Los personajes no me pertenecen, son de la increíble Stephanie Meyer, yo solo juego con ellos y puede que alguno me lo invente.
N/A: Hola, espero que estén todos muy bien. Pues aquí estoy de vuelta con una nueva historia, dije que volvía con ganas y lo estoy demostrando y como no, con mi pareja favorita Renesmee/ Jacob. Esta será una historia corta, no tendrá muchos capítulos, o eso tengo pensado, a no ser ustedes me pidáis más.
Summary: Renesmee está en cama con 40º de fiebre. Es el cumpleaños de Jacob y le toca guardia todo el día. A pesar de la fiebre ella se levantada de la cama y se arregla para ir a verle, pero una familia protectora no le dejará cruzar la puerta. Edward se pone celoso.
Título: Feliz cumpleaños mi vida, achuuuus.
Capítulo uno.
Renesmee POV.
-Alice, sólo voy a ir al cine con Jake, no a una boda, ¿Vale? No es necesario que me ponga un traje ni unos escandalosos tacones – murmuré con desagrado al echar una ojeada a mi cama y ver el despampanante conjunto que Alice había sacado para mí.
-Ren, por favor…
-Que no Alice, que no, que no voy a ponérmelo y punto – contesté muy seria.
-Que cabezota que es, como se nota que es hija de Bella – murmuró Alice por lo bajito mientras rebuscaba y rebuscaba en mi armario algún conjunto de ropa que estuviera acorde con lo que deseaba en esos momentos.
Sacó unas medias negras de la mesilla de noche, un sencillo traje de flores – me miró para ver si objetaba algo sobre el vestido. Asentí. Iba a dejar que lo conjuntara todo y luego le diría se estaba de acuerdo o no – cogió unas botas altas de color marrón, un maxibolso de flecos del mismo color que las botas, una bufanda a juego y una chaquetilla vaquera con las mangas remangadas. La verdad era que el conjunto no me desagrada y era bastante sencillo, además, no incluía tacones.
-Alice, te quiero – murmuré.
Mi tía sonrió satisfecha y abrió los brazos en una invitación a un abrazo. La estrujé lo más fuerte que pude y le di un beso en la mejilla.
-Anda, venga, vístete que ya llegas tarde.
Al final acabé vistiéndome apresuradamente porque Jacob había llegado más puntual de lo normal. Jake… mi Jake. Sonreí tan sólo con el recuerdo de su nombre. Estaba claro, estaba jodidamente enamorada de él… Renesmee cuida esos pensamientos, recuerda que para tu padre son como hermanos. Y el hecho era que para mi padre y para toda la familia éramos como hermanos, ninguno de los ocho miembros de la familia Cullen sabía que Jacob y yo habíamos empezado una relación que no se reñía sólo a algo de familia, además, también sabía lo de la imprimación, Jacob me lo había confesado un día que fui a visitarle a la Push y me lo contó todo porque ya no podía más. Debo decir que al principio no me resultó fácil, incluso estuvimos una semana sin vernos, pero estaba claro, yo estaba hecha para él y él estaba hecho para mí. Pero como aún tenía diez años humanos y aparentaba una chica de diecisiete, decidimos que lo mejor era esperar, tampoco llevábamos tanto saliendo, sólo un año… joder… y un poco más quizás… vale, estaba claro que teníamos que decírselo a mi familia ya, pero era un tema algo… uhm… es que como que prefería tener a Jacob vivo para poder disfrutar de él.
Me eché unas gotitas de perfume. Cogí la cartera, revisé que tuviera bastante dinero – mejor que sobre qué, que falte – la metí dentro de mi bolso con mi blackberry y salí dispara por la puerta.
-¡No llegues tarde! – escuché que gritó mi padre antes de que lograra cerrar la puerta. Mierda, él sabía que me había enterado.
De hecho, tenía bastante libertad para ser una semivampira que ha nacido por un milagro de vete a saber tú que en una familia en la que todos son vampiros y además ser hija única, pero en cuanto a Jacob se refiere estoy bastante controlada. Sé que ellos saben lo de la imprimación pero no quieren decírmelo, no sé a qué esperan, y me enfada el motivo de que me oculten cosas, pero prometí a Jacob que no iba a decir nada, y cumplo mis promesas.
Sonreí a medida que me iba acercando más al Volkswagen de Jake. Vi como me devolvía la sonrisa y me dieron ganas de abalanzarme sobre él en ese preciso momento y comérmelo a besos y a acaricias, pero eso debía esperar, por nuestro propio bien.
Abrí la puerta del coche y entré.
-Hola – saludé con una de mis inmensas sonrisas.
Te amo –articuló con los labios para que mi familia dentro de la casa no pudiera oírlo.
Y yo – le respondí de la misma forma.
Acercó su cara a la mía y depositó un suave beso en mi mejilla que me hizo temblar. Arrancó el coche y salimos de la vista de mi familia que seguro estaría mirando por la ventana.
El camino hacía Seattle fue agradable. Jacob no paró de agarrarme la mano en todo el trayecto y yo me lo pasé distraída hablándole de todo lo que había pasado esta semana en el instituto, llevábamos una semana sin vernos porque tenía mucho trabajo en el taller.
