Prompt: A. Fire, flames, or excessive heat.

Fandom: Final Fantasy VI (Square Enix)

Personaje: Kefka Palazzo, Emperor Gestahl, Cid del Norte Marquez

+ El ardiente Cometa +

Respirando hondo y moviendo la cabeza a un lado y al otro una vez más, rotando, deslizando mis propios dedos sobre mi cuello ligeramente inclinado sobre mis hombros quise reír una vez más pero la mirada de los hombres vestidos con chaquetas y pantalones de similar color a los míos me advertían de lo que podía volver a sucederme. Conteniendo las ganas, abrí mis dos ojos de un azul empalidecido y retorné mi cabeza a su posición habitual. Manteniendo una de mis finas cejas rubias elevada, sonreí siendo la más leve muestra de aquello que me poseía mientras la magia tomaba forma como si esa esencia se canalizase en energía y la energía surgiese de mi cuerpo caliente e intensa cubriéndome sin dañarme como el fuego que rodea al cometa en su feroz movimiento. Conteniéndola con igual esfuerzo que mis ganas de gritar, reír o agitarme como las llamas que creaba. ¡Tan bellas! Azulándose por la mitad, superando la partes anaranjadas con cada movimiento de mis brazos.

-Es… Asombroso. -Alcanzó a articular el hombre de larga y rizada melena plateadas, no hacía mucho de un rubio claro en perfecto equilibrio con su piel, gastada por el acero y el cuero en otros tiempos, tiempos de disputas estúpidas y consecuentes separaciones que concluirían en guerras por unificar lo roto. -¿Cuál es tu nombre, soldado? -Quiso saber acortando la distancia que nos separaba.

Haciendo disminuir mis preciosas llamas hasta desvanecerse quedando meramente el espacio que me rodeaba aún cálido y las largas mangas verdosas de mi chaqueta chamuscadas, tal y cómo había practicado aquella semana, colocando mis dos brazos detrás y juntando mis manos, levantando pecho respondí efusivo:

-¡Kefka Palazzo Eminencia! -

Pero esa palabra seguía resultándome repulsiva, al instante de salir de mi boca, no era capaz de controlar el apretón de mis dientes, tensos antes de cerrar la boca y retomar una forzosa sonrisa.

-Bien, Kefka, ¿Qué te parecería ser nombrado Primer caballero de las futuras fuerzas Magitek? -Me propuso algo con lo que cualquier soldado en mi situación moría por recibir y yo, yo sólo pensaba en los fuertes tonos de su chaqueta rojo sangre o en cómo el oro de sus medallas resaltaba sobre ella pero un hombre ambicioso cree conocer a otro de igual calaña por lo que la decisión se transformó en una obligación. Dándome una palmada en la espalda con una de sus grandes manos enguantadas agregó: -Pues a partir de ahora dicto que ese sea tu rango. -

-Bien, entonces puedo regresar a casa ¿ya? -Fue todo lo que yo dije, encogiéndome de hombros y haciendo desvanecer mi complaciente sonrisa, resultando en una de esas particularidades mías que tanto le atraían ya que en vez de romper a reír y afirmar con la cabeza antes de retomar su sillón me hubiese lanzado una mirada asesina o hubiese negado con severidad.

A diferencia de Cid o el resto de individuos que entraban a su despacho, no incliné mi cabeza antes de girarme y echar a andar hacía la gran puerta o doble puerta de madera con relieves dorados. El hombre pelirrojo de poca estatura sentado en uno de los asientos frente a la mesa de la secretaria a una considerada distancia ocupada por la extensa alfombra bajo nuestros pies roja con figuras doradas o de un color amarillo muy luminoso bordeando el centro se levantó de golpe para acercarse a mí apresurado. Qué molesto era. No siempre pero en ocasiones como esa sí.