable militar cabeza de león, confirmando para sí misma en silencio que aquello era suficiente se dispuso a empezar con su labor

Dos alas de energía de color azul brillaron en su espalda

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Tras un largo día resistiendo el frenético embate de las fuerzas militares alemanas, desde el ataque inclemente de la artillería naval así como las fuerzas de avanzada que habían sido rechazadas exitosamente durante siete días, la noche finalmente había caído dejando consigo no más que un pesado silencio en el ambiente, el común grillar de la zona del bosque había desaparecido por completo luego del constante ataque a la zona, era probable que todo animal hubiese huido del lugar.

-esto no parece terminar nunca…- bufaba Vilko sentado contra una pared con sus piernas extendidas, claramente cansado del ritmo de los últimos días.

-y ya se nos están acabando los recursos…- señalaba también Alezka igual o más cansada que su compañero, pese a su ímpetu combativo físicamente no era una joven demasiada dada al combate más allá de su educación marcial básica -…tengo entendido que la comunicación con Varsovia también fue cortada…-

El sentimiento de agotamiento y desesperanza era general, no obstante lo último que podían permitirse aquellos quienes estaban apostados en ese lugar era ceder al pánico o a la desesperación, ese sería el verdadero momento donde el fuerte caería y era preferible aferrarse a la esperanza de que tarde o temprano el embate finalizara o que llegaran los refuerzos desde la capital

-no todos…- siseo Vilko socarrón conforme sacaba de su chaqueta un paquete de cigarrillos de manera caricaturescamente triunfal no demorando en prenderlo para darle una profunda calada -…mientras haya vida hay forma…-

-¡Por el amor de Dios!¡¿vas a seguir con esa cosa?!...- regañaba Alezka pasándose la mano por su cara claramente fastidiada por el vicio de su mejor amigo -…¿no crees que ya has inhalado demasiado humo para toda una vida hoy?!...-

-nunca es demasiado…- contestaba este burlón ignorando de manera olímpica el malestar de su compañera, su capacidad para picarla era algo que ambos utilizaban para menguar la tensión de la última semana de estar al borde de la vida y la muerte constantemente por lo que incluso en ese momento aquella pequeña treta era algo que les estaba dando la vida a ambos

Hasta ese momento

Alezka paso del enojo a la confusión cuando los ojos de su compañero se abrieron de par en par y este dejo caer su cigarrillo sobre su chaqueta completamente paralizado

"Estamos en peligro"

-¿Vilko? ¡¿Te encuentras bien?!...- pregunto asustada Alezka tomando al chico de sus hombros sacudiéndolo levemente pasando a hacerlo con fuerza al ver que este no respondía ni volvía en sí -…¡Vilko!¡¿Qué te pasa?!-

Este por supuesto escuchaba las palabras de su compañera, sin embargo, el malestar en su pecho, la horrible sensación de peligro que estaba sintiendo como si alguien tuviese una pistola apuntando en su nuca a punto de disparar y más importante que todo eso, la sensación de que una ira mal sana comenzaba a inundarlo poco a poco fueron sensaciones que lo abrumaron de golpe para poder decir o hacer algo coherente sobre su actual estado.

No obstante tan pronto pudo reaccionar lo primero que hizo fue tomar a su amiga de la infancia de sus hombros con fuerza

-¡Estamos en peligro Alezka!...- grito este tan angustiado que no se molestó en mantener en secreto la condición de su amiga, fue tal el rugido de este que la chica en cuestión no fue capaz de reprenderlo por haber revelado su secreto a sus compañeros quienes miraban extrañados la escena

-¡¿pero qué demonios?!...- rugio el superior a cargo claramente enojado del arranque del recluta, estaba preparado para darle la paliza de su vida y de paso ponerlo a patrullar todas las noches de ahí hasta que el asedio acabara, pero algo interrumpió su proceder.

El sonido de sendas explosiones hicieron retumbar toda la estructura de concreto de manera que pequeños escombros cayeron al suelo haciendo que todos los presentes en cuestión se recompusieran tan pronto como pudieron para volver a sus puestos

-¡No puede ser en serio que la artillería marina va a continuar atacando esta noche!...- exclamo uno de ellos fastidiados, no podía creer la cantidad de armamento que tenían los Alemanes pero aún más importante no podía creer que seguían atacando incluso de noche ¿acaso ninguno de ellos descansaba?

Un nuevo número de explosiones hizo temblar el lugar con más fuerza, los ataques eran mucho más frecuentes de lo que lo habían sido en la mañana

-¡Ataque Aereo!...- anuncio uno de los vigías notando con pánico como no solamente estaban siendo bombardeados desde mar, sino también desde el aire

-¡¿pero que les esta pasando a estos tipos?!...- pregunto Alezka alerta recostada contra una pared mirando en dirección a la playa donde las explosiones de los bombarderos hacían saltar arena por toda la zona nublando todo posible apoyo visual -…¡¿Por qué están atacando de esta manera a esta hora?!...-

Vilko por su parte seguía ensimismado dentro de su ataque de histeria casi a tal punto de no notar el cataclistico ataque enemigo a su alrededor, con fuerza sujetaba su pecho sintiendo como este estaba a punto de estallar debido a aquella sensación de opresión que se había desatado de repente.

Sensación que le hizo alzar su mirada al cielo donde vio algo que lo saco de su ensimismamiento

-Que…¿Qué es eso?...- pregunto trémulamente, puesto que en el cielo a prudencial distancia, un brillo azulado cristalino resaltaba en medio de la noche y si bien este parecía ser una bengala que de alguna manera se había quedado estática en el aire, al mirar con mayor detenimiento se podía vislumbrar una figura humana en este brillo.

