-Prologo-
Dicen que el cielo de Madrid es uno de los mejores del mundo. Gilbert no sabe si es cierto, pero piensa que no se queda lejos. Nunca a visto un cielo de un azul tan intenso.
Un recuerdo fugaz pasa por su mente. Ve un niño joven, de unos 7 años. Es rubio, con los ojos azules. Como el cielo que ahora tiene sobre su cabeza.
Suspira. ¿Quien es ese niño? Su cara le dice algo, pero no puede recordarlo. Sin embargo, por alguna razón, cuando piensa en él se siente bien.
Cierra los ojos con fuerza, intentando concentrarse.
¿Porque tiene que ser todo tan complicado? Esta cansado de esperar, ¡quiere respuestas!.
Desde que despertó en aquel hospital hace 30 años, todo ha sido complicado.
No sabe como acabó allí. Supone que como cualquier otro, una victima más de la segunda guerra mundial. Le dolía todo el cuerpo, especialmente la cabeza.
Sonríe de lado, irónico. Aquello solo era el principio.
"Mi vida es un puto rompecabezas", piensa frustrado mientras hace señas a un taxi y le indica la dirección que le han dado en la embajada alemana.
Bueno, si le puedes llamar vida a intentar descubrir tu pasado mientras todos te miran como un bicho raro en el hospital. Aunque claro, es comprehensible. ¿Como mirarías a un hombre que, pese a haber estado en coma durante 25 años, no aparenta más de 20?
