Esta será una pequeña historia de cuatro o seis capítulos de un chico llamado Alejandro Leopoldo Argentino Roca, un chico de la localidad del Sudoeste de la Ciudad de Buenos Aires, en la ciudad más austral de la Provincia. La historia tratará sobre las aventuras de este chico que terminará viviendo una gran experiencia que nunca había probado.
Capítulo 1: Bienvenidos a Carmen de Patagones - Hola, me llamo Alejandro Leopoldo Argentino Roca, soy de Carmen de Patagones, la ciudad más austral de la Provincia de Buenos Aires, en el límite con la Patagonia, soy un chico de 16 años de edad, vivo con mi padre y mi hermana Natasha de 14 años, mi padre es el Jefe de la Policía de la localidad, mi madre había fallecido tiempo atrás, cuando nació Natasha, por complicaciones en el post parto y nunca la pudo ver crecer a su hija. También viven mi padrino, quien da clases en la Universidad del Salvador, en la Ciudad de Buenos Aires y mis abuelos Francisco y Lucia, ambos provenientes del País Vasco, España.
Mi vida, bueno, soy un chico capaz, inteligente, saco excelentes calificaciones en la escuela y me gustan los deportes, soy tímido con las chicas, tristemente y por otro lado, soy blanco de los abusos de los ignorantes de mis compañeros en la escuela "Malvinas Argentinas", sí, la tristemente recordada por la "Masacre de Carmen de Patagones" del 2004*.
Desciendo del General Julio Argentino Roca, el Héroe de la "Conquista del Desierto" y Presidente de la Nación, además de que tengo gustos por el anime, el manga y la cultura japonesa, como también por la música, amo el rock irlandés, internacional, japonés y la Opera con el jazz, la música clásica y el blues.
Soy un buen chico, pero me siento siempre solo cuando en la escuela mis compañeros me tratan mal y hasta a veces, me golpean, vuelvo a casa con moretones y no los puedo denunciar, porque la mayoría son hijos de las familias más importantes de la localidad y son como "intocables": Una banda del colegio, la cual está liderada por Federico Vidal, conocido como "El Patrón", siempre me atacan y me golpean, como también me ponen en ridículo ante todo el colegio, no quiero golpearlos, pero tengo que escapar de ellos, sino, un día voy a terminar de camino al hospital.
Pero una tarde, después de que terminamos las clases y llegaba el viernes, salí de allí temprano, para evitar que me vieran, cuando estaba llegando a las afueras del colegio, me habían encontrado.
- ¡Eh, che, vas a cobrar, gil! Le gritó Federico, mientras que con su grupo iban a atacarlo a Alejandro.
El chico comenzó a correr para así salvarse de las golpizas que le iban a dar y no se dejaría lastimar, si era necesario, daría batalla para defenderse de la violencia de esa gente.
Persiguieron a Alejandro como si fuera un pobre animal en medio de la Sabana Africana, él nunca les había hecho algo, pero de igual modo, lo tenían como blanco para sus ataques que siempre consistían en golpes y patadas.
Pero cuando fue saliendo de las zonas de los pequeños barrios, Alejandro llegó hacia las afueras de la ciudad, donde se refugió detrás de unos árboles que estaban allí afuera, para protegerse de Federico y sus secuaces que rondaban por los alrededores, buscándolo para golpear más y así divertirse ese día, ya que tendrían que esperar hasta el lunes para volver a repetir sus actividades violentas.
Todo había comenzado a la salida del colegio, cuando eran las 12:00 PM, Alejandro iba a volver a su casa para almorzar, pero cuando se dispuso a salir del lugar, fue emboscado por Federico y sus amigos.
- ¿Así que sos el nuevo abanderado del colegio, eh? Le preguntó uno de los amigos del líder, quien le tomó del cuello de su campera.
- ¿Cuál es el problema? Le preguntó nervioso Alejandro.
- Te vamos a hacer boleta y encima de seguro le buchoneaste a los preceptores de que estábamos fumando en el baño. Le dijo Federico, quien lo tiró al suelo.
- ¡No, no lo hice! Les negó todo hecho de participación.
- Eso ya lo vamos a ver. Le contestó Federico y sacó un tubo de hierro.
Le estaban por dar una feroz paliza, pero Alejandro, por primera vez, usó la violencia para defenderse.
De una rápida maniobra, tacleo a Federico, quien, en una especie de reacción en cadena, cayó con los demás, logrando abrirse camino empujando y golpeando al resto de su grupo, logró escaparse y correr de allí, primero, al creer que los había perdido, se refugió tras unos arbustos en una plaza cercana, la cual era la Plaza General Bartolomé Mitre.
