Este fic contiene ItaNaru y SasuNaruSasu, además de que hay lime, Occ y es bastante angst.
Introducción:
La determinación que le debo al dolor
Estoy enamorado de un chico pero este ni siquiera sabe que existo, es patético, al igual que mi vida. No tengo padres, no tengo amigos y no soy bueno en los estudios, la única compañía de la que gozo es la de un zorro salvaje al que le salvé la vida, desde entonces no se ha querido marchar de mi casa.
La única forma de vida que conozco es la de sobrevivir; no tengo un trabajo normal como la mayoría de gente, ni siquiera es un trabajo, me dedico a distintos trabajillos si es que se les puede llamar así: a veces robo, a veces vendo droga, otras veces vendo mi cuerpo. En definitiva, ni siquiera sé si a esto se le pude llamar vida porque para mí no lo es. Solo tengo diecisiete años y ya tengo tantos delitos como para condenar mi vida diez o más veces, no me compadezco ni tampoco me arrepiento del camino que he escogido pero sé que si hubiera tenido la fuerza suficiente podría haber cambiado las cosas, soy un cobarde.
Me llamo Uzumaki Naruto aunque mi nombre real no lo conozco, ya que mi "amo" solo me llamaba "kitsune". Mi infancia… yo no tuve de eso, a los cuatro o cinco años un hombre me sacó del orfanato y me llevó a su casa donde me utilizaba como su mascota sexual, afortunadamente logré escapar con doce años de ese infierno gracias a la ayuda de Haku, un sirviente que vivía allí y que estaba enamorado de Zabuza, desafortunadamente, pagó su traición con la vida. Ni siquiera supe porque me ayudó, casi ni le conocía, quizás solo quería evitar que alguien corriera su misma suerte o quizá tan solo estaba celoso. Después de eso estuve algún tiempo viviendo en la calle sobreviviendo como podía, tomé ejemplo de lo que veía y lo único que sabía hacer bien era tener sexo, cosa que me vi obligado a repetir con desconocidos de edad triplicada, con lo que robaba y vendía además de los "favores sexuales" logré ahorrar lo suficiente como para comprarme un pequeño apartamento que pertenecía al club de alterne "El sonido", me quedé sin dinero de nuevo y tuve que trabajar en el club para poder pagar mis gastos, mientras los niños de mi edad iban a clase, yo estudiaba por mi cuenta y mientras los niños de mi edad dormían, yo me acostaba por dinero. Tenía unos quince años cuando la policía detuvo a todos los del sonido, incluido a mí, por ser menor se apiadaron de mí y me asignaron a un tutor legal al que no he visto en mi vida, me enviaron a una zona más segura a vivir en un apartamento y me inscribieron en la escuela pública más decente de Tokio, después de eso se olvidaron totalmente de mí.
El primer año fui realmente feliz, cuando me levantaba podía ducharme con agua caliente y desayunar lo que me diera la gana, luego acudía a la escuela y a pesar de no tener amigos porque nadie se quería hablar con un marginado, me lo pasaba bien en clase aprendiendo y estudiando, aunque no era muy listo y me costaba mucho aprender, logré incorporarme con los de mi año gracias a mi esfuerzo, eso sí, me metieron en la clase de los retrasados.
El segundo año me llegó una carta del gobierno, me anunciaban la muerte de mi tutor y además por tener casi dieciséis años, me echaban a la calle sin ningún tipo de ayuda. Me vi obligado a volver a los suburbios de Tokio, volví al apartamento que compré y me quedé viviendo en él de okupa, sudé sangre y lágrimas pero conseguí no dejar la escuela, dormía y comía poco y trabaja y estudiaba todo lo que podía, y sigo así hasta hoy, por suerte Kyuubi no me abandonó en ningún momento, siempre estuvo con migo a pesar de poder volver a ser libre y yo se lo agradezco con todo mi corazón porque era mi único punto de apoyo y sin él creo que me habría rendido hace mucho, puede parecer estúpido porque es un animal y se supone que no entienden pero cuando Kyuubi me mira siento que me dice "Ánimo, no te rindas", además es mi única familia.
Fue este año, a principios del último curso que seguramente haga, cuando le vi por primera vez; la presidenta estudiantil, Sakura Haruno, anunció en una reunión de cara al público la entrada de un alumno nuevo al Special A. El Special A es una clase apartada de las demás porque como su nombre indica es especial, tanto que no llevan uniforme, no sé qué cosas hacen en ella pero sé que solo hay cinco alumnos, seis con el nuevo, se supone que son superdotados o algo así, creo que el dinero también influye bastante ya que todos tienen buena posición económica. El tema es que pillé esa convocatoria por pura casualidad mientras iba hacia el gimnasio y me quedé a cotillear a pesar de tener prisa ya que era raro ver a los SpecialA fuera de sus súper instalaciones exclusivas, un chico trajeado de negro subió al escenario improvisado y dijo unas palabras, me quedé prendado de él en cuanto vi sus preciosos ojos negros y admiré su porte seguro y sus palabras determinantes. Estaba boquiabierto, en mi vida había visto algo tan bello y distante como él, me encantaba su pelo negro azulado, su piel blanquecina, sus ojos afilados incluso su arrogancia e indiferencia, todo me fascinó, recuerdo perfectamente que causaba la misma reacción en todos los demás alumnos y también que él debía estar acostumbrado a esa clase de relación.
