Prólogo
Este mundo, siempre cambiando… al igual que los seres que viven en él. Cada quien elige su camino, y con eso su vida cambia para siempre. ¿Y quiénes somos para juzgarlos? Ellos son dueños de su vida, y no podemos cambiar eso.
Todo en lo que creemos, lo que vivimos… lo que queremos… todo eso puedo desaparecer en un instante… sin que nos demos cuenta.
El odio está determinado a destruirnos, y a este mundo también. Hay cosas que sigo sin comprender, y ni siquiera planeo intentarlo. La vida, siempre creí que era juegos y diversión… pero no pude estar más equivocado.
Hay demasiadas cosas en este mundo que podría descubrir, pero solo me conformo con aprender lo simple. Cada día es igual… guiar, enseñar, proteger… y pelear contra todo aquello que intente destruir nuestros sueños.
Al principio, no tenía idea de quién era, ni tampoco el qué podría hacer, el miedo y el odio había hecho que lo perdiera todo, y realmente me sentía devastado. Entonces la escuché… y tomé valor para seguir viviendo, y poco a poco el miedo y el odio se alejaban completamente de mí.
Cada momento de mi vida me llenaba más y más de tranquilidad, y quienes estaban a mi lado podían sentirlo. Evitamos que el odio se apoderara de nosotros y logramos ser una familia…
…completamente unida.