Los pocos compañeros que no estaban respondiendo inmediatamente al nuevo ataque, se detuvieron junto a Vilko para ver qué era lo que él estaba mirando de manera tan llamativa, quedándose también estáticos al notar efectivamente a una persona manteniéndose estática en el aire con dos alas azules a sus espaldas

El superior de toda la guarnición trago saliva pesadamente al identificar al enemigo

"esas alas… no puede ser verdad"

El miedo se comenzó a apoderar de su corazón pese a ser un veterano de guerra cuyas batallas lo habían embarnecido furiosamente

"El dragón emperador blanco… esta con ellos"

-Oigan… supongo que debo estar muy cansado…- dijo con tono burlón, pero claramente asustado uno de los soldados del lugar señalando al cielo con su mano temblando -…por qué estoy viendo a un maldito soldado alemán volando sobre nosotros…-

-No estás cansado viejo…- contestaba Vilko hiperventilando, pasando del pánico a un enojo que no entendía de donde provenía -…¡definitivamente hay un nazi encima de nosotros volando!...-

Antes de que todos pudiesen terminar de asimilar lo que estaban viendo, un haz de luz azul plateado zigzageo desde donde estaba la figura en el cielo hasta entrar de lleno a la fortificación en medio de muchos de los soldados quienes de desprovisto vieron a un miembro de las SS Waffen agachado en medio de ellos dejando ver sus alas de energía siendo esto lo último que vieron en sus vidas

-¡uaaaarrgggggg!...-

Con rápidos movimientos el enemigo en cuestión había eliminado a los cuatro soldados que estaban a su alcanza al parecer con un sable que empuñaba furiosamente con su mano izquierda

-¡Abran fuego!...- exclamaron los compañeros de estos apuntando sus armas a al enemigo quien al levantarse había revelado la figura de una joven que recién entraba en su adultez mirándolos con una frialdad absoluta y una clara sed de sangre

DIVIDE…DIVIDE…

Antes de que pudieran abrir fuego, los soldados acababan de sentir como si su fuerza hubiera abandonado su cuerpo haciéndoseles pesado incluso alzar sus rifles, por su parte la misteriosa figura ahora se movía de manera más feroz abalanzándose sobre uno de sus enemigos con una estocada cuya potencia no solamente lo había atravesado de lado a lado con su sable, sino que también lo había arrojado contra la pared haciendo estallar la parte trasera del cuerpo de este. Siendo esto el predecesor a una masacre indiscriminada de un solo sujeto en este caso una joven chica contra todo un batallo que no tenía oportunidad alguna de sobrevivir.

A considerable distancia tanto Vilko como Alezka miraban completamente atónitos como esa mujer acababa en cuestión de instantes con todos sus compañeros, cortando a estos a la mitad con su sable si no es que directamente los despedazaba en varios pedazos.

-¡Vilko reacciona!...- grito a todo pulmón Alezka haciendo que el sujeto en cuestión despertase de su asombro cuando la soldado Nazi se enfilo hacia él apenas dándole tiempo de detener el filo de su sable con su propio rifle empujándolo furiosamente contra una pared haciéndole escupir una onda bocanada de aire debido a la potencia del embate de la misma, podía jurar como el impacto habia sido suficiente para destrozar parte de su caja toraxica, pensamiento acertado puesto que no era normal que un cuerpo humano soportase ser enterrado levemente en concreto solido

-¡¿uh?!...- un susurro desconcertado hizo reincorporar a Vilko levemente puesto que este había salido del rampante enemigo quien se trataba de una chica que en edad no difería de su mejor amiga, sus enormes ojos azules lo miraban con expectación siendo estos levemente opacados por los cabellos pálidos que caían por su cara -…Interesante, por alguna razón tengo un ferviente deseo de descuartizarte en cientos de pedazos chico…-

Completamente aterrado de la fuerza sobrehumana de aquella chica físicamente menuda, Vilko subconscientemente entendía lo que esta trataba de decirle, haciendo que él aun claramente superado empujase su rifle con ambas manos forcejeando, agradeciendo que de alguna manera este no había sido cortado como mantequilla aun por el filo de esa espada

-¿Todos los Nazis sin igual de simpáticos que tu?¿o solo los que están completamente mal de la cabeza?...- bufo este socarrón sonriendo.

-¡Vilko!...-

Sin mediar tiempo recursos ni consecuencias Alezka tomaba su rifle y apuntando a toda prisa comenzaba a abrir fuego contra la operativa Aleman haciendo que en respuesta esta retrocediera dejando libre a Vilko para evitar recibir daño por parte de los disparos.

-¿uh?...-

No obstante, el corte en su mejilla le hizo notar que ese soldado en particular tenía una mejor velocidad de reacción que el resto del pelotón puesto que si bien no acertaba, varios disparos estuvieron peligrosamente cerca de acertar

DIVIDE

-Ugh….-

Alezka caía de rodillas al suelo tras haber sentido como buena parte de su fuerza la había abandonado, no siendo eso lo peor, en cuestión de un parpadeo el enemigo estaba delante de ella con su pistola apuntando directamente a su rostro a centímetros de distancia abriendo fuego en el acto.

-¡!...-

Dianne se sorprendió genuinamente al ver que su disparo había dado directamente al suelo y que por el contrario el soldado al que acababa de robar su fuerza se había desplazado a un costado y ahora apoyaba una pistola sobre su abdomen. La mirada de repulsión y de odio genuino de Alezka solamente era contrastada por el brillo antinatural de sus ojos ahora teñidos de color dorado con unos cuantos patrones lineales alrededor de este.

El disparo de la chica hizo eco, no obstante, cuando la bala termino de salir su blanco ya había retrocedido volátilmente no saliendo completamente ilesa

-¡Interesante!...- vociferaba Dianne sujetándose el antebrazo izquierdo, lugar por donde había pasado la bala -…parece ser que aquí también había otros usuarios de Sacred Gear…-

Nuevamente Alezka comenzaba a disparar contra Dianne, mas sin embargo esta vez le fue completamente imposible si quiera rozar a su enemiga con sus ataques y por otra parte…

-¡ARRRGGHHHHH!...-

La punzante estocada del dragón emperador blanco en su hombro atravesándole este de lado a lado con su sable le había hecho soltar sus armas por reflejo, arrancándole un alarido de dolor al obligar mediante su espada a que esta comenzase a levantarse sintiendo como su hombro estaba siendo atravesado hacia arriba siendo detenido únicamente por su clavícula.

