Pierrot
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, solo los uso sin fin de lucro. Pertenecen a Jin (Shizen no Teki-P)
Advertencia: Posibles Spoilers sobre la sexta novela
Sabía que era una maldición ese poder; era el precio por su egoísta motivo de querer ocultar sus heridas, pero claro nunca espero que su madre hubiera tenido que irse de su lado, y él tuviera que ser condenado a ser un mitómano el resto de su vida; tampoco esperaba estar, ahora mismo frente a la tumba de su hermana mayor, donde ya casi se cumplía su fecha de muerte, jamás olvidaría su roja bufanda, la cual representaba el color de los héroes, ni tampoco su amable sonrisa…
Cuando llegó al orfanato, se dio cuenta de que no era el único con esas "cicatrices", había otros dos chicos como él, que perdieron a alguien importante y estaban condenados a ser llamados monstruos toda su vida. Ahí la conoció a ella, esa chica que parecía ser algo ruda y sin sentimientos, pero que por dentro –al igual que ellos- tenía una profunda tristeza dentro de sí misma. Era muy débil al principio –lo recordaba perfectamente- y parecía que fuera a llorar en cualquier momento debido a su condición. Recordaba el día en que le presto una bufanda, fue algo tosca pero se le entendía el amable detalle y digamos que desde ahí empezaron a ser algo como amigos; pero tenían sus peleas.
─No quiero desaparecer─ la escucho decir una vez, con pequeñas lágrimas de frustración a punto de salir. El poder de Kido era casi tan difícil de utilizar como el de Seto, por cualquier situación que la pusiera enojada, avergonzada, triste, su poder ya se activaba solo. Era muy irónico escuchar eso de ella, ya que al principio ella solía desear que nadie la notara
─Tranquila, yo te ayudare─ le brindó esas palabras de apoyo, notando como la chica lo miró con un brillo especial en su mirada. Desde ese momento, decidió estar siempre a su lado y ayudarla en todo lo que pudiera.
Cumplió su promesa, la había salvado más de algunas veces de los bravucones del orfanato, ganándose unas heridas en el proceso, provocando que ella se sintiera culpable por causarle problemas. Pero siempre Kano le respondía:
─No te preocupes, estoy bien─ Kido sabía que eso era una total mentira, él usaba su poder para ocultar esas heridas para no preocuparla. ─No pongas esa cara, esto no duele─ volvió a decir, sonriendo como él sabía hacerlo esperando que la chica le creyera y dejara de verlo con esa cara de tristeza. Kido nunca le creyó, odiaba que él se preocupara tanto por ella, aunque muy dentro de sí, agradecía no ser invisible para él. Kano solía animarla de muchas maneras: solía ser un gato negro para que jugaran; era algo divertido ver la debilidad de ella por los gatos, hacía algunas bromas junto a Seto y los tres trataban de seguir adelante en ese cruel y hermoso mundo en el cual vivían.
Algo que odiaba Kano era ver a las personas llorar; tuvo que aguantar ver a su madre sumida en la tristeza por el abandono de su padre –ocasionando sus maltratos contra él- y no iba a permitir dejar que estuvieran tristes de nuevo; por ello él siempre debía ser el que siempre sonreía y ser el apoyo moral en el grupo.
"Seguiré ocultándome bajo esta mascara, fingiendo que todo está bien mientras me alejo poco a poco de la realidad."
Para ellos tres, quienes habían sufrido experiencias dolorosas a pesar de su corta edad, dejaron el orfanato y fueron acogidos por la familia Tateyama. Donde allí conocieron a su nueva hermana mayor: Ayano, una chica con un gran corazón y que tenía una de las sonrisas más sinceras del mundo. La relación de los tres se fortaleció enormemente, por fin podían confiar en alguien que no los consideraba un monstruo, ni los despreciaba, en cambio ¡los hacia ver como héroes! De verdad agradecieron pasar sus días llenos de felicidad con ella.
Kido aún seguía siendo algo tímida, le costaba entablar una conversación con otra persona fuera de la familia, y debido a su poder la gente no la solía notar hasta después de unos minutos –y casi siempre era porque Kano lo causaba- era algo frustrante que a esas alturas no pudiera controlar muy bien su poder. Kano lo sabía muy bien, por eso siempre estaba junto a ella, para hacerle ver que nunca seria desapercibida por él.
Pero pronto la tragedia llegaría a esa feliz familia; Ayano había descubierto que su padre buscaba formar a un monstruo para reunir a las serpientes, ella decidió contarle todo a Kano, quien mostró sorpresa al principio, como era de esperarse. En ese tipo de situaciones su poder funcionaría para que nadie sospechara, además no quería preocupar a Kido y a Seto; ya tenían suficiente con la muerte de Ayaka en aquel derrumbe. Ayano la había pedido que fingiera ser ella por un tiempo, exactamente durante la primavera, para que nadie notara su repentina ida; ya que ella necesitaba investigar más sobre los experimentos de su padre, Kano fingió ser su hermana mayor por tres meses; todo sea por la felicidad que tanto anhelaban. Kido comenzaba a sospechar algunas cosas, a veces parecía que ella era la única capaz de ver a través de las mentiras del chico, decidió no decir nada solo para no preocuparlo más.
Un golpe que fue muy duro para el agente fue, saber el solitario plan de su hermana: era realmente doloroso ver que la única forma de lograr el plan, era que Ayano se suicidara. Si era muy triste, pero ella estaba haciendo eso solo para preservar sus días felices; cuanto admiraba eso de ella, una chica torpe con gran corazón. Kano recordó el momento en que la vio en la azotea por última vez, vio como era tragada por el Daze; por ello una de las serpientes lo obligó a no decir nada o sino sus "hermanos" sufrirían las consecuencias. Lo más doloroso de todo eso fue que, tuvo que fingir ser el cadáver de su propia hermana… nunca olvidara todas esas molestas fotos que tomaban del momento, los comentarios que decían: "No sé porque hizo eso" "parecía siempre tan alegre" Ellos no sabían nada ¡Nada! De todo lo que ella tuvo que pasar. Eso simplemente le rompía el corazón.
