Hola a todos, bueno... este es mi primer fanfic y tal vez tenga muchas cosas que aprender, por favor denme su opinión de ella, espero que les guste la historia, gracias por leer :)
Capítulo 1: Yo soy Yuuki.
Hola a todos, me presento, tengo cuatro años y vivo con mis dos padres en Villa Raíz; no es por presumir, pero mis dos padres son los famosos Pokedex Holder a los cuales todo el mundo conoce, todos los Pokedex Holder se conocen por ser muy fuertes y sé que mis padres también lo son, aunque... Jejeje, debo decirles que a uno de ellos jamás lo he visto pelear. Así es: el famoso coordinador y líder de gimnasio en ciudad Petalia, Ruby.
Estoy seguro que lo que conozco de ese gimnasio es que los retadores que hay que enfrentar para llegar al líder son muy fuertes y no han podido pasarlos, al menos eso es lo que sé, aunque… a mi padre jamás lo he visto feliz con eso de ser líder, no le gustan las peleas; a diferencia de mi mamá, Sapphire, ella es muy fuerte y siempre la veo entrenar. Mi abuelo Birch continua con sus investigaciones y mi mamá es quien lo ha ayudado con eso toda su vida. Jeje, admiro mucho a mamá por lo fuerte que es, y sé que para que mi abuelo Norman le dejara su gimnasio en manos de mi papá, él debe tener mucho potencial.
Bueno, ya les he hablado mucho de mis padres, y ni siquiera les he dicho mi nombre: yo soy Yuuki, hijo de Ruby y Sapphire. A mi parecer no somos una familia como las otras… bueno, en otras familias quien compra el maquillaje es la mamá y no el papá, supongo…
Una cosa más, a pesar de que estoy orgulloso de ambos padres, sólo hay una cosa que se me complica mucho al vivir con ellos y es…
—¡Yuuki! ¡Ven a comer, hijo! —llamó mi papá mientras yo jugaba afuera.
—¡Sí, Papi! ¡Ya voy!
Papi… sonará algo ridículo, pero me gusta llamar a mi padre de esa manera.
—¡Ah Yuuki! ¡Mira nada más lo que tienes al lado! —me gritó mi mamá.
—¿Al lado? —repetí, antes de voltear: ahí se encontraba un Zigzagoon salvaje olfateándome.
—Ah, me sorprende que se acerque tanto a Yuuki, normalmente a los pokemon no les gusta acercarse cuando usas esas ropas con cosméticos y cosas así —Mamá siempre ha dicho eso, por eso ella usa un traje hecho de hojas para acercarse a los Pokemon.
—Ah… ah…. Ah…. —Esto es lo complicado de vivir con Papá y Mamá, ambos son amantes de los Pokemon, eso ya lo saben, pero yo… — ah.. ah…. ¡Papi! ¡Papi! ¡Waaaa! —sin evitarlo, me puse a llorar. Pues claro... el problema es que yo le tengo un gran miedo a los pokemon, incluso a los de papá y mamá.
—¿Ya ves, Sapphire? Hiciste llorar al pequeño —Le dijo papi a mamá con una mueca burlona.
—¡Bueno, ahora se supone que es mi culpa! ¿¡verdad!? —y mamá se puso enojada...
—Pues claro… si no hubieras mencionado a ese Zigzagoon él no estaría llorando.
—¡Pues te está llamando a ti! ¡Ve por él!
—Me niego, está en la sucia tierra, y estos zapatos son nuevos.
—¡Los zapatos están hechos para ensuciarse Ruby! ¡Deja de ser tan quisquilloso!
—Claro, para una a salvaje como tú, todo está hecho para ensuciarse, ¿o me equivoco?
—¡Ya empezaste con eso! ¡Siempre estas con lo mismo! ¡Ya no te soporto!
