Declaimer: Los personajes y la mayoría de los lugares mencionados pertenecen J. K Rowling y a Warner Bross. Dejo dicho los derechos sé los reservo a Rowling, a Cris Morena y RGB entertainment group.

Cosas a saber:

Universo AU.

Localizado a fin del séptimo libro.

Voldemort muerto, si, pero sus Mortífagos permanecen vivos juntos con Tonks, Remus, etc.

Trama bastante enredada, a tener paciencia.

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Prólogo: El nuevo Renacer.

Corrían. Ya sus piernas no aguantaban la dolorosa huída, hechizos volaban por doquier y el cielo se veía obstruido por rayos rojos, verdes, negros tal vez azules. Con sus respiraciones agitadas volvieron a adentrarse en el oscuro bosque… habían avanzado, no como quisieran, pero lo habían hecho. Sin siquiera acobardarse por los enormes arboles y pinos que constituían aquel terrorífico lugar siguieron con su camino. Escuchaban maullidos desgarradores que los sobresaltaron. Hombres lobo pensó uno de ellos, mientras el otro decidió ignorar el ruido, la situación no era precisamente la correcta para ponerse a identificar sonidos. Un leve crack los puso alerta y el más alto de los dos, se acercó al pino que había su izquierda y con un movimiento de varita sacudió el tronco logrando que un búho huyera del lugar. Las sombras negruzcas que los perseguían se perdieron de vista. Sigilosos y a paso lento los dos jóvenes se metieron tras un arbusto esperando distraer a sus persecutores.

— Potter, ¿Los perdimos?

—No lo sé. Pero mantén la guardia pueden aparecer en cualquier momento.

Escucharon los ruidos provocados por las botas que pisaban y rompían las secas hojas que había en el suelo del bosque y levantaron sus varitas, asomándolas por un hueco del arbusto.

—Malditas ratas—escupió las palabras con despreció y pateó una roca cercana uno de los encapuchados recién llegados.

—Tranquilízate Dolohov, pronto estarán en nuestras manos, que no te quepa ninguna duda.

— ¿Pides que me tranquilice? ¡Es la cuarta vez que se nos escapan! ¡¿Sabes de quien es la culpa?

¡Es tu puta culpa por haberte follado a esa ramera y engendrar a ese desgraciado!

Uno de los jóvenes apretó más el mango de la pequeña madera y contuvo un improperio.

La figura más alta tomó del cuello al que tenía a su lado y los estampó contra el pino más cercano, elevándolo algunos centímetros.

—Escúchame imbécil, una sola palabra más y me voy a encargar personalmente de que no puedas defecar en años así que cierra el culo y muévete que tenemos que atrapar al desgraciado de Potter y compañía. — dicho esto lo soltó tirándolo cuan saco de arena contra el suelo.

Sin resistirlo Antonin Dolohov se levantó de un salto y se lanzó contra su el hombre y le propinó un puñetazo que le dio de lleno. Los chicos, aprovechando el momento de distracción se abalanzaron contra ambos saliendo de sus escondites.

— ¡Desmaius!

— ¡Desmaius!

Se desplomaron en el suelo gracias al impacto de los jóvenes quienes rápidamente los amordazaron y los ataron contra uno de los arboles más grandes.

— Los llevamos. — afirmó el más alto sin siquiera preguntar.

—No podemos, no tenemos tiempo, en cualquier momento van a aparecer más, de cualquier forma solo significarían un estorbo, vayamos con los demás.

— Como digas— soltó con frialdad— ¿Al refugio?

—No, a Grinmauld Place.

El chico solo asintió y con una sensación horrible, similar a la que una sentiría si era pasado desde la punta de un tubo a otro, aparecieron en la vereda de Grinmauld Place. Ante ellos apareció la tétrica e imponente mansión Black justo entre los departamentos 12 y 14, tan vieja y gastada que daba cierto miedo. Subieron lentamente por los rotos escalones negros hasta quedar en la horrible puerta del mismo color. Sin pensarlo tocaron el timbre esperando respuesta inmediata del otro lado. Todavía exaltados por lo ocurrido hace unos segundos, se sobresaltaron cuando la puerta se abrió y los recibió la atractiva imagen de una joven de pelo largo y pelirrojo, piel pálida y su rostro bonito adornado con unos penetrantes ojos cafés.

— La próxima vez asegúrense de no tocar el timbre— rugió la chica entrecerrando los ojos— Ahora esa vieja chiflada va a empezar a chillar.

Ambos suspiraron y entraron al lugar.

—…Sucios traidores a la sangre, basura asquerosa, todos son una escoria, impuros…

—Sí, sí, sí, cierra el pico, el discursito ese ya nos lo sabemos de memoria— espetó la chica cerrando las cortinas del cuadro de la impotente Walburga Black.

— ¿De mal humor Weasley? — sé mofó uno de los chicos al tiempo que la chica le lanzaba una mirada asesina.