"Pero siempre seguiré tus ideales, Nee-chan"
Recordaba cómo le había gritado a Shintaro –aun siendo Ayano- algo como: "Tú nunca lo entenderías" Tal vez no era algo que debía haber hecho, pero ese tipo era el que más le hacía enojar. Días después tuvo que soportar ver a Kido llorar otra vez, la entendía de cierta forma; casi todos sus seres queridos se habían ido uno tras otro. Ese día ella quedó encerrada en su cuarto, mientras Seto lloraba desconsolado. Él estaba igual, pero no quería que nadie viera sus lágrimas.
Decidió ver como estaba Tsubomi; sabiendo cómo era ella de seguro estaba en un rincón de la habitación, en posición fetal y llorando a mares mientras usaba su poder.
─Tsubomi─ la llamó entrando como si fuera su propio cuarto. La vio ahí sentada, como cuando la conoció en el orfanato, no estaba llorando, pero sus ojos estaban vacíos sin brillo alguno. Como si simplemente no tuviera un motivo para sonreír
─No deberías estar aquí─ Musitó ella apretando más consigo la chaqueta que demostraba que formaba parte del grupo secreto
─Creo recordar que dije que nunca te dejaría sola─ respondió, mientras se arrodillaba frente a ella
─Odio tus mentiras─ Kano se impresionó por esa frase tan repentina
─Sabes que nunca te mentiría─ se defendió mientras sonreía
─Deja de hacer eso… A ti te afecto igual la muerte de onee-san, deberías dejar de fingir que todo está bien─…
No podía creer que estuviera recordando eso frente a la tumba de su hermana. Debía admitir que después de ese momento Tsubomi cambió, se había vuelto la líder y decidió ser la fuerte por ellos; en parte le agradecía eso ya que él no tenía ni la suficiente energía para usar su poder en esos momentos, no podía seguir como si todo estuviera bien, ya que él estaba devastado por esto. Tenía que agradecerle, ella fue la que lo ayudó a salir adelante, ella tomó todo el liderazgo y las obligaciones de cuidarlos a ellos, teniendo todas las tareas anteriores de Ayano. Kido podía ser muy fuerte en esos momentos, era algo que admiraba de ella. Además debía admitirlo, sino fuera por sus golpes de seguro hubiera sido consumido totalmente por su mundo de mentiras –literalmente- lo traían de golpe a la realidad, tal vez por ello la molestaba tanto…
─ ¿Sabes? Nee-chan, Tsubomi sí se convirtió en una gran líder, debes estar orgullosa de ella─ trató de formar una sonrisa, pero tenía unas ganas inmensas de llorar en ese momento. No podía olvidar sus últimas palabras:
"Por favor cuídalos muy bien, ahora mismo no creo ser capaz de protegerlos"
Fue lo último que escucho, mientras ella avanzaba hacia esa "gran boca" la cual él –y Kido- conocían perfectamente
─Kano ¿Qué haces aquí?─ preguntó con cierta sorpresa la líder del Mekakushi-Dan
─Solo venía a saludar, tu sabes que nee-chan no le gusta ser ignorada─ Kido frunció la mirada al verlo sonreír de esa manera
─También odiaba las mentiras─ murmuró provocando que Kano la mirara con cierta sorpresa
─Seto me contó todo…─ dijo sin más. Después de decir eso hubo un largo silencio, Kano sonrió nervioso
─Debí imaginármelo. Había olvidado su poder─ al voltear a ver a Kido notó como esta lo miraba con lástima…no, no era eso, más bien parecía triste por no poder comprenderlo
─Me sorprendió mucho saber que tuviste que aguantar todo esto…─ le sonrió mientras le acariciaba la cabeza maternalmente, ─Siento que hayas tenido que soportar todo esto, tu solo─ para sorpresa de Kano, Kido lo estaba abrazando; le estaba dando todo el apoyo que ella no le había dado en años, o eso creía ella. En ese momento, por primera vez en años el lloró frente a alguien, se desahogó de todo el dolor acumulado en estos años
─L-Lo siento─ Musitó aferrándose aún más a Kido. Los dos lloraron juntos, dándose todo el mutuo apoyo que podía, perdonándose por los errores del pasado.
"Mira, el mentiroso Pierrot ha perdido su máscara mostrando su verdadera sonrisa"
─No será malo dejarlos un momento a solas─ Pensó Seto estando en la base junto a Mary, sabía que Kido controlaría perfectamente la situación. Tal vez después podrían tener un pequeña charla los tres, como los viejos tiempos
"Tenías razón: mientras mantengamos nuestras sonrisas seguiremos siendo una familia"
Esto es resultado de una noche en tumblr viendo imágenes de Kano y Kido ¿obsesionada? Tal vez… se me dio la idea de hacer esto, ya que también quiero aportar algo al fandom y hay que aprovechar la imaginación!
Como sabrán, lo saque al ver la versión de Kano de Pierrot; me puso algo sentimental U.U Pero habrá más happy, y con más romance….
Creo que no tengo nada más que decir, ya que necesito un editor porque yo misma no puedo ver mis errores de ortografía si no siquiera soy una experta en el tema. Así que esperemos que mi amiga le dé la gana de ayudarme en esto (es hija de un escritor)
Haruka-sama se despide y acepta críticas constructivas
Pd: De nuevo, perdonen los errores de ortografía, u otro error de redacción que tenga
