Disclaimer: Harry Potter, sus personajes y lugares no me pertenecen. Yo sólo me los robo por un rato para jugar.

Este fic participa en el reto "Estados de Sangre" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Mi estado de sangre en este caso fue Squib. Tengo que decir que últimamente me están llamando mucho la atención los squib porque me parece que debe ser horrible crecer en un mundo del que saben que nunca serán parte por completo y además, saber que en "el otro mundo" será lo mismo. Creo que ser squib implica vivir entre dos mundos, sin ser parte de ninguno.

La espera

Las agujas del reloj se mueven lenta e implacablemente. Sólo faltan algunos minutos para las doce de la noche y para el final de su cumpleaños número once. Sólo algunos minutos para que se acaben todas las esperanzas de Marius. Su corazón late al ritmo del minutero. Quizás el no haberse hecho daño al caer por las escaleras esa mañana había sido magia.

Quizás aún existe la posibilidad de que Marius sea un brujo.

Su tía le había dejado muy claro que la alternativa no le iba a gustar. La familia Black es una respetable familia de magos y brujas de sangre pura. Lo que pasa con él es una vergüenza para todos.

Mira de nuevo al reloj y ve que las agujas están casi en las doce. Contiene la respiración y cierra los ojos.

Los mantiene cerrados durante las doce campanadas y sólo los abre una vez que el eco de la última muere en el silencio de la habitación.

No hay una lechuza con una carta. Marius Black tiene once años y nunca irá a Hogwarts.

Es un squib.


Marius Black es un personaje que me llama mucho la atención, tiene mucho potencial. Por ahora, les dejo una pequeña aproximación, a ver si algún día me atrevo con algo más largo sobre él.

Espero que esta pequeña historia les haya gustado.

¡Hasta la próxima!

Muselina