Autobiografia de un Vampiro
Cáp I. Ella.
¿Yo? Soy Uchiha Itachi. Un vampiro.
La verdad mi vida era mucho mejor antes de renacer como vampiro. Estaba para aquellos tiempos hastiado de como los mortales insignificantes caían a mí. Un hombre al cual veian de formas variadas, pero que al final de la noche los envolvia la oscuridad de mis brazos paraa proseguir a alimentarme del vital carmín bajos esa piel tersa y pura, que caían sólo por el deseo de la lujuria que mi mirada les causaba, el terror en sus rostros al saber que trataban como un vampiro.
Y pues en aquellos días, recibí una invitación, era de una de mis influencias en la sociedad(qué obviamente era mujer). Me invitaba con cordialidad a la fiesta de su hija. ¿Hija? ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez? mucho supongo, pero decidí ir por mi insasiable sed de sangre. La Familia Haruno, una familia asiatica prestigiosa y adinerada, seguramente deliciosos bocadillos asistirían ese día. Y no me equivoqué.
Llegué a la fiesta captando miradas intensas de las feminas del lugar, que serian deliciosos bocadillos esa noche. Después de todo mi desición fue la correcta, Y me fue por completo asegurado al ver a la dama más hermosa que jamás había visto en mi eterna vida, entre todas las virgenes, era ella quien se veía más pura y jugoza, su aroma era el más dulce e hipnotizante, su melena la más bella y más suave y delicada a tacto que se pudiese ver con esos mechones rosados callendo como cascada por su espalda y hombros cubriendo parte de aquel tan delicioso cuello a la vista, una sonrisa en sus labios tiernos llenos de simpatía, y esos ojos ¡Y vaya que ojos! mi parte favorita de lla, verdes cuán dos jades con una mirada llena de misterio, decidí bajar la vista deleitndome con el bello panorama, su figura muy bien contorneada vestida por un vestido rojo sangre, con encajes negros en el borde del corsé sin mangas bordado con piedras negras ubicadas en la zona del corsé, un no muy pequeño escote que reaalzaba sus pechos perfectos, con encajes al borde del vestido, calzaba unas zapatillas rojas con bordado negro de balet, y en su cuello, nada vestia, pero eso me parecia raro, pues las mujeres acostumbraban a llevar algun collar costoso o relicario, pero este estaba vacio. A su lado divisé lo que parecia el vejestorio de una mujer sensual que alguna vez conocí, así que me hacerqué a ellas.
-¿Itachi?-dijo la anciana mirandome fijamente, aunque yo sólo miraba a la belleza que seguramente era su hija. -Si, pero soy Uchiha Itachi hijo- le dije y sonrio, seguramente se habia comido la excusa.-Vine en representacion de mi familia pues mi padre ha muerto-le dije esta vez viendola a ella, hice reverencia educadamente y mi coleta calló por mi hombro -Es un gusto conocerle bella Señora Haruno- le dije y me reincorporé esperando a que ella me presentace a su hija.-Te presento a mi Hija. Haruno Sakura-me la presento con una sonrisa de oreja a oreja. Yo sonrei a medio labio pués, ella me contemplaba con frialdad pero al ver en sus ojos podia notar algo de pena, tomé su mano suavemente y la besé con delicadeza seguido de-Un gusto conocerla, Hermosa Señorita Sakura, y además, hace honor a su nombre, Y sonreí más almpliamente cuando note un rubor en sus mejillas, y prácticamente obligada por su madre me contesto-Un gusto Joven Itachi- me dijo con aquella voz, la más ángelical, ya deseaba oirla gritar de dolor y placer en mis brazos. Una idea tan bella como ella.
Caminamos pronto juntos por el jardín mientras conversabamos de cualquier cosa, ella insulsamente se interezaba en mi, pensé que era como los demás mortales, lo cuál me trajo la decepción, y decidí que debía acabar con ella porque no la dejaria pasar-Vamos, a ese jardín-me dijo mientras yo me hacercaba por detras a su cuello peligrosamente. Decidí conversar un poco más. Y cuando llegamos a aquel jardín...Quedé verdaderamente impresionado, estaba al cruzar un portal viejo y oxidado pero que tenia un candado que ella abrió con una llave en forma de corazón.-Este lugar...Es precioso-le dije mientras que inconsientemente deje de ver aquellas rosas rojas que eran la única flor allí, estaba inundado de rosas, bellas rosas rojas con una fuente y un banquito en medio, para mirarla a ella, no su cuello, si no aquel rostro de muñequita de porcelana-Como...tu-setencie finalmente y noté un rubor tomo forma en aquellas pálidas mejillas.-Gracias-me dijo timidamente mientras volteaba con lentitud para verme a los ojos, yo le dediqué una sonrisa llena de ternura, por primera vez alguien provocaba en mi un sentimiento de cariño, mi mano poseyo su cintura y la atrajo hacia mi mientras mis ojos se volvian de dos piedras negras e inexpresivas a rojos ardiendo del deseo de morder su cuello desnudo inconsientemente, mostré al abrir desmesuradamente mi boca, un par de colmillos que incrementaron de tamaño de un segundo a otro...Pero al ver su rostro...No detecté miedo...Era el primer mortal que no se inmutaba por mis colmillos y mis rojos ojos, lentamente hacercó su mano a mi boca acariciando mis labios tranquilamente mientras avanzo a mis colmillos, la dejé, palpaba timida pero tranquilamente mis colmillos. No me temía, incluso otros vampiros me temían pero ella...Ella le parecía que no había porque temer, mi mano se encontro asida fuertemente a su mano en un instante, mientras que mis labios se hacercaron a suu muñeca y abriendo la boca encajé mi par de colmillos provando aquella sangre...¡¡qué sangre!! la más deliciosa que nunca pude provar-ahh...-la oi gemir de dolor mientras que sacaba mis colmillos deseando más sangre, y más que sangre, su inocencia, su cuerpo, a ella me acerqué a sus labios y los bese y pude sentir como me correspondía torpe e inexpertamente, aun asi me encantaba ser el primero en besarla(porque se notaba que nunca había besado) introduje mi lengua en su boca y le induje un juego apasionado de lenguas instruyendola en un beso.
Separe lentamente mis labios-Ádios-le dije y me aparté de ella introduciendome en la oscuridad y desapareciendo en la misma.
Ella era sin duda...la dueña de mis pensamientos desde entonces.
