Mis queridos amigos, amigas y demás lectores silenciosos. Les presento una historia muy oscura de un mundo bastante particular. La historia se situa despues del final del manga naruto, con los hijos y las familias establecidas por el canon. La historia de pareja principal, estará ocupada por Boruto-Sakura. y el resto de las cuestiones tendrán mucho mas para sazonar esa unión prohibida.

Debo aclarar no obstante, que la gran mayoria de este primer capitulo de fic, esta basado (con los permisos pedidos pertinentes a su debido tiempo) a el autor original de un shot boruto-sakura conocido como "mirsaku". Esto no es un plagio, porque he pedido y ella ha concedido los permisos para usar su shot como patada inicial de mi historia. El resto de los capítulos que vendrán, si serán de mi completa autoria.

Los personajes no obstante, pertenecen a masashi kishimoto como corresponde.

TIERRA DE TRAIDORES:

"Porque la traición….esta en la sangre"

CAPITULO 1: DESEOS PERVERSOS

Sakura se miró al espejo detenidamente. Era curioso como el jutsu que había heredado de Tsunade se había convertido en la envidia de todas las mujeres de su generación. Ahora, mientras sus más cercanas amigas comenzaban a quejarse de sus pequeñas arrugas y de sus pechos no tan firmes como antes, tras los embarazos y achaques de la edad, Sakura mantenía un físico impecable, con una firmeza que cualquier mujer joven podría envidiar. Y eso que el jutsu lo usaba mínimamente.

Sin embargo, a pesar de su mejora física con el paso de los años, y que las curvas de su cuerpo ahora eran peligrosamente pronunciadas, no había conseguido que su marido abandonase las misiones que le mantenían más tiempo fuera de la aldea, que junto a ella. Desgraciadamente, no le importaba demasiado porque ella ya no amaba a Sasuke. Querer, apreciar, eran palabras más acertadas. Su corazón pertenecía a su rubio amigo, ahora Hokage y casado con otra mujer. Incluso ella había sido la celestina de ese emparejamiento.

Sí, era estúpida, pero en aquella época Sakura se decía una y mil veces que no se lo merecía. Lo cual aún se repetía una y otra vez. Lo único que la llenaba de satisfacción, era que Naruto no era indiferente a sus atributos, las miradas intensas que tenían entre ellos y las veces que había pillado a su rubio amigo mirándole largo y tendido diferentes partes de su cuerpo, incluso con Hinata presente, la hacían sentirse poderosamente atractiva.

-Mamá, voy a salir con Bolt, este fin de semana lo pasamos con ellos en su casa, ¿ya tienes todo preparado? – dijo Sarada interrumpiendo sus pensamientos.

-Cariño tranquila, ya he hecho la pequeña maleta que llevaremos. Sin embargo, tu padre creo que no llegará hasta dentro de tres días por el último mensaje que recibí de su parte.

-Mejor, porque se pone demasiado protector conmigo siempre cuando pasamos el fin de semana con Bolt y su familia. Y eso que lo llevamos haciendo desde que tengo uso de razón.

-Cielo, la diferencia es que antes Bolt y tú se dedicaban a pelear o entrenar básicamente, y ahora llevan un año saliendo. Tu padre aún no puede asumir que tengas novio. Es demasiado para él.

-¡Pero mamá! Ya tengo 16, y me parece absurdo que se preocupe más de que salga al cine con mi novio, a que en una misión me enfrente a 6 Chunnin yo sola. Dime, ¿qué lógica tiene eso?

-Eso es porque tu padre y yo estamos completamente seguros de tus habilidades como ninja. Ahora vete, yo llevaré las cosas a casa de Naruto, nos vemos allí a la hora de la cena, y no llegues tarde porque…- el sonido del timbre interrumpió sus palabras.

-¡Es Bolt! Mamá voy a cambiarme, ábrele y en nada bajo- dicho eso, se fue corriendo a su cuarto.

Sakura suspiró. Su hija se había convertido en una hermosa joven de 16 años, con un cabello largo y espeso, además de una fina figura. Pero a pesar de ello, para ella seguía siendo su bebé, y no le gustaba verla románticamente con nadie. Era demasiado joven. Y bueno también tenía otra razón, pero claro, esa era personal.

-Hola Bolt, Sarada se está cambiando ¿quieres pasar a esperarla?- dijo Sakura mientras abría la puerta.

Y ahí estaba. La razón por la que no soportaba que Sarada tuviese novio, mejor dicho "ese" novio, porque en lugar de recibir por parte del chico al que había visto crecer, una respuesta cordial, recibió una mirada de absoluto desprecio. Esa mala educación por parte del hijo del Naruto, era algo que llevaba recibiendo durante años, y al parecer según había comprobado era sólo hacia ella. Bolt era la viva imagen de su padre, rubio, fornido, altísimo (incluso la superaba ligeramente) y con un look completamente desenfadado y bohemio. Entendía por qué le gustaba a Sarada, objetivamente era el más guapo de su generación y ese pasotismo que emanaba y que le recordaba a Sasuke, no hacía más que aumentar su atractivo. Sin embargo, ese desprecio que el joven le dirigía a ella le cabreaba mucho, y lo único que le provocaba era querer cruzarle la cara de una bofetada. Pero claro, a las personas a las que les había comentado esa incomprensible situación, a Sasuke, Ino e incluso a Naruto concretamente, le habían quitado absoluta importancia y decían que eran imaginaciones suyas.

