Hola a todos!!! Esta es la primera vez que voy a escribir un fic DracoXGinny, aunque también habrán otras parejas. Espero que les guste, esta historia se ambienta en el 7mo año de Draco y 6to de Ginny. Como ya todos saben los personajes y demás son de J. K. Rowling, la disparatada idea es solo mía ^_^ A leer!!!
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Capítulo I
-¿Ya escucharon?- Draco miró a Pansy, que estaba justo frente a él, con expresión cansada. Se acomodó en su asiento y dejó la cuchara con la que comía cereal a un lado, se cruzó de brazos y enarcó una ceja esperando a que su amiga continuara.
-¡Vamos a tener un concierto en Hogwarts, vuelven Las Brujas de McBeth!- chilló sumamente emocionada ante la idea. Blaise, que estaba a la derecha de la chica, rodó los ojos y arrugó la frente, devolviendo su atención a los huevos revueltos.
-No veo por qué te emocionas Pansy, hace un par de años estuvieron aquí- dijo Theodore sin mirarla, este estaba a su izquierda concentrado en su desayuno. La chica lo miró severamente y por su expresión se podría jurar que no comprendía cómo uno de sus mejores amigos pudiera decir tal cosa.
-Eso fue hace mucho tiempo Theo, pero no sé por qué trato de explicártelo. Eres más feliz con tus libros que con tus amigos- el aludido simplemente se encogió de hombros e ignoró sus palabras.
Draco miraba la escena sumamente divertido, aunque solo mostrara un amago de sonrisa, su mejor amiga turnaba la vista entre Blaise y Theo, aparentemente decidiendo quién de los dos la exasperaba más, al ver que ninguno de ellos le iba a dar la atención que ella pensaba se merecía, miró al rubio con ojos llenos de esperanza.
-¿A ti sí te emociona el evento? ¿Verdad, Draco?- y puso sus ojos de corderito con los cuales convencía a los profesores de que no había hecho nada malo, pero para su mala suerte sus amigos ya estaban acostumbrados a presenciar este tipo de teatro por su parte, y aunque la quisieran mucho no cometían la equivocación de caer en sus manipulaciones.
-A mi me da lo mismo Pansy, si te soy sincero, ¿por qué no vas y discutes eso con Greengrass? De seguro ella estará encantada de escucharte- se levantó claramente indignada, frunció el seño y apretó los puños mientras le miraba - ¿Sabes qué?- le dijo molesta- tal vez sí deba de irme a hablar con personas a las que por lo menos les interese lo que diga- y sin dejar que sus amigos dijeran nada, abandonó su asiento para sentarse con Daphne-
-Le encanta el drama- dijo Blaise mientras sonreía al verla alejarse. Los chicos movieron la cabeza en señal de afirmación. El rubio se inclinó sobre la mesa y dejó descansar su cara sobre una de sus manos, luego miró alrededor para observar el ambiente que reinaba en el gran salón. Al parecer Pansy no era la única emocionada con el concierto, se veía a la mayoría de las chicas y hasta algunos chicos hablar con expresión ilusionada del evento que se acercaba. "Que aburrido," pensó con un suspiró de resignación.
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-A Dumbledore se le ha ocurrido una magnífica idea al hacer esta fiesta de bienvenida- dijo Hermione sonriente a sus queridos amigos y compañeros de mesa.
-¡Y nada más y nada menos que con Las Brujas de McBeth!- gritó Ginny emocionada para luego juntar sus manos y suspirar.
-No sé qué es lo que encuentran tan especial, es sólo una banda de música- les dijo Ron al ver que se quedaba sin protagonismo. Harry solo se dedicaba a observarles en su discusión, ya sabía él que en esos temas era mejor no meterse con las chicas y dejarlas tranquilas. Ambas miraron a Ron como si tuviera alguna enfermedad rara y decidieron ignorarlo.
-Ya tenemos que decidir qué nos vamos a poner, apenas y faltan 2 días- agregó Lavender preocupada mientras sacaba un brillo de labios de su bolso. Hermione rodó los ojos, aunque también estaba feliz ante la idea del concierto eso no cambiaba el hecho de que considerara ciertas cosas sumamente superficiales.
-No se preocupen chicas, nosotras les ayudaremos- dijo Pavarti refiriéndose a la castaña y a su amiga la pelirroja. Ambas se miraron y aguantaron las ganas de reírse ante la declaración de las otras dos chicas. Una amistad muy profunda había crecido entre Hermione y Ginny, las constantes visitas a la madriguera y todas las situaciones que les envolvieron en el pasado ayudaron a construir fuertes lazos de afecto. Luego de un tiempo conocieron a Luna y encontraron en ella a una amiga sincera y leal, se podía decir que ese trío era muy unido y se les encontraba juntas con frecuencia durante sus ratos libres.
