Espero que tengan un muy buen día.
Se preguntaran porque se actualizo repentinamente esta historia, y es porque planeo separar esta historia de Nico para continuarla como una serie. Esta historia ya no estará en "Hecho a tinta", como originalmente empezó. Así que, si ya la leyeron, no se preocupen, los siguiente dos capítulos serán los mismos que los de Hecho a tinta y deputes publicare un capitulo nuevo.
Asi es, es repollo jajaja.
Disfruten la lectura si es que todavía no lo han hecho.
Las aventuras de Nico en Wonderland.
1
Venenoso.
—Llego tarde, llego tarde…
Y ahí iba velozmente aquella chica que corría desesperada. Entre la carrera solo se podía distinguir su corta cabellera escarlata balancearse de un lado a otro y sus extrañas orejas de conejo que sobresalían de su cabeza. La chica ni siquiera se dio cuenta que, a un lado de ella, y tratando de igualar su paso, iba corriendo otra chica. Esta vestida con un hermoso vestido color azul y una diadema que sujetaba su cabellera negra en su cabeza.
—Espera, ¿a dónde crees que vas? —Decía la chica pelinegra entre suspiros de cansancio—. ¿Qué rayos eres? ¿Por qué estamos en un lugar como este? —La chica vio a su alrededor, no había nada más que una pradera verde que se extendía hasta donde abarcaba su vista.
—Llegare tarde, seguro que Umi me mata si no llego a tiempo, debo de apresúrame —Del vestido de una pieza color carmesí, la chica conejo saco un reloj de oro y lo miro alarmada—. ¡Es tarde! ¿Cuándo fue que se hizo tan tarde? Esta vez seguro que perderé la cabeza, seguro que si… —La chica corrió más rápido y, sin pensarlo siquiera, saltó debajo de un tronco de un imponente y enorme árbol.
—Espera, no te vayas, tienes que… —Nico corrió hacia el árbol, pero en tan solo un parpadeo, la chica conejo desapareció en un hueco que había en el tronco—. ¿Que se supone que haga ahora? No puedo volver a casa y esa estúpida chica con orejas de conejo desapareció —Nico miro hacia el hueco. Había una profunda obscuridad en él y algo la incitaba a acercarse más—. Supongo que no pasa nada si continúo por aquí. Tengo que encontrar a alguien que me diga el lugar en el que me encuentro.
Nico dio un paso hacia el hueco del árbol y, cuando menos se lo espero, trastabilló y cayó dentro del él.
Un vórtice de colores rodeo a Nico mientras iba cayendo en un profundo abismo. La chica, asustada, apretó con fuerza los parpados cuando vio que el suelo estaba cada vez más cerca. Pero, justo cuando el suelo estaba a centímetros de ella, la chica abrió los ojos y vio como suavemente caía a la tierra.
Lo primero que hizo fue ver a su alrededor, descubriendo que se encontraba en un lugar extraño y diferente: Era un bosque obscuro y que estaba cubierto por enormes árboles que apenas si dejaban entrar la luz
—¿Cómo es que dentro de un árbol hay un bosque entero? —Nico miro frustrada hacia todos lados, tratando de encontrar un medio por el cual salir de ese lugar—. Esto es enorme. ¿Cómo saldré de este sitio? Es imposible que esto me esté pasando —La chica dio un paso hacia adelante, pero se detuvo al escuchar un tenue ruido y una suave risita detrás de ella.
—¿Estas perdida, pequeña? —Dijo una armoniosa y tranquila voz. Nico se dio la vuelta de inmediato. Asustada, vio a una chica que estaba sentada en un inmenso hongo color arena—. Pareces desconcertada… —La chica llevaba puesto un vestido de una pieza de color purpura y de su hermoso cabello color purpura sobresalían dos antenas de aspecto repulsivo y extraño. La chica oruga se llevó una especie de pipa a la boca y libero una nube de humo púrpura que perfumo el aire con un aroma dulzón y suave—. ¿No sabes qué camino seguir? Pequeña criatura.
—No me llames pequeña, tú… ¿Que rayos eres? —Pregunto impaciente Nico tratando de salir de la nube de humo que ya penetraba dentro de sus pulmones y la hacía sentir mareada.