Mamá y Papi comenzaron con sus discusiones de siempre, yo sé que a pesar de tantas discusiones ellos se quieren mucho. El único problema ahora es que… aparentemente, se han olvidado por completo de que tiene un hijo... uf... creo que después de media hora se dieron cuenta de que yo existía, por supuesto que para ese momento Zigzagoon ya se había ido, y yo estaba esperando si se acuerdan de mí.
Jajaja, aún no puedo creer que no puedan dejar sus discusiones de siempre, jeje, bueno, ya lo saben, mi problema es que le tengo miedo a los Pokemon, el por qué es algo de lo que no me gustaría hablar.
Dos meses después de lo que les acabo de contar... ¿¡adivinen qué!? ¡Es mi cumpleaños! Amo este día, mis abuelos vendrán también, el abuelo Birch es muy amable y trae siempre lo que le pido, aunque… mi abuelo Norman… él… me da miedo… pero mi abuelita también es muy amable, amo estar con toda mi familia, solo faltaba Papá en ese momento, dijo que llegaría tarde.
—Yuuki, muchas felicidades, esto es de mi parte y de Norman —mi abuelita como siempre era muy amable conmigo.
—Muchas gracias, abuelita, y muchas… gracias también… ehhh… Norman-san...
Así es, a mi abuelo Norman lo llamo así, supongo que es porque me da mucho miedo su mirada, y no sé qué diría si le digo algo tan cariñoso como abuelito. Además, él jamás ha dicho algo sobre como lo llamo, supongo que no importa.
—Aquí está el regalo de mi parte, Yuuki —el abuelo Birch también me entregó su obsequio.
—Oh, ese Ruby, no puedo creer que sea tan insensible y no haya llegado aun —Mamá comentó con los brazos cruzados, se veía molesta. Papi dijo que traería una sorpresa para mí.
—Yo… yo no pienso abrir nada hasta que papi llegue… —Lo dije porque Papi siempre está cuando abro mis regalos en todas partes, y él siempre quiere que abra el suyo primero, se molestaría si abro los regalos antes de que llegue.
—Cierto, Sapphire, también traje esto —El abuelo Birch le dio un lindo vestido a mi mamá, aunque claramente no era para ella, era mucho más pequeño.
—¿Para qué es esto? —preguntó mi madre.
—Es igual al que tu usabas cuando niña, pensé que sería perfecto para mi futura nieta —dijo mi abuelo. Olvidé decírselos, voy a ser hermano mayor de una niña, papi me dijo que tendré que ser muy responsable con eso.
—Mu-Muchas gracias… creo… ¡pero no tenías que mencionar eso en frente de Yuuki, papá! Además Ruby ya hizo varios vestidos… —Mamá miró al lado donde había una pila de vestidos, todos hechos por papá.
—Sí... veo que Ruby fue más rápido que yo, no esperaba todos estos vestidos cuando llegará, aun así estoy seguro de que esa niña será la viva imagen de mi hija, como Yuuki lo es de Ruby.
Todos dicen lo mismo, la verdad me parezco mucho más a papi que a mamá, eso es lo que aseguran.
—¡Ah! ¡Estoy harta! ¡Voy a buscar a Ruby! —Al parecer mamá sólo uso eso de pretexto para que no siguieran hablando de que era dulce de niña, fue afuera y se iba a subir a un árbol para buscar a Papi.
—¡Sapphire! Me voy unos momentos y te veo intentando colgarte como mono en los árboles —Llegó Papi con bolsas de compra, al parecer se quedó en el centro comercial y por eso demoró tanto.
—¿¡Tiene algo de malo!? ¡Siempre lo hago! —respondió mamá con enojo.
—Sabes bien que no puedes hacer mucho ejercicio pesado, es malo para el bebé, necesitas descansar más.
—¡En primer lugar sabes que odio estar quieta!, ¡en segundo es tu culpa que esté embarazada!
—¿¡Mi culpa!?
-¡Por la estúpida cosa que se te ocurrió pedir en tu cumpleaños!
—¡Tú me dijiste que podía pedir lo que quisiera! ¡En tu cumpleaños hice una batalla contigo como pediste, me tocaba elegir!