-Herms, ¿qué harás esta tarde? Si no tienes mucho que hacer podríamos pasar un rato en el lago con Luna-
-Claro Ginny, eso sería genial, ya quiero saber lo que hizo durante sus vacaciones con su padre en Irlanda, seguro que tendrá un montón de anécdotas divertidas- dijo la castaña sonriendo, recordando la gran imaginación que la rubia podía tener de vez en cuando.
-Yo también estoy deseosa de escucharla y la he extrañado mucho en estos meses, las lechuzas no son suficientes- Después de terminar su desayuno e ignorar olímpicamente a Ron, las chicas se separaron para asistir a sus distintas clases.
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Odiaba esperar, y más que esperar, odiaba tener que esperar a Pansy. Era la mujer más lenta para arreglarse que jamás hubiera conocido. Draco, Blaise y Theodore, estaban junto a la puerta en las afueras del castillo esperando a que su gran amiga llegara para irse al campo de Quidditch a pasar el rato, ya que nadie se acercaba a menos que no hubiera entrenamiento o partido.
-No entiendo por qué tiene que tardarse tanto- dijo desesperado el rubio mientras movía uno de sus pies con impaciencia. Estaba recostado a la pared y de brazos cruzados, sus amigos estaban en posiciones similares y con la misma cara de aburrido que tenía él.
-No lo sé amigo- le contestó Blaise- parece que todas las mujeres nacen con el increíble don de tardarse más de una hora en arreglarse, y ni se diga de fiestas, ahí rompen sus records- No pudieron evitar reír ante la ocurrencia del chico.
Las chicas iban saliendo rumbo al lago en ese preciso momento, pero no se percataron de la presencia de las serpientes ya que iban muy entretenidas y absortas en su conversación
-Así es chicas- escucharon que dijo Hermione muy animada- el profesor Dumbledore dice que aceptará nuestra petición luego de comprobarlo por sus propios ojos-
-Eso es perfecto- contestó Luna que llevada una mirada soñadora, Ginny que iba en el centro les agitó los brazos para que se callaran al notar la presencia de los Slytherins al lado de la puerta. Fruncieron el seño y apresuraron el paso. Draco no podía desperdiciar esta oportunidad para molestarlas y arruinarles el día.
-Pero miren qué tenemos aquí: comelibros, pobretona y lunática. Que trío más encantador- dijo acercándose a ellas, seguido por Blaise y Theo.
-¿Han escuchado algo chicas?- preguntó Ginny protegiendo sus ojos de la luz del sol y mirando alrededor como si buscara algo- creo que solo ha sido el chillido de una rata-
-¿Acaso te crees muy graciosa Weasley?- escupió con furia mientras apretaba sus puños.
-Oh, estabas ahí Malfoy, disculpa no te hemos visto- dijo Hermione con fingido arrepentimiento.
-Nos encantaría quedarnos a conversar pero tenemos muchas cosas que hacer, gente que ver- agregó Luna y siguieron su camino sin darle oportunidad a Draco de contestar. Frustrado con sus ganas de insultarlas, las observó marcharse aún con sus puños apretados.
-Eso te lo has buscado tú sólo- dijo Theo sin poder contener la risa.
-Si amigo, deberías de ver tu cara ahora. Es como si estuviera a punto de estallar-
-Gracias Blaise, Theo- dijo secamente - con amigos como ustedes, ¿quién necesita más?- finalizó con un claro tono de ironía.
-Lo sabemos- dijeron ambos al mismo tiempo y se rieron a carcajadas.
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-¿Quisieras decirme algo Pavarti?- preguntó Harry luego de ver a la chica en cuestión mirarlo varias veces y retorcer sus manos con aparente nerviosismo.
-Oh no Harry, para nada- dijo con la voz un poco más aguda que de costumbre y fue a sentarse en el sillón junto a él. Le pareció bastante extraño pero no dijo nada más, sabía bien que era mejor no indagar mucho en ciertas cosas para no toparse con nada desagradable y continuó ojeando el libro de Quidditch que Hermione le regaló la navidad pasada.
-Pero ya que estoy aquí podría preguntarte algo- La miró y pudo ver como detrás de la sonrisa que le dedicaba se escondía un nerviosismo y agitación no muy propios de ella. Era muy probable que luego se arrepintiera de decir estas palabras, pero suspiró y lo hizo – Claro Pavarti, pregunta lo que quieras- y forzó una sonrisa.
Ella pareció aliviarse al instante y se relajó antes de llenar sus pulmones de aire y soltar la pregunta que le rondaba por la cabeza- Veras Harry, como ya sabes dentro de dos días es el concierto de Las Brujas de McBeth, así que me preguntaba si ya tenías pareja para ir- de no ser porque tenía a la chica mirándole tan fijamente hubiera rodado los ojos y puesto cara de cordero a degollar, pero por su salud mental prefirió no herir los sentimientos de la chica más de lo necesario.
-Este, lo que pasa es que iremos como grupo, ya que no es un baile oficial como en cuarto año- trató de excusarse. Ella bajó la cabeza decepcionada y miró sus manos.
-Pues supongo que nos veremos en la fiesta- dijo poniéndose de pie para irse.
-Claro, allí nos veremos- y feliz de que regresara a la habitación de chicas, él siguió con la lectura de su libro.
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Estaba tomando un relajante baño cuando escuchó unos ruidos extraños provenientes de la habitación, se parecían a los sollozos de una chica mezclados con sonidos de algún vidrio al romperse o como si un objeto chocara contra la pared. Lavender salió asustada para encontrarse con su mejor amiga hecha una furia total y con su rostro bañado en lágrimas.
-¡Por Dios Pavarti, ¿qué es lo que te pasa?!- le dijo sumamente alarmada mientras corría por algo de ropa para conversar más a gusto.
-¡¡HARRY, ESO ES LO QUE ME PASA!!- gritó con todas sus fuerzas y se dejó caer en su cama tapando su rostro con la almohada.
-Oh Pav, ¿qué hizo el insensible de Harry esta vez?- terminó de acomodarse el vestido color lila y se sentó en la cama al lado de su amiga.
-Pues le he invitado a que vaya a la fiesta conmigo- dijo mientras trataba de controlar las ganas de seguir llorando- pero me ha dicho que no puede porque va con un grupo, claro con doña perfección, la pecosa y la lunática- bufó molesta y frustrada. Ella y Lavender habían sostenido este tipo de conversaciones con anterioridad, pero últimamente su amiga estaba más sensible en cuanto a las reacciones de Harry para con ella.
-Oye Lav, hagamos que se arrepienta de no haberte escogido a ti como compañía para la fiesta-
-¿A qué te refieres?- dijo limpiándose las lágrimas que aún le rodaban por las mejillas.
-Irás tan preciosa que serás la envidia de todas en la fiesta y verás a Harry babearse por ti y lo tendrás a tus pies- Lavender parecía satisfecha con esta respuesta y sonrió un poco.
-Gracias Pavarti, tú siempre sabes hacerme sentir mejor-
-Para eso están las amigas- le sonrió y se abrazaron.
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Después de media hora de discusión sobre las posibles parejas de baile y de quién debía ir con quién, Draco, Blaise, Theo y Pansy decidieron que lo mejor era ir como grupo. Se notaba que la chica quedó un poco decepcionada por no ir exclusivamente con el rubio pero tuvo que resignarse a la idea, al menos estaría junto a los más populares del colegio, claro sacando a Harry y Ron de Gryffindor. Muchas de las chicas la envidiaban por su proximidad con ellos y ella disfrutaba sobremanera el ser el centro de atención y la razón de mortificación de las demás féminas de Hogwarts.
El campo de Quidditch estaba desolado como habían pensado que estaría, estaban sentados en las gradas que usualmente correspondían a su casa cuando se celebraba algún partido. Se fijó en los chicos, Blaise y Theo estaban tan despreocupados como siempre, pero algo en la mirada de Draco le hizo pensar que algo no iba bien con él.
-Oye Draco, te veo un poco molesto. ¿Acaso pasó algo en lo que me esperaban?-
-No te preocupes Pansy, es que a nuestro querido amigo lo han dejado en ridículo y por eso anda medio enojado-
-Tú cállate Blaise-
-No te pongas sensible Draco- interrumpió Theodore- no es culpa de Blaise el que Granger, Weasley y Lovegood pudieran sacarte de tus casillas de una manera tan rápida y sencilla- y le sonrió poniendo cara de inocencia.
-¿Qué esas estúpidas hicieron qué?- dijo Pansy tratando de contener su enojo, odiaba a ese trío que se creía mejor que nadie y se atrevía a competir con ella en cuanto a popularidad.