-No tientes a tu suerte muchacho…- señalo Dianne con tono particularmente frio conforme seguía alzando a Alezka hasta hacer que los pies de esta no pudieran tocar el suelo -…agradece que no te matare únicamente por que serás útil para el doctor Zola…-

La chica de cabellos negros inútilmente trataba de buscar algo de que agarrarse para evitar que el filo de su espada dañase su brazo permanentemente, sin embargo, el filo de la espada era lo único que estaba a disposición, haciendo que en una desesperada resistencia se aferrase del sable con ambas manos sin importar si sus manos comenzaban a sufrir daño también.

"Maldita hija de perra"

Gruño internamente Vilko, el golpe que había recibido por parte de la uniformada de las SS lo había dejado momentáneamente aturdido y ello había imposibilitado que este reaccionase mientras su amiga combatía, pero ahora que había vuelto completamente en si y lo primero que había visto era a esta siendo empalada y alzada de manera brutal y antinatural por la invasora

Algo dentro de él acababa de quebrarse, de manera mucho peor que en él pasado cuando vio aquel orfanato en llamas.

¡MALDITA HIJA DE PERRA!...

Respondiendo por puro instinto Vilko se abalanzo hacia Dianne preparada a destruir su cabeza con un gancho izquierdo, con tal nivel de arrebato que no noto que su brazo en cuestión estaba siendo cubierto por una energía rojiza que no demoro en explotar por completo creciendo de manera abrupta como si salieran piezas de metal de su ser

¡EXPLOSION!

-¡!...-

Dianne alertada por el frio golpe de la adrenalina soltó su espada dejando caer a Alezka y cruzando sus brazos sobre su rostro en forma de X recibiendo así el devastador puño cubierto por un guantelete rojo de protuberancias doradas él cual fue suficiente para despedirla contra la pared con toda potencia atravesándola por completo.

-¡Alezka!¡¿estás bien?!...- ignorando por completo lo que acababa de pasar Vilko lo primero que hizo fue ir hacia donde su amiga y revisarle, esta estaba completamente en shock e incapacitada a causa del dolor en su hombro y sus manos, no obstante a duras penas asintió para darle algo de tranquilidad a su compañero

-Vilko… tu mano izquierda…-

Señalo ella con voz entrecortada, haciendo que el mencionado mirase ahora si en detalle lo que había ocurrido. Quedando completamente en shock al mirar

-¡¿Qué mierda es esto?!...-

Exclamo casi aterrado mirando como su brazo izquierdo hasta su antebrazo había sido cambiado por una enorme garra mecánica de color rojo con protuberancias puntudas doradas, sobre la cual brillaba una gema de color verde que irradiaba furiosamente en ese momento.

-¡No lo puedo creer!...-Interrumpiendo su cavilar, el grito de dolor y de júbilo que acababa de resonar por el lugar alerto a Vilko de que la pelea no había terminado, algo que confirmo al ver salir a Dianne del muro donde había sido despedida con su brazo derecho colgando de su propio peso goteando una considerable cantidad de sangre -…¡Sabia que en este lugar iba a encontrar usuarios de Sacred Gear, pero jamás pensé en encontrarme con él RotenDrachenkaiser...- En contra del dolor que debería estar sintiendo por el daño sufrido, la sonrisa de Dianne se había retorcido completamente abandonando por completo todo rastro de la mujer imponente y sofisticada desde el inicio de su invasión -…No tengo ninguna razón para no ir con todo…-

Una serie de patrones de color azulado brillante se vislumbraron desde la mano izquierda de la soldado Nazi hasta parte de su rostro para que a continuación está extendiendo sus manos invocase una especie de círculo mágico con una serie de patrones en el aire, Vilko no entendía de que iba ese asunto, no obstante su instinto primario hizo que su primera respuesta fuera tomar a su compañera y saltar a un costado todo lo lejos que pudiese, evadiendo así unas estalactitas de energía mágica que se acababan de clavar donde él había estado

-¡No entiendo qué coño está ocurriendo!...- exclamo uno de los soldados de la guarnición sin terminar de creer lo que estaba viendo -…¡nos está atacando una perra voladora que puede hacer magia!...-

-¡No lo puedo creer!¡esto ya no es un combate de humanos, esa bruja es un puto monstruo!...- exclamo otro mirando con pánico a sus compañeros muertos para luego voltear a mirar nuevamente a la integrante de las SS abalanzándose sobre Vilko y Alezka respondiendo este como buenamente podía a los ataques mágicos de ella -…¡no hay manera alguna en la que podamos hacer nada contra los Alemanes!...-

-¡Estamos perdidos!-

-¡SILENCIO!...- haciendo rugir su voz el Capitán de la guarnición aun también apretando sus dientes para soportar la tensión como buenamente podía trataba de evitar que sus hombres cayeran en pánico -…¡NO IMPORTA SI SON MONSTRUOS O NO!¡DEFENDER ESTE PUNTO ES NUESTRO UNICO OBJETIVO Y PARA ESO TOCA RECHAZAR TODA AVANZADA QUE VENGA HACIA NOSOTROS, SIN EXCEPCION!...-

-Capitán…- susurraba uno de los más jóvenes viendo como su superior tomaba un rifle de sus compañeros caídos -…¡abrid fuego a discreción!¡aprovechemos que el recluta Vilko y su compañero la han llevado a los pasillos!...-

-¡Hi!...- asentían los demás como buenamente podían, en otro punto discutirían que ello era peligroso por sus compañeros quienes estarían expuestos al fuego aliado, pero en una pelea de tal dimensiones no había cabida para no pensar en otra cosa más que sobrevivir a todo costo

Una ráfaga de fuego se disparó en dirección a la soldado Nazi quien en acto reflejo activaba un círculo mágico el cual la protegió de los impactos directos de bala haciendo que estos rebotasen a su costado estallando estridentemente en el corredor donde se encontraba

-¡No inventes!¡¿también puede bloquear disparos?!...-

-¡NO SE DETENGAN, CONTINUEN DISPARANDO!...-

El salvaje tiroteo mantenía al dragón blanco en su lugar, momento que aprovechaba Vilko para entre una de las salidas al costado arrastrar a Alezka de ese lugar llegando a un almacén de armamento.

