N/A: Bueno, decidí postear esto aquí, aunque sé que hay muchos por ahí que son increíbles escritores... pero por algo se empieza, ¿no? En fin, sólo quería aclarar que esta historia es mía, y también está publicada en mi cuenta de potterfics (.com) así que no hay plagio ni nada de eso. Además, los personajes y el cuadro espacio-temporal le pertenecen a la autora J.K. Rowling, yo sólo me divertí con ellos por un rato... no me miren así, pervertidos XD.
En fin, disfruten de la lectura!
CAPITULO 1: CAMINO A HOGWARTS
El primero de septiembre, a las once en punto, el expreso de Hogwarts parte nuevamente hacia el colegio de magia y hechicería. Es el séptimo y último año de Lily Evans, Kate Bennet y Alice Gordon; inseparables amigas. También, James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew, mejor conocidos como los Merodeadores, cursan su año final. Todos estos chicos pertenecen a la misma casa, es decir, Gryffindor. Entre ellos no se llevan muy bien, Lily odia con toda su alma a James y Sirius que son los chicos más populares del colegio y los más atractivos y "solicitados". En cambio, las tres amigas tienen una estrecha relación con Remus, que le cae bien a todo el mundo. Peter no es muy amigable y siempre esta sorprendido de que James y Sirius lo consideren su amigo y lo incluyan en sus travesuras.
Desde que se conocieron, James está completamente enamorado de Lily y vive gastándole bromas, invitándola a salir y declarándole su amor en publico, lo cual no le ayuda nada a la hora de conquistarla. Pero este año tiene un plan, una estrategia distinta, a la que recurre por encontrarse completamente desesperado. Mientras se encuentra en su compartimiento con sus amigos, les pone al tanto de su idea:
- A ver si entendí bien- dice Sirius- ¿crees que por dejar de molestarla y acosarla, Lily-la-inalcanzable-Evans va a enamorarse de ti?
- Algo así- admite James- Lo que yo digo es que ella siempre se esta quejando de lo engreído que soy, así que si dejo en paz a algunas personas (entre ellas Lily, claro) y no presumo tanto, quizás empiece a fijarse en mi. Es mi ultimo recurso- añadió cabizbajo.
- Pues a mi me parece una estupenda idea- responde Lupin- Creo que es lo mejor que puedes hacer, seguro que te tendrá en consideración si de verdad cumples con lo que dices...
- ¡Espera un momento!- exclamó Sirius- En tu plan no dice nada de dejar de molestar a Quejicus, ¿no?
- Pues no, pero tal vez debería intentarlo, es o al menos era amigo de Lily- medita James.
- Vamos, vamos, ninguna chica vale tanto, ¿no es así Remus?
- En realidad creo que sería prudente que James no se metiera más con Snape.
- ¿Quéeeee? ¿Acaso estás loco? ¿Pretendes privar a James de su diversión favorita, es decir, molestar a ese asqueroso Slytherin aspirante a Mortifago?- gritó Sirius.
- Sólo digo que a Lily no le gustaría...- repuso Remus con calma.
- Bah, Lily, siempre Lily.- dijo con un tono despectivo Sirius- Eso lo dices porque es tu amiguita, ¿no es cierto? Mira James, ya tienes bastante con comportarte...
- Sí, tienes razón Canuto, ya hago demasiado esfuerzo en cumplir con lo anterior.- añadió resuelto James.
- ¡Eso es Cornamenta!
Lupin suspiró derrotado.
- Ya verán, caerá a mis pies cuando vea lo "buena persona" que soy...- concluyó James.
Mientras tanto, en otro compartimiento un poco alejado, Lily estaba discutiendo acaloradamente con sus dos mejores amigas...
- ¡Si les digo que no, es no! Por millonésima vez: no me gusta Potter.- gritó Lily.
- A nosotras puedes decirnos la verdad- le contestó Alice.
- Pues se los estoy diciendo y no me creen. Ya basta no quiero volver a hablar de este tema, ¿entendido? Ni una palabra más. Me cansé, no soporto hablar acerca de ese Potter. Me van a volver loca.- se enfadó Lily.
- Si te pones de tan mal humor y tan nerviosa con la sola mención del nombre James Potter, es porque algo sientes por él- replicó sabiamente Katie, dejando a un lado su libro de Quidditch. Ella era cazadora del equipo de Gryffindor y le encantaba aquel deporte, tanto que soportaba a James como su capitán. Aunque debía admitir que no era tan malo en las prácticas, y que gracias a él, habían ganado la Copa varios años seguidos.
- ¡No me pongo nerviosa! Y sí, tienes razón; por supuesto que siento algo por ese asqueroso, y es puro odio.
- De acuerdo, si tú lo dices...- suspiró Alice.
El resto del viaje las Gryffindor se dedicaron a hablar de otros temas, por ejemplo qué habían hecho durante las vacaciones. Por fin llegaron a Hogwarts bastante cansados luego de un largo viaje, y se dirigieron todos a los carruajes que los conducirían al colegio. Lily se encontró con Severus Snape por el camino pero lo saludó brevemente; últimamente sus actitudes le molestaban mucho. Debía admitir que estaba decepcionada de él, que había sido el primer mago al que había conocido y también su primer amigo. Alice, Kate, Lily y unas chicas simpáticas de Hufflepuff se sentaron juntas en el carruaje. Un poco alejado se encontraba James contemplando como embobado a Lily, claro. Los Merodeadores se situaron juntos y entonces Sirius dijo:
- Estas vacaciones estuve ideando una gran broma para Snape, será como una especie de bienvenida- dijo con sarcasmo.
- Ten cuidado James, recuerda tu plan.- le advirtió Remus a James.
- Tranquilo, no se enterará nadie de que fuimos nosotros si usamos la capa para hacerse invisible- replico este.
- Difícilmente creo que piensen que fueron otros que no seamos nosotros, pero en fin...
- Y bien Canuto, ¿de qué se trata tu plan?- preguntó con interés Peter.
- Ah, es una maravilla. Entraremos al Gran Salón por el pasadizo que está cerca de la mesa de Slytherin, nos acercaremos a Quejicus y le echaré un maleficio para que comience a bailar en frente de todos y no pueda parar. Lo estuve practicando. Tú, James, le cambiarás de color el pelo, y alguna otra cosa si quieres. Mientras tanto, ustedes, Remus y Colagusano, arrojarán bombas fétidas que servirán para que podamos escaparnos sin que nos vean.
- ¡Genial! No es tan brillante pero servirá, ¿no crees Remus?- dijo James.
- Sí...- suspiró este.
Por fin llegaron al castillo y los cuatro amigos estaban listos para efectuar la broma pesada.