—Bah, esta vieja me pone los pelos de punta me encantaría que se materializara para luego meterle un palo por el…

Antes de poder terminar con la segura grosería, la joven se llevo por delante un banco que había en un costado y cayó estrepitosamente al piso. Ambos se carcajearon débilmente, aunque la risa no llegaba a sus ojos.

Ginny se sacudió la túnica con dignidad (la poca que le quedaba) y cambió su semblante por uno más serio como poca veces se la veía. Rápidamente se maldijo mentalmente por estúpida ¿Por qué no había reparado antes en el aspecto de los chicos?

Uno de ellos, alto, no tanto como su acompañante, tenía toda la camisa leñador azul y blanca, rasgada y llena de barro, sumado un corte en su mejilla. Sus anteojos redondos posados en sus ojos verdes, estaban rotos y su pelo azabache estaba más despeinado de lo normal. El otro tenía cara de pocos amigos, y su camisa completamente negra estaba rota y desgastada, su pelo platinado y sedoso se encontraba despeinado y sucio, mientras presentaba un profundo corte en su brazo.

— ¿¡Que rayos les sucedió! — les preguntó escandalizada abalanzándose contra el rubio, tratando de mirarle la herida del brazo.

—Mortífagos— respondieron al unísono y luego gruñeron por la coincidencia.

Ambos se adentraron a la vieja cocina de la mansión y sin decir palabra más. Lentos y sin apuro se sentaron en la larga mesa y suspiraron cargados de frustración… tan cerca y a la vez tan lejos.

— ¿Ahora van a hablar o qué? — impaciente empezó a golpear sus uñas contra la mesa reiteradas veces.

— ¿Puedes dejar de hacer eso? — espetó molesto el rubio.

—No.

El joven apretó los puños con fuerza ¿Cómo osaba a desafiar esa pobretona a un Malfoy? Él, Draco Malfoy, perteneciente a una de las familias más puras y poderosas de todo el jodido mundo mágico era desafiado por una pobretona traidora a la sangre. Era inconcebible. Luego recordó el por qué de su estadía en esa condenada pocilga y trato de serenarse. Sin éxito. Esa Weasley era insoportable, terriblemente insoportable y terriblemente preciosa. Gruñó. Ella estaba enfadada con él solo por salir sin llevarla con ellos ¿Es que acaso no tenía suficiente con todas las perdidas? No iba a dar el brazo a torcer, ya había tenido demasiado y hoy no tenía ganas de seguir. Ya no. Las esperanzas se le acababan de a poco.

— ¿Dónde están todos los demás? — preguntó el ojiverde.

—En el refugió— le respondió a chica de ojos café sin dejar de mirar a ojigris con ira.

Harry al ver que nuevamente comenzarían a discutir, subió a toda velocidad por las escaleras y llegó a ver la borrosa imagen del rubio agarrar con fuerza el brazo de la pelirroja y besarla sin ningún reparo, suspiró, como los envidiaba. Sin detenerse un segundo se tiró a la cama angustiado.

Se odiaba, lo odiaba, la odiaba, odiaba a todo el mundo. ¿Por qué él? A sí, claro, por esa estúpida e inservible cicatriz en su frente. Esa cosa era la causante de todos sus problemas.

Pequeñas lágrimas corrieron por sus mejillas y trató de contenerlas apretando la almohada contra su rostro. La extrañaba… la extrañaba tanto.

¡Oh vamos! — se quejaba una hermosa chica agarrada de la mano de un joven aparentemente de su misma edad. El chico solo gruñó enojado y apresuro el paso— ¿Sabías que los celos son muy, pero muy malos? — preguntó con un brillo de burla en sus ojos mieles.

¿Celos? ¡Ja! ¿Debería tenerlos? — espetó cruzándose de brazos al tiempo que se sentaba contra un árbol junto a un hermoso lago que en ese preciso momento parecía una delicada pista de hielo. La chica, divertida, se sentó junto a él mientras sus mechones de pelo castaño se esparcían por su rostro.

Pues no. Es un chico que ni siquiera conozco— le respondió mientras se pegaba su brazo recordando como se había puesto su novio cuando el chico nuevo, empleado de la librería se había comportado excesivamente amable con ella— Sabes que si quisiera estar con otro me iría y ya— espetó fingiendo estar indignada dispuesta a levantarse.

Antes de si quiera intentarlo el moreno junto a ella le giró la cara tomando sus mejillas entre sus manos y le plantó un beso en todo sentido de la regla. Aunque llevaran mucho tiempo saliendo, la chica nunca se iba a acostumbrar ni a aburrir de esos besos tan cálidos. Tenía la sensación de que si sacaba el polar, la bufanda y la gorra, luego de uno de esos no tendría frío. Él era tan jodidamente bueno besando que la hacía temblar de pies a cabeza con un simple rose de labios.

Lo siento— musitó luego de separarse de su boca. La joven lo miró por un largo rato con un semblante serio y luego sonrió.

Te amo— le dijo contra sus labios mientras volvía a besarlo. Luego de musitarle un "Yo te amo más" la subió a horcajadas sobre él mientras seguía besándola—Harry…no…pierdes…tiempo— trataba de decir entre besos.

