Hola, aquí les traigo otro GokuxHaru, creo que las vacaciones me sirvieron para que me llegara la inspiración jeje, bueno, espero que les guste, sugerencias, quejas y reclamos háganmelos saber con un review, saludos

Katekyo Hitman Reborn le pertenece a Akira Amano.

UNA NUEVA VIDA

Capitulo 1

-¡Felicitaciones!- gritaron al tiempo

-Gracias mama, gracias papa- dijo después de darles un gran abrazo a cada uno

-Ahora regresemos a casa, es hora de festejar-

Haru acababa de graduarse de la universidad, después de un gran esfuerzo y una gran hipoteca, logro obtener el título de reportera, aunque lo que realmente quería, era ser escritora, pero necesitaba tener un trabajo para mantenerse mientras cumplía su sueño y que mejor que un trabajo que le permitiera ir mejorando sus habilidades de escritura. Desde pequeña siempre le había gustado leer, un habito que su padre le inculco, le encantaba sumergirse en esos mundos mágicos que describían sus libros favoritos, y por eso fue que desde temprana edad anhelo poder crear historias tan fantásticas como las que acostumbraba a leer, pero solo fue hasta que su escuela realizo un concurso de cuentos que descubrió que tenía la suficiente imaginación para poder escribir cuentos y porque no, escribir una novela algún día.

Desde entonces no había dejado de escribir todo lo que se le viniera a la mente. Cuando termino la escuela y llego el momento de entrar a la universidad, decidió buscar un empleo para no dejarles a sus padres todo el peso de los gastos. Gracias a una amiga de su madre, pudo conseguir trabajo en una librería, no era la gran cosa, pero era la más concurrida de la ciudad. Allí aprendió de su jefe, valiosas lecciones sobre lo que debería tener un escritor para ser exitoso, esto solo hizo que su deseo de ser escritora se hiciera más fuerte. Faltando un año para graduarse, su jefe falleció, y su esposa decidió vender la librería para pagar las deudas que le habían quedado.

Después de haber perdido su trabajo, no le fue fácil volver a encontrar empleo, ante lo cual sus padres decidieron hipotecar su casa para poder pagar lo que le faltaba, Haru no quería que sus padres se cargaran con semejante deuda, pero ante la insistencia de ellos, no pudo hacer otra cosa que aceptar. Fue desde ese día que trazo por completo un plan de vida, decidió en lo que trabajaría después de graduarse, lo que haría después de que hubiera pagado la hipoteca de la casa de sus padres, y donde le gustaría vivir. Habían pasado dos meses desde su graduación cuando se encontró con la esposa de su antiguo jefe, quien se disculpo por los problemas que le ocasiono por haberla dejado sin trabajo y lo culpable que sentía al haberse enterado de la hipoteca, por eso le dijo que tenía una conocida que trabajaba en una importante revista en Tokio, que le había hablado sobre ella y que había logrado conseguirle una entrevista de trabajo.

-No puedo creer que te vayas a ir de nuestro lado- decía su madre con lágrimas en sus ojos

-¡Hahi! no llores mama- dijo tratando de contener las suyas -tu sabes que tengo que hacerlo, ya que es muy difícil conseguir un buen empleo aquí en Namimori, sin olvidar que necesitamos dinero para terminar de pagar la hipoteca y el sueldo de papa no es suficiente, tengo que aprovechar esta oportunidad de trabajar en Tokio-

-Así es querida- intervino su padre -es triste que nuestra pequeña se vaya, pero también piensa en ella, en su futuro-

Eso era lo que más le gustaba de su padre, el ánimo y el apoyo que siempre le daba

-¿Estas segura que no quieres que te acompañemos a la estación?- insistía su madre

-No, es mejor despedirnos aquí, no quiero que la gente nos vea llorando- rápidamente con su dedo se limpio una pequeña gota que escapo de uno de sus ojos

-Está bien como quieras- dijo resignada

-¡Ya llego!- dijo afanada después de haber escuchado el timbre -ya tengo que irme, los llamare apenas llegue a Tokio-

