Shaman King no me pertenece, ni los personajes de su creador original hiroyuki takei. Espero sea de agrado. Este fic va dedicado a mi amiga keiko Asakura
Capitulo 1: combate
Era un hermoso día en parís, la gente pasaba de un lado a otro haciendo sus compras, labores y trabajos matutinos. Era uno de esos tiempos coloniales en que la gente todavía les temían a las brujas pero este tiempo era diferente, porque en vez de brujas se trataban de demonios, a quienes más les temían ya que en algunas noches bajaban al pueblo para secuestrar jóvenes doncellas y con ellas realizar sus rituales maléficos o sencillamente devorarlas para vivir eternamente
Una mañana toda la gente del pueblo se reunió en la plaza para discutir el terrible problema de los seres diabólicos que se llevaban a las jóvenes para saciar su hambre. Algunas personas tenían la idea de abandonar el pueblo para mantener a las jóvenes a salvo y otras en esconderlas para que ellos no las encontrasen y se fuesen de ese lugar. El pueblo estaba desesperado no sabían que hacer ante tal situación.
-¡Orden! ¡Orden!... querido pueblo, se que están atemorizados por el terrible acontecimiento de estas terribles criaturas que se han llevado a vuestras hijas, por eso he mandado llamar a sacerdotes de varias iglesias para así ponerle fin a este problema- decía el alcalde para calmar un poco a su pueblo.
-Pero ¿para que servirá llamar a los sacerdotes, si estos pueden regresar ala vida y volver a llevárselas nuestras hijas- contradecía un hombre que era padre de una de las chicas mientras la gente murmuraba el comentario del hombre
-No se preocupen, los sacerdotes que mandamos llamar son unos expertos en exorcismos y en especial la exterminación de demonios así que pueden estar tranquilos- dicho esto por parte del secretario del alcalde la gente los aclamaban a ambos ante tal noticia.
Al cabo de 2 días los sacerdotes habían llegado al pueblo, escucharon cada palabra de las personas que habían sido victimas, les ordenaron que tuvieran hijas de 16 años de edad las reunieran en la plaza a media noche para atraer a los peligrosos seres y así acabar con ellos definitivamente. Dicho esto, todas la las chicas se reunieron en la plaza esperando a que los demonios se acercasen lo suficiente para atacarlos por sorpresa, pasaron las horas hasta llegar a la media noche y fue cuando ellos aparecieron en un pequeño grupo para atrapar a sus presas. Entonces los sacerdotes lanzaron una red la cual estaba bañada con agua bendita para detener a los seres en lo que escapaban las jóvenes de ese aterrador combate. La lucha era inmensa, algunos de los demonios no tenían oportunidad de escapar de los hombres que decían oraciones para su destrucción y arrojaban agua sagrada para que estos no volvieran a la vida.
La lucha contra ellos término dando fin al problema de la desaparición de las doncellas dejando al pueblo en paz y armonía. Los sacerdotes satisfechos por haber cumplido con su misión recomendaron al pueblo bendecir sus hogares y colgar crucifijos en las puertas para que ningún ser maligno pueda entrar de nuevo, todo era paz y felicidad a no ser por una cosa; antes de que terminara la batalla contra esos seres uno de los monstruos sobrevivió y se alejo del sitio sin que se dieran cuenta los hombres. Mal herido y sin fuerzas para volar lejos de aquel combate, llego a una pradera donde a unos cuantos metros de el había un molino abandonado… el cual era un buen lugar para descansar. Al entrar no encontró nada ni nadie quien lo habitara o vigilara, solo estaban las aves quienes habían hecho sus nidos en lo alto del molino, observo el lugar hasta divisar unas escaleras que daban a un techo con paja para que pudiera descansar y restaurar sus energías. La piel morena, los cabellos largos, lacios color chocolate y desparramados en la paja, la silueta delgada. Vestía una camisa blanca algo arrugada y desgastada con cuello alto, pantalones ajustados y botas, negros y casi en el mismo estado de deterioro. Un bellísimo e infernal ángel caído. Giro su cabeza a un costado, dirigiendo sus ojos negros, hacia una de las llamas que el había invocado. El fuego chispeante y saltarín se reflejo en sus orbes, que parecían hechos de magma. Estiro un dedo, hacia una de las llamas para después extinguirlas y quedar profundamente dormido. Después de tomar una larga siesta se dio cuenta de lo tranquilo y apacible que era el lugar, no había gritos de terror, ningún cadáver de humano, ni sangre, todo era paz y tranquilidad. El disfrutaba escuchar el canto de las aves por las mañanas, sentir el cálido viento en su rostro y observar el campo cubierto de flores y el pueblo que había cambiado después del incidente de sus compañeros.
-Es agradable estar aquí, lejos del pueblo y de toda su gente que alguna vez tenían miedo de mis hermanos. Lo he decidido, me quedare en este lugar durante los próximos 55 años hasta que una joven de corazón bondadoso me ame- y así pasaron los años pero ninguna muchacha caminaba ya cerca de aquel molino por temor de ese ser que habitaba dentro de ese lugar, el cual muy seguramente las llegaría a matar. Por lo tanto, el perdió toda esperanza… ¿y que chica del pueblo podría amar a un ser espeluznante al cual tanto temen?
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¡Nos vemos! ^^