-Esa tipa tiene habilidades como las tuyas…- le señalaba Vilko a Alezka, el hacía mucho tiempo sabia de la extraña habilidad de su compañera que a palabras de él "prácticamente le hacía leer el futuro en combate" por lo que el choque no era de descubrir que sus enemigos podían tener a alguien así -…pero esta tipa esta mucho peor, puede volar, reflejar balas, tiene supe fuerza y demás…!¡parece el puto Superman!...-

Alezka en silencio asentía, era cierto lo que su amigo estaba diciendo, no obstante, había algo de lo que él no había caído en cuenta quizás por la euforia del momento

-Tu le diste un puñetazo que la hizo atravesar un muro de lado a lado con esa cosa en tu brazo…- señalaba ella haciendo que ambos miraran la misteriosa garra que se había construido en el brazo del joven -…además parece estar irradiando energía pura…-

La gema verde brillaba con intensidad destilando leves partículas doradas como si resonase constantemente, al menos así lo sentía Vilko cuya opresión en el pecho continuaba, pero ya no era únicamente terror, era también expectación y adrenalina pura

-Dragón emperador rojo…- murmuro él en dirección a Alezka -…¡Esa puta loca me llamo dragón emperador rojo!¡¿sabes qué significa eso?!...-

Los ojos de Alezka se abrieron en señal de confusión

-¡¿desde cuándo sabes hablar en Alemán?!...- pregunto esta extrañada entrecerrando sus ojos -... yo no entendí una sola palabra de lo que ella estaba diciendo!...-

Vilko iba a contestar, pero se vio incapaz de hacerlo, él había sido capaz de entender todas y cada una de las palabras dichas por la miembro de las SS, sus palabras burlonas y despectivas a su compañera y la particular euforia de esta hacia él, solo hasta ese momento había caído en cuenta que, en efecto, la soldado hablo todo el tiempo en Aleman

-yo no hablo alemán…- señalo Vilko genuinamente incrédulo -…¿Por qué entendí todo lo que esa perra me estaba diciendo?...-

"El vínculo entre los dos dragones celestiales va más allá de las barreras del idioma… su destino está atado a la dominación y la destrucción"

-¡¿Qué fue eso?!...- pregunto Vilko exaltado abriendo sus ojos con enojo y pavor girando su cabeza en todas direcciones -…¡Alezka!¡¿de dónde vino esa voz?!...-

-¡¿voz?!...- pregunto esta incrédula -…¡¿de qué me estás hablando?!...-

"No hay tiempo para eso mocoso, el blanco está aquí y ha venido únicamente para asesinarte, y no estas a la altura para responder en batalla así que escúchame"

Vilko sin terminar de salir de su confusión miraba la gema en su brazo, la voz que le hablaba resonaba con esta por lo que instintivamente opto por creer que aquella aparición estaba conectada con el misterio de ese brazo y entenderlo salvaría su vida.

En el corredor el tiroteo contra Dianne era incesante, la guarnición entera estaba dispuesta a gastar todas las municiones disponibles en ese momento para rechazar a la puta que los había invadido aun si eso los dejaba completamente indefensos después.

En el fondo todos eran conscientes de que esa noche el fuerte que habían estado protegiendo furiosamente caería, sin embargo, si podían llevarse consigo a aquel monstruo podían darse por bien servidos para con su país.

-¡SUFICIENTE!...- exclamo Dianne furica, su brazo derecho luego del puño directo de Vilko había quedado completamente inutilizado y sus reservas mágicas estaban agotándose rápidamente al contener el tiroteo en su contra.

DIVIDE…DIVIDE

Rápidamente comenzó a absorber la fuerza de quienes estaban disparando, no podía arrancar energía mágica alguna de ellos, pero la energía física le ayudaría a resistir el embate de los disparos sin contar que el agotamiento de ellos tarde o temprano debería llegar.

Mas sin embargo, ella había olvidado algo importante.

-¡Oye maldita perra!...- a su costado saliendo del almacén donde se había escondido, salía Vilko apuntándole a quemarropa con la escopeta Winchester modelo de 1912 ya bastante desgastada que le habían impuesto en cuando había llegado a la guarnición y que perezosamente había dejado en ese almacen.

Saltando hacia atrás Dianne aprovechaba para retroceder hacia una parte del muro que había sido derribada por el rebote de las balas teniendo que preocuparse únicamente ahora del disparo a quemarropa el cual sería amortiguado sin problemas por su círculo de protección

O eso ella creía

BOOST.

El anuncio de la Boosted Gear llamo su atención alertándole que corría mas peligro del que pensaba

TRANSFER

-¡Fuego!-

El disparo de la escopeta siendo potenciado de alguna manera por el guantelete rojo salió con tal nivel de poder que la misma estallo por la potencia del proyectil mucho mayor a lo que el cañón podía soportar haciendo que el retroceso no demorase en dislocar el hombro de Vilko, no obstante quien había recibido el mayor daño había sido Dianne quien vio su escudo caer estrepitosamente por el disparo potenciado de los perdigones, muchos habían sido detenidos pero varios siguieron su camino en dirección a su mano extendida.

