LA SOCIEDAD DE LOS SECRETOS
LA SOCIEDAD DE LOS SECRETOS
PRÓLOGO
"Si la vida me golpea,
Como seguramente lo hará,
Entonces fijaré yo la dirección que ha de hacerlo.
Haré que me de un puntapié hacia delante"
Stanley Jones
Y entonces lo entendió. No había nada en ella que quisiera dejarlo ir. Ni un solo centímetro de su cuerpo podía evitar sentir el dolor que le causaba verlo hacer eso. Y como una respuesta natural, un impulso inevitable, se adelantó un paso y miró a Albus Dumbledore con la cara más serena que consiguió expresar en toda su vida.
Huir no estaba permitido.
Sufrir, tampoco.
Así que sólo le quedaba una opción. Y Minerva McGonagall no iba a dudar un segundo.
- Profesor, está equivocado. Todo esto es un error. Tom Ryddle es inocente.