-Olvídalo, no tiene importancia- dijo el rubio encogiéndose de hombros- aunque saben que dijeron algo muy curioso, ¿recuerdan?-
-Sí, algo de una petición que le habían hecho al viejo chiflado y de una prueba que tenían que presentarle- apuntó Theo mientras se pasaba la mano por su cabello castaño.
-¿Qué se traerán entre manos?- preguntó Blaise con una sonrisa de malicia que le daba un aire más perverso que el que ya poseía de forma innata.
-No lo sé- contestó Draco- pero al juzgar por tu expresión parece que quieres averiguarlo- y le dedicó una mueca de complicidad.
-Se detienen en estos instantes- llamó la atención Pansy – lo que sea que quieran hacer con esas tres lo harán después de la fiesta. No quiero que ningún estúpido castigo me aleje de Las Brujas de McBeth. Están advertidos- dijo señalándoles y dándoles una dura mirada.
-Si señora- dijeron los tres al mismo tiempo mientras tragaban saliva.
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-Creo que este año va a ser muy provechoso para nuestros alumnos Minerva- El anciano director se acariciaba su larga barba mientras veía a la profesora McGonagal pasearse por su despacho apuntando todo lo que le haría falta para terminar la organización de la fiesta.
-Por supuesto Albus, y todos los años creo que son de provecho para todos nuestros estudiantes- le dijo sin levantar la vista del pergamino en el que escribía.
-Pero tengo el presentimiento que este año en especial será bastante bueno y lleno de sorpresas- McGonagal se detuvo un momento y miró sospechosamente al director - ¿no será que has hecho o piensas hacer algo indebido?- le interrumpió la profesora mientras enarcaba una ceja.
-Para nada, no sé por qué tendría que ser algo así- dijo sonriendo y mirándola a través de sus anteojos en forma de media luna, la profesora enarcó torció los labios y sus ojos reflejaban incredulidad, el director sólo amplió más su sonrisa.
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Caminaba a prisa a través de los pasillos de Hogwarts, su túnica ondeaba a su paso y un aura de autoridad y respeto le rodeaba. No por nada Severus Snape era el profesor más temido del lugar, apenas entraba a un aula y los alumnos se silenciaban automáticamente. Con excepción del director nadie se acercaba a él, no tenía verdaderas amistades y el tiempo durante la guerra lo hizo una persona muy huraña. Esa tarde estaba en particularmente molesto, una cosa fue el tener que cumplir las órdenes de Dumbledore como espía en el pasado y otro muy diferente el tener que llevar sus recados a estudiantes insolentes y desagradables cuya insignia pertenecía a la casa de los leones y las águilas.
En el trayecto se topó con el celador, a su lado estaba su inseparable gata la Señora Norris. – Buenas tardes profesor Snape- dijo deformando su boca en un intento de sonrisa y dejando ver sus amarillos dientes.
-Buenas tardes Filch- dijo arrastrando las palabras como era de costumbre, el celador no era una persona que le desagradaba, tenía el mismo sentido de la autoridad que él, pero estaban muy lejos de ser llamados algo así como amigos. Snape prefería tener personas con un poco más de higiene a su alrededor – ¿Sabe dónde puedo encontrar a las señoritas Granger, Weasley y Lovegood?- dijo lentamente tratando de no enfermarse ante la mención de las chicas.
-Por supuesto profesor, hace un rato las vi dirigirse hacia los terrenos del castillo-
-Gracias Filch-
-Siempre para servirle profesor- y se inclinó haciendo una reverencia y continuó su camino con la Señora Norris. Snape por su parte caminó rumbo a las afueras del colegio sumamente enojado, tendría que soportar los molestos rayos del sol por culpa de esas chiquillas. Para él no había nada mejor que la humedad y oscuridad de las mazmorras, por eso le gustaba ser el jefe de la casa de Slytherin, simplemente iba con su personalidad. Ya afuera y luego de buscar durante unos cuantos minutos, pudo divisar a las jóvenes sentadas a los pies de un gran roble junto al lago. Se acercó sigilosamente y notó que estaban hablando en susurros y bastante concentradas.
-Señoritas- dijo con voz sombría que podía helar a cualquiera. Ellas se sobresaltaron y miraron al profesor asustadas, se pusieron de pie al instante, Ginny le dio un codazo a Luna mientras señalaba a Hermione que en ese momento miraba al suelo como si hubiera algo sumamente interesante allí.
-Díganos profesor- habló Luna finalmente.