Después de darles un fuerte abrazo y un gran beso, tomo sus maletas y salió de su casa

-Buenos días señora Serisawa- corrió hasta el taxi donde la estaba esperando

-Buenos días Haru- salió para ayudarla con su equipaje

Cuando todo estuvo listo se subió, y desde la ventana les dio un último adiós a sus padres quienes se quedaron en la puerta de la casa observando cómo se marchaba

-¿Crees que estará bien?- pregunto su madre con tono de preocupación

-Deja de preocuparte, Haru es muy responsable, estoy seguro de que le ira muy bien- la abrazo mientras veían el taxi alejarse

-…No lo decía por eso-

La señora Serisawa había decidido acompañar a Haru hasta la estación del tren, así tendría oportunidad de darle las últimas indicaciones

-Debes estar emocionada ¿cierto pequeña?- pregunto con una sonrisa

-Emocionada y un poco asustada, nunca antes había estado en Tokio- hablo nerviosa

-No te preocupes, estarás bien, eres una chica muy organizada e inteligente-

-Espero que tenga razón, necesito este trabajo con urgencia-

-Claro que tengo razón, una chica como tú tiene todas las de ganar- suspiro con nostalgia -eso era lo que mi esposo decía de ti, "Haru-chan, es una niña muy inteligente y lista, y no puedo esperar para poder comprar el primer libro que escriba"- dijo tratando de imitar la forma de hablar de su esposo

Después de escucharla no supo que decir, si ella lo extrañaba, no podía ni siquiera imaginar lo mucho que su esposa lo estaría extrañando, así que una de las cosas que planeo fue escribir un libro y dedicárselo a él, ya que fue él, quien mantuvo vivo su sueño

-Bueno, ahora volviendo a lo importante…- dijo con ánimo rompiendo el incomodo silencio y sacando un papel de su cartera -…esta es la dirección y el nombre de la revista- luego le paso el papel

-¿Hahi? Esta revista…- dijo mirando con asombro el nombre que estaba escrito

-Así es, es una de las revistas más importantes del país, es un gran empleo para alguien que acaba de graduarse-

-¡Si que lo es!- dijo emocionada

-Pero debes tener en cuenta de que empezaras desde abajo, y si haces bien tu trabajo, ten por seguro que podrás ir ascendiendo, además una de las razones por la que me pareció que este trabajo sería perfecto para ti, es porque como sabrás, en esta revista hay una sección en donde se hacen recomendaciones de nuevos libros y seguro deberás conocer a Nobuo Miyazaki ¿cierto?...-

-Si, es uno de los mejores editores, además de ser un gran escritor, me he leído todos sus libros- respondió sin parpadear

-…Pues bueno- continuo -el trabaja para esa revista, así que tendrás la oportunidad de conocerlo en persona-

-¡Hahi! ¡Lo dices en serio!- lo dijo tan fuerte que distrajo al conductor

-Sabía que te sorprendería- rio al ver su reacción

El escuchar esa gran noticia hizo que se emocionara más de lo que ya estaba, todo le estaba saliendo tan bien, el plan de vida que se había trazado se había puesto en marcha, y si lo seguía al pie de la letra, podría cumplir su sueño más pronto de lo que había pensado. Obtener un buen empleo en una buena empresa para poder cancelar su hipoteca, conseguir un editor para que le ayude con su libro, cuando tuviera éxito con su libro y se volviera famosa, se compraría una hermosa casa en Tokio, luego se compraría un lindo auto, les pagaría esas vacaciones que sus padres siempre quisieron, un crucero alrededor del mundo, después conocería a un buen hombre, tierno y cariñoso, con el que se casaría y tendría dos hijos, un niño y una niña, el se llamaría Kaoru y ella kaori, tendrían un perro llamado momo y un gato llamado miku y después de que sus hijos crecieran e hicieran sus vidas, ella y su esposo tendrían unas largas vacaciones como las que tendrían sus padres.

