Titulo: .:Muérdeme suavemente:.

Autora: barby_uchiha

Pareja: Sakuya y Sasuke

Rating: "M"

Advertencias: contiene lemon, lenguaje soez, escenas de violencia., muerte de un personaje.

Disclamer: Los personajes de Naruto no me pertenecen le pertenecen a Masashi Kishimoto yo solo los uso como mero entretenimiento sin fines de lucro. Di no al plagio.

Resumen: Las palabras vida y tragedia iban de la mano en su fatídica vida. Locamente enamorada de su profesor Hakate y el hazme reír de un curso entero. La voluble Haruno Sakura estaba a punto de despertar en manos del vampiro Sasuke Uchiha.

Notas de la Autora: Buenos días, tardes y noches. Mi nombre es barby_uchiha, y vengo a presentarles el primer capitulo piloto de mi fic, una historia de vampiros, no voy a adelantar mucho, por lo que al final, les hablaré un poco sobre ello. Am, no tengo mucho para decir mas que le den una oportunidad… está algo corto, el segundo prometo desarrollarlo mucho mas largo. Por el momento no hay más que decir. Espero que les guste. Bye.

Aclaración: «Dialogo de Sasuke», Pensamientos de Sakura, "Recuerdos"


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.:Muérdeme suavemente:.

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Capitulo 1

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¡Genial! Simplemente genial.

Lo aseguraba como que tenía cinco dedos en cada mano.

La secundaria apesta.

Detestaba a las estúpidas porristas con sus estúpidos vestidos súper sexis y cortos. Detestaba a los montones de babosos vanagloriando con elogios a la masa de Barbie sin un gramo de materia gris en su hueco y reducido cerebro.

¿Algo más?...

A si, también odiaba el gupete de deportistas, ese que siempre se aglomeraba en la mesa central del comedor para llamar la atención de todas las féminas con un alto nivel de hormonas alborotadas por una noche de sexo fatal. Hizo un esfuerzo mas para recordar de quien se estaba olvidando para colocar en su libreta de la muerte.

Era fanática de Death note, si y ¿Qué? Lo único que la mantenía alejada de todos los problemas de su familia y las burlas de la escuela era el ciber café de la esquina de su casa, ahí prácticamente se sentía libre de tensión, ahí nadie le echaba sumo de naranja en el pelo, ni le pateaban la mochila, tampoco permitían el ingreso de borrachos fracasados por la falta de empleo que lo desquitaban todo en sus hijas. Ante el ultimo pensamiento sus ojos amenazaron con humedecerse, se preguntaba una y otra vez si el problema era ella, porque de otra manera, el mundo entero se había confabulado en su contra.

Con el mismo coraje de todos los días -ese carácter salvaje que amenazaba en explotarle en la cara al que se atreviera a molestarla y por un extraño motivo seguía conteniendo- se refregó los ojos con el puño de su mano. Tomó la mochila del suelo y comenzó a recoger todos los libros y útiles que las estúpidas porritas le habían aventado contra el suelo, mientras los jugadores de futbol del instituto se tomaban el estomago para retener la risa.

Caminó con la frente en alto, aun con la holgada y deslucida ropa, desprolija y rasgada. Recordaría siempre las palabras de su madre antes de morir: "De pie hija, siempre de pie" Pues tendrían que pasarle con una aplanadora para que dejara de luchar por salir de la mierda que se había vuelto su vida hacia más de tres años.

— Haruno, te estas dejando algo—Gritó el imbécil de Neji Hyuuga.

Giró cansada, sin ganas de estar un segundo más en el instituto. Iba a tomar lo que había quedado y se iría sin voltear. Cuando cambió el rumbo hacia el muchacho, levantó la mirada jade opaca, del suelo. Un leve estremecimiento demostró que Neji nunca había visto un par de ojos tan penetrantes. Pero a los dos segundos supo como disimularlo perfectamente.

— ¿Qué es lo que me he olvidado?—Preguntó suave, aunque el tono de voz distanciaba con la fulminante mirada que estaba moliendo al chico.

— La vergüenza, Haruno. Has olvidado tu vergüenza— Se burló mientras contenía una estruendosa carcajada. Caso contrario, los presentes alrededor estallaron como era la costumbre.

Sus ojos le picaron, la respiración errática le había provocado taquicardia, sentía que una bola de energía le presionaba el estomago salvajemente, el calor que comenzó en sus mejillas se expandió en las extremidades de su cuerpo. En su estado de crisis, oyó una oscura, espeluznante pero jovial voz.

« ¿Crees que alguien extrañaría a este insecto si dejara de existir?—Preguntó burlón—No, claro que no. Porque nadie lo sabría excepto, tu… y yo. Mátalo, bebe cada gota de su sangre como si fuera el manjar mas apetitoso que jamás hubieses tenido la oportunidad de probar. Siente la vena de su cuello palpitar en tu paladar, provócale temor y huele su miedo, pequeño caramelo.»

— Sakura.

¿Qué le ocurría, estaba muerta?

— Sakura, ¿estás bien?

Sentía su cuerpo entumecido.

— Llamen a una ambulancia, rápido.

El fuerte tirón en la parte frontal de su cabeza le indicó que algo no andaba bien.

— Sakura, mírame. Soy Kakashi, tu profesor de matemática, no cierres los ojos, mantente despierta solo un poco mas.

¿Por qué su profesor sonaba desesperado?

— Aquí, hay una alumna descompuesta.

¿Qué demonios hacían con su cuerpo? ¿Por qué la levantaban del piso? Permanecían con los ojos abiertos, pero no lograba enfocar la vista en un punto específico, por deducción, podría tener sus pupilas dilatadas. Joder ¿qué le estaba ocurriendo? Sentía un ardor insoportable en su garganta, jamás le había ocurrido algo igual. Tenía sed, pero cuando pensaba en agua su deseo de saciedad no la relajaba, era como si el remedio a todos sus males fuese algo que ella aun no había encontrado, pero sabía que estaba ahí, esperándola.

«Estas a solo un paso, dulce caramelo, solo déjate llevar, deja de reprimirlo, entrégate completa»

El ardor se hizo mas intenso. Un grito involuntario salió de sus pastosos labios, el murmullo a su alrededor aumentó. Podía oír su nombre en boca de muchas personas, pero no lograba entender que es lo que decían.

¿A quien pertenecía esa voz? ¿Cómo la conocía? ¿Por qué podía escuchaba?

«Di que eres mía y prometo contestarte todos y cada uno de tus interrogantes.»

La piel de su cuerpo se sensibilizó al punto de asustarla, aquello parecía un sueño, la ropa le molestaba, le raspaba, quería deshacerse de cada prenda, el calor era sofocante, comenzó a inhalar y exhalar desesperadamente por la boca, un cosquilleo en la parte abdominal la golpeó, y la sensación descendió hasta llegar a su intimidad y ¡Oh Dios!

Se repetía mentalmente que todo era un sueño, pero la sensación de estar siendo acariciada por algo o alguien era demasiado real.

«Oh si, pequeño caramelo, siénteme, ¿Acaso no es esto lo que querías? Solo necesitas decirlo, dilo, di que eres mía, y esto se pondrá aun mas caliente. Voy a potenciar tu deseo, para luego consumirte y después volver a incendiarlo»

Abrió los ojos de golpe, la luz le provocó dolor en sus ojos, se cubrió con el antebrazo mientras estudiaba la habitación, notó que estaba sola en lo que parecía ser una sala de hospital.

Se incorporó lo que pudo, y comenzó a masajearse con frustración el cuero cabelludo. Aquel día había sido de locos, aun se preguntaba que le había pasado, y si todo había sido un sueño. Este último lo afirmaba. No era muy difícil de deducir, una voz masculina y sexi dentro de tu cabeza, dicientote cosas pervertidas y como si fuera poco, la sensación de estar siendo acariciada por algo que no se ve pero se siente. ¡Claro que si, Sakura, estamos para el caray! Ahora solo le quedaba el primer interrogante. ¿Cómo había llegado ahí y por qué?

La puerta de la habitación se abrió, dirigió su vista ahí y vio como su profesor ingresaba sin quitarle la mirada preocupada de encima. ¡Excelente! Aquello era lo peor que le podía haber pasado para cerrar con broche de oro el día.

Kakashi Hakate era su profesor de matemáticas, pero también era el jefe de profesores del instituto, de los mejores que se podía encontrar, con tendencia a llegar siempre tarde, y un repertorio de excusas inimaginables. Pero también era el hombre mas atractivo que alguna vez había conocido, y para su desgracia, no era la única que lo había notado, todo el instituto entero echaba babas por el, inclusive sus profesoras.

En su último año de preparatoria, y a meses de terminar sus estudios antes de ingresar a la universidad, decidió confesarle por medio de una carta los sentimientos que había guardado hacia él durante muchos años, para su enorme desgracia, antes de que llegara el papel a sus manos, pasó por el grupo de porristas huecas y sin vida intelectual. La noticia corrió como agua, y al final del día llegó de la peor manera a Hakate, con una enorme *pancarta con la carta de ella estampada, junto a muchas burlas de las mas crueles, como: "Cabeza de chicle busca que le inflen el globo" o "¿Qué persona normal podría tener buenas intenciones con alguien tan fea?" y obscenidades de ese estilo.

Desde aquel día, la mirada de admiración de su profesor hacia ella por sus excelentes notas, se volvió incomoda y con un deje de lastima. Por ese motivo intentaba constantemente huirle a su profesor, no quería tener que estar a solas con él y que sin estar preparada se abordara el asunto de la carta, por un lado porque no podría mentirle, aun sentía cosas por él. Y por el otro, la ética profesional de su profesor era intachable, y no quería que por su culpa aquello se viera afectado.

El hombre tomó asiento en la silla aun lado de la cama, demasiado cerca para su bienestar emocional. Se tomó unos segundos en aclararse la voz y habló:

— ¿Qué ha sido lo de esta tarde, Sakura?

Hizo un esfuerzo para calmar y aclarar sus ideas.

— No lo sé. No logro recordar que fue lo que pasó, solo algunas imágenes borrosas, pero nada más.

— Bien. Voy a ser directo y espero que tus respuestas sean sinceras.

— Siempre lo son— ¡Mierda! La mirada de circunstancia que le devolvió le congeló las entrañas. Recordó la carta.

— ¿Te drogas?

Volteó a él rápidamente. Creyó haber oído mal.

— ¿Disculpe?

— Lo que oyes, ¿consumes alguna tipo de droga? ¿Algun alucinógeno? Los médicos han mandado a realizar estudios de sangre para descartar toxinas, pero tardarán unas cuantas horas antes que den el resultado.

— Jamás necesité hacerlo, ni lo voy a necesitar tampoco, me ofende su pregunta.

Kakashi la observó algo apenado, y a Sakura le dio un vuelco al corazón.

— Los alumnos que se encontraban cerca de ti informaron que te encontrabas hablando con Neji Hyuuga cuando de pronto perdiste el conocimiento, y de un momento a otro comenzaste a murmurar cosas indescifrables mientras te retorcías en el suelo,.Cuando yo llegué, parecías querer quitarte la piel, y tu rostro se volvió rojo de un momento a otro.

Ante la última mención, Sakura no pudo evitar el enrojecimiento de vergüenza al imaginar que estaría sucediendo en ese momento dentro de su cabeza. Y el miedo a que su profesor pudiera leerle la mente le provocó una marea de nauseas. Luego se reprendió por la locura de pensar en alguien leyendo mentes ajenas.

Querida, ¿estás segura que la repartición de sentido común golpeó tu puerta?

Kakashi se incorporó frente a ella y colocó una mano sobre su frente, se sentía muy bien, la sensación de la respiración de su profesor le provocó cosquillas en su estomago y cerró los ojos. La cercanía de él le daba tranquilidad. Y la reconfortante idea de cuan diferente seria su vida si tuviera a un hombre que la defendiera de su padre, no tenia igual.

«Eres una chica mala, caramelo»

Pegó un brinco sobre su lugar. Acto que sobresaltó al hombre, mientras la miraba interrogante. Sintió miedo, miedo a estar volviéndose loca.

«No estas loca, pero yo si puedo convertirme en una pesadilla si no provocas un gran espacio entre ese bastardo y tú»

— ¿Sakura, te encuentras bien?—El matiz de preocupación en su maestro la hicieron reaccionar.

— Si, solo fue un poco dolor de cabeza—Contestó aturdida.

— Voy a traer unos calmantes—Dijo encaminándose a la salida—. ¿Deseas algo mas?

— No, estoy bien, gracias.

Una vez sola, comenzó a buscar la presencia de una persona en la habitación, no podía creer que una voz le hablara dentro de su cabeza, su padre era borracho, no loco, y estaba segura que nadie en su rama familiar había sufrido de locura para que ella heredase ese mal.

— ¿Dónde estas?—Exigió con la paciencia a punto de estallar.

« ¿Me buscas?»

Resopló del susto, podía jurar haber sentido la respiración de alguien en su oído, pero ahí no había nadie.

— ¿Qué quieres de mí?

«No tengo porque contestar a tus preguntas. Yo soy el que exige, y tú quien obedece»

Algo en su tono de voz le generaba la desconfianza y el miedo de saber que no andaba con vueltas. Sus alertas estaban encendidas presagiando que aquel individuo no era normal. Y algo muy dentro de ella, le pronostica que por muy loco que sonara o pareciera, ellos ya se habían conocido en otro lugar… en otro tiempo.

¡Necesito un psicólogo urgente!

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Bueno, no puedo aclarar mucho más que Sasuke si existe, es demasiado real para ser una simple alucinación. Sakura tiene una vida muy difícil y dura, un padre borracho y viudo. Las causas de la muerte de su madre se conocerán mas adelante. Habrán notado que Sasuke en un momento dado, pregunta: "¿Acaso no es esto lo que querías?" Sakura no sabe quien es. No en esta vida.

Ahora si, no revelaré mas nada, espero le haya picado el bichito de curiosidad, y con el botón de abajo me lo hagan llegar. Les envió mi cariño. Y los espero en el próximo capitulo. Bye.