-Tengo un mensaje del director y me gustaría que todas me prestaran atención- dijo dirigiéndose obviamente a Hermione, que levantó la vista avergonzada en ese momento y un leve tono rosa en sus mejillas. –El director quiere verlas ahora, así que si son tan amables –ironizó- pueden seguirme y yo las llevaré a su despacho-
-Claro profesor- respondió Ginny, Snape se encontró extraño que Hermione no dijera nada y solo le mirara, pero decidió que era mejor poner a sus neuronas a trabajar en cosas más importantes – Síganme- dije de forma seca y se giró para volver al castillo.
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-Oigan chicos, ¿acaso esos no son el profesor Snape con las tontas de Gryffindor y la lunática?- señaló Pansy al observar a los susodichos entrar al castillo. Los Slytherins retornaban al castillo para adelantar los deberes del día siguiente y el lunes, querían pasar el fin de semana sin preocupaciones y divertirse a lo máximo.
-Pues sí es cierto- dijo Theo frunciendo el seño- ¿no les parece un poco sospechoso? A menos que hayan infringido una regla del colegio-
-Lo dudo, de seguro tenía que ver con lo que le hemos escuchado decir antes, la supuesta prueba que deben de presentarle a Dumbledore- respondió Draco entrecerrando los ojos un poco, a cada momento que pasaba mayor era su curiosidad por saber qué estaba pasando, Blaise estaba tan ansioso como él.
-Ni se les ocurra que ya les conozco, después del sábado pueden hacer lo que quieran, pero hasta entonces no quiero que ninguno de ustedes haga ninguna estupidez que pueda comprometernos a la asistencia de la fiesta- dijo Pansy con tono y mirada sumamente severa. Los chicos guardaron silencio, era mejor no contradecir a la chica cuando se proponía algo y decidieron mejor dirigirse sin protestar a la sala común.
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-Vaya, no sabía que tenían todo eso escondido, me han sorprendido sumamente jovencitas- se encontraban solo ellas y el director en su despacho, Snape se retiró en el momento de dejarlas allí y procedieron luego a atender el asunto por el cual las había mandado a llamar. El anciano estaba sentado detrás de su escritorio, mientras que ellas estaban de pie frente a él.
-Gracias señor- respondió Hermione alegre, mientras miraba emocionada a sus dos amigas –no se arrepentirá-
-De eso estoy seguro señorita Granger, ahora pueden retirarse que tengo algunas lechuzas que enviar- y con amplias sonrisas en sus rostros dejaron el lugar.
-Ahora a poner esto más interesante- canturreó Dumbledore mientras escribía un pergamino dirigido a Las Brujas de McBeth.
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Iban rumbo a la biblioteca, Ginny y Luna no paraban de reír mientras que Hermione estaba sonrojada y molesta a la vez por culpa de sus amigas.
-Debiste haber visto tu cara, por Dios pensé que te ibas a poner tan roja como mi cabello-
-Que graciosa Ginny, me encanta tu sentido del humor- ironizó la castaña.
-No te enojes Herms, además Ginny tiene razón, te morías de la vergüenza delante del profesor Snape. Anda, ¿por qué no le dices nada?-
-¡¿Pero acaso estás loca Luna?! Es nuestro profesor de pociones, yo no puedo hacer algo así-
-¿Qué importa?-agregó la pelirroja tratando de sonar lo más seria posible, pero la cara de preocupación de Hermione apenas le permitía mantener la compostura suficiente para no sentarse en el pasillo y reír hasta morir – además eso no te ha detenido para enamorarte locamente de él- y ambas se rieron, recibiendo una mirada de odio por parte de la castaña.
-Sinceramente a veces no sé si son mis amigas- y rodó los ojos.
-Claro que lo somos- dijo Luna sonriendo.
-Tus mejores amigas- dijo Ginny limpiándose unas cuantas lágrimas de tanto reír.
-Vamos, tenemos cosas que hacer y recuerden, después de la cena buscamos cualquier excusa y nos vamos a la sala de los menesteres, ¿de acuerdo?- Ambas asintieron positivamente y entraron a la biblioteca con la intención de acabar con todos sus deberes.
-Será un poco difícil deshacerse de los chicos, ya sabes lo obstinados que pueden llegar a ser Harry y mi hermano-
-Sí Gin, pero algo se nos ocurrirá, además con darle más comida a Ron lo calmamos- agregó Luna y se sentaron en una de las mesas más alejadas de la puerta de la biblioteca.
-Ya nos preocuparemos de eso más tarde, tenemos tarea pendiente, así que a trabajar niñas. Hay EXTASIS y TIMOS a los cuales prepararse- Ginny y Luna se miraron, se encogieron de hombros y sacaron sus libros para estudiar.