—¡No esperaba que digieras ESO!
—Oye, yo también salgo perjudicado con todo este asunto...
—¿¡Ah sí!? ¿¡Cómo!?
—Cuando estés gorda… —la expresión de Rybu se tornó sombría— será horrible para mi vista y no estarás hermosa, ni mi mejor ropa se lucirá en tu obeso cuerpo.
—¡Ya me tienes harta! —Mamá se tiró encima de Papi y empezó a morderle la cabeza, eso ya es muy común.
—¿¡Lo ves!? ¡Cuando estés gorda esto será peor porque pesarás mucho!
—¡Cállate! ¡Tú fuiste quien pidió ESO!
—¿Qué es "eso"? —pregunté curiosamente, interrumpiendo la discusión de mis padres.
—¿Ah? —Mamá se sonrojó— Pues… eso… eso… eso…
—¡Jajaja! —Papá rió muy fuerte, no sé lo que le pareció tan gracioso—. Anda, Sapphire, tú fuiste quien menciono ESO en primer lugar, explícale a nuestro hijo, yo también quiero oírlo.
—Ruby… Tú... cof... cof... bueno… vamos a dentro, Papá y los demás deben estar esperando —Mamá se apresuró a entrar mientras seguía sonrojada y papi continuaba riéndose.
-Papi... ¿Qué es "eso"?
—¡Jajaja! "Eso", mi querido Yuuki, le lo explicaré cuando seas mayor. Ahora entra que te tengo una sorpresa.
—¡Sí! —Entramos rápidamente, ya quería ver lo que papi me había traído.
—¡Hola Mamá! …Papá… —Como siempre, mi padre le hablaba a mi abuelo con respeto, es como si te tuviera miedo o algo—. Hola, Profesor.
—Hola, Ruby —le respondió risueño mi otro abuelito.
—¡Papi! ¡Papi! —le jalaba del pantalón a papi mientras le hablaba— ¡Quiero mi regalo! ¿Está aquí? —empecé a revisar sus bolsas de compra.
—Hijo, la verdad demoré diez minutos en ir por tu regalo ya que Sapphire me prestó a Pilo. Esas bolsas sólo tienen maquillaje y cosas para la casa, por eso me demoré —explicó mi papá con cara de, como le decía mi madre, con la cara de tonto de siempre.
—¿Con que comprando maquillaje y otras cosas inútiles que son bonitas? ¿En eso gastas tu tiempo? —reclamó el abuelo Norman con su mirada de "estás muerto si me miras a los ojos".
—Ah... bueno… ¡oh! ¡Yuuki, te daré tu regalo entonces! —Obviamente, Papá trató de evitar la mirada de mi abuelo, le seguí el juego, a mí también me da miedo el abuelo Norman.
—Sí papi, ¡quiero mi regalo!
Aunque sabía que sería otro conjunto de ropa como siempre, sólo que si no estaba en una bolsa, me preguntaba dónde estaba.
—Ni creas que es otro conjunto de ropa —Al parecer papá leyó mis pensamientos—, verás: el otro día en la guardería, mi querida Nana hizo un lindo amigo, bueno, demasiado amigos fueron ella y ese otro Mightyena y… ¡ah! Olvida lo demás, hoy fui a recoger a este pequeñín, saluda a esta hermosura —sacó una Pokeball, de hecho era una Friendball, de ahí salió un pequeño Poochyena, el tenia una cinta de regalo morada amarrado en el cuello.
—Ah… ah… —No podía creer que papá me trajera un Pokemon… digo… él ya sabe lo que me pasó cuando era más pequeño y… bueno… sólo espero que sea una de sus típicas bromas de mal gusto.
—¿Qué tal, hijito? ¿No crees que es adorable y hermoso? —un brillo en sus ojos acompañaba su oración.