-Llegamos- dijo la señora Serisawa sacándola de sus pensamientos

Ahora estaba más decidida que nunca, su sueño nunca había estado tan cerca. Con firmeza saco las maletas de la cajuela del taxi, pero con pasos nerviosos entro a la estación

-¿Estas bien querida?- le pregunto al ver lo tiesa que caminaba

-¿Hahi? S…si-

-Bueno, entonces recuerda, la entrevista es pasado mañana, tienes que estar a las nueve en punto, esto es muy importante, tienes que ser muy cumplida, porque el señor que te hará la entrevista es muy estricto, si llegas un minuto tarde, perderás tu oportunidad-

-¿Estas bromeando cierto?- pregunto con una sonrisa forzada

-Cuando me lo dijeron yo también pensé que estaban bromeando, pero no, el es muy estricto con su tiempo, si pierdes esta entrevista no te dejaran volver a tener otra, así que por nada del mundo puedes llegar tarde, si puedes estar una hora antes mucho mejor, es importante que se den cuenta de que te interesa este trabajo, ¿entendiste?- pregunto mirándola fijamente

-…Si- respondió casi perdiendo la respiración

-Mañana por la noche tienes que llamar a este número- le paso otro papel -pregunta por Midori, ella es quien te recomendara para la vacante, dile que es de parte de Ayame Serisawa, dile que soy la tía del novio de la prima del amigo del hermano de la esposa del suegro de la hija de su cuñado-

-… ¿Qué?- pregunto sin entender la retahíla que le había dicho

-No te preocupes, ella sabe quien soy- respondió con una tierna sonrisa -así que no te olvides de todas las indicaciones que te di, si obtienes este trabajo te ira muy bien-

Después le dio un beso y la ayudo a subir a su tren, las puertas se cerraron y con cariño agito su mano despidiéndose mientras el tren comenzaba a alejarse. Como una estatua, Haru había quedado de pie frente a la puerta, aun trataba de recordar todo lo que le había dicho, todo lo que tenía que hacer, cuando, y a qué hora, nunca en su vida había quedado paralizada, pero para todo siempre hay una primera vez. Cuando por fin pudo salir del mini shock en el que se encontraba, se dirigió a su asiento, saco su libreta y anoto todo, esa fue otra de las cosas que su padre le inculco, siempre ser organizada con su tiempo y con su trabajo.

-Llamar a Kaori, la noche antes de la entrevista- decía en voz alta mientras lo anotaba- estar en las oficinas de la revista una hora antes, la hora de la entrevista es a las nueve en punto, ser muy puntual- subrayo varias veces la palabra puntual

Cuando termino de anotar, leyó todo una y otra vez como si estuviera estudiando para un examen, aun concentrada en sus anotaciones, no escucho cuando anunciaron que habían llegado, solo fue hasta que escucho a un niño gritar emocionado que ya habían llegado a Tokio. Rápidamente guardo su libreta y tomo su equipaje, busco un taxi y le dio la dirección de un pequeño apartamento que ya había arrendado con anterioridad. Durante el viaje, no pudo dejar de mirar con asombro aquella gran ciudad que era mucho más grande que Namimori, pero que ahora sería su nuevo hogar donde cumpliría todos sus sueños. Cuando llego, tiro las maletas en el piso y cayo rendida sobre su cama, era la primera vez que viviría sola, pero esa idea no la asusto, estaba tan emocionada que no había espacio para miedo o duda en su corazón. Pensando en todas las cosas buenas que le esperaban, se quedo dormida con una gran sonrisa.

Al día siguiente ordeno todo, alisto la ropa que utilizaría para su entrevista, el bolso que llevaría, los zapatos que utilizaría, coloco el papel con el teléfono de Midori al lado de su celular, junto con su libreta que estaba encima del Kotatsu que estaba en el centro de la habitación. Cuando llego la noche, se dispuso a realizar la llamada, mientras esperaba que contestara se puso nerviosa, pero cuando escucho una voz amable al otro lado de la línea se tranquilizo, después de las presentaciones, paso a darle más indicaciones sobre su entrevista.