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El viernes pasó muy rápido, las chicas no se dejaron ver en el día entero a excepciones de la hora de comida, se excusaron con Harry y Ron diciendo que tenían que prepararse para el concierto del día siguiente con la ropa que iban a ponerse y los peinados que iban a llevar. Aunque les pareció extraño, ellos prefirieron no preguntar nada, al fin y al cabo nunca podían entender qué se les metía a veces a las mujeres en la cabeza. Pero al fin, ahí estaba el sábado y junto a él la agitación de todos los estudiantes moviéndose de un lugar para otro preparándose para el gran momento.
-Harry, ¿a qué hora nos vamos a encontrar con las chicas?- le preguntó el pelirrojo terminando de ponerse unos vaqueros negros con un polo color verde oscuro con el dibujo de una escoba en el centro y unas zapatillas deportivas negras.
-A las 7:00 PM en la sala común, de ahí nos vamos todos juntos al gran salón- dijo mirándole por el espejo mientras él mismo terminaba de acomodarse la chaqueta negra sin mangas que hacía buen juego con su camisa blanca, vaqueros azules y zapatos negros, tenía el pelo acabado de lavar por lo que estaba con brillo y un poco desordenado.
-Harry- dijo casi sin aliento.
-¿Qué sucede Ron?-
-Son las 7:15 PM- Harry pudo ver el terror en los ojos de su amigo y no era para menos, ya conocía lo puntual que eran sus amigas y cómo debía de estar su humor en ese instante. Salieron corriendo de la habitación y bajaron a la sala común, donde Ginny y Hermione esperaban con los brazos cruzados.
-Hasta que por fin decidieron honrarnos con su presencia- dijo la castaña conteniéndose para no hechizarlos en ese preciso momento.
-Discúlpennos pero es que nos hemos tardado un poco y…-
-Ahórrense las disculpas chicos- le cortó Ginny- vámonos antes de que Luna nos quiera matar a todos, debe estar afuera del gran salón esperando por nosotros- y luego de que ambas chicas le dedicaran una mirada de reproche, salieron de la sala común.
-Vaya chicos ya era hora, están todos muy guapos- dijo muy jovial Luna dedicándoles una dulce sonrisa. Harry y Ron miraron a las chicas con más detenimiento, ya que por el reproche que les dieron no prestaron atención a lo que llevaban puesto. Hermione vestía unos vaqueros campana de color azul con una blusa halter de espalda descubierta rosada que se le ceñía al cuerpo dejando ver unas curvas de muerte y por los centímetros que pareció ganar en solo una horas de seguro tendría unas zapatillas de tacón puestas. Luna por su parte tenía un vestido de color negro hasta las rodillas con escote tipo halter y que parecía una segunda piel, además llevaba zapatillas negras de tacón a juego. Ginny optó por una falda escocesa en rojo y negro por encima de las rodillas con botas hasta las rodillas de tacón negras y camisa de mangas cortas blanca con corbata roja. Las tres decidieron llevar el pelo suelto, el cabello de Luna caía grácilmente hasta un poco más debajo de sus senos, lacio, rubio y brillante, el de Hermione era un poco más largo que el de su amiga rubia pero con bucles bien definidos que los años aprendieron a amoldar de color castaño y por último el de nuestra compañera pelirroja que le llegaba hasta la cintura y se rizaban un poco en las puntas y llevaba unas cuantas capas. Sin duda los años dieron una gran belleza a esas chicas y todos los que pasaban por allí las observaban, unos con deseo y otros pues con envidia.
-¿Ya terminaron de analizarnos?- preguntó Hermione divertida mientras enarcaba una ceja y ponías sus manos en su cintura. Harry y Ron se sonrojaron por haber sido descubiertos, el pelinegro se rascó la cabeza y Ron miró hacia la pared más cercana.
-Vamos chicos que ustedes también están guapísimos, no ven cómo todas las chicas se les quedan mirando- agregó Ginny muy divertida por la situación- Vengan entremos-
Las mesas habían desaparecido, apenas unas cuantas sillas se colocaron junto a las paredes, donde usualmente estaba la mesa de los profesores había colocada una tarima, la iluminación consistía en un conjunto de luces de disco que aparecían de forma mágica.
-Hola Harry- dijo una voz seductora tras ellos, se giraron para encontrarse con Pavarti y Lavender, la segunda estaba vestida casi igual que las chicas, unos vaqueros de color azul y una remera ceñida al cuerpo, pero Pavarti llevaba tan poco ropa que dejaba poco a la imaginación, parecía lencería más que un atuendo, llevaba una minifalda negra y un top que dejaba ver todo su vientre también de color negro.