-¡!...-

Los ojos de ella vieron casi en cámara lenta como tres de sus dedos volaban libremente por el aire estallados mientras comenzaba a sentir un ardor indescriptible en la palma de su mano, incomparable con el dolor sordo que sentía en su brazo roto

La mirada de Dianne se teñía de sangre mientras la ira comenzaba a dominarla, el dolor que estaba sintiendo en ese momento no era nada comparado con la herida hecha a su orgullo, imponente y dominante como se había mostrado hasta ahora haber sido reducida a ese estado en ese momento había sido la mayor deshonra por la que había pasado en toda su corta carrera militar.

En medio de su cólera vio como el soldado que estaba junto al dragón emperador rojo se abalanzo por encima de este hacia ella con su sable en mano preparado para cortar su cabeza, impedida para reaccionar correctamente debido a su brazo inútil y su mano desecha todo parecía ser a ojos de Vilko y de Alezka que ese era el final del monstruo al que estaban enfrentando

No obstante, la sed de sangre en los ojos de Dianne inquieto inclusive a una Alezka preparada para dar el golpe de gracia.

Preparada para cortar la cabeza de la miembro de las SS con un sablazo de revés Alezka hizo su movimiento pese a su inquietud únicamente para ver con pavor como la chica aparentemente arrogante y superior todo el tiempo en su comportamiento de manera casi bestial atrapaba la hoja con sus dientes con tal fuerza que la hoja se fracciono en pedazos

"¡No es broma!¡esta zorra es un monstruo!"

La punta de la hoja que había sido despedida al aire luego de ser destruida fue inmediatamente atrapada por Dianne quien pese a tener solamente dos dedos en su mano y parte de la misma completamente destrozada agarraba la hoja con fiereza para luego empujar con toda su fuerza en dirección a la cabeza del miserable despojo que se había atrevido a atacarla en ese estado.

Alezka vio un grueso chorro de sangre caer sobre su rostro y hombro al ver como la hoja que iba en dirección a su cara acababa de ser frenada por el antebrazo derecho de Vilko quien abrazándola con su otra mano la había aparado del mortal golpe amortiguando este con su propio ser, teniendo como consecuencia que la hoja atravesase su brazo de lado a lado

-¡Eso duele!...- gruño Vilko para luego despedir a Dianne de una patada lejos de ambos permitiendo que la distancia fuera retomada nuevamente.

Gruñendo casi como un animal salvaje, la respiración de Dianne se agitaba ferozmente, sin embargo, cuando Vilko y Alezka creían que iba a estallar de alguna manera.

Inmediatamente se calmó a si misma de manera espontánea.

-Es la primera vez que soy llevada a este punto…- señalaba ella de manera estrafalaria a ojos del dragón rojo y su compañera completamente calma, sus ojos destellaban seguridad y arrogancia mientras esta pasaba su mano destrozada sobre su cabello corriéndolo a un costado manchando su rostro de su propia sangre agarrando un puñado de sus mechones con un leve sonrojo en sus mejillas -…pero creo que ya fue suficiente de jugar…-

Extendiendo sus alas haciéndolas crecer tanto como el pasillo lo dejaba, esta extendió nuevamente su mano destruida en dirección a sus enemigos haciendo que estos se preparasen para responder a la defensiva.

De manera burlona y casi seductora Dianne le guiño el ojo a quienes serían sus víctimas.

-Espero que con esto sufran una muerte lenta y dolorosa…-

HALF DIMENSION

Apretando su puño con fuerza, toda la fortaleza comenzó a temblar masivamente puesto que partes puntuales de la misma, muros donde se apoyaba toda la estructura y demás estaban siendo modificados en toda su forma siendo reducidos a la mitad y comprometiendo todo el lugar en si, con un ruido estridente toda la fortaleza implosióno dentro de sí comenzando a desplomarse por su propio peso sepultando a todos quienes estaban en su interior extendiendo por toda la playa y todo el bosque una enorme nube de polvo que precedió el leve temblor que hubo por toda la zona.

El bombardeo por parte de la armada naval de los alemanes no se detuvo en ningún momento tal cual estaba previsto y sin ninguna resistencia por parte de la fortaleza caída la infantería no demoro en inutilizar el resto de las defensas de tierra.

Aquella noche finalmente los alemanes habían tomado la península de Westerplatte luego de siete días, lo siguiente era la dominación completa sobre Varsovia y el resto de Polonia

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

-Bueno… cuando ordene la destrucción completa del lugar, no espere que esta chica se tomara esa descripción tan apecho…-

Fueron las palabras de una sombra que caminaba por los escombros de la fortaleza que había estado dando problemas durante los últimos días en la toma de los alemanes sobre la zona, el sujeto en cuestión caminaba tranquilamente por sobre los restos del lugar donde se podía vislumbrar los cuerpos de quienes murieron aplastados por la caída del lugar asi como quienes habían sido tiroteados antes y luego del mismo suceso.

Un recorrido pausado que termino cuando el sujeto en cuestión llegaba a un punto donde completamente inconsciente se encontraba la actual dragón emperador blanco, sumamente herida, su brazo derecho se había hinchado considerablemente y su mano izquierda estaba destrozada, eso sin contar el daño que había sufrido por la enorme cantidad de concreto que había caído sobre ella.

