N/A. Ains. Sé que no debería estar escribiendo esto ahora mismo, sé que no debería terminar (ni siquiera empezar) este fic, peeeeeeeeero no he podido resistirme ..u La idea de hacer un rody-bella largo me lleva rondando mucho, y el otro día se me ocurrió un argumento, argumento que mezclé con otra idea que me dio mi compañero de frikadas Litus XD Tendrá solo 7 xapis, pero ni la idea da para más (y espero que no dé para menos de lo que tengo pensado), ni quiero hacerlo más largo, que sino luego me eternizo. Lo cierto es que cada vez estoy más obsesionada con esta pareja T-T no puedo evitarlo.
Joanne
PENUMBRA
CAPÍTULO I
Tras su vuelta, ninguno de ellos se hubiera imaginado que todo terminaría así.
Voldemort había caído, y ninguno de los mortífagos que quedaban vivos estaba muy seguro de cómo había ocurrido esa catástrofe.
Habían sido muchos meses de ataques, de planes, y todo parecía estar saliendo a la perfección. La comunidad mágica estaba aterrorizada, ellos eran más y estaban mejor organizados que nunca, y la muerte de Dumbledore había hecho pedazos la esperanza de muchos.
Nadie había contado con ese crío, nadie le había dado verdadera importancia. Rodolphus sospechaba que ni siquiera el mismo Señor Oscuro, por muchas veces que se le hubiera escapado de entre las manos. Apenas tenía diecisiete años... ¿Qué podría hacer alguien con tan poca experiencia contra años de conocimientos en tortura y muerte? Era utópico que pudiera ganarlos.
Y, no obstante, había conseguido matarlo. Porque esta vez no era como la anterior, era la definitiva. Voldemort no regresaría. No volvería a buscarlos y a sacarlos de Azkaban. Ahora deberían defenderse solos.
La lucha había sido cruenta y atroz. Los heridos se contaban a decenas, los muertos a cientos. Muchos de los suyos habían caído esa noche, y, los que no, estaban en Azkaban custodiados por Aurores o escondidos. Como ellos. En cuanto Voldemort cayó, en cuanto Rodolphus vio que empezaban a perder terreno, que las criaturas oscuras dirigidas por su Señor perdían todo control y que muchos de los suyos huían dominados por el pánico, supo que todo estaba perdido.
Bellatrix se había cegado. Desquiciada, desesperada, tuvo que llevársela de allí como pudo. Intentó soltarse de sus garras para ir a matar al crío, pero él la sujetó con fuerza, impidiéndoselo. Si se conseguía zafar, lo único que conseguiría sería que la matasen también.
Rodolphus escuchó el ruido de un adorno hacerse añicos contra el suelo en la habitación contigua. Su mujer apareció como un vendaval por la puerta, y se detuvo de golpe, respirando agitadamente en el sitio.
El ambiente se cargó en cuestión de segundos, sus miradas enfrentándose. Bellatrix había estado intratable esos días. Su aspecto no había mejorado nada. El pelo espeso ahora le caía enmarañado por la espalda, y su túnica negra tenía desgarrones, en los que posiblemente ni se habría fijado.
-¿Es que no piensas hacer nada? ¿Vas a quedarte aquí como un cobarde escondiéndote?
-Estamos esperando.
-¡Esperando a qué! –gritó, recorriendo en pocas zancadas la distancia que le separaba de su marido-. ¡Está todo ahí fuera! ¡Ahí fuera, y no aquí en esta ratonera!
-Lo único que encontrarás si sales es una muerte segura –replicó, su voz haciéndose más profunda y agresiva-. ¿Es que te has vuelto loca?
Los ojos grises de Bellatrix centellearon, amenazantes, y Rodolphus apretó la mandíbula. No pensaba retroceder ni un ápice. No la dejaría salir a luchar... aún no.
-Esa batalla estaba perdida, Bellatrix.
-¡No lo estaba! ¡No mientras siguiéramos siendo fieles!
-Ya no hay nadie a quien ser fiel, ¿es que no te das cuenta? –le espetó Rodolphus, siseando-. Ha caído, esta vez de verdad.
Bellatrix soltó un chillido, como si la estuviesen apuñalando, ensañándose con ella. Lanzó una mirada cruel a Rodolphus, como si él fuese quien empuñase el mortal cuchillo.
-¡NO! ¡Nosotros seguimos siendo fieles! ¡Él volverá! ¡El Señor Oscuro...!
La bofetada la dejó sin aliento. La fuerza del golpe le hizo volver la cara e inclinarse hacia delante. Se llevó la mano a la mejilla, como si no se lo creyese. Tan solo la había pegado una vez antes... otra vez semejante a esa, cuando Él había caído ese Halloween de 1981 y se habían encontrado solos.