-Los niños como tú deben respetar a sus mayores y cuando un mayor hace una pregunta, el niño contesta, ¿entiendes? Si no voy a tener que decirles a tus padres que te vuelvan a llevar a la guardería para que aprendas modales- le dijo Sakura alzando la cabeza para mirarle a los ojos con furia.

Efectivamente como supuso Sakura, haberse referido a él como un niño le enfureció, lo que provocó que el joven se acercase a ella con furia hasta que ambos rostros quedaron a milímetros de distancia. Sin embargo, la llegada de Sarada hizo que él se alejara y le diera una sonrisa seductora a su novia.

-Te estaba esperando nena, ¿nos vamos? Gracias Sakura por tu amable hospitalidad- dijo Bolt mirando directamente a la pelirosa con burla mientras Sarada le abrazaba.

-Nos vemos esta noche Mamá.

-Adiós Cariño- dijo dando un portazo.

Hipócrita. Niñato. Imbécil. El muy crío, riéndose de ella, haciéndose el inocente delante de su hija, y no sólo de ella, sino de todos los presentes en las situaciones en las que coincidían, eso sí, siempre dirigiéndose a ella por su nombre de pila, sin ningún tipo de respeto, burlándose de ella en silencio. Y Sarada estaba enamorada de él. Dios. Qué asco. Enfrascada en sus pensamientos, visualizó el reloj y vio que llegaba tarde a la reunión que tenía en el hospital. Estupendo, ¿puede ir peor el día?, se dijo así misma. Lo que ella no sabía, es que las cosas iban a ir peor. Mucho peor.

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Bolt agarró fuertemente de la cintura a Sarada pronunciando el beso. Sin embargo, la chica se apartó totalmente sonrojada. Siempre los besos de su novio eran arrebatadores. Eran como un terremoto para la chica, le impedían pensar racionalmente.

-Bolt…-susurró entre los labios- he quedado con Chocho para ir de compras. No puedo llegar tarde, te veo esta noche en tu casa, ¿de acuerdo?

-Pásalo bien nena, yo he quedado con los chicos. Te veo más tarde.

Cuando la pareja se despidió tomando rumbos distintos, Bolt se dirigió arrastrando los pies y con las manos en los bolsillos a una esquina de la calle cerca del hospital, donde había quedado con sus colegas a tomarse unas cervezas y hablar de: mujeres, misiones y… más mujeres.

-Cielos, si está aquí "Míster Konoha", ¿has podido separarte por fin de tu noviecita, y venir con tus colegas?- dijo uno de ellos lanzándole una cerveza.

-Silencio idiota. Si estas amargado porque no follas y yo sí, es tu problema- le contestó sonriendo socarronamente haciendo que el resto estallara en carcajadas.

-Ya ves tú, la chica Uchiha es guapa, pero demasiado inocente y fría para mí, así que todita para ti. Me gustan más las tías con experiencia –se defendió el amigo.

-¿Cómo quién? Ilumínanos -preguntó uno de ellos.

-Como…el "terremoto"… que está pasando delante de nosotros ahora mismo.

Bolt se giró para ver a quien se refería y sólo pudo emitir un gruñido. Ahí estaba, la mujer a la que más odiaba en su vida.

-Jajajaja menuda suegra te ha tocado Bolt, la verdad es que tienes suerte amigo, está tremenda- dijo uno de ellos.

-Yo me la tiraría sin dudarlo- dijo otro.

-Silencio idiota- protestó Bolt.

La odiaba. Odiaba ese pelo rosa brillante y esos ojos verdes que hacían que los ojos de su padre se iluminasen cada vez que la veía. Había sido consciente de la atracción entre ambos con apenas 10 años, habían convivido demasiado las dos familias para no darse cuenta y él, apenas un niño, había sido consciente de la mirada hambrienta que su padre le dirigía siempre a esa mujer que no era su madre. Pero todos seguían el papel de familias perfectas, las cuales convivían cada fin de semana en una casa o en la otra, haciendo que todos eran amigos cercanos, y él en todo ese teatro había estado soportando demasiado la tensión sexual entre la madre de su novia y su padre.

-Venga ya Bolt, debes admitir que está tremenda. Ese pelo rosa, ¿será natural? – bromeó uno de ellos.

-Yo sé muy bien cómo podría comprobarlo- contestó otro y todos comenzaron a carcajearse.

Pero Bolt no se reía. Esa mujer era la causa de que su madre sufriera en silencio, sin embargo, a pesar del odio, sus ojos no podían evitar recorrer la curvilínea figura de Sakura. Era vergonzoso, pero su primera paja había sido pensando en ella. La odiaba y la deseaba desde los 12 años, deseaba probar esos pechos, amasar ese culo y follársela hasta hacerla gritar y gemir su nombre. Sarada le gustaba porque le recordaba a ella. Era un deseo enfermo. Deseaba a la puta de su padre y al mismo tiempo quería hacerle el mayor daño posible.

