Bueno pues aqui estoy otra vez subiendo una nueva historia ^w^ la cual se me ocurrio cuando veia el video de Boss Death de Len y Rin asi que decidi poner el titulo como nombre de la historia, se que este capitulo esta cortito comparado a lo que escirbo en ¡Del odio al amor, solo hay un paso! pero es porque este es solo como la Introducción o Prólogo y ver que opinan, si le sigo o no jeje, asi que espero sus opiniones ^^
Bueno, les dejo el capitulo Zero y con el que doy inicio. (obvio xD)
VOCALOID NO ME PERTENECE, PERTENECE A LA CORPORACION YAMAHA Y CRYPTON.
Boss Death
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Cap 0. Sueño.
El cielo estaba despejado, ni una sola nube se encontraba en el, se escuchaba el cantar de las aves y el soplar del viento, todo estaba tranquilo y a lo lejos se podía ver un enorme castillo de inmensas paredes color piedra con hierba creciendo en algunas de las paredes, alrededor del castillo se encontraban las casas de una aldea –Sin duda estoy en…– la voz de alguien llamo mi atención.
-Hola- voltee a ver el lugar proveniente de aquella voz, sin duda era una niña, no cualquier niña, era yo… de pequeña.
-…- había alguien más, otro pequeño niño y aunque pude ver que le respondió a mi versión pequeña, no escuche que emitiera sonido alguno, mi yo pequeña se acerco corriendo, pensé que iba hacia mí pero me paso de largo, al parecer no podían verme.
-¿Cómo te llamas?- pregunto mi yo pequeña al otro niño.
-…- este le contesto, pero de nuevo no pude escuchar lo que dijo, ni siquiera podía verle el rostro, su flequillo le tapaba los ojos sombreando toda su cara.
De repente la escena cambio, era un muy bello atardecer, era el mismo sitio de hace rato pero el sol ya se estaba ocultando y el cielo estaba rojizo y anaranjado, aquel niño al que mi yo pequeño le había hablado se encontraba allí, solo, mirando a lo lejos el inmenso castillo. El niño pareció escuchar algo, volteo rápidamente hacia donde yo estaba, como si me estuviera viendo y movió la boca como si estuviera hablando, levanto su cabeza levemente y pude ver una perfecta y linda sonrisa blanca.
-¡Hola!- se escucho un grito alegre y vi a mi yo pequeño de nuevo corriendo y luego atravesarme para llegar al chico, por un momento `pensé que era a mí a quien sonreía pero me equivoque, ellos no pueden verme.
-…- el seguro estaba en espera de ella, me empezaba a preguntar porque no podía oír la voz ni verle la cara al niño.
El tiempo corrió rápidamente como si solo hubieran sido segundos, la noche cayo y ese pequeño con mi yo miniatura tomaron juntos el rumbo hacia el poblado, trate de seguirlos pero algo me lo impedía, mis piernas no se movían de ese lugar, tan solo pude verlos desvanecerse, parpadee y al abrir nuevamente mis ojos ya era de dia otra vez, ahora era mi mini yo quien parecía esperar en el lugar, me… o más bien se encontraba sentada en una roca mirando todo el esplendor del paisaje, no parecía muy feliz como la había visto antes, mantenía una leve melancolía en su rostro, como si no quisiese que alguien más notara que se encontraba triste, pero al ser yo quien era ella sabía muy bien como se sentía, porque hasta la fecha sigo siendo igual, no muestro, no me agrada preocupar a las personas al mostrar mis sentimientos a los demás , tenía tantas ganas de ir y consolarme a mí misma, literalmente, pero solo podía observar, una porque mi yo no podía verme y dos porque no podía moverme. Mi yo miniatura se sobresalto en su lugar y parecía haberse tensado, yo no sabía la causa, de pronto vi al niño de las otras dos veces acercarse a ella y esta le sonrió, lo mejor que pudo porque su sonrisa era falsa.
-…- el niño hablo con una cara alegre pero cambio rápidamente al no recibir contestación y una negativa por parte de mi yo mini.
-yo… me voy… solo estaba de viaje- contesto mi mini yo con tristeza, el niño bajo su mirada también con tristeza. –, hoy mismo me voy y…
-¡Rin!- los dos niños voltearon sorprendidos y un poco asustados por el grito, esa voz, me sorprendió mucho escucharla, era la de mi padre.
Un carruaje se acercaba al lugar con un hombre dentro de él pero el cual se asomaba por la ventana –Definitivamente era mi padre – el carruaje paso por encima de mí atravesándome completamente, sin moverme ni un solo centímetro del lugar donde estaba y sin que yo sintiera nada. Se detuvo a un lado de los niños, note que mi yo chibi estaba algo inquieta. Mi padre bajo del carruaje.
-¡Niña te he estado buscando por todo el pueblo! ¡Cuántas veces te he dicho que no te escapes así!- le regaño.
-Perdóname padre, solo vine a despedirme.- mi padre miro enojado al niño, no dijo nada y tomo de la muñeca a mi yo chibi jalándola hacia el carruaje.
-¡Nos vamos ya!- fue la orden que dio al jinete, ahora mi yo chibi se encontraba asomada por la ventana a punto de llorar.
El otro niño solo la veía dándome la espalda impidiéndome ver si podía descubrir alguna mueca de infelicidad en el cómo tristeza, melancolía, nostalgia, desanimo o lagrimas a punto de salir de sus ojos, pero nada, simplemente por más que lo intentase no podía verle la cara o el frente de su cuerpo. El jinete haló las cuerdas de los caballos y estos se prepararon para dar el trote y comenzar a avanzar, el carruaje comenzaba a estar en movimiento y como si fuera en cámara lenta vi como el carruaje pasaba de estar al lado del niño e iba hacia mí.
-¡Algún dia, veámonos otra vez!- me sorprendí al escuchar esa voz, era la primera vez que podía oír lo que el niño decía, una sonrisa enternecida se formo en mis labios y por alguna razón sentí mucha melancolía al escucharlo, voltee para poder verlo pero cuando hice eso la escena regreso a su movimiento normal, solo pude ver al carruaje pasando por encima de mí. -¡Nos volveremos a ver! ¿Verdad? ¡Promételo!- grito de nuevo cuando el carruaje ya se alejaba.
Yo me encontraba tirada, esta vez el carruaje si me había lastimado, no tenía mis sesos de fuera pero había sido como si alguien me hubiera empujado y me hubiera golpeado fuertemente la cabeza, mis ojos se empezaron a cerrar, comenzaba a ver borroso, vi como el niño volteo a ver al sitio donde me encontraba, parecía que ya podía verme, pero yo aún no podía verle la cara, lo único que pude notar fue unas pequeñas lagrimas cayendo por la mitad de de lo que serian sus mejillas y perderse bajando por su cuello o cayendo al piso, le sonreí con melancolía, sentí que ya no pude respirar y cerré los ojos.
Continuara…
Corto ¿verdad? jeje les dije al incio que estaria corto, ahora solo depende de ustedes... ¿Que dicen? ¿La sigo o no?
Espero sus comentarios ^w^
MATTA-NE!
(^w^)/
by Sakura.
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