La lista de maneras en las cuales Isabelle Lightwood puede asesinarte es increíblemente larga para una chica de su edad. Y no es sólo las armas que domina, también tiene una creatividad ligeramente preocupante para idear formas de acabar con algún demonio o subterráneo desalmado.

Isabelle es letal, sexy, fría y peligrosa. El tipo de persona con el cual no te gustaría encontrarte después de haber hecho algo fuera de la ley. O incluso, algo que no le pareciera bien a ella, porque es capaz de hacerte sufrir sin meterse en problemas. Isabelle ha nacido con ese aire de frialdad, y si te acercas a ella, saldrás herido. Física y sentimentalmente, era peligrosa.

Al menos, así es como le dicen.

Como nunca le llaman –y Simon apenas puede creérselo-, es adorable. Porque Izzy es, de hecho, adorable.

Sí, de acuerdo, las prácticas violentas que domina superan a gran parte de las cuales los Nefilim adultos siquiera llegan a probar, pero no todo es asesinato mientras luces bien en aquello. Quizás podría decir que la mayoría de los Cazadores de Sombras han decidido a tachar a Isabelle como un elemento para destruir, en gran medida a que jamás han mantenido una conversación con la chica, pero estaría mintiendo.

Isabelle sí que parecía un arma si sólo mantenías una charla con ella.

Tenías que mirar más profundamente –y se refiere a realmente observar-, para ver en qué maneras, Izzy era adorable.

Como en la manera en que cepillaba su cabello, tarareando cualquier canción que llegase a su mente. O cómo se veía extraña en las mañanas, usando una de sus camisetas demasiado grandes para su cuerpo. Simon simplemente no entiende cómo suelen llamarle letal, cuando siempre prefiere ofrecerle a los subterráneos pagar por sus crímenes en la cárcel, antes de terminar con sus vidas. Bueno, entiende que le llamen sexy, pero sabe que cuando es invierno, e Isabelle usa un grueso abrigo que no alcanza para salvar su cabello de los pequeños copos de nieve que se juntan cerca de ella y logran que sus mejillas se tornen de un leve carmesí, es la chica más linda que ha visto en su vida. Tampoco sabe qué pasa por la mente de los demás cuando le dicen fría, peligrosa y maliciosa. Tal vez porque jamás han visto que Izzy se pase la noche entera vigilando que unos gatitos no salgan a la lluvia y en cambio se mantengan calentitos en la cama que apresuradamente les ha armado.

No conocen a la verdadera Isabelle, esa que sólo su familia y amigos más íntimos conocen, si es que tienen suerte. La que, por primera vez en su vida, ha dejado que alguien como Simon vea quién es realmente. El tipo de chica que se preocupa porque sus ojos no son tan bonitos como los de su hermano y lo despierta en las mañanas con una gran sonrisa adormilada y el cabello enredado.

Simon sabe –y apenas entiende cómo los demás no pueden notarlo también-, que Isabelle es la persona más adorable que ha conocido en su vida. Y que está estúpidamente enamorado de ella, de la manera en la que sólo te puedes enamorar de alguien así de adorable.