Yo no soy Stephenie Meyer, lo único que tengo es este fic, todos los personajirijillos son inventados por ella, excepto el doctor XD


Vió cómo éste hombre la acorralaba en una negrura aplastante, eran lo único que existía y lo que veía no era nítido, pero hermoso sin duda y sus ojos parecían tener… ¿sed? Sí, sed, quería hacerle daño, lo sabía, pero no sabía cuando pasaría, cuándo sería el día en que las deciciones que éste hombre tantas veces había tomado se harían realidad…

Despertó. Ya no se sobresataba cuando tenía éstos sueños, pues se habían vuelto repetitivos, todos terminaban así; aquél mismo hombre con malas intenciones a punto de matarla, y es que ya se había resignado a la muerte, después de todo sabía que ocurriría, aquél hombre la asesinaría, estaba segura, pues sus visiones no eran locuras, claro que no lo eran. Pero ¿porqué el hombre se tardaba tanto? Tal vez la monotonía de su vida cambiaría cuando su destino la encontrara, quién sabe, vivir así ya no era vivir, estaba segura de que cualquier cosa sería mejor.

Se sentó en la cama con un suspiro tirando de su delgada manta blanca, pues ése día hacía frío. Ya no tenía sueño así que sería inútil permanecer acostada sin hacer nada, sola con sus pensamientos lo cual le provocaba dolor de cabeza y le hacía recordar sus sueños por los que la acusaron de loca. Pero, claro, no podía hacer otra cosa.

Afuera debía estar nublado, claro ¿cómo lo sabría si su habitación no poseía ventanas? Sólo poseía la vieja y pequeña cama de hierro en la que se hallaba sentada, una mesita de noche y una silla, todo encerrado en cuatro paredes de cemento gris. Le gustaría saber qué podría ser más triste que su vida. En ése momento alguien tocó la puerta.

_ Pase, Doctor._ dijo con un hilo de voz.

_ Buenos días, Alice. ¿Cómo te sientes hoy?

_ Exactamente igual a todos los días, triste y desolada.

_ Sabes que no…

_ Que no se refiere a eso, si ya sé, ya sé… _ siempre sería igual, ¿cómo no saberlo?_ Pues me siento igual realmente, nunca voy a dejar de estar loca.

_ Alice, no estas...

_¿Que no estoy loca? Entonces, Doctor ¿qué hago en un manicomio?

_ Sabes que tus padres piensan que no es normal que tengas sueños que se vuelven realidad… a pesar de que talvez sea un don especial que no daña, lo diferente es a veces considerado inapropiado._ El Doctor se sentó en la cama junto a Alice, la cercanía con ella ya era habitual.

Ya habían tenido esta conversación varias veces, pero no la hacían sentir mejor, nada dentro de ése lugar la haría sentir mejor, todo desde su fea bata blanca hasta su diminuto cuarto (lo único que conocía del manicomio) era oscuridad y soledad total. En ése espantoso lugar nada le parecía correcto, era sólo ella, loca, sin nadie que la quisiera.

_Doctor…¿Usted me quiere?_ preguntó sin pensar. La pregunta tomó por sorpresa al Doctor que la miró desconcertado con sus ojos amarillos.

_Yo… Alice, eres todo lo que tengo, claro que te quiero._ La chica casi sonrió con la mirada perdida, lágrimas comenzaron a formarme en sus ojos, una cayó junto con un suspiro.

_Voy a ser sincera, doctor. Yo no creo que esté loca, es más, pienso que me estan tratando injustamente_se le quebró la voz_ Doctor, algo malo va a pasar muy pronto y siento que ambos vamos a morir. Todas las noches sueño con un hombre que se parece mucho a usted, pero tiene… maldad, no sé cómo describirlo.

El Doctor se tensó, ya lo sabía, ése nómada iba tras Alice y él no tenía la voluntad para convertirla, pero ¿no era mejor morir a "vivir" para siempre con dolor? Casi involuntariamente acomodó un mechón de pelo negro que llegaba justamente debajo de la oreja derecha de la chica. Fue mecánico, si pensar, la besó en los labios, estaban agrietados, pero seguían siendo para él la suavidad más perfecta en el mundo.

Alice no reaccionó al frío, y sólo cerró los ojos como acto reflejo, su primer beso. Al menos era con la persona a quien más le tenía estima. Alice se perdió, se sintió dormida y a la vez controlada, pero no le importaba, eso se sentía casi bien; estaba embriagándose con algún olor ¿Del Doctor?

Casi agresivo, el Doctor se apartó cubriéndose la boca como si hubiera pronunciado su sentencia de muerte, casi se excede con Alice, pero ella seguía con los ojos cerrados como dormida.

_Alice, yo no te quiero, te amo._Alice abrió lentamente los ojos y lo miró con sus ojos tristes y cansados. Ya no aguantaría más._He de decirte algo que va a hacer que pienses que yo estoy loco… Los vampiros sí existen y yo soy uno.

Alice abrió un poco más los ojos y abrió la boca.

_Tiene sentido_susurró._Usted es especial.

_Alice, esto es serio, yo talvés no soy tan malo, pero hay vampiros crueles y sanguinarios, tienes razón, nuestra estancia en este mundo peligra, ése hombre de tus sueños es un vampiro.

_Se parece a usted.

_Sí, lo sé, pero quiero hablarte en serio. No quiero que mueras, pero ese desgraciado no tardará en venir, te quiere a ti. Lo único que se me ocurre para protegerte es hacerte vampiro y que te vayas muy lejos de aquí… pero, es muy…

_¿Salir de aquí?_Los ojos oscuros de Alice casi se iluminaron._Puedo ser vampiro, no me importa, quiero saber si todavía existe el sol…

_Alice, ser un vampiro es terrible…

_¿Prefiere que muera?

_¡Claro que no!, bueno…

_Hágalo, Doctor, por favor, sáqueme de aquí, lo único que veo es la cara de ése monstruo y ya no quiero seguir viviendo así, se lo ruego, Doctor.

No podía negarse, se odiaría si Alice muriese por su culpa, pero prefería matarla él a ese sádico nómada.

_Está bien, lo haré.


Pues, gracias si llegó hasta aquí, querid lector/a. Agradecería sobremanera que esté registrado o no dejara un review sea para decir lo que sea, hasta patata! GRACIAS