Y esa noche, aprovechando que Sasuke Uchiha no estaba, llevaría a cabo lo que llevaba deseando durante años. Por fin las piezas de su plan se habían alineado completamente.

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La risa de Naruto y Sakura resonaba por todo lo alto en la cena que estaban teniendo ambas familias. Bolt mientras, miraba con absoluto desprecio y asco como ambos se miraban cómplices y la vista de su padre no podía evitar dirigirse al escote de la mujer pelirosa, quien se encontraba en frente de él estratégicamente. Mientras, su madre, se dedicaba a servir el estofado y Sarada le hablaba de algo que no le importaba en lo más mínimo. Sólo podía a observar a Sakura y con satisfacción pensó que en un par de horas su vida se volvería un auténtico infierno.

-Bueno, quiero brindar porque gracias a Sakura-chan, Konoha es la aldea número 1 de todo el país del fuego en el ámbito de venenos y paralizadores- mencionó Naruto dirigiéndole una sonrisa deslumbrante.

-Naruto, por favor, es mi trabajo y gracias a las subvenciones que has hecho al hospital hemos podido investigar mucho más en ese campo, así que gran parte del mérito es tuyo.

-Brindemos todos por lo buenos que somos ambos entonces- dijo Naruto levantando la copa junto con el resto.

En ese momento, Bolt alzó más su copa haciéndola chocar bruscamente con la de Sakura y vertiéndola en la mesa.

-¡Bolt ten más cuidado!- le regañó su madre- Sakura disculpa, ahora mismo voy a llenarte la copa.

-Tranquila mamá, yo se la llenaré, al fin y al cabo ha sido culpa mía- dijo Bolt dirigiéndose a la cocina y llevándose la copa de la mujer.

Unos instantes después Bolt apareció con la copa llena y se la acercó a Sakura mirándola directamente a los ojos.

-Aquí tienes- pronunció lentamente el chico mirándola directamente a los ojos.

-Gracias- respondió seriamente la mujer sin apartar el contacto visual y todos procedieron a brindar nuevamente y a degustar el vino tinto que había traído Sakura a la cena como detalle y que Bolt se había empeñado en abrir y servir a cada uno como buen anfitrión.

Una sonrisa malvada apareció en el rostro de Bolt al ver a la mujer frente a él bebiendo la copa que le había entregado:

-No Sakura… gracias a ti.

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Sakura no podía dormir, era más de media noche y se sentía rara, como si tuviera el cuerpo adormecido, llevaba una hora dando vueltas y no quería despertar a su hija que dormía a su lado en la habitación de invitados. Por lo que salió sigilosamente dirigiéndose a la cocina para tomar un poco de agua y ver si en el armario de medicamentos que tenía Hinata encontraba algo que la ayudase a dormir. Al llegar, tomó un buen vaso de agua fría con un poco de sal y se sentó esperando a ver si se le pasaba, por si era una bajada de tensión. Sin embargo, seguía teniendo la misma sensación, por lo que se dirigió al pequeño armario de las medicaciones para ver si encontraba algo que la ayudase.

-Mierda, aquí no hay nada, deben de haberlas cambiado de sitio. -Se dijo así misma. Cerró la puerta y de repente ahogó un grito al ver que a su lado se encontraba Bolt, vestido sólo con un pantalón largo de pijama y el torso descubierto. -¡Kami!... me has asustado- dijo llevando una mano a su pecho.

-Es curioso que una supuesta Jounnin no pueda percibir el simple chakra de un Chunnin- le dijo Bolt apoyándose en la pared de brazos cruzados.

-Me siento mareada y noto mi chakra a niveles muy bajos, por eso no he podido sentirte.

-Excusas baratas. Me pregunto cómo conseguirías el título, dime ¿dejaste que te follara el tío Kakashi, o simplemente se la chupaste?

Esas palabras hirvieron la sangre de la mujer. Hijo de puta. Alzó su mano para darle una buena torta pero a milímetros de distancia el chico la agarró con gran fuerza sus manos y se las puso atrás de la espalda, quedando sus caras a milímetros de distancia y con los labios rozándose.

-Shhhh, quieta fiera. Sólo tenía curiosidad. Sí que apenas te queda chakra ¿eh? No puedes conmigo, la verdad es que me has sorprendido, tus paralizaciones de chakra son bastante eficaces.

-¿Qué coño dices?

-No eres tan inteligente, pensaba que por tus síntomas ya lo habías adivinado. Te he drogado esta noche, con la mierda por la que mi padre brindaba hoy en la cena.

-¿Cómo…?

-Ventajas de salir con la hija de la directora del hospital. Ahora según leí en tus informes, tu resistencia es baja y tus niveles de chakra están completamente paralizados, por lo que ahora eres como una simple aldeana. Durant horas.

-¿Y para qué mierda quieres tenerme en este estado?

-Porque te odio, porque por tu jodida culpa mi padre nunca ha podido amar a mi madre, porque no tenéis respeto por nada ni nadie, porque lo llevo notando durante años.

-Te juro que yo nunca me he acostado con tu padre.

-Pero están a punto ¿verdad? Se los puede ver, que en cualquier momento cuando nadie los vea, aprovecharan para follar. Pero eso, voy a evitarlo. Aquí mismo, esta noche.