No sé porque pero sus ojos me dijeron que su vida no era tan feliz como todos la pintaban, de alguna forma sentí que éramos parecidos aunque totalmente opuestos, desde ese día me juré a mi mismo que jamás volvería a llorar, que jamás me rendiría hasta que consiguiera ser como él, Sasuke Uchiha era mi inspiración.
Volví a verle solo una vez más antes de que terminara el primer trimestre, salía de clase antes de tiempo porque tenía un trabajillo importante y lo vi parado delante de la estatua que presidía el colegio, estaba mirando la llama distraído pero con fiereza y suspiraba, lo primero y único que pensé fue que estaba enamorado y que no era de mí. Pasé de largo sin quitarle la vista de encima y entonces nuestras miradas se cruzaron, le miré con sorpresa y algo de miedo, él me miró con sorpresa y luego con indiferencia al darse cuenta de quién era. Me sentí contento de que al menos supiese de mi existencia aunque fuera por mi fama de lo que soy, de todas formas es imposible no reconocerme con estas cicatrices de mis mofletes.
Cuando llegué a casa estaba muy nervioso y emocionado, él, mi inspiración, me había mirado, luego cuando me calmé y después de los gruñidos de Kyu para que le alimentase, comencé a llorar amargamente en silencio, a él nunca le importaría alguien como yo, de pronto me abofeteé y me regañé, había prometido no llorar nunca más.
Le puse la comida a Kyu y yo tomé ramen instantáneo rápidamente, luego me vestí con el kimono azul y me maquillé, al poco rato me llamó por teléfono mi cliente diciendo que la limusina ya estaba esperándome, cogí fuerzas y me fui a trabajar, como todos los días.
Era la primera vez que veía a ese hombre y no podía apartar la mirada de él, ¿pero por qué? ¿Sería por sus atributos masculinos? ¿Por su cabello y ojos negros? ¿Por su parecido a…? Su voz suave y masculina me sacó de mis pensamientos.
—Te llamas Naruto-kun ¿me equivoco? —se aseguró sentándose en el sofá del hotel.
—Sí señor —le contesté educadamente.
—Un amigo me habló de ti, se llama Deidara —comentó mientras se servía una copa del minibar.
"El de las explosiones y el arte" me dije.
—Claro que lo recuerdo.
—Tengo algo que proponerte —dijo seriamente.
—Dígame entonces, si puedo hacerlo, lo haré. —le dije interesado en la propuesta.
—Finge ser mi amante por un mes —me propuso.
— ¿Amante señor? —le pregunté confundido.
—Mi padre quiere que me case con una desconocida por el bien de la empresa, te pagaré por tus servicios tres millones de yenes —trató de convencerme.
—Yo… no sé, esto puede traerle problemas…
—Itachi —dijo.
—No sé si es correcto que alguien como yo esté con Ud. Itachi-san, podría verse perjudicada su empresa y… —me excusé.
—Tal y como me dijo Deidara —comentó divertido— solo tú puedes hacerlo, por favor Naruto-kun —pidió dejando la copa en la mesa.
—Pero… —me rehusé.
—No te obligaré a hacer nada que no quieras y solo tendrás que fingir ser mi amante durante un mes, luego eres libre para hacer lo que gustes.
—Itachi-san… —rezongué.
—Por favor Naruto-kun, si no estuviese desesperado no te lo pediría.
—Está bien —acepté al final.
—Gracias.
Durante las siguientes horas estuvimos hablando sobre ello; me retiraría a vivir con él en la casa familiar, que solo tendría que fingir cuando su familia estuviese delante, que no teníamos porque dormir en la misma cama pero si en la misma habitación, y lo más importante, yo no haría nada más que la vida de un adolescente normal, como por ejemplo; ir a clase, estudiar y esas cosas, dejaría mis trabajos un tiempo y cuando le pregunté sobre que diríamos dijo que nos habíamos conocido a través de Deidara, que era mi primo lejano, nos habíamos enamorado al instante y que al ver el peligro de separarnos habíamos decidido hacerlo público, luego nos íbamos a inventar que a mí me había pillado en la cama con un tal Sasori amigo suyo y que por eso nos habíamos separado, solo se dañaría la imagen de un puto, ¿a quién le importaría? Itachi ganaría reputación y sería tratado como un caballero mientras que a mí se me vería como la peor calaña, como lo que realmente soy.
Después de eso Itachi me llevó a casa y acordamos que al día siguiente me mudaría con él, por un momento me pregunté mientras miraba las estrellas que estaría haciendo Sasuke y que habría hecho él en mi situación, seguramente se hubiera negado pero para mí ese dinero supone mi único medio de poder ir a la universidad y tener una vida medianamente decente, suspiré.
— ¿Tú qué harías Kyu-chan? —pregunté mientras le acariciaba el lomo.
Joker: esta es la última historia yaoi de Naruto que subo, hoy he intentado subir Destino (pero el pendrive se me ha jodido) y HumanVampirE ya tengo el capi final casi terminado. Seguramente suba lo que me queda el viernes por la mañana. Por cierto, el título me lo sugiriço un amigo en plan coña y me hizo gracia, por eso lo puse, en realidad no tiene mucho q ver con la historia XD
