DISCLAIMER: el universo de HP y sus personajes no nos pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. Así mismo este fic tampoco es nuestro, es una traducción del fic Hogwarts School of Prayer and Miracles escrito por la usuaria proudhousewife en esta misma página (si queréis leerlo en inglés, no tenéis más que buscarlo por ese mismo nombre y aparece). Nosotras sólo traducimos.
Summary traducido: Quieres que tus hijos lean y ellos quieren leer Harry Potter, ¿pero no quieres que se conviertan en brujos? ¡Esta historia es para ti! Tiene todas las aventuras de los libros de JKR pero no hará que tus hijos vayan por el mal camino. ¡Para mamás preocupadas de todo el mundo!
NOTA DE LAS TRADUCTORAS: este fic empezó a ser publicado en la cuenta de Chica en Llamas, pero viendo que muchos la confundían con la autora de la historia original me pidió alojarlo en esta cuenta que apenas uso, y le di permiso, decidiendo además ayudarla a traducir. Así pues ella borró el otro fic y lo hemos trasladado aquí, para que no haya dos documentos iguales. Cada capítulo será traducido por una de nosotras; ella ya tradujo el primero de modo que el siguiente lo haré yo y así hasta completar los 14 capítulos que tiene el fic.
No compartimos las ideas que hay en el fic, simplemente lo leímos, nos reímos mucho y decidimos compartirlo con las personas que no puedan leerlo en el original. Recomendamos mucho sentido del humor.
Nota de autor: ¡Hola amigos! Me llamo Grace Ann. Soy nueva en todo esto de fanfiction; pero hace poco me he encontrado con un problema que creo poder solucionar con esta página. Mis pequeños me han estado pidiendo leer los libros de Harry Potter; por supuesto que estoy feliz de que ellos lean; ¡pero no quiero que se conviertan en brujos! Entonces pensé... ¿por qué no hacer algunos cambios para que esos libros sean más familiares? Y después pensé, ¿por qué no compartir dicha idea con las otras mamás que están enfrentándose al mismo problema? Y, ¡ta dah! ¡Aquí está! ¡Estoy MUY emocionada de poder compartir esto con vosotros! Así, que sin más-
Érase una vez un pequeño niño llamado Harry Potter que vivía debajo de las escaleras en una causa en Privet Drive con su tía y su tío. Él era un pequeño bueno y obediente que hacía todas sus tareas; pero creía que había algo que faltaba en su vida. Algo grande y especial; pero él no era capaz de denominarlo. Él se quedaba despierto largo rato cada noche, deseando tener ese algo especial; pero un día, un golpe en la puerta de la casa hizo que todo cambiase.
—¡Abre la puerta, Harry! — dijo su tía Petunia, una mujer licenciada, desplomada sobre el sillón donde ella solía sentarse con los pies encima del mismo. Tenía el pelo corto, rubio y rizado, y jamás usaba maquillaje. Tío Vernon asintió dócilmente desde la cocina, metiendo una bandeja de brownies de chocolate en el horno.
—¿No deberías no hacer eso? —pensó Harry, pero era un pequeño obediente así que fue a abrir la puerta. Accionó el pomo de metal y abrió la pesada puerta de madera.
En el porche había un hombre grande y musculoso con una barba poblada y masculina; y estaba vestido con una camisa roja, vaqueros azules y botas de cuero. Su pecho estaba recubierto por un vello espeso y marrón. Llevaba un colgante que a Harry le pareció una "T". Sólo con mirarle Harry se sintió feliz por algún motivo, ¡aunque no supo por qué!
—Buenos días, pequeño —lo saludó el hombre con amabilidad; y sonrió a Harry. Tenía la cara amable y calmada de las personas en las que sabes que puedes confiar —Mi nombre es Hagrid. ¿Puedo hablar con tu mamá y tu papá?
—No tengo mamá ni papá —respondió Harry con tristeza y observó sus ajados y viejos zapatos de color azul. Quizás era ese el motivo por el que se sentía tan solo, pensó y no por primera vez. Tal vez lo que añoraba era tener unos padres, pero eso no parecía del todo cierto.
—¡No sabes cuánto lamento oír eso! —exclamó empáticamente Hagrid.
—Puede hablar con mi tía y mi tío —repuso Harry con educación, parpadeando con sus enormes e inocentes ojos azules.
