Un ser perfecto es aquel que el mundo necesita de él para seguir existiendo. Un ser perfecto no necesita de nadie ni de nada, porque ya de por sí está completo, si necesita de algo… solo es una burda imitación.

Nací sabiendo esto y aún lo sigo creyendo. Yo nací para que el mundo dejase de ser algo sin sentido, nací para ser la inspiración de este mundo, para destruirlo cuando llegase el momento.

Esas palabras salían de su boca, sí de mi creador, Garland. Yo solo le veía como el científico imperfecto que había creado su obra maestro. ¿Por qué seguía sus ordenes?.. Aún no conozco la respuesta, pero básicamente me dejaba hacer lo que quería. Solo me pedía ciertas cosas, como que aumentase mi poder, pero yo lo veía normal, como lo más bello y perfecto de este mundo tenía que ser el más poderoso.

Pero a pesar de sus palabras, yo veía a Terra como un planeta muerto, sabía que su existencia pronto quedaría reducida a la nada, ¿mi existencia se iría con ese mundo moribundo?... Pronto supe la razón de mi creación cuando le formulé esa pregunta a Garland, yo debía utilizar otro planeta, llamado Gaia para alargar la vida de Terra. Debía ser lo suficientemente fuerte y perfecto para ello, y no iba a decepcionarle, pero la curiosidad me pude y realicé varias visitas a dicho planeta.

Aunque pareciese más atractivo, yo seguía siendo el ser más perfecto de ese mundo también, y pronto empecé a plantearme si era el ser más perfecto del universo, cargo que me atribuí perfectamente en poco tiempo. Lo único que me apasionaba de Gaia era el teatro. Aún no comprendía por qué, pero era grandioso subirse a ese escenario y representar a alguien, imitarle hasta tal punto que tu esencia se fundiese con la del desconocido en el cual te convertías.

Eran maravillosos esos versos que memorizaban anteriormente y luego recitasen como si estuvieran hablando simplemente, era espectacular como podían transformar ese mundo en el de su obra, y que todo el mundo creyese en la existencia de ello. Los aplausos, las risas, las lágrimas, un mundo alternativo en el cual el actor, era el rey. Simplemente… la actividad excelente para alguien de tal grado como yo, alguien perfecto.

Como un día cualquier me encontraba caminando por el Pandemónium, el palacio donde habitábamos Garland y yo, cuando escuché a dos de los pocos sirvientes que teníamos hablando.

-¿Lo has oído? –susurró uno.

-Sí, el señor está creando a otro.

La verdad es que no era de mi estilo escuchar a escondidas, pero deseaba saber que estaba haciendo aquel viejo decrépito. Sí, con el paso del tiempo me había vuelto más perfecto y me había dado cuenta de ciertas cosas. La primera, Garland era estúpido si creía que yo me iba a dejar utilizar por las buenas. La segunda, que era un maldito bastardo… en ciertas maneras bastantes degradantes, además de ser un ignorantes siempre había tenido un trato bastante íntimo hacía mí, es decir, relaciones que entre hombres no se debían de dar, pero en esos tiempo yo era demasiado inocente como para saberlo. Y la tercera, que pronto acabaría con su vida para que mi mundo estuviese más cerca de mi adorada y brillante perfección.

-Están creando a otro ángel de la muerte….

Eso me descolocó del todo… ¿Estaba creando a otro ser como yo?... ¿Estaba planteándose remplazarme?... Eso era estúpido. No tenía sentido alguno… ¡Yo era perfecto!... No tenía fallos… Ese viejo me las pagaría. Lo primero que haría sería matar a ese pobre y burda imitación con mis propias manos para que Garland supiese lo que era tratar de sustituirme.

Me dirigí lentamente hacía las instancias del viejo pero algo llamó mi atención en la mitad del camino. Una de las puertas de unos de los tantos cuartos vacíos estaba abierta. Entré y me quedé mirando al niño que estaba sentado sobre la cama. Tenía los ojos azules y el cabello de color dorado. Era un genómido, lo supe al ver la cola. Me miró sonriendo y se acercó a mi abrazándome, no sabía que decir o hacer, simplemente me quedé mirándole durante un largo tiempo.

Entonces relacioné ideas… él era el nuevo ángel de la muerte…mi remplazo… ¿Tendría que vivir lo mismo que yo?.. Debía deshacerme de él rápidamente, con mis poderes debería ser fácil…pero algo que no comprendía no me dejaba hacerlo.

-Kuja…-susurró el pequeño…

Mi nombre en sus labios… sonó tan imperfecto y tan perfecto a la vez que me quedé mirándole. Acaricié su rostro con cuidado. ¿Qué me estaba pasando?... Sentí la presencia de Garland detrás de mí y me di la vuelta para míralo.

-Su nombre es Yitan….