-No va a volver, Bellatrix –gruñó Rodolphus-. ¿Te crees que eres a la única que le importaba? ¿La única que era fiel? Mi hermano ha muerto por Él, por no querer reconocer lo mismo en lo que tú insistes y empeñarse en luchar.
Con las mejillas rojas de indignación y la respiración pesada, la mujer por fin se había callado. Clavaba sus ojos ardientes en su marido, recordando al hermano de éste. Rabastan había muerto arrastrando a dos Aurores con él. Había muerto exactamente como quería haberlo hecho ella, en la batalla, y a ser posible llevándose por delante a ese maldito crío. Y, sin embargo, lo que haría sería morir de asco e inactividad en esa pocilga, mientras su sangre clamaba venganza y el odio se le acumulaba en la garganta ahogándola.
-No pienso quedarme aquí –escupió.
-No vas a moverte, al menos de momento –respondió intentando mantener la calma. Bellatrix era a veces tan incoherente. No razonaba-. No estamos precisamente en una situación favorable.
-No pienso quedarme aquí.
-Te he dicho que...
-¡Me da igual lo que me hayas dicho! –gritó Bellatrix-. ¡Me da igual! ¡No quiero escuchar excusas!
-Bellatrix...
-¡Cállate! –Completamente trastornada, barrió todos los objetos que había encima de la mesa que tenían al lado, que cayeron al suelo haciéndose pedazos. El tintero se rompió, derramando el líquido negro sobre el parqué. El charco fue haciéndose más grande, empapando la suela de sus zapatos-. ¡No quiero oírte decir nada más!
-Es inútil discutir contigo.
Su pecho subía y bajaba acelerado, y las lágrimas de desesperación se acumularon en sus ojos, pero no derramó ni una sola. Sus ojos fijos en su marido, que la miraba sin variar su expresión. Estaba harto de sus arrebatos, harto de que no entendiese que no era ella la única que se sentía desorientada sin su Señor.
-No pienso quedarme aquí... –repitió una vez más, pero su voz había perdido fuerza, y ya sólo sonaba agotada y asustada, como la de una niña pequeña perdida.
-Ni yo tampoco. Mientras tu te comportabas como una loca, he estado intentando averiguar el paradero de los demás que pudieron escapar –contestó Rodolphus a las palabras de su mujer-. Piensa si quieres que es una misión, pero por lo que más quieras no salgas y lo eches todo a perder. Dame unos días.
Bellatrix lo miró fijamente, y sus labios se convirtieron en una línea pálida cuando los apretó. Rodolphus tampoco dijo nada. Sólo esperaba que sus palabras sirvieran para apaciguarla durante un tiempo.
En el fondo, la entendía.
N/A. Uhhh xD veamos. Quiero explicar muchas cositas aquí. Esto es una especie de prólogo para explicarlo todo, pero vamos, no creo que el resto de los xapis sean mucho más largos. Algo sí, pero no mucho. Otro asunto, y el más importante, es Rodolphus. Tenía muchísimas ganas de hacer un fic que tocase su fanatismo (hasta ahora lo único que había escrito de él había sido en relación a Bellatrix), y cuando me he puesto a ello, se me ha hecho dificilísimo mezclar su indiferencia hacia todo con un tema como su obsesión por Voldemort, que obviamente necesita unos sentimientos muy fuertes. Además de que este xapi era todo conversación, y necesitaba que hablase bastante para calmar a Bellatrix xD Vamos, que todo lo contrario a lo que suele ser mi sexy-Rody. Espero que aunque esté cambiado un poquitito, siga gustando y dando morbo y tal xDD Y tened en cuenta que también es un poco por la situación... Voldemort ha caído, y tenéis que recordar que él fue a Azkaban por Voldy antes de negarle, igual que Bellatrix, así que tuvo que ser muy, muy fiel. Igual que Rab (al pobre le he matado T.T pobrexino). Pero vamos, que en este fic digamos que voy a mezclar dos argumentos: uno, este, el de la caída de Voldemort y lo que pretenden hacer los mortis que están escondidos; el segundo será como se casaron Bellatrix y Rodolphus, jeje, y ahí sí veremos a nuestro Rody querido de siempre xD jovencito, y tal, y mu sexy juju.
Y creo que ya U.U me va a ocupar más que el xapi.
Se lo iba a dedicar a Litus por sus ideas, pero para él el siguiente, que Jara se ha convertido en mi compañera de heridas (malditas rodillas... luego dicen que el deporte es sano ¬¬ jum). Así que eso, dedicado a ella para pasar un ratito espero que entretenido ;)
Joanne