-Por favor, suéltame y haré como si nada de esto hubiera pasado.

-¡Cállate! ¿Ves esa cámara en el rincón? Te advierto que está encendida y va a grabar todo lo que vamos a hacer tú y yo, aquí esta noche.

-¿A qué te refieres? – preguntó asustada. Estaba completamente indefensa.

-A que te voy a follar y vas a gemir mi nombre como la zorra que eres. Y lo voy a grabar.

-¡Estas completamente loco, cabron! Suélta…

Y no pudo continuar porque una boca brusca invadió la suya. Mordiendo. Chupando. Lamiendo. Sakura le mordió el labio inferior hasta hacerlo sangrar.

-Salvaje…- respondió lamiendo la sangre de su labio el rubio al apartarse- me gusta así.

-Suéltame por favor- dijo desesperada viendo como el chico hacía formaba un par de clones para tumbarla sobre la mesa y anudarle las manos gracias a cuerdas con chakra. Lo que hacían que sus brazos estuviesen abiertos clavados a la mesa, inmovilizándola por completo.

-No…claro que no, verás… aquí el que pone las normas soy yo. Divertido ¿no crees?- dijo mientras se quitaba los pantalones quedándose en calzoncillos.

-¡Voy a gritar! y van a ver todos la clase de desquiciado que eres. –se defendió Sakura, tratando de zafarse y pataleando.

-Grita todo lo que quieras, que están todos bajo los efectos de un potente somnífero cortesía de tu despacho, nadie vendrá a ayudarte.

-¡Por favor te lo ruego! Haré lo que quieras, no me hagas esto, ¡piensa en Sarada!

-Vaya, esto me gusta más. –Sonrió el hombre complacido- A ver… creo que si me dices las cosas bien, supongo que puedo dejarte marchar.

-¡Sí!... haré lo que quieras.

-Muy bien, a ver dime lo siguiente, pero con sentimiento ¿eh?-se burlaba divertido Bolt- "No volveré a ser una guarra con tu padre, dejaré de joderte a ti y a tu familia para siempre".

Sakura lloraba. Se sentía tremendamente indefensa y humillada. Ese crio estaba loco. Su mirada era peligrosa. Como todo Chunnin, sabía todo lo que tenía que hacer para obtener lo que quería. Tenía 17 años, y Sakura no podía evitar preguntarse, si alguna vez habría intentado lo que se suponía iba a hacer. Tenía que ceder, luego lo acusaría con Naruto…

-No volveré a ser una guarra con tu padre….-dijo lo más firme y convincente que pudo fingir- y dejaré de joderte a ti y a tu familia para siempre- sollozó Sakura.

-¡Muy bien! –afirmó Boruto con entusiasmo artificial, pero su rostro luego cambio, a un gesto siniestro y lascivo- Lástima que no vaya a dejarte marchar.

-P…por favor- sollozó aún más fuerte Sakura, que tenía que hacer todo por evitar esta locura.

-Lo vas a disfrutar nena…-señaló mirándola fieramente- al fin y al cabo, te va a follar una versión más joven y decidida del Hokage.

Dicho esto se acercó a ella como un depredador, cogió un kunai y empezó a cortar el camisón de satén rosado que traía puesto Sakura, haciendo caso omiso a los ruegos de la mujer que tenía completamente a su merced. Cuando acabó, luego de hacerlo lento y peligroso, observó su cuerpo expuesto con una exquisita lencería negra, era aún mejor que en sus sueños húmedos. Se acercó a ella, comenzó a lamerle el cuello y a tocarle los pechos por encima del sujetador. Sakura gritó, lo más fuerte que pudo. Pero sus fuerzas estaban desvanecidas. Ese maldito paralizante la tenía débil. Ese niño estaba jugando con su cuerpo sin que ella pudiera hacerle pagar por ello.

-Ya entiendo porque mi padre está loco por ti –Le confesó de pronto, deteniendo sus lamidas y mirándola fijamente- Pero lo siento por él… ya que una vez que le enseñe nuestro video, no volverá a mirarte a los ojos. Serás conocida como la más puta de Konoha.

-Por favor no…. –chilló llorando Sakura aterrada- piensa en Sarada… ¡por favor!

-¿Sabes algo? Yo siempre tomé del biberón-admitió Bolt descartando los ruegos- Ka-san no tenía mucha leche materna cuando nací. Hoy quiero experimentar lo que es mamar unas buenas tetas -le dijo mientras arrancaba su sujetador y se abalanzaba a los montículos femeninos como un animal.

Lamer. Morder. Mamar. Repetía esos pasos una y otra vez, deseaba disfrutar de esos pechos hasta que se hartase, pero nunca podría. Esos pezones rosados le volvían loco. La mujer gritaba, revolviéndose y luchando de manera estéril. Boruto estaba apretándola con su cuerpo. Estaba sobre ella y atada como una criatura salvaje, no podía hacer nada para detenerlo. El joven no se detuvo en su afán de posesión. Siguió castigando los pechos de la Kunoichi médico y las suplicas se fueron apagando. Poco a poco sentía Bolt, como se iban endureciendo los pezones de la mujer. Cuando oyó como Sakura comenzaba a gemir tenuemente, su pene se endureció aún más. Ella podía estar siendo obligada, pero su cuerpo estaba reaccionando a favor de los estímulos.