-Ho-hola Pavarti- le contestó Harry sumamente nervioso y sonrojado por la visión que tenía al frente, Ron se quedó boquiabierto y las demás chicas miraron con el ceño fruncido la escena.
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-A este paso no vamos a llegar nunca- se quejaba Blaise sentado en la desierta sala común, donde solo estaban él, Draco y Theo esperando a que su gran amiga apareciera al fin.
-Yo no pienso opinar más sobre el tema, siempre es lo mismo con Pansy, ya debiéramos estar acostumbrados- le dijo Theo calmado mientras se iba a sentar junto a él.
-Ahí viene- señaló el rubio en dirección al dormitorio de chicas. Pansy se veía radiante con unos balloon shorts de color verde, una remera negra sin mangas que marcaban su curvatura y unos guantes de seda largos de color negro, llevaba un corte de pelo moderno con varias capas y que no pasaba de su cuello.
-Muy bonita Pansy- le dijo Blaise cuando ella llegó a su lado.
-Gracias, lo sé- dijo canturreando y sonriente, Theo rodó los ojos y Draco sonrió por la actitud de su amiga- Pero ustedes tampoco están nada mal- A decir verdad nuestros amigos de Slytherin estaban igual o más guapos que los Gryffindors antes descritos. Draco llevaba puesto zapatos y cinturón negro, unos pantalones blancos y una camisa de mangas hasta los codos de color beige con los primeros 3 botones sin poner, dándole un aire sofisticado y a la vez seductor. Blaise llevaba una camiseta gris con una chaqueta de cuero negra, vaqueros negros y zapatos del mismo color, lo que le daba un aire misterioso. Theo, que tenía la personalidad un tanto diferente llevaba puesta una camisa blanca con una corbata a cuadros marrón y negra, por encima un suéter de color marrón y pantalones color beige y zapatos del mismo color, sin duda estos Slytherins tenían gusto.
-Pues ya vámonos entonces, la fiesta seguro que ya ha empezado- apuntó Draco un poco impaciente ya. Salieron de las mazmorras, los pasillos estaban vacíos, lo que sin duda significaba que todo el mundo debía ya estar en el gran salón. Cuando llegaron allí se acercaron a la mesa de las bebidas donde cada uno tomó una cerveza de mantequilla y al igual que todos esperaban a que comenzara el concierto. Blaise casi estropea el atuendo de Pansy cuando de un momento a otro escupió el líquido que tenía en la boca.
-¡¿Qué diablos te pasa Blaise?!- el chico no contestó, sino que con ojos bien abiertos señaló a un grupo de chicas, para ser más específicos el grupo de Hermione, Luna y Ginny que se habían cansado de ver a los chicos babear por Pavarti y se alejaron un poco.
-¿Esa es Granger?- articuló al fin el pelinegro mirando de arriba abajo el cuerpo de la castaña.
-Yo no puedo creer que esa sea Lovegood- dijo Theo que al igual que Blaise estaba sumamente sorprendido, pero el que más estaba afectado era Draco que sintió la garganta secarse ante el monumento de Ginny.
-¿Qué tanto le miras a la pelirroja, Draco?- preguntó Pansy molesta.
-Nada- se apresuró a decir y mirar hacia la tarima donde Dumbledore acababa de aparecerse y las luces y una luz central se enfocó sobre él.
-Bienvenidos alumnos a esta fiesta de bienvenida de año donde contaremos con la presencia de Las Brujas de McBeth- el vitoreo por parte de los estudiantes no se hizo esperar – Sí, sí, ya sé que están emocionados, así que sin más preámbulos, aquí está la mejor banda musical del mundo mágico, Las Brujas de McBeth- acto seguido Dumbledore desapareció dejando una cortina de humo tras él, cuando se disipó estaban en sus posiciones y con sus instrumentos los integrantes de la banda. Los ritmos que tocaban eran bien pegajosos y muy pronto la mayoría estuvo en la pista bailando.
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-Chicas ya es hora- dijo Ginny después de una hora empezado el concierto.
-Tienes razón, es mejor irnos ahora que los chicos están ocupados babeando por Pavarti- agregó Luna que miraba a Ron de reojo de vez en cuando.