Llegamos a la ciudad y como no había aparcamiento tuvimos que ir al parking del centro comercial y dejar el coché aparcado allí. Me bajé del coche e inmediatamente sentí unos brazos que me abrazaron fuerte por detrás. Sonreí y dejé que mi cabeza se recostará en su pecho.
-Te eché tanto de menos esta semana… - murmuré con voz ronca.
-Como yo a ti Ness.
-En serio, te necesitaba a casa momento Jake, esta semana a sido un completo estrés en el instituto.
-Igual en el taller, tenía unas ganas de meterle un buen castañazo a Paul…
-Es tu hermano…
-Y también el capullo que se acuesta con mi hermana – contestó en plan socarrón.
-Si seguimos esa regla de tres lo mismo podría decir mi padre de ti – sonreí.
-Boba – escuché sus risa nerviosa y como me daba la vuelta para quedar frente a él – no me importa que diga tu padre, te amo y no cambiará nunca.
-Sólo te falto el 'imprimación mía' – reí.
-Patética – murmuró con una sonrisa en los labios, se acercó y fundó sus labios encima de los míos. Si había algo de lo que no me quería desprender nunca era de Jake y sus labios, te hacía estar en un paraíso del que cuando entras, nunca querrás salir.
-Den… tro… e… inco… minutos… empieza… a… peicua… - murmuré como pude ya que los labios de Jake no me dejaban pronunciar bien. Sonrió contra mis labios pero siguió sin separarse.
Mordí su labio inferior haciendo que se separara de mí.
-¡Auuuu! – chilló.
-Que si Jake, que sé que eres un perro – susurré bajito. Se suponía que era un chiste interno mío, Jake no debería de enterarse pero por lo visto, mis deseos no fueron cumplidos, pues Jake caminaba pisando fuerte.
Suspiré y corrí tras de él.
-Oye amor, que era de broma – le espeté cogiéndolo del brazo.
-No me ha hecho nada de gracia Ness.
-Pero venga ya Jake, si Rose te lo dice cada vez que te ve – contesté enarcando las cejas.
-¿Y no crees que ya tengo bastante con que me lo diga ella? – preguntó encarándome.
Bajé la cabeza, sabía que tenía tazón.
-Lo siento mucho, no pensé que te fuera a herir, soy una tonta lo sé…
Suspiró y cogió mi cara entre sus manos.
-Ness, que no, que no importa, ¿Vale? Estoy un poco estúpido esta semana, el trabajo me altera – contestó y volvió a rozar sus labios con los míos.
Pasado el mal trago nos dirigimos a la taquilla y sacamos las entradas. La película había empezado hacía diez minutos, pero como tampoco era tanto las compramos igual y entramos después de haber comprado una de palomitas gigante para Jake y una de coca-cola pequeña para mí.
Para ser sinceros, aunque le dije a Jake que me había encantado la película, la verdad es que la califico en mi mente como una de las peores películas que he visto en mi vida, pero como a Jake le gustó no puedo decir nada, y no sé si le gustó porque salía Megan Fox enseñándolo todo o porque de verdad le gustó la película, espero que no fuera por lo primero porque si no, iba a enterarse.
Salimos del cine, hacía bastante frío y yo tenía una chaquetilla vaquera que apenas me tapaba del frío. Maldita Alice…
-Ness, hace frío, ¿Y si vamos a cenar algo? – preguntó Jake acercándome a él.
-Me parece perfecto, me estoy congelando.
Me sonrió y nos dirigimos al coche, pero para sorpresa nuestra el coche no estaba.
-¡Jake! ¿El coche? – pregunté alarmada.
-Mierda Ness, no me había fijado que lo había aparcado en un sitio prohibido, se lo han levado…
-¿Y ahora que hacemos Jake?
Después de pensarlo unos minutos habló.
-Espérame en el cine voy a recoger el coche y a pagar la multa.
Se acercó a mí, me dio un fuerte beso y corrió desapareciendo en la noche.
Suspiré y me encaminé de nuevo al cine, no me quedaba otro remedio que esperarle como me había dicho.
Empezó a llover y el cine no tenía toldo en el que poder refugiarme, así que me acabé empapando. Habían pasado diez minutos desde que Jake se había ido a buscar el coche y el frío me estaba calando los huesos además de estar completamente empapada por la jodida lluvia que había en todo este jodido estado todos los días del año.
Pasados veinte minutos, después de no haber parado de tiritar y de moverme para poder entrar en calor, el coche rojo de Jacob se paró enfrente de mí.
Abrí la puerta y entré.
-Ness, estás empapada – murmuró con cara de preocupación.
Le hubiese respondido algo sarcástico seguro si hubiese dejado de tiritar.
-¿te encuentras bien, amor? – me preguntó quitándose su sudadera, quitándome mi chaqueta vaquera empapada y poniéndome la suya – pondré la calefacción.
-Achuuuuuuuuuus – estornudé violentamente.
-Oh, oh – se giró hacia mí para verme preocupado – creo que voy a tener serios problemas con Edward Cullen.
N/A: Siento que en este capítulo no haya nada interesante, pero es que es el primer capítulo de introducción, ahora empieza lo bueno. Espero sus reviews para saber su opinión. Saludos.
