SMT: Persona 3 Portable © Atlus

Esta historia fue originalmente escrita por Seichou Maki y, con su permiso, traducida al español por sadcore.


Prólogo - Misterio tentador.

Desde el momento en que se conocieron, Ryoji supo que había algo diferente en Minako Arisato.

Aunque parezca extraño, no fue por la inmensa añoranza que sintió cuando la vio. Claro, la nostalgia era muy extraña, y no sabía por qué el sentimiento era tan fuerte, pero había algo más que hizo que se fijara en ella. Al principio no estaba seguro, pero a medida que se iban conociendo, se fue aclarando. De vez en cuando, notaba cosas poco comunes en ella. La mayoría eran de poca importancia, pero a veces llegaba hasta tal punto que él se preocupaba por su seguridad. Observándola y aprendiendo cosas nuevas sobre ella, Ryoji empezó a sentir una amplia gama de emociones, algo que él nunca había sentido por ninguna otra chica de su alrededor.

En pocas palabras, era diferente. Había algo en ella que la hacía destacar sobre el resto de estudiantes. Algún tipo de madurez que no podría esperarse de alguien de su edad, pero que estaba bien escondido bajo su alegría. En realidad, no solo era ella. Los otros estudiantes que vivían en su misma residencia también parecían tener esa madurez oculta. Ryoji podía verlo en la forma en la que actuaban. Algo en la relación entre ellos era diferente a la de otros estudiantes. No de mala manera, sino la cantidad de confianza que parecían guardar unos con otros era poco frecuente para unas personas tan jóvenes. Ésas y todas las demás cosas sobre ellos como grupo. ¿Era él el único que lo veía?

Como grupo, todos ellos eran personas muy misteriosas. Ocultaban algún tipo de gran secreto, y de algún modo, Ryoji sabía que Minako era la líder. Ella era la más enigmática: La que conseguía atraer su atención; la que le hacía sentir tantas emociones. El misterio le atraía casi tanto como le atraía ella misma.

Tenían un vínculo; podía sentirlo. De alguna forma, todo estaba conectado, pero en el fondo tenía la sensación de saber cuál era la respuesta. Sin embargo, al mismo tiempo, sabía que descubrir la verdad no sería agradable. Sin hechos, sin pruebas, solo el inconsolable sentimiento de la tristeza de alguien al final.

Pero la atracción del misterio era demasiado fuerte para resistirse. Él tenía que saber, no importa cuánto le disgustara la respuesta.

Se sentía destinado a averiguarlo.