Y sin embargo estaba con vida, de alguna manera completamente herida se las había arreglado para salir de ese lugar antes de morir sepultada

-sigo sin entender la aprensión de Lord Barakiel respecto a los humanos… son bastante divertidos…- señalaba el mismo corriendo despectivamente los escombros que se encontraban atrapando a la chica en cuestión, arqueando una ceja al ver que parte de sus piernas habían sido aplastadas y que probablemente en otros casos aquellas heridas serian permanentes incapacitándola de cualquier labor el resto de su vida, sonriendo con suficiencia sacaba una pequeña ampolla que no demoro en clavar con brusquedad en el pecho de la misma

-¡aaaaaahhhhhhhh!..-

Inhalando aire como si este la llenase de golpe los ojos de Dianne se abrían de golpe conforme su cuerpo destruido y mutilado comenzaba a reconstruirse a sí mismo, los dedos que habían sido cercenados volvían a crecer como si nada hubiera pasado y sus piernas volvían a la normalidad, quedando como único rastro del daño que había sufrido sus ropas destruidas. Parpadeando mirando en todas direcciones finalmente la mirada de la chica de cabellos pálidos se cernía sobre su superior, haciendo que su agitación terminase y en cambio la dominase un claro desasosiego

-no te veo muy contenta de que te haya salvado la vida niña…- señalaba Valtiel con tono sereno y casi burlón –no puedo creer que la imponente WeiberDrachenkaiser terminase en tal estado en la toma de una triste fortaleza, debo decir que estoy decepcionado…-

-en otro caso replicaría…- otorgo ella desviando su mirada de manera cansada a su costado sin animo -…pero el rojo se encontraba en este lugar…-

El aspecto sereno de Valtiel se retorció en ese momento, su mirada ahora se cargaba de clara molestia

-este es un giro de los acontecimientos bastante incordante…- bufo este claramente molesto -…espero que le hayas dado fin a su vida…-

-si yo escape de estos escombros con vida no me extrañaría que él también lo hubiera hecho… puedes tomarte tu tiempo revisando debajo de todas estas ruinas…-

-no te veo demasiado afectada por haber perdido contra el rojo…- señalo Valtiel despectivamente, tenía cierto respeto por la joven que le servía, pero su pedantería natural a veces lo escamaba más de lo que toleraría de no ser por la gran oportunidad que la guerra actual brindaría a su facción.

-por supuesto que no… esto solamente fue el tanteo de terreno…- levantándose de los escombros con su uniforme raído, pero ya completamente repuesta, la sonrisa de Dianne se llenaba de petulancia -…esto está dentro de mí, esto me dice que esta batalla ni de lejos tendría que haber terminado en este triste lugar… no…-

La mirada de Dianne se llenaba de crapulencia, su sonrisa socarrona desafiaba abiertamente al ángel caído a su costado quien le miraba con sumo desprecio.

-La nuestra será la pelea que defina la guerra que acaba de comenzar, ni tu ni tus lamentables superiores del grupo de Thule podrán cambiar eso… de tratar de hacerlo yo mismo los arrastrare lejos del paraíso blanco…-

No obstante si bien Valtiel no podía sentir nada más que repulsión por la mocosa a la que él mismo se había echado al hombro para cuidar y ascender, una sonrisa divertida se dibujaba muy sutilmente en su ser

"Los seres humanos son realmente fascinantes"

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

En otra parte del país, un carruaje se desplazaba a toda velocidad movido por dos caballos, dentro de este descansaba una Alezka quien mal herida soportaba su condición con apenas unos cuantos vendajes en su cabeza, manos y un trapo que sujetaba su brazo derecho casi completamente cercenado, una sutura de emergencia era lo único que podía hacer con las pocas cosas de las que habían salido del batallón

Aun no podía creer que hubieran escapado con vida, todo eso se lo debía a la persona que estaba llevando el carruaje en ese momento apenas equipado únicamente con unos cuantos implementos de primeros auxilios y las pocas provisiones que se habían alcanzado a rescatar

-mmmmmmm…-

Retorciéndose levemente a su costado, Vilko comenzaba a despertar tambien devolviéndole algo de alivio a su amiga de la infancia quien no demoro en ir a ver como estaba este

-¡Vilko!¡despierta inútil!...-

Gruño está haciendo que el mencionado poco a poco se reincorporase, algo relativamente fácil gracias a que el mecer del carruaje hacía imposible cualquier labor de sueño cómodo

-¿Alezka?...- bufo este pálidamente tratando de recordar donde estaba, rápidamente rememorando todo lo que había pasado antes de que la fortaleza cayera sobre ellos -…¡¿Qué paso?!¡¿Dónde estamos?!...-

-Estamos camino a Rumania mocoso...- respondía quien estaba llevando el carruaje con tono marcial, casi de mal humor

-¿Capitan?...- pregunto extrañado Vilko reconociendo la espalda del mencionado, este no respondía a su llamado sino se mantenía firme en su labor -..¡¿Rumania?!¡¿Qué paso con la guarni…?!-

-Todos muertos…- contesto este sin cambiar su tono -…solamente los alcance a salvar a ustedes dos cuando todo el fuerte se vino sobre nuestras cabezas… la fortaleza de Westerplatte cayó en ese momento, los alemanes tienen el control de la zona…-

Vilko quería protestar, habían abandonado el lugar, no obstante, la mano vendada de su amiga sobre su hombro así como su negativa silenciosa simplemente le hicieron mirar hacia abajo apretando sus dientes, su brazo derecho estaba sumamente herido sin contar las costillas rotas producto del poderoso embate de su enemiga

-no hay tiempo para lamentarse mocoso…- señalo el capitán entendiendo el sentir de su subalterno -…seguimos con vida y eso es lo que importa, ahora lo mejor que podemos hacer es prepararnos para la guerra que acaba de comenzar…-

-¿Guerra?...- pregunto Vilko molesto, era una posibilidad que los Alemanes estuviesen actuando por pura hostilidad contra ellos por lo del tratado de Versalles, pero pensó que el resto de los países podrían coartar levemente la situación con un tratado de no acción, sin embargo al parecer no era así

-llego un reporte de la capital, se ha declarado oficialmente la guerra…- informaba el Capitán con uno tono esta vez mas condescendiente -…el Reino unido, Australia y Nueva Zelanda le han declarado la guerra a Alemania hace unos días mientras estábamos atrincherados, creo que otros países también ya lo hicieron, pero no me aseguraron nada…-

El ambiente era desolador, Vilko y Alezka miraban hacia atrás desde el carruaje, las humaredas que salían aun cuando no se alcanzaba ya a ver la ciudad se alzaba hasta el cielo tiñendo el mismo de un gris plomizo y si bien ya estaban en la zona rural, el olor de la pólvora, la sangre y la tierra sobre ellos solamente hacia su recogimiento mucho más aprehensivo.

-¿Por qué estamos yendo a Rumania?...- pregunto Vilko con desgana y total derrotismo, no había evitado que la miembro de las SS barriera con el lugar que estaba defendiendo y eso había costado la vida de todos en el lugar

-Los alemanes no solamente cuentan con un cuerpo militar superior al que vimos en la gran guerra, también cuentan con una tecnología superior y más recursos bélico de los que podríamos contar nosotros como nación, eso sin contar que tienen a usuarios de Sacred Gear del calibre del dragón emperador blanco en sus filas…- describía el capitán con seriedad -…sin importar cuanto luchemos Polonia eventualmente terminara conquistada por ellos en cuestión de tiempo, por lo que es mejor prepararnos para luchar desde otros frentes…-

Si bien la noticia era terriblemente lapidaria, algo dentro de la descripción habia llamado la atención de Vilko

-Capitán ¿usted sabe que es todo eso del dragón emperador rojo y el dragón emperador blanco?...-

Alezka y Vilko se mantuvieron expectantes de una respuesta que no llegaba, ambos miraban en silencio como su líder de escuadra se tomaba su tiempo para formar una respuesta

-no puedo darte muchos detalles porque solo conozco la superficie del tema…- respondió finalmente el ancianado sujeto suspirando pesadamente -…solamente puedo decirte que si el blanco esta con los alemanes, indiscutiblemente tu serás una pieza clave para terminar esta guerra que se avecina … ambos lo son…-

Ambos chicos no entendían de que iba el asunto, pero para Vilko todo ello era desconcertante, de alguna manera descubrió que en el mundo habían más personas con extrañas habilidades sobrenaturales siendo él otra de esas ¿y ahora le decían que estaba sobre él el terminar la guerra que acababa de empezar?...-

-¡Pero…!-

-No hay peros que valgan en esta situación chico…- corto el capitán molesto -…todos los detalles que quieras pedir se los darás a los expertos en la materia que es a donde nos dirigimos…-

-¿los expertos?...- pregunto extrañada Alezka , ya ni si quiera intentando esconder su sexo, a esas alturas tal tarea era irrelevante

-nos diremos hacia un puesto clandestino a las instituciones militares tradicionales, básicamente son una unidad independiente versada en el mundo sobrenatural, esclarecer con ellos cual va a ser el siguiente movimiento va a ser imperativo, ya allá obtendrás todas tus respuestas…-

La mirada de Vilko se estrechaba, si en otro momento hubiese escuchado una tontería como una unidad paranormal, probablemente se hubiese burlado estrepitosamente pero ahora el tema le chocaba bastante porque al parecer todo eso era verdad

-¿Cuál es el nombre de esa unidad?...- pregunto Vilko con tono desafiante

-Sons of liberty…- contestaba el Capitán con tono sereno -…mi contacto con ellos es una aristócrata versada en todo este contexto… su nombre es Maria Rose Pendragon…-

Sin cuestionar mucho más, ambos jóvenes, así como su líder de batallón procedían su camino en silencio, limitándose únicamente a descansar y a alimentarse de las raciones de emergencia que tenían siendo únicamente acompañados por la desoladora realidad de que al parecer una segunda guerra mundial acababa de empezar

….

Palabras de Autor

Bueno, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualice (sea este o en mi perfil para ventilar basura) ya ni si quiera debería tener documentos guardados en el label de la página o si quiera si ese sistema aún se mantiene, pero lo que importa es que tengo una razón. Bueno, la razón la había explicado ya hacía mucho tiempo, estaba haciendo la tesis de mi carrera y por condiciones ajenas a mi me toco re empezar el proceso desde cero en un momento en el que cambiaron a mi docente guía, por lo que todo tiempo que pudiese tener solamente lo pude invertir en mi carrera. Afortunadamente ya terminé y con eso puedo volver a escribir con normalidad (esta es una manera indirecta de decir que los otros fics míos ya también están siendo actualizados no se preocupen quienes esperan por superhero o el jardín)

Fuera de eso, ahora todos dirán ¿Qué coño ha sido esto? Para empezar este fanfic no fue una idea mia como tal, fue algo que salió de incontables horas de shitpost entre shinjiesbostero y yo quienes un dia dijimos (loco, ya sabemos cómo funciona el mundo dxd como tal… pero …¿Cómo habrá sido la segunda guerra mundial en ese universo? Una pregunta que respondíamos teorizando tonterías que antes de darnos cuenta, ya nos tenían creando personajes y a mi estudiando historia que no fuera de arquitectura puesto que mi fuerte es la narración y la dinámica de los personajes mientras que el señor bostero es un ferviente fanático del periodo de ambas guerras mundiales cuyo nivel de conocimiento sería suficiente para que unos cuantos catedráticos universitarios le comiecen la polla… y asi antes de darnos cuenta pues teníamos algo serio entre manos, y ya que hay tiempo para tomarlo con seriedad pensé que seria buena idea darle ya forma definitiva al tema, cosa que el resultado es lo que ustedes ven aca, espero lo disfruten tanto como el shinji y yo lo hicimos escribiéndolo

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

En otra parte del mundo, un joven de complexión considerablemente robusta para su edad, vestido con una túnica negra por encima de su traje servicial caminaba por las bucólicas praderas francesas mirando con cierto desinterés el panorama general.

