Los shamanes, aquellas personas que conectan este mundo con el otro, realizan un torneo cada 500 años conocido como la Shaman Fight. Existían familias de shamanes por todo el mundo, algunas de ellas muy poderosas y reconocidas, como los Asakura en Japon ; los Tao y Fang en China, viviendo en armonía pero todo cambio cuando los Tao, que se especializaban en espíritus de lucha, atacaron a los Fang, considerados los oidos de los Grandes Espíritus y por ende más pacíficos, y los convirtieran en sus guardianes ¿A qué viene está historia?, pues se aproxima una nueva Shaman Fight y bueno... tal vez no vaya a participar 100% por voluntad ni tenga un deseo que cumplir si gano pero si hay algo que anhelo proteger.
Guardians of the spirit of life
Capítulo 1: Rumbo a la Shaman Fight
Veamos...¿por dónde empiezo? Yo soy Xiang, la descendiente de los Fang que está encargada de proteger al malcriado, arrogante, sádico, cabello de pico púrpura y ojos color azufre Tao Ren ¿Recuerdan que les mencioné lo ocurrido con nuestras familias? pues estamos a unos meses de la Shaman Fight y tenemos que viajar a Tokyo.
Sentí un pequeño jaloneo en mi vestido, voltee hacia abajo y vi a aquella hadita de agua que siempre me había estado acompañando.
-¿Qué sucede Mist?- la observé con detenimiento,nunca había hablado pero siempre le he entendido, y vi unos pequeños ademanes que intentaba hacer como si quisiera que la siguiese -¿A dónde me llevas?- La seguí por el largo pasillo de la mansión impregnada con ese olor a sangre tan característico, hasta a un salón de entrenamiento donde yo y mi protegido habíamos pasado gran parte de nuestra infancia.-Pero si esto es el salón de entrenamiento ¿por qué me trajiste aquí?- No me había percatado de la presencia del ojiamarillo.
-Vaya...tu insecto azul al fin sirve de algo- refunfuñaba Ren en lo que se secaba la cara tras su entrenamiento
-¿Se le ofrece algo Ren-sama? - le pregunté mientras me arrodillaba, realmente odio pertenecer a los Fang ya que siempre me tengo que humillar de esta manera
-Ve y tráeme un vaso de leche,¡Bason! síguela para que no intente escaparse nuevamente
-A la orden Bocchan- Bason, un antiguo guerrero que sirvió a los Tao hace más de 1300 años y ahora es el espíritu acompañante de ese mocoso, vaya desperdicio, aunque no me puedo quejar ...ese mocoso es mayor que yo.
Me dirigí hasta la cocina y en el camino me topé con Jun, la hija mayor de los Tao,una joven esbelta ,cabello lacio color esmeralda y una actitud semejante a la de su pequeño hermano pero con la pequeña diferencia de que ella es más "amable"; hice una pequeña reverencia como ya era costumbre mientras pretendía seguir con mi encomienda cuando me tomó de la mano.
-¿A dónde te diriges con tanta confianza? según recuerdo no tienes el permiso de andar por la casa principal sin acompañante o sin que se te haya solicitado
- Jun-sama, el joven Ren-sama me solicitó que le llevase un vaso de leche y mandó a Bason-dono como prueba de su autorización- En eso Mist se puso muy inquieta, trataba de apaciguarla pero era casi imposible.
-De acuerdo, mi hermano se vio misericordioso al mandarte con aquella herramienta...¡Ah! y que no se te olvide de que partimos en tres días, así que ten todo listo para entonces- se dio la media vuelta y yo por mi parte seguí con mí camino. Es cierto aquella gran pelea comenzará pronto, si no partimos a tiempo él no podrá participar y no se convertirá en aquello por lo que ha sido entrenado desde su nacimiento.
-Xiang-san apresurese si no quiere que Bocchan se moleste con usted- decia el espiritu de aquel guerrero
-Bason-dono no tiene que andarmelo recordando, suficiente tengo con que utilice a Mist como su paloma mensajera- refunfuñé un poco mientras tomaba un vaso del gabinete, serví la leche y regresé a la sala de entrenamiento
-Tardaste demaciado inutil-el pelimorado me arrebató el vaso en lo que yo inclinaba mi cabeza en forma de respeto
-Lo siento Ren-sama, pero Jun-sama me mandó un mensaje diciendo de que partimos en tres días rumbo a Japón
-Cierto...Empieza a empacar todo lo necesario: ihais, sellos, Dao Bason- se bebió su leche de golpe y se retiró del lugar.
En serio lo odio, no en tiendo el cómo tengo que protegerlo...Ya lo recordé, es gracias a la represión de los Tao sobre mi familia, un círculo de nunca acabar: los primogénitos de los Fang tienen que proteger al heredero de los Tao, en un caso normal mi trabajo se limitaría a Jun-sama si fuese la única heredera pero al nacer su hermano ese derecho se le fue revocado. Inmediatamente lo seguí y fui a preparar todo, para que pasados los tres días estésemos cabalgando a la ciudad más cercana para abordar el avión ¿no mencioné que estamos en medio de la nada? pues ahora ya lo saben.
Y así luego de una semana de viaje estabamos arribando a Tokyo donde nuestra aventura comenzará.
Continuará...