—No es quien soy, sino lo que soy —La chica se llevó la pipa de nuevo a la boca y una nueva nube se acumuló en el ambiente—. Todos aquí me conocen por un nombre, pero ¿qué es un nombre en sí? ¿Algo con lo que me puedes identificar? ¿Pero te importa siquiera hacerlo? ¿Acaso quieres saber algo tan banal como eso? —La chica rió al ver la cara de desconcierto en Nico.
—¿De qué rayos hablas? ¡Estás loca! ¿Qué clase de cosas dices? No entiendo absolutamente nada.
—Muchas preguntas y pocas respuestas creo yo que tienes, pequeña joven —La chica de cabello purpura suspiro profundo de su pipa y sostuvo el humo dentro de ella tanto que, cuando lo soltó, adquirió diferentes tonalidades de colores; era eso o que Nico comenzaba a afectarle aquel humo que respiraba ahora sin tanta dificultad—. Me puedes llamar Nozomi, por ahora. Pero, como dije, no creo que mi nombre te interese tanto como otra de tus tantas preguntas.
Nico camino hacia la chica y la vio detenidamente. Su cuerpo se comenzaba a sentir entumecido. El hongo en el que estaba Nozomi parecía adquirir nuevos colores; ya no era de color arena, sino que intercalaba entre un fuerte tono carmesí y uno purpura con motas de diferentes colores.
—¿Dónde estamos? —Dijo Nico con tranquilidad mientras se distraía con una nueva nube de humo multicolor exhalada por Nozomi—. Lo sabes ¿cierto? ¿Qué puedo hacer para salir de aquí?
—Estamos donde estamos, ni más, ni menos. Si quieres salir de aquí, tú misma tienes que construir tu camino.
—No lo entiendo. ¿Qué se supone que haga? —Nico miro a su alrededor, el bosque antes oscuro adquiría un color luminoso y difícil de distinguir—. Yo lo único que quiero es salir de aquí, pero no puedo hacerlo. Todo fue culpa de esa estúpida coneja.
—No se la situación en la que te encuentras… —con otra exhalación que broto de los labios de Nozomi, el lugar entero se comenzó a tambalear para los ojos de Nico—, ¿pero no crees que la que realmente tuvo la culpa fuiste tú, al seguir a un ser extraño y que no conocías? —Nico miro a Nozomi con los ojos bien abiertos, dándose cuenta de que la oruga frente a ella tenía razón—. Vaya, vaya, parece que acerté —La chica rió. El sonido de la voz de Nozomi se comenzaba a difuminar dentro de la cabeza de Nico.
—Y-Yo no tuve la culpa, esa estúpida chica conejo… —Nozomi interrumpió a Nico con otra bocanada de humo que le golpeo justo en el rostro, creándole un éxtasis mayor al momento de inhalarlo.
Sin decir nada, las mejillas de Nico se pigmentaron de carmesí. Veía hacia todos lados. Se comenzaba a sentir mareada. No sabía distinguir del bosque oscuro de antes al de ahora lleno de colores y vida; parecía que se hubiera transportado a un lugar completamente diferente.
—Pues entonces supongo que tus preguntas tienen una respuesta —Dijo Nozomi mientras bajaba lentamente del gran hongo y se acercaba a Nico—. Si llegaste aquí gracias a la chica conejo, entonces quizás esa sea la forma de salir de aquí también… —El rostro de Nozomi estaba muy cerca del de Nico. Una amplia sonrisa abarcaba su rostro mientras que se llevaba la pipa de nuevo a sus labios—. Ya tienes respuesta, es tu decisión seguirla o no. ¿Qué es lo que harás ahora? Nicochi…
La risa de Nozomi salió suavemente de sus labios al igual que una nueva nube de humo con sabor dulzón el cual Nico saboreo al instante. Los sonidos alrededor de Nico comenzaban a distorsionarse; la risa de Nozomi poco a poco desaparecía y, cuando menos se dio cuenta, todo a su alrededor fue oscuridad.
Sintió como su cuerpo caía suavemente y podía sentir el húmedo roció del pasto cerca de ella.
No sabía lo que había pasado, pero ahora se sentía tan tranquila como para querer despertar pronto.
Sin Más, Muchas Gracias por Leer y espero que hayan disfrutado de nuevo del capitulo.