- "Ya no puedo seguir así con estos infelices, me han hecho la vida imposible desde que comencé con las clases, no tolero más esto, debo pelear contra ellos, pero no ahora, debo llegar a mi casa, pero esos infelices deben estar recorriendo todo el barrio" Pensó, mientras que caminaba con paso seguro hacia su casa, pero no se dio cuenta de que uno de los amigos de Federico lo estaba vigilando desde la entrada a uno de los bares de la zona de la Plaza General Mitre.
- "Va hacia su casa, estén atentos" Les informó por mensaje de texto desde su celular y llegó al de su amigo.
Alejandro estaba por cruzar la calle, cuando que se acercaba un grupo de ocho a diez chicos corriendo, identificó rápidamente a su enemigo y salió corriendo, en dirección opuesta, llegando hacia la entrada de Carmen de Patagones, donde allí, se ocultó detrás de unos árboles que daban a la entrada de la localidad.
- "Creo que los perdí" Pensó pero cuando se dispuso a salir de allí, fue de vuelta identificado y lo persiguieron por toda la ruta, los chicos de la banda de Federico iban en sus bicicletas y Alejandro ya se estaba cansando de tanto correr, inmediatamente llegó a ocultarse en las cercanías a las playas, pero no duró mucho tiempo.
Siguió corriendo y cuando vio que ya estaban llegando hacia él, antes de que pudieran golpearlo, se lanzó hacia los campos de girasoles que estaban en el otro lado de la ruta, poniéndose a salvo, cuando llegaron los enemigos, no lo encontraron.
- ¿Qué pasó? ¿Dónde está? Preguntó uno de los amigos de Federico.
- Lo vimos correr hacia los campos de girasoles, vamos a darle una paliza. Pidió Hernan, el "socio" de Federico, pero él se negó a avanzar.
- No, no vamos a entrar ahí. Recuerden. Les dijo, mientras que les hacía recordar su juramento de nunca entrar en los campos de girasoles.
Alejandro, oculto en medio de ese extenso mar de girasoles, los vio alejarse de allí, pero, pronto notó que ese sitio jamás lo había explorado, por lo cual, decidió darse un pequeño paseo por los girasoles, jamás, tampoco, había visto a los dueños de esos bellos campos, tan bien cuidados y floridos, quería tomar algunos llevarlos a su casa para sus abuelos, pero cuando iba a tomar unos girasoles, sintió que alguien lo estaba observando, no le dio importancia, por ahí era el viento, pero puso sus manos sobre otras flores, sintió una respiración detrás suyo.
- Aléjate de esas flores, si no quieres morir. Le dijo una voz y cuando el chico se dio la vuelta, notó a una bella chica de ojos rojos, cabellos verdes largos, llegandole hasta los hombros, vestía una pollera roja a cuadros y un chaleco del mismo color y diseños sobre una camisa blanca. A su vez, portaba una sombrilla.
Alejandro sintió que su corazón se le detenía ante esa amenaza.
- Por favor, no me lastime, me quisieron golpear los de mi colegio y me perdí, tratando de escaparme, le pido que no me lastime, no quería hacerle daño a sus flores y... Pero a la chica no le importó lo que él le estaba contando, inmediatamente, sonrió de una forma malvada y preparó un misterios golpe.
- Tienes tres segundos para salir de aquí, o serás parte de este jardín. Le advirtió ella y ante la amenaza, Alejandro salió corriendo de allí.
Fue allí, en ese momento, en el que Alejandro empezó a correr hacia la salida de ese mar de girasoles.
Alejandro se lanzó a la carrera por salvar su vida de esa chica, que era muy hermosa, pero también era un peligro para él, ya que le había ordenado de que no tocara sus flores, o sino iba a terminar muerto y así hizo el chico en escapar y tratar de llegar hacia afuera del jardín de flores, pero al salir del mismo...
- Creo que la logré perder, solo me falta dar el salto y salgo de acá. Se dijo Alejandro, pero, de golpe, sintió un fuerte golpe en su cabeza que lo dejó inconsciente, antes de caer en el sueño por el efecto del golpe, vio a esa chica de cabellos verdes y ojos rojos rodearlo y pronto cayó inconsciente.
- Te di el tiempo suficiente para que te fueras pero no lo cumpliste. Ahora, verás que siempre cumplo con mis promesas contra los intrusos. Le dijo ella, mientras que arrastraba el cuerpo inconsciente por los campos, hacia una dirección desconocida.
:D Nueva historia, espero que la disfruten y le mando saludos a Mailmon y con respecto a la "Masacre de Carmen de Patagones", este fue una tragedia que sacudió al país, en Septiembre del 2004, un chico fue armado al Colegio "Malvinas Argentinas" y asesinó a tres compañeros suyos e hirió a un par más u.u, lamentablemente se pudo haber evitado y espero que jamás se vuelva a repetir una tragedia así :(. Y ojala haya justicia para las víctimas y tomemos consciencia de lo que pasa en nuestra sociedad, sobre todo por el bullyng.
Se despide MontanaHatsune92. Les deseo paz y una buena semana. n.n :D.