-¿Te gusta lo que te hago?- le preguntó mientras volvió a meterse parte de un montículo en la boca y pellizcaba el pezón rosado del otro.

-P-por favor, esto es una locura. Tienes 17 años,-gemía dolorida y derrotada- aún estamos a tiempo de parar… no se lo diré a na Nooo…Aaah!...Aaah!

Sakura no pudo evitar gemir cuando Bolt comenzó a meter rápidamente varios dedos en su coño húmedo. Era una locura. Algo completamente prohibido, estaba siendo violada por un joven de 17 años, novio de su hija, e hijo de su mejor amigo y amor de su vida. ¿Quién iba a creer que la había drogado y estaba inmóvil? Parecía un juego de rol "amo y sumisa", pero admitido por ambos. Incluso podía figurarse que Bolt la acusaría de ser Sakura, quien lo hubiera provocado todo. Ella estaba gimiendo, disfrutando, ¿por qué? Le odiaba, pero su lengua estaba haciendo maravillas con su cuerpo. Y sus dedos diabólicos no dejaban de penetrarla íntimamente. Pasaron minutos interminables para ambos. Bolt se sentía muy excitado, estaba en el cielo. Sakura se sentía muy asustada, su cuerpo parecía descender al infierno. De pronto, el joven detuvo su castigo a los pechos. Se erigió, mirándola con perversión controlada, y cuando Sakura creía que todo terminaría al fin, el Shinobi rodeó la mesa para ubicarse entre las piernas abiertas de Sakura, aun controladas de los tobillos por los clones.

-Así me gusta nena. Ahora vas a gemir aún más fuerte- y sin tiempo para una respuesta comenzó a cubrir el coño de la mujer con su lengua, lamiendo de arriba abajo.

-Oh! Oh! OOOOOHHH!

Era una locura. Ella estaba sufriendo una lamida extraordinaria. Jamás le habían hecho eso. Sasuke jamás…. ¡Kami era una locura! ¿Realmente Bolt no iba detenerse? ¿Realmente iba a violarla? Una parte de Sakura aun guardaba la esperanza de que ese niño se detuviera. Aun guardaba la esperanza de que pensara en Sarada, y no continuara esa insania. Pero ese niño no paraba. Sus clones habían desaparecido hacia algunos minutos, Bolt había rodeado con sus brazos los muslos de Sakura, teniéndola firme, aunque ya no había resistencia por parte de la mujer.

Sakura hacia todo lo posible por no gemir, pero su cuerpo no podía moldear chakra, se sentía débil y en cualquier momento Iba a llegar al orgasmo. Gritaría como una loca de continuar así. Aunque prometía al cielo que se mordería los labios hasta arrancárselos. No le daría el premio de oírla gritar. Bolt sin embargo, sabía lo que estaba consiguiendo de su prisionera. La veía agitada y sonrojada. Ya no suplicaba, ya no pedía que se detuviera. Lo quisiera Sakura o no, sentía mucha necesidad de un buen polvo. Y el joven Uzumaki estaba más que dispuesto a ser el hombre que se lo diera. Y no sería solo uno, si todo salía bien.

Después de varios minutos de voraz estimulo, el joven se separó y deshizo las cuerdas con chakra. Dejándola libre, desnuda y húmeda. Sakura se retrajo reuniendo las rodillas contra su pecho. Totalmente angustiada y humillada como jamás había conocido. Implacablemente excitada, sometida. Que estuviera ahora libre de las cuerdas, no cambiaba nada. Bolt era mucho más fuerte que ella. Sus gritos anteriores no alertaron a nadie. Entre sus propias parálisis, y los somníferos aplicados a todo el resto de los habitantes en la casa, nada podía hacer Sakura para evitar a ese niño.

-Ya no hay vuelta atrás, no intentes huir- dijo Bolt mientras agarró las manos de la mujer, para bajarla de esa mesa y ponerla de rodillas frente a el- será mucho mejor que cooperes. No quiero cabrearme y darte una lección-tomó las manos de Sakura, y las colocó sobre su gran miembro duro.

Sakura estaba hipnotizada. Se sentía aturdida por la situación y escapar era un sueño que veía imposible, así que comenzó a menearle el pene fuertemente. Trataba de mantenerlo apaciguado, y que no hiciera pesar su mayor fuerza física. Sakura no sabía lo que hacía, pero estaba muy cachonda, y necesitaba acabar con ese macabro juego cuanto antes. Daba igual todo, el mal ya estaba hecho. Sería un desastre cuando todos lo supieran. Aunque le creyeran a ella, la vida de dos familias estarían completamente arruinadas. Trataba de masturbarlo lo más fuerte que podía. Tenía que hacerlo acabar cuanto antes, para evitar que alguien pudiera milagrosamente despertar y descubrirlo todo. Ya no quedaba otro camino que fingir estar de acuerdo. Y satisfacer a ese maldito desgraciado. Al ver como el chico gemía fuertemente, y notando que no llegaba al orgasmo por más manoseos que tuviera, Sakura descartó su orgullo completamente. Acercó su boca a ese pene frente a ella y se lo tragó hasta el fondo. Tenía que hacerlo acabar. Y solo chupándoselo lograría conseguirlo.