-Padre…¿se encuentra bien?...-

Atrás suyo cargando un maletín que parecía ser casi la mitad de su tamaño, una joven que al parecer ni si quiera había llegado a sus quince años de vida le seguía fervientemente, su cabello era de un extraño color naranja pálido, sus ojos grandes y expresivos lo miraban con genuina expectación e infantil entusiasmo, la misma vestía con un habito con unos cuantos accesorios para llevar implementos de combate sencillos como pociones o pequeñas dagas. Resaltando de estos el escapulario que llevaba un bordado lleno de inscripciones en Latin y el cinturón de cuero considerablemente grande que se dividía en varias piezas sobre su cintura

-me encuentro bien hija…- contestaba este con tono grave pero lleno de amabilidad -…es simplemente que ya la guerra es un hecho oficial, por lo que es difícil saber cuáles van a ser las intenciones de la santa sede de momento…-

El sujeto en cuestión obedecía las ordenes directamente desde el Vaticano, no obstante, el no era ningún tonto como para notar que la política habia permeado a la institución durante los últimos tres años, el desprecio Nazi hacia la iglesia católica era evidente, no obstante, había partidarios dentro de la misma a favor de las ideas de Adolf Hitler y eso había llevado a un conflicto de intereses más que evidente

La mirada de la niña se llenaba de condescendencia.

-aun asi…esta seguro que la iglesia ha sido…-

No se animaba a terminar, la sola idea era bastante terrible si quiera para terminar de mencionarla

-solamente es una teoría mía…- contestaba este acariciando la cabeza de la niña -…las plegarias del hombre a Dios en el cielo son el poder que mueve el sistema de milagros en el cielo, esto es gracias a la fe que depositamos todos como hermanos e hijos del padre celestial y por ende nuestra convicción da forma a esta forma particular de confirmar nuestro favor al cielo. No obstante, la fe puede tomar mil formas y una interpretación errada de las enseñanzas de nuestro señor puede hacer que nuestras intenciones se deformen…-

Conforme explicaba su punto, la niña miraba con fascinación la forma en la que el viento hacia mecer el cabello negro azulado del hombre que la acompañaba

-…por ejemplo, si la idea de que Dios nos ama a todos por igual es tergiversada por un mensaje absolutista como lo es la idea de que Dios solamente ama a su pueblo, y este mismo pueblo puede ser elegido a dedo, transmitirá un mensaje lleno de odio bajo la premisa de la unificación de un pueblo y una idea…-

En ese momento la mirada de padre se llenaba de intensidad y hostilidad

-me preocupa ese panorama que es por el que abogan varios de los superiores en la iglesia, una situación que se ha desatado con el discurso elitista de Adolf Hitler y nuestras fuentes han confirmado que su círculo más cercano, la sociedad de Thule, tiene una fuerte influencia de Grigory…-

Inclusive tratándose de una niña, su acompañante entendía perfectamente el punto del padre

"Muy posiblemente la iglesia ha sido corrompida por la visión de los ángeles caídos"

Cuando él le menciono eso y partió sin ninguna clase de explicación a sus superiores, ella fue la única que opto por seguirlo, en parte porque la sola presencia de él la llenaba de seguridad, pero también estaba el hecho de que esa aura de misticismo a su alrededor que destilaba también energía celestial no la sentía en ninguna otra persona de la institución que hubiese conocido antes

-¿entonces como pretende proceder padre Strada?...- preguntaba ella expectante, después de todo quien la acompañaba se trataba del exorcista y figura de autoridad mas joven y talentoso de toda la iglesia en lo que su largo recorrido histórico llevaba

-bueno pequeña Evangeline…- contestaba este rompiendo toda marca de seriedad y sonriendo divertido -…por ahora busquemos un lugar donde dormir…- sugirió este con tono fraternal, haciendo que la joven Evangeline Cinquin asintiese infantilmente permitiendo que esta avanzase unos cuantos pasos de él sumergida en el tranquilo paisaje a su alrededor

Por su parte Vasco Strada estrechaba su mirada, le había costado trabajo dominar su arma de juicio sagrada, pero ahora que lo había hecho, solamente le quedaba emprender su propia cruzada personal para detener el problema de raiz, y esa tarea lo estaba llevando en dirección a Italia.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Lebensraum: "Espacio Vital Aleman" término utilizado por Adolf Hittler para referirse a los territorios perdidos debido al tratado de Versalles, estos territorios correspondían Austria, Checoslovaquia, Polonia y Danzing.

(2) Panzerkampfwagen II: Fue un tanque ligero de una tripulación de tres personas desarrollado en Alemania en los años 1930, utilizado en la Segunda Guerra Mundial. Se diseñó como recurso provisional mientras se desarrollaban otros tanques y tuvo un papel importante en los primeros años del conflicto, durante las campañas de Polonia y Francia

(3) Waffen-SS: Comenzaron como unidad de protección y choque de la dirección del Partido Nazi, hasta convertirse en una fuerza de combate de elite de 950 000 soldados aproximadamente. En los Juicios de Núremberg, las Waffen-SS fueron condenadas como parte de una organización criminal debido a su participación en atrocidades y crímenes de guerra e inmediatamente abolidas.

(4) Blitzkrieg: En alemán, literalmente 'guerra relámpago' es el nombre popular que recibe una táctica militar de ataque que implica un bombardeo inicial, seguido del uso de fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda llevar a cabo una defensa coherente.

(5) Río Vistula: Es uno de los principales ríos de la Europa oriental, el más largo de los que desembocan en el mar Báltico y el más importante de la actual Polonia

(6) Junker Ju 87 o Stuka: fue un avión de ataque a tierra biplaza (piloto y artillero/operador de radio) alemán de la Segunda Guerra Mundial. El avión era fácilmente reconocible por sus alas de gaviota invertidas, su tren de aterrizaje carenado y fijo, y los bramidos de su sirena Jericho-Trompete («trompeta de Jericó»), convirtiéndose en el símbolo de la propaganda del poder aéreo alemán y de las victorias de la Blitzkrieg entre 1939 y 1942.

(7) Meine Ehre heißt Treue: "Mi honor es la lealtad" lema de las Waffen SS.

La Sociedad Thule:, originalmente Grupo de Estudio de la Antigüedad Alemana fue un grupo ocultista, racista y völkisch de Múnich creado por Rudolf von Sebottendorff, notable principalmente por ser la organización que patrocinó al Partido Obrero Alemán (DAP), más tarde transformado por Adolf Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores