¡Luchie!
Un grito despavorido, la llamada a su nombre que nunca estuvo demás. Fue una batalla campal, con magia que jamás habían visto. El dolor era horrible y la espalda interminable de Lucy caía sobre el roquerío, el muchacho dragón gritaba su nombre; Despavorido. Fuera de sí, y fuera de combate Lucy se derrumbó. Erza, Gray, Jubia, levy y muchos más. Ya en camilla, vendados hasta los ojos, cada uno podía recuperarse a su manera, a su ritmo, con tiempo despertando poco a poco uno por uno.
Pero Lucy.
Lucy nunca despertó.
¡Esto no puede ser, déjenme entrar!
Natsu silencio, ya es suficiente. La voz de Erza fue secante y firme. Lloraba por dentro en desconsuelo, calmando así a su dragón amigo, él quien le chocaban los recuerdos, le pesaban los vestidos, le lloraban las notas sobre el tablero susurrando "todo es más divertido si lo hacemos juntos los dos"
Ya iban dos largos meses en que Lucy la maga de espíritus estelares se durmió. Respirando hondo leve, sin fuerzas; sin abrir los ojos, sin despertar. Y entre tanto disgusto y tanta pena, natsu el compañero fiel, no pasaba un día sin dedicarle las buenas noches. "Que tal Lucy", dijo él sentándose a su lado como de costumbre "ya va más de dos meses que sigues aquí" su voz se trizo en la ultima palabra, manteniendo la misma expresión. Los mismos lazos de siempre. Ella placida ahí, bella aún en ese estado. "dos meses en que no fui capaz de protegerte" él sonrió.
Desde que ocurrió el incidente, Levy se ha dedicado en exclusividad a investigar la especie de hechizo que lanzaron sobre Lucy, y Natsu ahí se dedicaba a contarle los avances, sus propias investigaciones que carecían de credibilidad. Guardaba dentro de sí la esperanza incoherente de que si le conversaba como sí nada, ella despertaría y le respondería. Pero parecía que hasta el momento no daba resultado. La ventada al costado de la camilla, un bote con flores rojas y un paisaje largo en el fondo de de la misma ventana. Sabanas blancas, vendaje de heridas que aun no cicatrizan. Llaves sobre el cajón, ropa celestial y un emblema sobre su mano. El espacio era tan duro sin su reír. "Lucy, no me basta con mirarte todo el tiempo aquí, con los ojos dormidos" parte de él quedo dormido junto a esa mujercilla.
Todo era tan doloroso, cómo un adiós que nunca se concreta. Los reflejos de la luna le agrietaban los ojos, le llamaban las mil penas. Tanto la extrañaba. "te cuento un secreto Lucy", murmuró sin disimular sus sonrientes lagrimas. Me gustaba verte reír, ver tu cara cuando aparecía de sorpresa en tu hogar. ¿Sabes? Quisiera que mi hogar siempre tuviera a Lucy sorprendida con mi llegada.
Lloró. Cómo cuando perdió a su padre, cómo cuando inútil se vio. Cómo cuando todo parecía acabar. Como cuando su compañera no parecía despertar más. Tomo su fría mano sobre la suya y juro por los dragones perdidos que ella de alguna forma volvería aquí. Apretó con fuerzas su mano, acarició su cabellera rubia, y de tanto sentir una luz fuerte a sus ojos y la izquierda de Lucy brilló.
Puedo escucharte,
Puedo sentirte aquí.
"Lucy" la luz cegaba. Envolvía un manto blanco de seda y cabellos rubios sin moldear. Recorría una silueta casi perfecta y reconocible. "Lucy" repitió el muchacho sin soltar las manos de la mujer. Sí, desde los rayos potentes, vestida de seda, pelo liso y sin ninguna amarra, apareció Lucy Heartfilia, la compañera. "Natsu" le susurró, ambos callaron mirándose a los ojos. "¿Que demonios paso?"
Continua, mi primer Fic de Ft. Gracias por leer, Escríbanme no muerdo, los comentarios son todos bien recibidos :-)