-¡Kami dulce sí!... –gimió Bolt viéndola actuar como siempre hubiera soñado- sigue así…. no sabes cuánto he deseado esto Sakura. Continúa chupándomela, trágatela entera.

El joven agarró bien fuerte de los cabellos a su presa. Comenzó a follarle la boca con violencia. Sakura se la chupaba de forma fantástica. ¡Esa era una mamada! Sin dudas las niñas de la generación de Bolt no podrían igualarla. Sakura Uchiha. ¡Menuda puta resulto ser! si la boca de esa mujer era así, Bolt solo podía relamerse ante las posibilidades que presentaría el coño. Sin lugar a dudas esa noche seria para acallar todas las dudas. Para convertir sus fantasías perversas de hace años, en recuerdos imborrables. Si señores, era oficial. Iba a follarse a la madre de Sarada hasta quedar vacío. Iba a follarla aunque suplicara piedad. Ya no cabía la menor duda.

-Eso es nena….-decía el joven moviendo duro las caderas- casi estoy acabando…..aahhhhh

De pronto, cuando estaba a punto de terminar, ella logró apartarse. Tal vez prevenida por la hinchazón del miembro. Boruto se corrió en el rostro de Sakura, los disparos de semen se derramaron como fuente sobre cara y pechos. Sakura aún continuaba de rodillas, su rostro detonaba una combinación de angustia y excitación. El reguero de semen sobre ella, la hacía jodidamente atractiva.

Bolt estaba a un paso de ella, y su pene pese a la descarga no remitía en dureza. Ambos sabían lo que iba a suceder a continuación. Sakura se alarmó ante la visión. ¡No podía permitir que el la penetrara! Tenía que mantenerlo a raya. De alguna manera debía conseguirlo. Así que estiró su brazo derecho, y tomándolo del muslo acercó a Bolt. Antes que ese niño pensara en otra estupidez, se decidió a masturbarlo hasta que se agotara.

Minutos después, y sin que Bolt emitiera orden alguna, Sakura estaba chupándole el pene como si no hubiera mañana. Ella seguía de rodillas, pero el joven se había sentado en una silla cercana, y disfrutaba de una mamada monumental.

-Eso es Sakura….-decía entre gemidos el Shinobi- acostúmbrate a tu nuevo dueño. Tendrás que mamármela mucho de ahora en más. Será mejor que descubras todo lo que me gusta.

Ella se sentía muy débil aun. ¿Acaso no habían pasado como dos horas? ¿Kami santo, cuanto duraría esta tortura? No podía dejar de masturbarlo. Tenía que hacerle perder el tiempo hasta que la madrugada llegara. Tenía que debilitarlo todo lo necesario.

Pero el joven, lejos estaba de sentirse satisfecho. Estaba jugando con ella. Sakura podía intentar mantener bajo control todo lo que quisiera, en realidad, nunca tuvo posibilidad de salirse con la suya. Pero era divertido ver como la chupaba intentándolo. Justo antes de llegar al segundo orgasmo, cuando Bolt se sintió a punto, se puso de pie brusco y la obligó a pararse. Sakura quiso protestar. Fingía que estaba deseando continuar la felación, y esa interrupción le había molestado. Pero Boruto no cayó en la trampa. La guio a la mesa, y le dio la vuelta haciendo que Sakura apoyase las manos sobre la madera.

-¿Qué haces? –preguntó ella girando el cuello y mirándolo suplicante- por favor no…

-Voy a partirte en dos- le dijo agresivamente agarrándola del pelo, y penetrándola fuertemente.

-Aaaah! Aaaah! Nooooo!

Le abrió los muslos fácilmente. Con una mano sostuvo las caderas de Sakura y la otra sirvió para sostenerla firme de la cabellera. No la dejaría escapar. Ni tampoco terminarían esa noche sin haberle follado el coño. Que ella planeara lo que quisiera, no tenía el control, nunca lo había tenido.

-Nooooo aggg ahhhh

Los movimientos eran duros y rápidos. Salvajes. Bolt sonrió sudado y excitado, ella se estremecía ante cada embestida y pronto se encontró gimiendo y doblando el cuello para mirar a quien la sometía por detrás. Increíble. Su coño era el cielo. Era húmedo, y apretado. El pene de Bolt apenas había llegado a la mitad y ella parecía estar llena. Sin dudas el idiota del padre de Sarada, era de arma pequeña. Esta puta nunca había disfrutado un pene grande. Pero lo haría, a partir de esa madrugada aprendería a hacerlo.

-Boruto no…no….agg….aaahh….-las caderas del joven chocaban contra el trasero de Sakura duramente. –eres muy….joven…. ¡muy joven aaah!

-pobre Sakura…-dijo duramente y no dejaba de penetrarla manteniendo ahora, ambas manos sobre las caderas de la mujer- tu maridito no te da lo que este cuerpo necesita. Seguro te has masturbado como una loca durante años. –dicho esto, la movió un poco de lado y tomándola de un muslo le abrió las piernas sosteniéndola de lado. –pero ahora tienes un nuevo hombre. Uno de verdad…

Sakura se sostenía con la mano derecha en la mesa. Y su cuerpo abierto totalmente al invasor, se estremecía ante cada embestida profunda. Ese niño estaba golpeando en todos los sitios correctos. Ese pene no dejaba de empujarla duramente, y ella solo podía abrir la boca para gemir, mirando a los ojos azules de su carcelero.

-eso es nena….-dijo el joven ronco y no apartándole la vista ni un instante- estoy en tu interior, y te encanta…..di mi nombre….di lo que quieres…

-no….no….-jadeaba ante cada impacto Sakura excitada- no te corras adentro…no lo hagas adentro….Kami.

-ohh sakura….me encanta oírte así. –Definió Boruto- di mi nombre de nuevo…. ¡dilo fuerte o voy a preñarte!

-Bo…..Boruto no….-chillaba mordiéndose los labios por la correntada de placer que la recorría- no adentro…..promételo…

-¡di mi nombre más fuerte perra!

-promételo…. ¡promételooo!

Pobre Sakura, seguramente confundía una vez más al hijo con el padre. Bolt no le daría su palabra, ni aunque suplicara ahogada en llanto. ¿Quién mierda se había creído? ¿Suponía que tenía algún derecho sobre lo que allí sucedía? Si acaso no se había corrido en lo profundo de su útero todavía, era simplemente porque quería sostener la placentera sensación todo lo que pudiera.

De pronto le sucedió una idea. En el medio de su propia nebulosa de placer, Bolt concebía un plan perverso tras otro. Tal vez la mayor derrota para cualquiera, era ver sus esperanzas desmoronarse, justo cuando solo eso la sostenía. Tenía que asegurarse que Sakura cayera en sus manos totalmente, ese video no le aseguraba nada a futuro.

-guau….-dijo moviéndose muy rudo en el interior de la mujer, hasta que ya no pudo soportarlo más- ¡me voy a correr!….-gruñó apartándose levemente, y saliendo de ella a último momento. ¡Me corrooo!

-aaaahhhhh-gritó ella completamente devastada.

Los disparos de esperma surcaron sobre el trasero y la baja espalda de la mujer. Ella ni siquiera pudo sentirse aliviada, ya que su propio orgasmo la desvaneció de tal forma, que quedó tendida sobre la mesa casi como muerta. El joven se apartó retrocediendo, tambaleó un poco, hasta encontrar el equilibrio para sentarse en una silla cercana a descansar levemente. Había sido la experiencia más violenta que jamás había tenido. Fue tremenda. La sensación de poder, la unión prohibida, el dominio sobre la mujer que estaba a punto de destruir la armonía de su familia. Todo en un morboso combo extraño.

Ella jadeaba totalmente agobiada. Había sido una corrida fantástica. ¡Kami! No recordaba la última vez que se había sentido tan bien una descarga. Fue forzado, pero tan satisfactorio que le dolía aún más. Ese niño degenerado la había violado. Hizo lo que quiso con ella. La tomó con la guardia baja, y abusó de ella cuanto quiso. No parecía tener miedo a las consecuencias del mañana. ¿Por qué?

-Vaya Sakura….-sonrió Boruto poniéndose de pie lentamente, y la miraba aun tirada sobre la mesa, con la mejilla contra la madera sin poder reaccionar por falta de chakra- seguramente ha sido el polvo de tu vida.

Sakura no se podía mover. Apenas si su respiración entrecortada le permitía receptar lo que él decía. Lo vio ir desnudo, así como estaba hacia la cámara que había tomado toda la acción. Ese video tenía absolutamente todo filmado. ¿Qué pensaba hacer con eso? esa cinta los arruinaba a ambos.

-No te preocupes por este video nena…-sonrió Bolt ante la mirada hostil de la mujer- lo pondré a resguardo. Tengo amigos que pueden modificar las partes que no me favorezcan. Parecerá algo consentido. Lo cual te pone en la peor posición.

-¿Qué quieres? –Susurró ella- ¿Qué más quieres de mí? ¿Por qué me odias tanto?

-¿Odiarte? Una palabra simple. –Preguntó fuertemente- Has intervenido constantemente en la felicidad de mi familia. Eres el motivo de las lágrimas en mi madre, de los desvelos en mi padre. Has hecho que mi hermana sufriera cuando ellos dos, dormían en cuartos separados. –señalaba fríamente Bolt, que creaba un clon para darle la cinta de video. Sakura mientras tanto se levantaba de la mesa para tratar de encontrar algo con que cubrir su cuerpo aun desnudo- Si no fueras madre de Sarada, pienso que en lugar de darte la follada de tu vida….simplemente te hubiera matado.

El clon recibió la cinta, y sin ninguna otra instrucción abandonó el cuarto. Seguramente pondría a resguardo la prueba con la cual Boruto pensaba destruir ambas familias. ¿Por qué? ¿Por qué quería causar el caos de esa forma?

-¿entonces….que pretendes? –consultó Sakura tomando los despojos de su roja interior y camisón, buscando cubrirse parcialmente. – entrégame esa cinta…..yo…..prometo que olvidaré lo que ha pasado aquí.

