Titulo: Anhelo
Categoría: Romance/General
Pareja: Ichiruki
Spoilers: AU
Notas: Es un AU porque aun no he terminado de leer el manga, a pesar de estar al día con los spoilers (me quede al final de la saga de Soul Society, y no pienso continuar hasta que Ichigo y Rukia se reúnan!). Además, en un AU es más difícil arruinar a los personajes que en un fic que siga la línea del manga. Se supone que este fic esta ubicado en una época antigua, finales del siglo 19.
PROLOGO
El inmenso jardín que él podía observar a través de la ventana atrajo su atención, del modo en que la reunión que ocurría en la mansión no había podido hacerlo desde el inicio. Los amplios campos lo estaban invitando a jugar y a divertirse, pero lamentablemente él, Kurosaki Ichigo, de tan solo 7 años, no podía aceptar esa invitación aunque quisiera. Realmente, no entendía a las personas mayores. Porque desperdiciar toda una tarde metidos ahí, cuando podrían estar disfrutando la brisa de la primavera mientras corría y se trepaba a los árboles? Que desperdicio de día, pensó él, mientras fruncía el ligeramente el ceño.
La risa de su madre llamo su atención y tuvo el mágico poder de disminuir su mal humor. El aparto su mirada de la ventana y la concentro en ella, sintiéndose contento al verla tan feliz y sonriente. La muchacha sentada frente a ella también lucia contenta, aunque Ichigo pudo notar que lucia cansada y frágil, a diferencia de su madre, quien lucia más radiante que nunca. Un poco mas alejados de ellas, tomando lo que parecía algún tipo de licor, se encontraban su padre y el esposo de la frágil muchacha, ambos conversando amenamente. Bueno, al menos su padre lucia contento. El hombre que lo acompañaba, de fría apariencia, no hacia sino asentir y musitar algunas palabras de vez en cuando.
"No mires fijamente". La voz susurrarte al lado de su oído hizo que Ichigo girara su cabeza abruptamente, solo para encontrar los ojos de su hermano mayor, Kaien, que con una sonrisa burlona lo reprendió. "No es de buena educación mirar así a las personas".
Los labios de Ichigo formaron ligeramente un puchero. "Pero si tu lo haces todo el tiempo!" Le contesto también en un susurro.
"Si, pero yo soy yo". Las palabras de Kaien no causaron sino que Ichigo rodara sus ojos. Decidido a no hacerle caso (a pesar de ser mayor que el, era quien en más líos se metía), siguió observando a las personas en el gran salón, no queriendo deprimirse más al saber que no podría salir a jugar.
Kuchiki Byakuya era el nombre del hombre que conversaba con su padre. El no lo sabia muy bien, pero a pesar de su aire serio y frío, lucia joven, mucho mas joven que su padre. Al parecer el señor Kuchiki se había casado recientemente con la dama de apariencia frágil y era la primera vez que invitaban a sus padres a su hogar, así que su madre y padre no tuvieron mejor idea que llevarlos a ellos también, mencionando algo de fortalecer las relaciones entre las familias.
Sus pensamientos perdieron la ilación cuando de pronto un lloriqueo resonó a lo lejos, seguido por pasos que, aunque silenciosos, interrumpieron brevemente la calma del salón. Ichigo vio a la muchacha frágil ponerse de pie, y al señor Kuchiki asistirla, mientras que ambos se excusaban y salían silenciosamente, dejando a sus invitados esperando. Sin saber que sucedía, o que hacer, Ichigo se acerco a su madre y se sentó a su lado, haciendo que ella lo mirara y le sonriera.
"Ahora vamos a conocer a una pequeña dama". Masaki les dijo a Ichigo y Kaien, quienes la observaron con curiosidad. Si bien la diferencia de edades no era tan pequeña, sabia muy bien que sus muchachos se encariñarían con ella. Además, a pesar que no sabía si sucedería, les ayudaría a acostumbrarse a tener hermanos menores si es que ella volvía a salir embarazada otra vez.
Ichigo solo asintió, notando que Kaien estaba haciendo lo mismo a su lado. Estaba a punto de hacerle otra pregunta a su madre, cuando de repente la muchacha joven entro al salón, esta vez cargando a una niña pequeña en sus brazos, quien al parecer acababa de despertarse de su siesta, porque estaba frotándose los ojos.
"Aquí esta ella", musito la muchacha frágil, quien, sino se equivocaba, se llamaba Hisana. Ella tomo asiento y coloco a la niña en sus piernas, sentándola para que todos la pudieran observar.
"Es un encanto, Hisana", comento su madre, quien estiro su mano y acaricio la mejilla de la pequeña. "Se parece mucho a ti". Termino de decir con una sonrisa.
"Estoy de acuerdo contigo, querida". La voz grave de su padre llamo su atención. "Realmente, Byakuya, eres un joven muy afortunado". Isshin termino sus palabras dándole unas palmadas en la espalda al hombre a su lado, quien solo atino a asentir, intentando ocultar su sorpresa por la demostración de afecto.
"Disculpe". Ichigo escucho a Kaien decir, mientras que se acercaba a la joven que tenia a la niña en sus brazos. "Es hija de usted y del señor Kuchiki?".
Hisana solo sonrío dulcemente. "No, Kaien. Ella es mi hermana menor. Su nombre es Rukia".
Kaien asintió, mientras tomaba la mano de Rukia. "Hola Rukia, mi nombre es Kaien". El le sonrío intentando ser amable. "Vamos a ser amigos, si?". A pesar de ser casi una bebe, le hablo como si fuera alguien de su edad.
Rukia dejo de frotarse los ojos y le sonrío, dejando ver sus dientes blancos y pequeños, mientras Kaien agitaba su mano suavemente, para no perturbarla. Los adultos observaron la escena fijamente, mientras que las damas sonreían con ternura por la interacción.
Masaki coloco su mano en el hombro de su hijo menor. "Ichigo, porque no le dices hola a Rukia?". Ella le dio un empujón ligero, intentando así que perdiera un poco la timidez. El se había sentido un poco intimidado al entrar a una mansión tan grande y fastuosa como era la residencia de la familia Kuchiki.
Ichigo dio unos pasos y se detuvo al lado de Hisana, quien lo miraba con una leve sonrisa, algo de lo que el no se percato ya que toda su atención estaba en la niña frente a él. Su interacción con niños menores que el no era nula - algunos empleados de su casa tenían hijos pequeños - pero nunca había visto a alguien como la niña que lo estaba mirando fijamente. Su cabello era corto y oscuro, algo que contrastaba con su piel, que lucia tan pálida como la de su hermana mayor. Ichigo estuvo a punto de preguntar si es que por casualidad sufría de alguna enfermedad, pero el rubor de las pequeñas mejillas de la niña le hizo olvidarse de ese pensamiento. Su papá era doctor, y el le había oído muchas veces decir que sabia cuando las personas se sentían bien debido a que "el color había vuelto a su rostro". Pero lo que más llamo su atención fueron los ojos que lo estaban observando fijamente.. Eran grandes...y morados. O eran azules? El no podía decirlo, no sabia que color era ese, pero algo que sabia muy bien era que el nunca había visto unos ojos así, y sonrío cuando noto que la mirada de ella se movió y se enfoco en su cabello - eso siempre llamaba la atención de las personas. Decidiendo imitar a su hermano mayor él también tomo la mano de la pequeña, pero al parecer no lo hizo bien porque sucedió algo que nadie esperaba.
La niña empezó a llorar.
El rostro de Ichigo denoto sorpresa y vergüenza, mientras que Hisana acomodaba a su hermana sobre su pecho y le daba una sonrisa de disculpas al niño a su lado. "Lo siento Ichigo, parece que Rukia se levanto de mal humor." Diciendo esto, y con la ayuda de su esposo, Hisana se retiro del salón mientras sus disculpas eran acalladas por el llanto de la niña. Kaien espero a que se marcharan antes de hablarle a su hermano, sonriéndole burlonamente.
"Pobre Rukia, se asusto mucho al verte Ichigo". Kaien se burlo de su hermano menor, quien ahora tenía toda la cara roja, incluso las orejas.
"No es cierto!" La voz de Ichigo tomo un tono de berrinche, al mismo tiempo que su mama le llamaba la atención a su hermano mayor.
"Kaien, no digas esas cosas". Su madre estiro sus brazos, y atrayendo a su hijo menor hacia si misma, lo sentó a su lado. "No te preocupes Ichigo, no hiciste nada malo. Lo que sucede es que Rukia todavía tenía mucho sueño. Estoy segura que ustedes van a ser muy buenos amigos". Su madre lo abrazo, e Ichigo oculto su avergonzado rostro en el cuerpo de ella. Que le pasaba a esa niña? Porque había llorado así, cuando el no le había hecho nada? Su mama siempre le enseño que el tenia que ser bueno con todos, especialmente con los niños pequeños, pero después de llorar al verlo el decido que esa niña de cabello negro, ojos raros y piel pálida no le gustaba nada.
Y a pesar de lo que dijera su mama, estaba seguro que él no cambiaria de opinión.
Nota: Disculpen por algun error que se me pueda haber escapado. Cuidense. Bye.
