Guten Tag! :)
Hoy pienso traerles una historia que estoy escribiendo. Los capitulos son un poco demaciado cortos (Aunque menos que este xD), pero prometo que la mayoría serán emocionantes. Trateré de actualizar una vez cada semana, cuando mucho, una vez cada 15 días. Ya saben, la escuela no deja mucho tiempo fin, a lo que iba. La mayoría de los capitulos tendrán dialogos en alemán, trataré que solo sea una linea o dos, para que no se hagan mucho lío con eso, aunque la traducción está abajo, marcada con el número de * (asteriscos) respectivos a cada línea. En fín, dejaré de parlotear. ¡A leer!
Summary: Como en todas, los soldados de la avadía Austriaca sufrieron impensables torturas en el entrenamiento; Sin embargo, cuando Chío logra salir de aquel infierno, se adentra, sin saberlo en uno peor labrado justo a su medida. Y nuestros chicos están enmedio.
Prefacio
—No vas a detenerme ésta vez, Guilliani. Ya me hiciste suficiente daño, no puedes hacerme más. Me voy ¡Y es el fin de la discusión!
Rocío sale de la lúgubre oficina dando un portazo, sin mirar atrás. Y, quizá si lo hubiera hecho, habría leído los labios de Guilliani.
— ¿No puedo? Yo creo que sí, querida.
Ella aún cargaba con el dije diamantado con el que se recordaba toda la vida, desde aquel incidente con el chico "pelos de sandía" en la vinatería, que terminaría llevándole al infierno de vida del que acababa de librarse. Pensaba venderlo, o tal vez solo empeñarlo, y entonces comenzar una nueva vida.
Sin embargo recordó a su hermana. Sabía que había nacido con una gemela, apenas unos minutos mayor que ella. Habían estado perdidas por mucho tiempo, pero cerca de dos años atrás, ella la había encontrado, y le escribía siempre que podía infiltrar la carta en la cartuja donde había estado atrapada todos esos años. Una de ellas tenía un teléfono, y eso era todo lo que necesitaba para encontrar la dirección. Afortunadamente tenía memoria fotográfica.
118
— Auskunft? *
— Quiero la dirección registrada bajo el teléfono 016990199
—Anote por favor. 417 Kôlbog street.
—Da, Gracias.
Bien, eso sí que era fácil, ahora solo necesitaba llegar allí a pie, o volver a considerar empeñar el dije. No estaba muy lejos, por lo que, eligiendo la opción a), camino alrededor de 22 cuadras hasta dar con la dirección.
Y, por una vez, se sintió como en casa.
*Información
Ojalá tengan ganas de seguir leyendo. Pronto publicaré más.
¡Hasta la siguiente entrega!
Küsse!
Mixio.