Bolt camino lento, se dirigía al pasillo y de pasado recogía su pantalón del piyama. Como si nunca le hubiera escuchado decir eso. La miró de arriba hacia abajo, ella se sintió intimidada, y para colmo la tremenda… "arma" del rubio, seguía semi erecta como si aún no hubiera tenido satisfacción suficiente.

-sugiero que vayamos a mi cuarto….-le dijo sonriendo fríamente- podemos hacer un buen acuerdo. Para que ese video nunca salga a la luz. Ven….

-es una locura….

-no te parecía una locura andar de zorra alrededor de mi padre. –Le retrucó el joven molesto- jugando con sus sentimientos. Sintiéndote mejor al ver como él te deseaba, sin poder tenerte. ¿Eso te prende? ¿Eres de las putas que les gusta calentar a los hombres?

-eres un idiota….-respondió ella furiosa- esto no se va a quedar así. Nadie te va a creer. Aunque tengas ese video. Mi conducta es intacha…

-todas las putas la han tenido intachable al comienzo…- indicó desafiante Bolt- y después se revelaron sus verdaderas naturalezas. Si crees que no seré capaz de hundirte. No conoces la diferencia entre Boruto Uzumaki, y el séptimo Hokage. –Le dijo firme y mirándola serio- te espero en mi cuarto. Por el bien de nuestro sucio secretillo…te conviene venir antes de 15 minutos. Y mejor dispuesta.

Dicho esto, se fue. Dejándola sola y en medio de su desesperación. ¿Qué había pasado? ¿Acaso era cierto que una noche cualquiera, había caído en las manos inescrupulosas del novio de su hija? Estaba semidesnuda y débil, en la cocina de una familia amiga. Estaba contra la pared. Ese video era su muerte. Iba a destruir el vínculo con su amada hija. Iba a lograr que lo poco logrado con su marido se trasformara en nada. Incluso acabaría con su amistad con Naruto. El único amigo que siempre había dado la vida por ella. Ahora no podía ayudarla. Incluso ni podía saber lo que había ocurrido. ¿Por qué, Bolt? Se preguntó Sakura yendo al baño para tratar de limpiarse el asqueroso olor a semen que la incriminaba. ¿Por qué me hiciste esto?

Bajo la ducha, Sakura intentó limpiarse. Pero se sentía sucia, de una suciedad imposible de quitar. Había sido invadida por otro hombre. Uno que aun forzándola, había logrado estremecerla con un espléndido orgasmo. Y para peor, la había acusado de hechos aún más horribles que lo acontecido en la cocina. ¿Qué había visto Bolt, para pensar que ella terminaría acostándose con Naruto? ¿Realmente era cierto que Hinata sufría cuando ella estaba cerca de su marido? ¿Realmente ella iba a destruir a esa familia?

Era una locura. Y para peor no se había terminado. Bolt era más decidido que su padre. Se notaba a la legua que no dudaría a destruirla con tal de cumplir su objetivo. No tendría piedad. Incluso inmolarse era su opción antes que permitir a Sakura salir indemne. Boruto no la protegería, no como lo hubiera hecho Naruto. La odiaba, y al mismo tiempo usaba su inflamado deseo para poseerla.

15 minutos…

Le dio 15 minutos para ir a la boca del lobo.

Eran casi las tres de la madrugada. Y cada retraso en su vuelta a la cama, era una oportunidad de que algún integrante de la casa despertara, y los descubriera. Tenía que hacer algo, para recuperar esa cinta de video. Esa madrugada debía ceder en todo. Tal vez podría usar eso, en favor. Usar tácticas de Kunoichi. Boruto podía odiarla si, pero también había demostrado desearla intensamente. Tal vez lograría ganarle usando eso.

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Al día siguiente cuando Sakura bajó a la cocina se encontró con Sarada y Bolt desayunando y le hirvió la sangre. Kami-sama. La sonrisa despreocupada del muchacho, casi una burla. Y su pobre hija, incapaz de anticipar lo que su "novio" había estado haciendo por la noche. ¿Qué debía hacer, para evitar que estuvieran peligrosamente juntos?

-Buenos días mamá ¿Has dormido bien?- le preguntó Sarada mientras Bolt se levantaba, y pasaba detrás de ella descuidadamente.

Estaba bloqueada. ¿Qué debería decirle? ¿Qué su novio la había violado, y al final los dos habían disfrutado? ¿Que fue a su habitación en medio de la noche para someterse a una sesión de sexo increíble? ¿Que por momentos había olvidado que ese niño era el novio de su hija? Sus pensamientos se interrumpieron, justo cuando una mano masculina le apretó fuertemente las nalgas. Bolt fingía estar sirviendo un vaso con té, parado al lado de Sakura junto a la mesada. Su mirada no denotaba nada. Simplemente la satisfacción de estarla manoseando debía ir por dentro.

-Sí cariño, perfectamente.

No había nada más que decir. Porque el juego no había terminado, sólo había hecho más que comenzar. Era inmoral, pero Boruto había optado por saciar sus más perversos deseos, sin importar nada. Y eso es lo que haría de ahora en adelante. Sakura estaba atrapada. El juego apenas iniciaba.

Fin del capítulo.