—Yo… yo… —tartamudeé. Poochyena se me acercó mientras jadeaba, se veía feliz— ¡Waaaaaa! ¡Yo no quiero esto! —me puse a llorar como siempre— ¡Preferiría los tontos conjuntos de ropa de siempre!
—¿Tontos conjuntos de ropa? —Papá se veía algo molesto— mejor no te doy mi segundo regalo.
—¡Yuuki, eres un hombre, actúa como tal y deja de llorar! –Mamá siempre me regaña cuando lloro, aunque ella no me da tanto miedo como…
—Deja de llorar. Ahora —con la simple orden de mi abuelo Norman me decidí callar, pero no quería que aquel Pokemon se me acercara. Cuando veo al frente lo tengo muy cerca de mío mientras seguía jadeando.
—Ah… tú… —me encontraba temblando ligeramente.
—Decidí atrapar a Poochyena en la Friend Ball para que fuera más amable, Yuuki. Míralo, sólo quiere ser tu amigo —al decirlo papá tomó a Poochyena y lo acercó a mí—. Anda, saluda.
—Yo… Yo… —Poochyena lengüeteó toda mi cara, dejándome completamente cubierto de baba. Y no se detuvo, se me abalanzó encima para seguir lamiéndome—. O-oye… jajaja… no hagas eso… que me hace cosquillas… jajaja ¿sabes? Papi tenía razón, eres muy lindo.
Entonces comencé a jugar con Poochyena el resto del día, nunca pensé que un Pokemon fuera tan divertido. Me di cuenta de que el regalo de papá no era el Poocyena en sí, sino ayudarme a vencer mi miedo más grande…
Gracias, papá.
Nunca pude decir esas palabras…
Han pasado un año desde que obtuve a ese Poocyena, juego con él todos los días. Y como se darán cuenta, mi hermana ya nació: su nombre es Haruka. Tiene el cabello negro y es muy pequeña, llora mucho, no puedo dormir en las noches por culpa de ella, aunque Papá dice que es muy pequeña y sólo debo tenerle paciencia.
Espero que sea poco tiempo esa paciencia, para variar, Haruka estaba llorando, mamá había ido al bosque para pasar el rato y papá la estaba cuidando. No la soportaba, así que fui con mi Poochyena al bosque a buscar a mamá sin decírselo a papá.
—Wow, es la primera vez que voy al bosque, ¿verdad amigo?
—¡Poochy! —exclamó fuerte mi Poochyena.
—Ella debe estar en los arboles, ¡vamos, Poochy! —salí corriendo alegremente, hasta chocar por accidente con un Breloom. Era muy grande, según mamá, los Breloom miden 1,2 metros. Traten de imaginar lo que era eso para un niño de apenas seis años como yo— ehh… yo… ¡vamos, Poochy! —rápidamente di la vuelta, pero sin darme cuenta fuimos rodeados por un grupo de Breloom furiosos— ahh… ah…. Poochy…
—¿Poochy? —movió la cabeza para el lado como símbolo de pregunta.
—No me digas que... ¿invadimos su territorio? Y por eso… —De repente, uno de ellos saltó y nos iba a golpear con su puño drenaje—. ¡Nos van a atacar! ¡Corre, Poochy!
Con suerte logramos esquivar su ataque.
—Grrrr… —Poochy les gruñía a los Breloom, parecía que se preparaba para atacar.
—¡No lo hagas, Poochy! ¡Tú nunca has peleado, te vencerán!
—¡Poochy! —no me escuchó, y atacó a los Breloom con mordida. Mas su nivel no era suficiente y fue derrotado por el puño certero de Breloom.
—¡Poochy! ¡Poochy! No… ¡Papi! ¡Papi! —No sabía qué hacer y empecé a gritar a los cuatro vientos.
Tenía miedo, mucho miedo, pero Breloom atacó nuevamente con puño drenaje— ¡es ese ataque otra vez!
—Grrr…. —Poochy se tiró contra ese ataque usando morisco nuevamente.
—¡No, Poochy! ¡Eso no funcionara! ¡Poochy!