—¿Qué es lo que quiere? —Tía Petunia apareció en la puerta con ojos suspicaces y ataviada con unos fofos pantalones.
—¡Hola vecina! Me estaba preguntando si habrían sido salvados —exclamó Hagrid, quitándose el enorme sombrero de cowboy que llevaba.
Tía Petunia soltó una carcajada, bajando la vista a sus prácticas botas.
—¿Salvados? No me digas que eres uno de esos cristianos...
Harry no sabía que significaba aquella palabra, pero la sonrisa de Hagrid era la más pacífica que hubiera visto nunca. Hizo que Harry se sintiera cálido y feliz internamente sólo con ver el radiante gesto en la amable cara del extraño. Se preguntó por qué Tía Petunia y Tío Vernon nunca sonreían así...
—Sí, lo soy —respondió Hagrid con amabilidad —¿Y usted?
Tía Petunia volvió a reir, alzando su afilada nariz.
—Somos demasiado inteligentes para eso. ¿Has leído a Dawkins? ¡Dios está muerto! Dawkins lo probó. ¿Quieres que te eduquemos en su teoría?
—¿Qué es un cristiano? —preguntó Harry, sacudiendo con el zapato la alfombra amarilla, que no había sido limpiada desde hacía tiempo.
—Los cristianos son personas que quieren ser buenas —explicó sabiamente Hagrid, arrodillándose de tal modo que quedase a la misma altura que Harry —Queremos ir al cielo después de morir. ¿Sabes lo que es el cielo, Harry?
Harry negó con la cabeza, sus ojos llenos de curiosidad.
—El cielo es un lugar maravilloso donde podemos estar con Dios.
Tía Petunia colocó sus manos sobre las orejas de Harry, su voz sonó excesivamente dulce cuando volvió a hablar.
—Gracias por su preocupación, señor, pero él no necesita su religión, tiene a la ciencia e incluso cumpleaños. ¿Ha escuchado hablar de la evolución? Tengo un libro de texto muy bueno sobre la evolución que puedo dejarle si quiere aprender cosas.
Hagrid rió sabiamente.
—La evolución es un cuento. No creerá en esas cosas, ¿no?
—¡Pues claro que creo! —exclamó Tía Petunia.
—Entonces, ¡pruébalo!
Tía Petunia sólo pudo observarle fijamente, su boca abierta tontamente. Siempre pensó que había recibido la mejor educación posible y siempre exigía a los cristianos que demostraran sus creencias, pero ella no podía demostrar su propia religión. ¡Eso hizo saber a Harry quien de aquellos dos adultos era el más inteligente!
—¡Dígame cómo ir a ese cielo! —exclamó Harry, juntando sus manos. A veces la sabiduría de los más pequeños es realmente impresionante. Los adultos creemos que lo sabemos todo, pero Dios habla por la boca de los niños y nos enseña que sólo somos mortales que avanzamos por el camino de la vida. Humildad.
—Lo único que tienes que hacer es querer ser salvado. ¿Quieres ser salvado, Harry?
—¡Sí, sí! —exclamó Harry dando saltitos.
—Entonces, ¡reza la Oración del Pecador!
Tía Petunia trató de detenerle, pero estaba indefensa ante la pura y santa energía de Harry. El pequeño dijo la oración y Hagrid parecía feliz.
—¡Ahora eres un cristiano, Harry! —exclamó con orgullo.
Harry sonrió, pero luego preguntó.
—¿Pero cómo he de actuar como cristiano? ¡No lo sé!
Hagrid sonrió ampliamente.
—Sólo hay un lugar para eso. El Colegio Hogwarts de Oraciones y Milagros.
Nota de autor: ¿Qué pensáis? No seré una escritora profesional, pero creo que puedo usar el talento que se me ha dado para ponerlo al servicio de esta gran misión =)
Bendiciones
Grace Ann
Espero poder traer el segundo capítulo hoy mismo, no creo que me lleve mucho traducirlo. Repito, NO SOMOS LAS AUTORAS Y NO COMPARTIMOS EL PENSAMIENTO QUE SE MARCA EN ESTE FIC (que luego vendrán a decirnos que no les lavemos el cerebro a nuestros hijos cuando ninguna de las dos es madre XD)