-El nombre del señor que te hará la entrevista es Mikami, tienes que recordarlo porque no le gusta que le digan de otra manera- todo lo que le decía lo iba anotando en su libreta -tienes que ser puntual, porque odia que lo hagan esperar, el siempre está muy ocupado y por eso es que es tan estricto con su tiempo, no olvides que tienes que traer referencias de antiguos trabajos, no importa el tipo de trabajo que hayas tenido, lo que ellos buscan es conseguir información sobre tu desempeño y saber qué tipo de persona eres y como te relacionas con los demás…-

Continuo dándole más indicaciones, mientras Haru anotaba palabra por palabra en su pequeña libreta

-¿Te quedo todo claro?-

-…Si- respondió distraída mientras intentaba recordar lo último que le había dicho

-Bien, entonces me gustaría que nos encontráramos en la entrada principal a las ocho y treinta ¿te parece?-

-Si, pero no sería mejor a las ocho en punto, es mejor estar lo más temprano posible por si hay algún contratiempo- dijo tirando el lápiz y masajeando su muñeca adolorida por lo rápido que escribía

-Es una buena idea, me gusta tu entusiasmo Haru, si lo demuestras en la entrevista, estoy segura de que te contrataran de inmediato, al señor Mikami le gusta la gente proactiva-

-Entonces nos vemos a las ocho en punto- se sentía más confiada

-¡Ah! Se me olvidaba- dijo de repente -¿como hago para reconocerte?-

-¡Hahi! Es cierto- pensó por un momento que hacer para que la reconociera -llevare un bolso rojo del lado izquierdo-

-Perfecto, entonces no te quito más tiempo, tienes que descansar, porque mañana es tu gran día-

Después de que se despidieron, Haru se dio un baño para relajarse y poder dormir bien, ya que sería imperdonable presentarse con ojeras a su gran entrevista, después se preparo un té y reviso que todo estuviera listo, programo su despertador a las seis de la mañana, quería tener tiempo para alistarse y no salir con afanes, al ver todo en orden, apago la luz y se acostó, cerro sus ojos pero no lograba conciliar el sueño, no se desespero, simplemente comenzó a respirar profundamente, solo era cuestión de tiempo para que se quedara dormida, pero su mente comenzó a divagar con toda la información que había memorizado.

-tengo que dormir, tengo que dormir, tengo que dormir-

Se decía una y otra vez, pero lo único que conseguía era estar más despierta que nunca, comenzó a dar botes en la cama, a acostarse boca arriba, boca abajo, de un lado, del otro, pero no lograba quedarse dormida, miraba el reloj y ya eran las once de la noche, aun continuaba despierta, después lo miro otra vez y ya era la una de la mañana, después de un momento volvió a verlo y eran las dos, su desespero aumentaba cada vez que veía la hora, pero no podía dejar de hacerlo, la última vez que lo vio eran las cuatro de la mañana, después de eso finalmente logro quedarse dormida, pero le pareció un instante ya que la alarma comenzó a sonar con insistencia, ya eran las seis, pero no podía abrir los ojos del sueño que tenia, casi arrastrando se dirigió al baño, tenía que lavarse la cara con agua fría para despertarse, después se preparo el desayuno y comió lo que pudo, había dormido menos de dos horas y el cansancio no la dejaba moverse a la velocidad que quería.

Cuando volvió a ver su reloj, vio que eran las siete y treinta, justo paso lo que no quería, salir de afán, pero si no se daba prisa llegaría tarde, tomo todo lo que estaba sobre el kotatsu y lo guardo en su bolso, para su tranquilidad había dejado todo listo la noche anterior, así que sabía que llevaba todo lo que necesitaba. Rápidamente salió para tratar de conseguir un taxi, pero todos pasaban ocupados, decidió ir caminando para acortar distancia, pero se sentía cansada y el sueño había comenzado a afectarla.

-No, no puedo dormirme-

Se dijo a la vez que vio una cafetería al otro lado de la calle, sus ojos se estaban cerrando solos, necesitaba tomar todo el café posible para mantenerse despierta, no se encontraba en sus cinco sentidos y por eso no se dio cuenta de que el semáforo todavía no había cambiado, se dispuso a pasar la calle, cuando escucho unas llantas chirriando sobre el asfalto y después, nada.