—¡Nana! ¡Juego sucio!
Era... era la voz de papá. Nana también el nombre de su Mightyena; en un momento los Breloom fueron vencidos con un solo movimiento. No lo pude creer, en primera los ataques de tipo siniestro como juego sucio no afectarían mucho a Breloom, y lo segundo es que Mighyena es la evolución de Poochyena, pensé en lo increíble que sería mi Poochy si el lograra evolucionar.
—Ah… ah… Pa…pi… —estaba a punto de llorar, pero me resistía a hacerlo.
—¿Sabes? Molestas todo el día a Haruka por lo llorona que es, pero mírate a ti, tus llantos eran tan fuertes que hasta en la casa se escucharon. Jajaja, me temo que tu madre los debió escuchar también, ella tiene un mejor oído que yo, debe estar por llegar —Papá hablaba como si estuviéramos platicando de cualquier cosa sin importancia, no podía creerlo.
—¡Yuuki! ¿¡Que paso!? —Y como dijo, mi mamá apareció ahí muy rápidamente.
—Hablando del rey de roma —murmuró papá mientras seguía sonriendo— Yuuki, ¿qué pasa?, ¿vas a llorar o algo?
—Yo… yo… —me puse a llorar— ¡Waaaaa! ¡Poochy está herido! ¡Y es mi culpa!
—Sapphire, traes bayas aranja, ¿verdad? —le pregunto papá a mamá.
—Por suerte estuve reuniendo bayas, aquí tienes, Poochy —mamá se acercó a Poochy y le dio una fruta azul, creo que era la llamada baya aranja.
—¡Poochy! —Poochy se levantó alegremente.
—¡Poochy! —Supusé que esa baya era una especie de medicina o algo así—. Perdón, Poochy. Fui muy egoísta y no pude hacer nada, perdón —Poochy comenzó a lamer mi cara como siempre.
—Jeje, lo hiciste muy bien, Poochy. Sólo querías proteger a tu amigo —Papá acarició el lomo de Poochy—, pero bueno, será mejor regresar. Ya que deje a mi linda Haruka al cuidado de Zuzu, y no quiero que cuando ella despierte vea una cara tan aterradora como la de Zuzu. Por cierto, Sapphire... necesitas un baño, puedo sentir tu horrible hedor desde aquí.
—¿¡Qué dijiste!? ¿¡Quién te crees para decirme eso!? —mamá empezó a discutir nuevamente con papá mientras caminaba, yo seguía parado sin hacer nada.
—¿Viste eso, Poochy? —sonreí al dirigirme con Poochy.
—¿Chy? —nuevamente, él giró la cabeza confundido.
—¡A Nana! Recuerda que algún día serás un Mightyena igual que tu mamá, y eso que pasó, ¡fue increíble! ¿Te imaginas, Poochy? ¿Los fuertes que podríamos ser los dos? ¡Ya lo decidí! ¡Le pediré a mi papi que me entrene y dejaré de ser un niño llorón! ¡Vamos! —justamente tropecé con un Breloom desmayado, por la sorpresa, solté un grito al instante— ¡waaaaaa! ¡Aquí está el Breloom!
—Poo… —Poochy miró algo decepcionado, más tarde regresamos a casa.
—¡Papi! ¡Papi! ¡Adivina qué! –fui con papá mientras él leía.
—¿Hmm? ¿Qué? No me digas que ahora le tienes miedo a la oscuridad y no puedes dormir.
—¡No soy tan cobarde! Papi… yo… ¡he decidido seguir el camino de las batallas! ¡Y quiero que tú seas mi maestro! ¡Por favor!
—¿Peleas? ¿Qué te enseñe?... —por alguna razón, papá se puso serio— Yuuki… yo…
Han pasado 5 años desde el incidente con los Breloom, a que no se imaginan donde estoy ahora mismo. Je, pues estoy ahora en el bosque de ciudad Petalia nuevamente.