-Bien salgamos entonces-
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-¡¿Cómo se la están pasando?!- gritó el vocalista de la banda Myron Wagtail, por respuesta obtuvo los gritos y aplausos del público- Que bien, me gusta su entusiasmo, quiero agradecerle al profesor Dumbledore por invitarnos nuevamente a Hogwarts para tocar delante de un público tan maravilloso como ustedes, esta noche tenemos una sorpresa, esta noche damas y caballeros se lanzará una banda musical compuesta por estudiantes del colegio- para este momento se escuchó una exclamación de asombro general y muchos empezaron a hacer deducciones de quienes podrían ser. –Tranquilos, tranquilos- continuó Myron- cuando escuchamos su música quedamos encantados, así que es un honor y privilegio presentar esta noche, ¡a Las Hechiceras!-
Un sonido de explosión retumbó por todo el gran salón, una nube de humo roja cubrió la tarima, cuando se estaba disipando, Las Brujas de McBeth ya no estaban, en cambio aparecieron tres personas, tres chicas a decir verdad en posición para tocar, llevaban antifaces. La baterista era una chica rubia y llevaba puesto un corset verde con lazos negros, unos balloon shorts negros y botas hasta las rodillas, su antifaz era verde. La tecladista llevaba un corset negro con lazos blancos, una minifalda negra y zapatillas de tacón del mismo color, su cabello era de color castaño y su antifaz de color negro. Por último la guitarrista y vocalista llevaba un corset rojo con lazos negros, un pantalón de cuero negro y zapatillas de tacón del mismo color, su antifaz era rojo. Todas las integrantes llevaban pintados los labios de color rojo intenso.
Los chicos que se encontraban allí se quedaron sin aliento y las féminas las miraban con celos, ¿desde cuándo había chicas como esas en Hogwarts? Pavarti perdió todo su protagonismo con Harry y Ron ya que estos dirigieron su atención a la tarima, como todos los chicos del lugar. Por otra parte Draco, Blaise y Theodore se quedaron pasmados ante las bellezas que estaban en la tarima, por qué nunca habían visto a esas chicas en sus clases, de qué casa serían.
Las Hechiceras empezaron a tocar un rock pegajoso (NA: si quieren tener una idea del tipo de música que me refiero pueden buscar en youtube hex girl, es una de las canciones del soundtrack de la película the witch´s ghost de Scooby doo), que hablaba sobre como una hechicera lanzaría un encantamiento sobre el hombre que le gustaba.
Los chicos estaban embobados, las chicas furiosas por falta de atención, pero después de un rato casi todo el mundo estaba bailando al son de tan pegajosa melodía, al terminar la canción y antes de que acabaran los aplausos y los silbidos, Las Hechiceras levantaron sus manos y lanzaron unas esferas que cubrieron de humo la tarima, al despejarse volvieron a aparecer Las Brujas de McBeth.
-¡Uuuuu! ¿Qué les ha parecido? Que bellezas de chicas, que voz y que talento, de buena fuente sabemos que no tienen novios- los chicos gritaron y aplaudieron cuando escucharon esto- para nuestra siguiente canción…-
Draco, Blaise, Theo, Harry y Ron, aunque en lugares diferentes, de casas enemigas y de una rivalidad eterna, pensaron lo mismo en ese momento, debían saber quiénes eran las Hechiceras, porque cada uno quedó flechado por al menos uno de ellas.
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-Hey chicos, ¿de qué nos hemos perdido?- preguntó Hermione al ver la agitación de sus amigos al regresar con ellos.
-No puedo creer que no hayan estado aquí- dijo Ron como si fuera el fin del mundo. Las chicas rieron.
-Pero cuéntennos, veo que todo el mundo está más emocionado que antes de irnos- agregó Ginny.
-Las Hechiceras- dijeron Harry y Ron al unísono.
-Las chicas más bellas que hemos visto jamás- dijo el pelirrojo.
-Tocaron maravillosamente y la vocalista tiene una voz preciosa- dijo el pelinegro con los ojos brillantes.
-Y lo mejor de todo es que son estudiantes de Hogwarts- volvieron a decir al mismo tiempo.
-¿Y quiénes son?- preguntó curiosa Luna.
-Pues no sabemos, llevaban antifaces y no se les podía ver rasgos distintivos, una es rubia, otra es castaña y la última pelirroja, pero más nada- Las chicas sonrieron, su plan había dado resultado y aunque sus amigos no lo supieran, estaban frente a nada más y nada menos que Las Hechiceras.
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Nos veremos en el próximo cap., ¿qué pasará ahora con nuestras amigas talentosas? ¿Acaso los chicos descubrirán quiénes son las Hechiceras? ¿Y qué pasa con ese amor platónico que tiene Hermione hacia su profesor de pociones? Todo esto y mucho más en su historia, las Hechiceras, solo por (así que si ven esta historia o cualquier otra de mi propiedad en otra página que no sea esta háganmelo saber ^_^) Besos!!!!