Los personajes pertenecen a la genial mente de Naoko Takeuchi y la historia esta basada en un capitulo de una serie americana llamada Kamasutra


-ahhh – gritaba una chica pelirroja llena de éxtasis – así papi así… dame más, más duro

-así mami que rico… muévete más nena… móntame – gritaba un chico de cabello negro largo, atado en una coleta, entre jadeos de placer

Ambos estaban entregados a la pasión desmedida, en el sillón de la sala, ella sobre de él, la pasión les arranco un grito de éxtasis cuando alcanzaron el orgasmo, y quedaron jadeantes y saciados controlado la respiración

-eso estuvo delicioso muñeca – dijo el chico estirándose un poco y bajando a la chica de sus piernas – pero debes irte – la chica no le quedo otra más que buscar sus ropas entre los sillones y el piso de la sala, sé estaba acabando de vestir cuando alguien toco a la puerta – un momento – grito el hombre hacia la puerta – apúrate para que te vayas – le exigió a la chica y se dirigió a la puerta

-¿señor Seyia Kuo? – preguntó un hombre en la puerta, era alto, delgado pero con músculos marcados, su cabello negro azabache, los ojos de un azul profundo como la noche

-soy yo – respondió aun con la camisa fuera del pantalón - ¿Qué se le ofrece? – demando con algo de prepotencia mientras se acababa de abrochar el cinturón del pantalón y se metía la camisa

-el Gran Sabio me mando para recordarle que tiene una deuda pendiente – el rostro del hombre de la coleta palideció - ¿podemos hablar? – pidió el visitante mirando al interior del departamento

-¿eh? Ah, sí, sí, pase – le indico Seyia dándole espacio al visitante para entrar – por ahora no cuento con el dinero para pagarle al Gran Sabio – cerró la puerta y se dirigió al bar de la sala y se sirvió una copa - ¿gusta algo de tomar?

-no gracias – respondió el visitante cuadrándose como un militar en mitad de la estancia – no bebo en horas de trabajo – bromeo con mucha seriedad

-entiendo – sonrió Seyia con desdén

-ya me voy cariño – hablo la chica saliendo del baño, y quien por un momento había pasado desapercibida - ¿me llamas pronto? – se acerco al hombre de la coleta para besarlo, pero este se separo sosteniéndole los hombros para que no se le acercara

-sí sí – respondió con fastidio – yo te llamo Karolin

-Kaolinet muñeco, me llamo Kaolinet – aclaro la chica

-como sea – hablo con urgencia – adiós – la despidió con un movimiento de mano, la chica le guiño un ojo al hombre que acababa de llegar y salió del departamento - ¿Cómo me dijo que se llama usted?

-no le dije – aclaro con una sonrisa irónica – "siempre es los mismo con estos tipos" – pensó con aburrimiento – me llamo Darien Chiba – se presento – y soy el mensajero del Gran Sabio – se acerco al bar con paso firme y decidido – y sabe bien qué significa eso ¿cierto?

Seyia se estremeció entendiendo el significado del mensajero, Seyia es un jugador empedernido, cartas, caballos, peleas, todo lo que implique una apuesta él la toma, sin embargo su suerte tiende a ir hacia la mala, lo poco que ganaba normalmente lo perdía, el Gran Sabio es el dueño de un casino clandestino, y le otorgo un crédito para poder apostar, desafortunadamente la deuda de Seyia asciende a medio millón que debe desde hace algunos meses

-aun no he podido… - carraspeo para controlar los nervios – aun no consigo el dinero, ya sabe, la crisis – trato de bromear pero más parecía una suplica

-si la crisis nos ha pegado fuerte este año – concedió – pero la deuda está desde hace seis meses, mismos en los cuales pudo haber ido abonando algo

-bueno, debe comprender que tengo gastos

-señor Kuo, el Gran Sabio es un hombre de negocios, no es un criminal, ni nada por el estilo, pero como hombre de negocios debe hacer lo necesario para mantenerse

-y mandando a sus matones es como logra mantener el negocio – ironizo algo irritado

-en realidad solo lo hace con personas como usted – lo tomo de la camisa y lo zarandeo un poco – el Gran Sabio tiene contactos, ¿me entiende? – Lo soltó – sabe que ha ido al Némesis, es decir la competencia a apostar, y como siempre la suerte no le favorece

-tengo derecho a ir a donde me plazca – dijo airado arreglándose la camisa

-pero debe tener en cuenta la deuda – le aclaro con tono de burla – cree que apostando conseguirá el dinero para pagarle al Gran Sabio ¿cierto?

-podría ser – dijo algo nervioso

-veamos – saco una pequeña libreta leyó algo que tenia apuntado – según tengo entendido hace un par de meses gano cien mil dólares – sonrió mas socarronamente – y en lugar de ir al día siguiente a pagarlos prefirió ir a jugarlos en unas carrera de caballos – dejo la libreta en el bar de la sala – dígame ¿Cuánto gano ese día?

-nada – respondió algo furioso

-exacto, al contrario, lo perdió ¿no es cierto? – el aludido solo bufo mientras el mensajero sonreía abiertamente en una clara burla – en vez de 500 mil dólares ahora debería 400 mil, ¿va entendiendo mi punto? – se escucho la puerta de la entrada abrirse y apareció una chica no muy alta de hermosa figura, una rubia cabellera larga adornaba su cabeza, sus ojos azules eran expresivos, alegres, limpios, su boca era tan apetecible que tentaría a un santo, y la sonrisa que dedicaba era muy cálida – "es como un ángel, como una visión divina" – pensó Darien mientras recorría de pies a cabeza a la mujer que acababa de entrar

-ya llegue amor – se acerco a Seyia y le dio un rápido beso en los labios

-hola amor – respondió su marido algo aburrido

-"es su esposa, que envidia, un ángel casado con un cretino como este, que aparte le es infiel en su propia casa, basura" – pensó Darien algo decepcionado

-buenas tardes – se dirigió la rubia al visitante – soy Serena Kuo – se presento al extraño extendiéndole su mano en señal de saludo

-mucho gusto señora, soy Darien Chiba – le tomó la mano para responder el saludo, y en ese momento una descarga eléctrica los recorrió a ambos

-Seyia que mal educado, porque no le has ofrecido nada a tu invitado

-ya me voy señora – respondió Darien – solo le hice una visita de cortesía a su marido – le dedico a Seyia una mirada de reproche – nos veremos pronto señor Kuo – inclino la cabeza – un placer señora – y salió del departamento

-¿Qué te pasa amor? – le pregunto Serena a su marido acariciándole la mejilla

-asuntos de la oficina – dijo alejándose de la caricia de su esposa y caminando a la recamara – voy a dormirme un rato, avísame cuando este la comida – dijo molesto dando un azotón a la puerta

Serena se quedo mirando por donde había desaparecido su marido, llevaban cinco años de casados, en general era bueno, pero solo en principio había sido romántico, detallista, apasionado, después de medio año de casados habían cambiado las cosas, era frio y seco, cuando hacían el amor la cosa era aburrida, monótona y aunque ella era recatada y tranquila algo dentro de ella le pedía mas fuego, algo que la hiciera vibrar

XOXOXO

Por otro lado Darien se quedo maravillado de la esposa de su nueva asignación, aunque en su vida las mujeres nunca le habían faltado siempre había sentido que ninguna de ellas lo llenaba, sabia de lujuria y pasión pero quería también sentir amor, algo mas allá del cuerpo, algo como compartir el alma, estaba sentado en el sofá de su departamento pensando en la señora Kuo, cuando su celular lo saco de sus ensoñaciones

-Chiba – respondió

-hola Darien ¿Cómo estás? – hablo la voz de una mujer al otro lado del teléfono

-hola Rei – hablo con algo de cansancio - ¿a qué debo la llamada?

-Darien, ¿no tengo derecho a llamar a mi hermanito? – pregunto haciendo un puchero que le arranco una sonrisa a Darien – ves, al menos ya sonreíste – bromeo

-cierto enana ¿Qué cuentas? Es que es raro que llames

-no Darien, yo solo llamo cuando es necesario

-si tu lo dices – se burlo

-¿Por qué estabas triste? ¿Es por una chica?

Odiaba como su hermana lo conocía tan bien, cualquiera diría que ella era vidente o algo parecido – no Rei, no estoy triste ni es por una chica

-mentiroso – le soltó su hermana – sé que es por una mujer – suspiro melodramática – Darien, escucha mi consejo, vale la pena correr el riesgo por esa chica

-que cosas dices enana – se burlo Darien, pero por dentro algo en su interior se encendió, como una pequeña luz de esperanza – "en verdad ¿valdrá la pena?"

-solo digo lo que pienso y ya sabes que nunca me equivoco – rio ampliamente – mama quiere verte el domingo en casa Darien, te dejo, tengo que prepararle la cena a Nick… besitos – y sin más colgó

-enana loca – sonrió Darien pensando en su hermana, de estatura pequeña de cabello negro largo y ojos violetas, casada con su mejor amigo Nick un chico alto de melena castaña y ojos sinceros, polos opuestos, el calmado y tranquilo, conciliador y equilibrado, y su hermana pura dinamita, un pequeño trompo chillador adicta a las compras, un volcán, tal para cual, a veces los envidiaba

XOXOXO

Días después y también después de darle vueltas a la sugerencia de su hermana Darien regreso al departamento de los Kuo

-usted de nuevo – respondió Seyia al abrir la puerta

-sí, soy yo de nuevo – entró sin ser invitado – he venido a ver qué mensaje quiere que le dé a mi jefe, ¿o ya tiene algo para abonar a la deuda?

-señor Chiba, debe entender que aun no he podido conseguir dinero – dijo angustiado – podría pedirle al Gran Sabio una prorroga

Darien lo medito un poco – creo que podría abogar por usted – sonrió malicioso – a cambio de un favor

-¿un favor? – Lo miro extrañado - "espero que no sea gay" – trago en seco

-quiero una noche con su esposa – hablo serio y decidido

-¿está loco? – exclamo sorprendido y ofendido

-claro que es un poco extraña la petición, pero no lo tome a mal, solo quiero cenar con su esposa – le explico rápidamente – solo una cena conmigo y yo hablare con el Gran Sabio para que le perdone parte de la deuda ¿le parece?

Seyia lo medito un poco, librarse de la deuda sería adecuado, así no tendría de que preocuparse – debe entender – comenzó – que debo hablar con mi esposa… no puedo obligarla a…

-claro – se apresuro a aclarar – ella tiene que aceptar la cena libremente

-bien, entonces tiene que dejarme hablar con ella y plantearle la situación

-si claro – le extendió una tarjeta – ese es mi número, espero su llamada mañana o de lo contrario en un par de días me veré en la necesidad de venir a cobrar la deuda – amenazo deliberadamente

-no se preocupe – respondió nervioso – lo llamaré, "a ver como convenzo a Serena"

-bien, me retiro – salió del departamento

Mientras en el departamento Seyia se quedo pensando una y otra vez como podría convencer a su esposa de que aceptara salir con el matón ese que lo estaba presionando

-¿Qué pasa amor? – tan metido estaba en sus maquinaciones que no noto cuando su esposa llego y se sentó a su lado

-Serena – suspiro – amor – la tomó de las manos – me metí en problemas bombón, le debo dinero a un hombre y quiere que le pague

-al hombre que vino el otro día

-él solo es el mensajero – aclaró – pero me ha prometido ayudarme a cambio de algo… - dejo el tema al aire

-¿a cambio de qué? – preguntó ansiosa

-a cambio de que cenes con él

-¿Qué cosa? – pregunto molesta

-solo una cena, nada más – se apresuro a aclarar – no tienes porque acostarte con él

-claro que no me acostaré con él – se levanto del sofá – ni iré a cenar con ese idiota

-bombón por favor – le rogo su marido – tienes que ayudarme, podrían matarme si no les pago

-Seyia – se asusto – no amor, no puedo permitir eso

-entonces me ayudaras

Serena suspiro resignada, no podía dejar a su marido en ese problema, y si solo se trata de una cena que mal podría hacer, no es como si le fuera infiel o algo así, además al recordarlo no pudo negar que se veía un hombre decente, así que no se preocuparía por que se quisiera propasar

-si amor, te ayudare

-bien, le hablaré al mensajero para saber cuando y donde será la cena


Hola amigas, aquí de nuevo con una historia que espero les agrade, no crean que olvido mis pendientes sé que tengo que terminar varios fics, y no se preocupen lo haré, los terminare todos y bueno también tengo muchas ideas en la cabeza para otros fics

Esta historia esta dedicada a mi amiga SalyLuna – gatita, aquí esta mi parte del trato, espero leer de ti pronto, y sabes que te quiero

Besitos

Ángel Negro