—¡Mira, Poochy! Son bayas Aranja —arranqué las bayas, y así es, estaba con mi fiel compañero Poochy, mi querido Poochyena—. Ya hemos reunido bastantes, hay que ir a casa, Poochy. Pero antes... a la base secreta, ¡vamos!
Fui por las lianas con Poochy en la cabeza, hasta una cueva que se encontraba escondida cerca de Villa Raíz—. Listo, dejaré estas manzanas aquí, así cuando ya me harté de papá iré aquí y me quedaré un buen rato, ¿no, Poochy?
—¡Chy!
—Bien, volvamos a casa, debe ya estar lista la comida —me balanceé nuevamente por las lianas, hasta llegar a casa— ¡Listo! ¡Mamá fui al bosque Petalia, pude ver de cerca la diferencia entre un Silcoon y un Cascoo!
—Y dime, ¿qué pasó con los pokemon salvajes? —contestó mamá.
—Pues habían algunos molestos... ¡pero nada que Poochy y yo no podamos vencer! ¡Somos muy fuertes! Jeje, pero me muero de hambre, ¿ya está la cena?
—Pero primero date un baño hijo, hueles horrible —llegó mi papá a molestar mientras se tapaba la nariz.
—¿¡Qué dices!? ¡Eso no es de tu incumbencia! —le grité, odio que me diga eso.
—Y ponte algo de ropa, me da vergüenza el hecho de verte así —papá lo decía porque... bueno… no estaba usando ropas, simplemente me puse una hojas de algún árbol para cubrir cierta parte de mi cuerpo….
—¡Cállate! ¡Para tu información si uso ropa normal los pokemon no se acercarán a mí! ¡Ya deberías saberlo, padre necio y quisquilloso!
—Pero sigo siendo tu padre, y tendrás que aguantarme así hasta los 18 —sonrió como si aquello se tratara de una victoria— ¿Cómo la ves, hijito?
—¡No me llames hijito!
—¡Papi! ¡Papi! —llegó una pequeña niña de seis años, usando un lindo vestido adornado, cabello negro y ojos color Zafiro como los de mamá, ella tenía su mismo peinado, se deben imaginar quién es.
—Hola, mi linda Haruka —Papá tomó a la niña en brazo, así es, ella es mi hermana menor Haruka, o como yo la llamo, la consentida de papá.
—Yuuki… ¿con que sigues usando esas hojas para vestir? Pareces todo un cavernícola —me dijo esa niña sin ningún respeto y en tono burlesco.
—¡Otra más! ¡Ya estoy harto! ¡Eso es algo que no les incumbe! ¡No tengo que volver a explicar porque visto así!
—Oh, Yuuki… gritas demasiado, al parecer heredaste ese humor de tu madre, ¿verdad? —Al parecer, Papá quería comenzar otra pelea, pero con mamá.
—¿¡Que dijiste, Ruby!? —y claro, mamá se enfadó rápidamente..
—¡Ah! ¡Ya no lo aguanto! —Me enfadé y fui al techo de mi casa de un solo salto.
—Yuuki… ¡hay algo importante que tengo que decirte! —papá gritó con seriedad, parecía que era de verdad importante.
—Bueno… ¿qué pasa?
—Cuando te bajes del techo, ¿podrías limpiarlo antes? Temo que dejes ese horrible olor que tienes y se sienta cada vez que alguien se acerca, sería vergonzoso.
—¡Sabes bien que eso es imposible! ¡Lo único que te gusta a ti es molestar! ¡Me largo! —tomé otra liana y me fui a mi base secreta. No quería estar con papá otro rato más, cada vez que lo veo me molesta, es insoportable, y no le gusta que yo luche, dice que son mejores los concursos—. Vaya… ¡Pero no importa como sea mi padre! ¡Las batallas son mi vida y no las dejaré nunca! ¡Ésta es mi determinación! ¿¡Verdad, Poochy!? ¡Vamos! ¡Hay que entrenar!
Continuará.
