Este fic esta dedicado a Darkqueen.
Disclaimer: Avatar no me pertenece.
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Naturaleza implacable.
En la distancia un hombre caminaba por el panorama desierto, de cierta manera parecía un espíritu, aquel paisaje árido y helado parecía incapaz de mantener con vida incluso a un solo hombre, pero allí estaba una figura vacilante avanzando a duras penas sobre la superficie irregular del hielo roto, un hombre solo, en medio de una llanura desnuda acariciada por el viento helado, monocroma, envuelta en una penumbra espectral; una luz sobre su cabeza le decía que seguía en pie, la luna era lo único que le decía donde era arriba y donde abajo.
El hombre pareció darse por vencido se dejo caer sobre el hielo, lamentaba no haber oído a la campesina pero a fin de cuentas cómo podía perderse sí él ya había estado allí antes, arrugo el ceño y miro a su alrededor, seguro que podía orientarse, a lo lejos oía el lastimero crujido de la placa de hielo que se rompía ante el embate de las olas, nada mas; detestaba que le estuviera pasando esto, ese par insoportable no podían tener razón " apostamos a que se pierde en menos de una semana", ya podía verlos riéndose a carcajada limpia, se llevo las manos al rostro, lo sentía helado, tenia escarcha en las pestañas y las cejas, incluso su cabello se había congelado, hurgo en su bolsillo y saco un objeto parecido a un silbato "si te pierdes úsalo, Appa vendrá a buscarte", chico bueno este avatar.
Después de un rato, el Señor del Fuego Zuko se puso de pie, había decidido desafiar al polo y llegar solo a la aldea, sin tener que llamar a Appa y sin tener que admitir que se había perdido; siguió el rumor del mar, aterrado cuando el hielo crujía bajo sus pies, quien sabe cuantos metros de agua helada no habían bajo sus pies en aquel momento, siguió las huellas en el hielo de un animal desconocido, no recordaba bien que le había dicho Katara sobre los animales peligrosos, pero el que dejo esas huellas debía ir a donde hubiera comida, es decir la aldea; unas horas mas tarde descubrió que se había equivocado, en el borde del hielo un enorme oso, blanco como la nieve, devoraba el cadáver de una ballena gigante, el animal lo miro con indiferencia con un largo trozo de carne chorreante sujeto en su hocico; mas allá, el mar se agitaba, furioso, golpeando sin piedad un témpano de hielo en cuya cima se paseaba una parvada de pingüinos; Zuko miro el mar, era terrible se batía como un animal enloquecido, cerro los ojos, su hermana se apareció ante el, terrible y furiosa como el mar que tenía delante; aguzo su vista, mas allá de aquella furia, detrás de la bruma, podía divisar la aldea.
Allí la maestra agua oteaba el horizonte, segura de haber visto al maestro fuego al otro lado del brazo de mar, con el corazón inquieto, llena de preocupación y esperanza; a su lado Appa ya estaba preparado para el viaje.
Perdonen por favor la licencia poética, en el polo sur no hay osos ni perros, y en el polo norte no hay pingüinos, (o por lo menos así era la ultima vez que supe), en este fic coloque fauna de ambos polos lo cual es inverosímil pero como ya dije antes, es una licencia poética.
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