Disclaimer: Solo los personajes pertenecen a S. Meyer. Esta historia es totalmente mía. Dile NO al plagio.
La historia es Rated M, por lo que contiene Lemmon. Así que ya están advertidas. ¡Disfruten! ATT: angelesoscuros13.
Nota: Son varios personajes, en total cinco, así que será una serie llamada: "Serie Bestias Genéticas".
Capítulo beteado por Manue0120, Betas FFAD; www facebook com / groups / betasffaddiction.
Esta historia está protegida por Safe Creative por elCódigo: 1906230615843
Fecha 08—Feb—2016 14:40 UTC
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El deseo de tu calor.
Summary
Todo en él irradiaba sexo, su mirada era perdición, sus labios prometían deseos ocultos y su cuerpo te hacía anhelar las fantasías más oscuras de tú alma. ¿Qué clase de efecto tenía este hombre?
Bella despierta en un lugar desconocido y su primer pensamiento es lanzarse a los labios del ardiente hombre frente de ella.
Edward estaba más que dispuesto a reclamar aquella mujer como suya. Desde el momento en que olió su fragancia ya le pertenecía, tanto si le gustaba o no. Él tenía el deber de espantar los demonios que perturbaban los sueños de su hermosa presa.
¿Podrá Edward reclamar a Bella como suya, o lograrán interponerse entre ellos?
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Prólogo
Una explosión se escuchó en todo el edificio, las alarmas se habían activado alertando que un intruso había entrado sin invitación. Otra explosión, esta vez cerca de donde me encontraba. Mi instinto me llevó a saltar hasta la otra esquina de mi celda, golpeándome mi hombro en el acto. Estaba sangrando un poco en la cabeza y tenía un corte en mi labio inferior, aunque mi pierna estaba peor, me había lastimado con una biga de metal caliente debido al fuego. Rasgué mi vestido para hacer presión en la herida, la cual no paraba de sangrar.
Juro que cuando vi la abertura me olvidé de todo a mí alrededor, incluyendo el dolor. El sentimiento de libertad me recorrió todo el cuerpo, por lo que como pude me levanté cojeando hasta lograr salir de mi celda.
Corrí tanto como pude, tratando de no tropezar y caerme con las ramas de los árboles del aquel solitario lugar. La lluvia empapaba mi cara obstruyendo un poco mi visión, mis pies dolían como el infierno, pero en estos momentos nada de eso importaba, necesitaba escapar de mis captores luego de estar encerrada por cinco años y medio. Cuando ocurrió la explosión sabía que ese era mi momento de escapar; no sabía dónde estaba y tampoco hacia dónde debería ir, mi único objetivo era correr hasta estar a salvo.
Sentí la presencia de alguien siguiéndome, así que volteé mi cabeza visualizando el lugar, pero no había nadie, quizás mi mente estaba jugándome una mala pasada con todo lo que había vivido en esas cuatro paredes encerrada. De repente me resbalé, cayendo en picada hacia abajo en un charco de barro, aún así me incorporé y seguí adelante, debía huir de ese lugar. Me detuve por un segundo y me respaldé en un árbol, el cual tenía una especie de cueva cubierta por algunas ramas, el escondite perfecto por el momento.
—¡Busquen a M-16! No debe estar lejos, ¡no podemos dejar que escape! —gritó uno de los guardias—. Doctor, ¿la quiere viva?
Observé entre las ramas tapándome la boca para no gritar, ahí estaba mi pesadilla, ese hombre me había destruido como ser humano, deseaba estar muerta cada vez que visitaba mi celda.
Tenía miedo, mucho miedo, no quería regresar a ese horrible lugar, anhelaba ser libre.
—La quiero viva, busquen dardos tranquilizadores por si se resiste. No la dejen escapar, no debe estar muy lejos de aquí y menos con esa herida en su pierna. Ella es muy valiosa para la investigación, hasta ahora es la única que ha aguantado hasta la etapa final. —Se rió.
Como si de una película de terror se tratase, un relámpago iluminó todo el lugar, mostrando la sonrisa bizarra en su rostro. Me concentré en no perder la conciencia y tratar de no vomitar.
—Entendido, señor. ¡Ya escucharon! Divídanse en parejas y encuéntrenla —ordenó el guardia a los demás.
—¡Sí, señor! —proclamaron al unísono.
Mantenerme en silencio era lo único que podía hacer. Traté de tranquilizarme, pero mi corazón no dejaba de latir furiosamente, mi pierna pulsaba hasta las plantas de mis pies. Nada de eso importaba en este momento, quería sentir el sol en mi piel una vez más, el viento fresco de la primavera y el sonido de las aves cantando.
Mi respiración se estaba tornando agitada y ya no lograba sentir mis piernas, agradecía a Dios porque fuera de noche y no siguieran el rastro de sangre que había dejado, por más que traté de controlar la herida con la tela de mi vestido no paraba de sangrar.
Cuando las ramas fueron haladas de un momento a otro me paralicé por completo, no entendía qué estaba pasando. Un enorme hombre con garras me miraba fijamente, lo podía sentir aunque no viera su rostro en la oscuridad. Olía a sangre y todo en él irradiaba peligro.
—Ven conmigo, muchacha. —Su voz aterciopelada me hechizó.
Me tendió una mano, pero no podía moverme, sin embargo mi brazo cobró vida por sí sólo y alcanzó la suya.
De ahí en adelante todo fue confuso...
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Continuará…
N/a: El segundo libro de mi creación, el primero es "Burning Zeal" :D espero les haya gustado esta pequeña muestra, ladys.