Harry la ignoró y siguió con su labor hasta que sintió algo completamente helado en su rostro y al sentirse vacio comprendió que la castaña ya no estaba encima de él. Al abrir los ojos se encontró con la chica a un metro suyo, su novia tenía en una de sus manos una bola de nieve, seguramente compañera de la que había sentido en su rostro. Con una pequeña risa se levantó y agarro las mismas armas que poseía la chica de ojos miel.

Tembló de furia. Recordar los hermosos momentos que había tenido con Hermione de nada le servía, solo lo amargaba terriblemente. Empezó a acariciar su anillo de oro que descansaba en su mano izquierda. Seis meses, seis putos meses en los que no sabía nada de ella. Y ahí es cuando se odió, si él no hubiera permitido que se la llevasen todo sería distinto ¿Pero cómo demonios iba a saberlo si él estaba inmóvil? Aún recordaba como el nombre de su esposa lo llamaba a gritos desesperados mientras el intentaba con desesperación liberarse del hechizo. Angustiado se tapo la cara con la almohada, ni siquiera sabía el paradero de Ron o de Luna, de nadie, extrañaba las burradas de Tonks o los ataques de timidez repentinos de Neville, extrañaba a todos, y solo unos pocos se habían podido salvar, al menos hasta lo que él sabía. Pero lo que más tenía en claro era que iba a encontrar a Hermione Granger, bueno Hermione Potter.

[…]

—… En este día del nuevo renacer, conmemoramos la gloriosa jornada en la que recuperamos el poder, pese a los diversos intentos de los rebeldes por arrebatarnos lo nuestro por derecho — una risa casi inhumana se escapo de los labios de la mujer que hablaba simplemente impersonal, fría— No consiguieron más que ser capturados y rehabilitados, y por eso quiero recibir con un aplauso a nuestros héroes de reconquista, a nuestra mejor unidad de Mortífagos, e indudablemente a los que han conseguido que este día sea posible— la oscura figura de la mujer parada en un palco frente a millones de personas se corrió a un costado dando paso a 4 jóvenes que vestidos de negro, elegantes y altivos subieron al lugar.

Una de las jóvenes, con una mirada profunda y un deje de burla en su voz, ocupó el lugar dejado por la mujer que ahora se posicionaba a su lado con su cabello negro y rizado volando hacía un lado con una sonrisa de completa satisfacción al ver a la chica. La joven miró a la mujer y le sonrió para luego clavar sus mieles ojos en los celestes de una de las chicas que la acompañaban. La rubia cabeza de su amiga asintió y la chica también le sonrió a ella, mientras con una de sus manos se apartaba una de los mechones castaños que se pegaban a su cara a causa del viento.

Buenas tardes— comenzó la chica de no más de 19 años ganándose miradas por parte del sector masculino y femenino— Realmente pienso que somos muy afortunados de pertenecer a esta unidad y por fin acabar con la sórdida población que se encuentra fuera de nuestros niveles de seguridad…

— Señor se reportan rebeldes en el área— le comunicó un chico alto, de piel pálida y pelo castaño a otro hombre, mayor con su pelo lacio cayendo por su espalda, que miraba atentamente a la chica en el palco a una distancia de diez metros.

—…Nuestro estilo de vida está protegido y es indestructible…

— Evans comunica al resto y vamos, ve con Dolohov y dile que se presente ante mí— el joven asintió y salió en busca del hombre.

—…Nuestro refugio es seguro, nuestro futuro es seguro…

— ¿Qué necesitas Lucius? — preguntó un hombre alto de pelo corto y negro y sus ojos de igual color, que presentaba un aspecto amenazador y sus cejas tupidas lo confirmaban.

—Prepárate Antonin, salimos de cacería.

—…Y que eso nunca se cuestione, en cuanto los rebeldes sean localizados serán directamente entregado a las unidades de mayor poder. La zona beta A será dirigida por Neville Longhbottom y Nymphadora Tonks…— los otros dos jóvenes que estaban junto con la rubia y la castaña hicieron un movimiento con la cabeza dando a entender que se trataba de ellos— el sector alfa B será dirigido por Hermione Black, es decir yo, y Luna Black— la rubia asintió con la cabeza y la chica le sonrió nuevamente a su hermana— los sectores alfa y beta C serán dirigidos por Terry Bott, Blaise Zabini, Hannah Abott y Marco Evans, en caso de cualquier emergencia que se presente con respecto a los rebeldes se nos comunica inmediatamente a nosotros o a nuestros superiores a cargo de Lucius Malfoy o a mi tía, Bellatrix Lestrange— la chica le volvió a sonreí a la mujer a su lado mientras esta le devolvía algo parecido a gesto torcido en su pálido y cansado rostro al tiempo que todos los presentes estallaban en aplausos eufóricos.

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Hermione si que tiene apellidos xD

Yo me tardo horas en crear un capitulo a vos solo te cuesta unos segundos dejar un simple Review, por favor ¿me dejan sus criticas? (: